CEPRID

Importancia geoestratégica del Acuífero Guaraní para América

Miércoles 21 de julio de 2010 por CEPRID

Lester Martínez Argudín

Panorama Mundial

Cuando el hombre salió de las cavernas y dejó de ser nómada construyó sus primeras viviendas cerca de los lagos para su seguridad. Los recursos hídricos es un tema que tiene cada vez más importancia. El agua es un elemento de paz, no como lo profetizan algunas visiones como un instrumento de conflicto y hasta de guerra. Esta es uno de los recursos naturales más preciados, por lo tanto de su adecuado suministro y gestión dependen la agricultura, la ganadería, la salud y alimentación de las personas, los ecosistemas, la industria, la energía, el mantenimiento de la paz y la estabilidad social. Son causas fundamentales de la escasez de agua, la explotación irracional del recurso, la contaminación producida por las industrias petroquímicas, el uso de agrotóxicos en la agricultura y la devastación de bosques y florestas naturales.

Dos tercios del planeta están cubiertos de agua y ella es el mayor componente de los seres vivos. Según la ONU 31 países padecen escasez, más de 2 600 millones de personas, sobre el 40% de la población mundial, no tienen acceso a servicios de saneamiento y más de 1 000 millones a agua potable, según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).

Este problema favorece las infecciones y amenaza el desarrollo humano en muchos países, donde ataca a las poblaciones rurales y de suburbios urbanos, siendo los niños las primeras víctimas del agua insalubre y de la falta de medidas de higiene son millones de niños. Estos problemas sanitarios disminuirían si se redujera la diferencia entre áreas urbanas y rurales, una mayor inversión en infraestructuras e insistir en la educación de medidas higiénicas, permite que disminuyan las infecciones diarreicas que tantas muertes causan al año, en la mayoría de casos niños menores de cinco años.

Las regiones con más problemas de abastecimiento de agua potable y falta de servicios de higiene son las que acumulan mayor pobreza: África Subsahariana y el sur de Asia. El este asiático es la zona que más ha mejorado (países como China e India), pese a que todavía una mayoría de población sigue sin servicios básicos. En Centro y Suramérica se ha alcanzado sobre el 75% de cobertura de agua potable, mientras que en los países industrializados ésta es del 98%. Coincidiendo con el criterio de especialistas es necesario que para tener agua potable e higiene básica no sólo se debe invertir más dinero en infraestructuras sino cambiar la mentalidad; estimando además que, con el cumplimiento de las metas del milenio, se haya universalizado el acceso al agua potable y que una buena parte de la población mundial disponga de servicios de saneamiento. Lo importante no es la cantidad de agua que posea un país, sino el uso y la efectividad para manejarla. Expertos afirman que la cantidad y la calidad de agua dulce disponible han disminuido en un 80% en el tiempo de una vida humana. Por debajo de 2 000 m³ por persona y por año se debería declarar al planeta en situación de carencia extrema de agua. Hace 40 años había 3.430 m³ por persona y por año, y según cálculos en 2025 sólo quedarán 667.

Ésta puede ser considerada un bien, un recurso imprescindible como el aire o una mercancía y como tal, deberá ser rápidamente lucrativa, transformada en otras mercancías y/o monedas de intercambio. De la misma manera en que fueron privatizados otros recursos como la tierra y con ella la posibilidad de producir alimentos; el agua está en vías de apropiación por parte de unos pocos.

El agua tiene importancia sanitaria, productiva, simbólica y cultural, y podrá ser el origen de futuras guerras entre estados por su dominación como es el caso del control del río Jordán y de las capas subterráneas de Cisjordania, Haifa y Gaza es una de las principales fuentes de conflicto entre israelíes y palestinos. Los actuales "acuerdos" impuestos por la fuerza "son de una desigualdad evidente porque establecen que por cada litro de agua que puede recibir un palestino, un israelí recibe cuatro".

El profesor italiano Riccardo Petrella, uno de los principales especialistas por la causa del agua, manifestaba que "las guerras futuras serán por el agua", refiriéndose abiertamente a potenciales conflictos bélicos. Éste funda su hipótesis, no sólo en la escasez, el derroche y la mala distribución del vital líquido, sino también en un marco planetario estratégico alarmante. El 60% de las fuentes de agua están localizadas en sólo 9 países (entre ellos Estados Unidos, Rusia, Canadá, Brasil, China e Indonesia). En tanto 80 naciones que reúnen el 40 % de la población mundial están confrontadas a una verdadera penuria hídrica. Para evitar los previsibles conflictos la UNESCO adoptó en diciembre de 2008 la "Ley de acuíferos transfronterizos", la cual exhorta a los Estados…"concertar los correspondientes arreglos bilaterales y regionales para la adecuada gestión de sus acuíferos transfronterizos sobre la base de los principios enunciados en el proyecto de artículos"…, los cuales incluyen la cooperación entre Estados para prevenir, reducir y controlar la contaminación de los acuíferos compartidos. Según el Consejo Mundial del Agua, con el ritmo actual de inversiones hídricas públicas y privadas, el acceso al mencionado recurso no podrá garantizarse sino hasta el año 2050 en África, 2025 en Asia y 2040 en América Latina y el Caribe.

