ODIA A LA POLICÍA

IDEOLOGÍA DEL PASMA

Los maderos afirman que su papel es ser la “delgada línea azul” entre la libertad individual y el orden social. Sin ellos, sigue la historia, todo el mundo pisaría los derechos de los demás y se llegaría al caos.

La policía asegura que la gente obedezca las reglas de la sociedad. Pero bajo el capitalismo las reglas son injustas. Están diseñadas para beneficiar a una diminuta minoría y explotar a la inmensa mayoría. Más aún, algunas personas son definidas como quebrantadoras de la ley en la sociedad capitalista por lo que son, no por lo que hacen, y el trabajo de la policía es reprimirlas constantemente. En la Inglaterra del siglo XIX, donde apareció por primera vez la policía moderna, esta “clase criminal” permanente era la clase obrera urbana. En los Estados Unidos de hoy, es la gente de color.

LA INVENCIÓN DE LA POLICÍA

La policía tal como la conocemos no ha existido siempre. De hecho, la primera fuerza de policía moderna no apareció hasta 1829 en Londres. No es coincidencia que la policía moderna emergiese al mismo tiempo que el capitalismo empezaba a hacerse realmente fuerte, y en el país, Inglaterra, donde el capitalismo crecía más deprisa.

El capitalismo temprano requería una fuerza laboral grande y concentrada para trabajar en las fábricas. La población de ciudades como Londres empezó a dispararse al trasladarse más y más campesin@s pobres a las ciudades en busca de trabajo. Con el capitalismo viene el paro y la combinación de urbanización repentina y un gran grupo de gente desesperadamente pobre y desempleada llevó a un crecimiento de la delincuencia en Londres.

Los políticos y capitalistas no estaban preocupados por la delincuencia en los barrios obreros (igual que ahora no les preocupa el crimen de “negr@s contra negr@s”), pero les atemorizaba que el crimen pudiera extenderse a sus barrios, así que clamaron por una mejor forma de proteger sus intereses y controlar a l@s pobres.

Se salieron con la suya. En 1829, la Ley de Policía Metropolitana creó la primera fuerza de policía moderna. Pero irónicamente, a la nueva policía de Londres no se le permitía patrullar por el centro de Londres (donde, por supuesto, vivían l@s ric@s). En cambio, su ronda se limitaba a los barrios de clase trabajadora, que rodeaban la ciudad. Desde el principio, pues, la función de la policía fue el control social de “la chusma”. Como un ejército de ocupación, la policía entraba en los barrios pobres para aplastar la resistencia y evitar que l@s pobres invadiesen los barrios ricos.

Esta primera policía apenas se preocupaba de combatir la delincuencia. En cambio, se centraban en regular las actividades de l@s pobres. Empezaron inmediatamente a inspeccionar las tabernas y restaurantes. Exigían licencias para las ventas de licor, l@s vendedor@s callejer@s, l@s tender@s, l@s empeñistas, y los establos. Acompañaban a los recaudadores de impuestos en sus rondas. Con toda esta regulación, la policía encontró una nueva forma de mantener vigilada a la gente en las grandes ciudades. Bajo el feudalismo, la gente estaba atada a la tierra, de modo que era relativamente fácil para los grandes nobles y terratenientes tenerles echado el ojo. Pero todo esto cambió bajo el capitalismo, cuando millones de personas fueron amontonadas en los arrabales de las ciudades, donde ningún noble podía vigilarlas.

La vigilancia era otra forma con que la policía mantenía su vista sobre sobre la chusma. Para asegurarse que nadie se salía de la línea, los maderos de Londres desarrollaron un sistema de agentes, informadores y soplones -en las cárceles y en las calles- que actuaba como miles de ojos situados en todas partes, observando a la gente cuando la policía no podía. Las nuevas tecnologías ayudaban también: órdenes judiciales, ruedas de identificación, huellas digitales, etc. Los primeros maderos tenían que discurrir cómo ejercer el poder lo más extensivamente al mínimo coste. La regulación y la vigilancia fueron los resultados de esta típica lógica capitalista.

Desde luego, la primera policía fue inmediatamente odiada. El historiador de la policía Brian Henry escribe: “las funciones reguladoras de la policía se hiceron tan impopulares entre el público que su persecución de la delincuencia pasó casi inadvertida.” La primera muerte de un madero en cumplimiento del deber tuvo lugar menos de un año después de que se crease la fuerza de policía, y muchos de los primeros asesinatos de policías fueron declarados “homicidios justificados” por los jueces de primera instancia.

El modelo inglés de policía se trasladó a Nueva Inglaterra con los colonos blancos. Nueva York estableció la primera fuerza de policía de Norteamérica en 1845, hace apenas 150 años. Otras ciudades del Norte pronto siguieron el ejemplo.
Pero el modelo inglés no es el único ascendente de la fuerza de policía de EEUU. Hay otro origen: la patrulla de esclav@s. Igual que en Inglaterra, donde la policía fue creada para mantener a raya a la chusma obrera y proteger a la clase propietaria, las patrullas de esclav@s mantenían a raya a la fuerza laboral de EEUU. Las patrullas de esclav@s establecieron el patrón de la actividad policial en los Estados Unidos: el control social sobre la población negra. Esta función, expandida para incluir a otras gentes de color a lo largo de la historia, continúa hoy.

CONTROLANDO A L@S ESCLAV@S AFRICAN@S

En las etapas tempranas del capitalismo en las colonias, los colonos blancos esclavizaban a african@s en grandes plantaciones. De esta explotación surgió un natural deseo de rebelarse. En Haiti y Jamaica tuvieron lugar victoriosas rebeliones de esclav@s. También se libraron guerras de guerrillas contra los británicos y se luchó en Surinam. En Brasil el estado de Palmares fue formado por esclav@s huíd@s y sobrevivió durante casi diez años. Como la posibilidad de una rebelión de esclav@s aterraba a los colonos blancos, las patrullas de esclav@s se usaron para controlar a las comunidades de las plantaciones.

Estas patrullas intentaron evitar que l@s esclav@s se organizasen. Los hombres blancos libres eran reclutados para servir por período de tiempo en una patrulla. De las patrullas surgieron comités de vigilancia, que literalmente mataban a cualquier esclav@ huíd@ que encontraban en los momentos en que se temían revueltas de esclav@s.

Las patrullas de esclav@s -formadas mayoritariamente por blancos pobres- protegían la “propiedad” de los dueños de esclav@s. Pero al guardar a toda la gente blanca de la temida rebelión de esclav@s, protegían también el privilegio blanco. Los dueños de esclavos convencieron a los blancos pobres de que tenían que temer más de los afroamericanos libres que de una sociedad libre de todas las formas de esclavitud. Esta combinación única de defensa de la propiedad de l@s ric@s y el privilegio blanco es la característica clave de la policía en los EEUU.

Desde luego esto no quiere decir que l@s blanc@s pobres estuvieran siempre protegid@s de la brutalidad policial. Aunque la piel blanca da alguna protección contra los abusos, el status económico también determina quién forma la clase “criminal” de la sociedad. Aún así, ésto no cambia el hecho de que la policía en los EEUU históricamente ha protegido a la gente blanca y reprimido a la gente de color como forma de actuación normal.

ILUSIÓN DE LIBERTAD

Con la emancipación de la esclavitud, la población negra se encontró con discriminación laboral, oportunidades limitadas, segregación y esclavitud salarial. Esto generó insatisfacción. Según la gente negra se trasladaba de las plantaciones a las ciudades, crecía la paranoia blanca ante la libertad de la gente negra y emergían nuevas formas de represión de l@s blanc@s en el poder. La policía acosaba y encarcelaba a la gente negra por las menores infracciones. L@s negr@s recibían sentencias más severas que l@s blanc@s por los mismos crímenes (¿os suena familiar?).

En el Sur, el miedo a perder su fuerza laboral barata impulsó a la policía sureña a impedir que l@s negr@s viajasen al Norte, sacándol@s a rastras de los trenes, deteniéndolos por holgazanear, o deteniendo los trenes por “problemas mecánicos”. En el norte, est@s emigrantes eran fuertemente controlad@s, junto con otras comunidades inmigrantes. Los hombres de negocios blancos querían trabajador@s barat@s y l@s querían bajo un control firme.

ILUSION DE IGUALDAD: ESTADO POLICIAL VS. INTEGRACION

Con el movimiento de los derechos civiles de los 60 llegó una cierta reforma política, pero el racismo y la pobreza no se disolvieron. Ciertamente no hubo cambios en el control del cumplimiento de la ley en lo referido a la gente negra. El hecho de que entre 1965 y 1968 casi todas las grandes ciudades de los EEUU experimentaran desórdenes civiles refleja el nivel de frustración de la gente. Desde luego, el hecho de que las revueltas ocurriesen en todo el país creó una amenaza al poder estatal y al capitalismo. Surgió una preocupación por la forma más efectiva de seguir controlando y anulando a la población afroamericana.

Tras la rebelión de Watts en 1965 se formó una comisión para estudiar y analizar las tensiones raciales entre la policía blanca y las comunidades negras que aquella patrullaba. La Comisión Kerner determinó que la hostilidad de la policía hacia las comunidades negras y viceversa era la causa principal de las revueltas raciales. El informe de la Comisión daba a entender que había dos posibles soluciones. Una era instalar una presencia militar en los barrios negros, como en la Sudáfrica del apartheid. La otra, era convencer a l@s afroamerican@s de que la policía estaba allí para protegerl@s también a ell@s.

Los administradores de la policía usaron los hallazgos de la Comisión Kerner para reclutar numerosos agentes de policía negros. Determinaron que la integración de la gente negra en el orden social anularía las tendencias rebeldes mejor que un Estado abiertamente policial. El fin era reprimir los valores opositores que surgían de los guetos; contratar maderos negros y usar tácticas de “policía en la comunidad” eran los medios para ese fin.

ILUSION DE DEMOCRACIA: MADEROS NEGROS Y POLICIA EN LA COMUNIDAD

La fuerza de policía necesitaba un método más sofisticado para intentar mantener a la gente controlada. Para lograr esto, necesitaban mantener una ilusión de democracia. En muchas ciudades se establecieron sistemas de cuotas para asegurar una adecuada participación negra en el mantenimiento de la ley. A menudo estos nuevos reclutas eran destinados específicamente a trabajos en las comunidades negras.
El fuerte reclutamiento de pasmas negros fue acompañado por un énfasis en la “policía de barrio”. Se pretendía que la policía prestaba servicios comunitarios como opuestos al control del crimen. Los maderos negros habían de jugar un papel más suave como “agentes de relaciones comunitarias.” El objetivo final era hacer el mantenimiento del orden más aceptable para la gente de color.

Pero estas políticas orientadas a la comunidad nunca fueron adecuadamente definidas por los departamentos de policía, y la idea de que los pasmas negros serían más suaves y amables con la gente oprimida no era más que un trozo de mierda. Con los privilegios y la autoridad que daba el trabajo vino una arrogancia y una distancia de la gente normal. Los policías negros fueron también usados para infiltarse en organizaciones negras como los Panteras Negras o la Nación del Islam.

Aunque la integración de negros en las fuerzas de policía fue preferida a la presencia policial de estilo más militar en los barrios negros, los motivos eran idénticos: proteger al capital, el estado, la propiedad privada y el privilegio blanco, mientras se mantenía sojuzgada a la gente negra. Esta estrategia de una policía integrada, “orientada a la comunidad”, que controle a la chusma, continúa hasta hoy día.
A lo largo de los años, los métodos de control social de las comunidades pobres han cambiado, pero el fin sigue siendo el mismo. La esclavitud, el mantenimiento del orden, la pobreza forzosa y el encarcelamiento son todas estrategias de control diseñadas para mantener a la gente negra al margen. Estos métodos han sido desde entonces aplicados a las comunidades de latin@s pobres, de american@s nativ@s y de asiátic@s, así como otras poblaciones consideradas potencialmente peligrosas. Dondequiera que la propiedad o lo blanco esté amenazado, está garantizado que allí estará la policía. Es su trabajo.

Justine & Joel

(Extraído de «The Blast» nº 6, Minneapolis)

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