En Mar del Plata, Argentina, en 1977 fue donde por primera vez se dio una Conferencia de la ONU sobre el Agua y se declaró que "Todos los pueblos (…) tienen derecho a acceder al agua potable en las cantidades y calidad correspondiente a sus necesidades básicas"…, siendo punto de partida de reflexión de una política global sobre el tema. En la Cumbre Mundial de la Tierra de Río de Janeiro, Brasil, 1992, se subrayaba y concretizaba esa exigencia en la Agenda 21, pero fue en los Objetivos del Milenio en el año 2000 que se fijó el nuevo desafío de reducir hasta el 2015 a la mitad el número de personas que sin acceso al agua potable, reconfirmado dos años más tarde en la conferencia de Río+10 de Johannesburgo, África del Sur.

La mayoría de estos documentos han quedado reducidos a simples declaraciones de buena voluntad sin cumplimiento alguno como de costumbre, especialmente en la nueva era de globalización económica extrema donde el ritmo lo marcan las instituciones financieras internacionales y la presión por privatizar el servicio de agua entre otros tantos rubros y servicios, se ha convertido casi en receta universal de las ETN del Norte para los países del Sur. La OMC es una de las que empuja la privatización del sector, marco en el cual la Unión Europea se apoya para reclamar a más de 70 países en desarrollo la apertura de sus servicios de agua a empresas extranjeras, aceptando la intensa presión de sus multinacionales del rubro que intentan seguir extendiendo el radio de acción y beneficios. Además la inoperancia y actitud de los gobiernos locales, atentos exclusivamente a sus intereses particulares y no a los nacionales, ha favorecido el incesante avance de Estados Unidos y ha puesto en peligro la soberanía de los países de toda nuestra región y en especial los que rodean el Acuífero Guaraní (AG).

El Acuífero Guaraní, su apetecible valor

Los acuíferos son la acumulación de agua subterránea que impregna una capa de terreno impermeable. Se suele situar sobre una capa de materiales impermeables (arcilla o pizarra), pueden estar o cubierto con otra capa impermeable, en cuyo caso se llama acuífero o manto freático confinado tardando siglos en formarse. En estos se almacena sólo el 0,6% de la totalidad del agua del planeta, que equivale al 95% del agua disponible para el ser humano. El Mapa Mundial de Acuíferos Transfronterizos elaborado por la UNESCO, muestra que África posee los dos mayores acuíferos, Areniscas de Nubia en Sudán con un volumen cercano a los 75 mil kilómetros cúbicos de aguas fósiles (donde 1 kilómetro cúbico es igual a 1 billón de litros) y el del Norte del Sahara con más 60 mil kilómetros cúbicos, sin embargo, un continente que cuenta con esas reservas de agua potable hoy se muere de sed. El Sistema Acuífero Guaraní (SAG) es el tercero de los reservorios de agua subterránea más grandes del mundo, encontrándoselo en el subsuelo de un área de alrededor de 1.190.000 kilómetros cuadrados (superficie mayor que las de España, Francia y Portugal juntas). Se extiende por las cuencas de los ríos Paraná, Uruguay y Paraguay, y es transfronterizo, pues se comparte por debajo de los territorios de los países Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay y coincide aproximadamente con el espacio ocupado antiguamente por la "Nación Guaraní".

Alumbra a profundidades muy variables, las temperaturas producto de las profundidades alcanzadas, van desde los 33 a los 65º C. Si bien el volumen total de agua almacenado es inmenso 37.000 km³, en realidad el volumen explotable, estimado actualmente como reservas renovables, es de 40 a 80 km³ anuales. A la importancia de su extensión, se suma su valiosa capacidad de renovar su volumen gracias a la absorción de aguas superficiales a través de sus áreas de recarga. Posee riberas en 4 países distribuidos de la siguiente forma: en Brasil abarca una superficie de aproximadamente en Km² 850.000 (9,9% del territorio) en Argentina 225.000 (7,8%) en Paraguay 70.000 (17,2%) y en Uruguay 45.000 (25,5%). La población actual dentro del dominio de ocurrencia del Acuífero, se estima en 15 millones de habitantes. En Brasil, más de 300 ciudades son abastecidas total o parcialmente por este acuífero entre estas 6 millones de personas en Sao Paulo. El país que más lo explota es Brasil, abasteciendo total o parcialmente más de 300 ciudades y exportando a Medio Oriente agua embotellada; Uruguay tiene 135 pozos de abastecimiento público de agua, algunos de los cuales se destinan a la explotación termal. En Paraguay se registran unos 200 pozos destinados principalmente al uso humano. En Argentina hay en explotación 5 perforaciones termales de agua dulce y una de agua salada, ubicadas en el sector oriental de la provincia de Entre Ríos, en tanto que hacia el Oeste de la misma se ha alumbrado sólo agua salada termal, con la consiguiente problemática del efluente salado.

Por supuesto, uno de los puntos más conflictivos sobre el Acuífero es su ubicación geoestratégica, cerca de la Triple Frontera entre Argentina, Paraguay y Brasil, región que ha quedado en la mira de los Estados Unidos, con el argumento de que allí pueden existir células dormidas del terrorismo internacional.

La población de la Triple Frontera asciende a unos 470 000 habitantes agrupados en Puerto Iguazú (Argentina) con 30 000 personas, Foz do Iguazú (Brasil) con 270 000 y Ciudad del Este (Paraguay) con 170 000. En Brasil y Argentina, la actividad principal es el turismo, por la presencia de las Cataratas del Iguazú. En Paraguay prevalece el comercio de todo tipo, además que en Foz do Iguazú y Ciudad del Este hay una importante comunidad sirio-libanesa dedicada al comercio. En las tres ciudades y en toda la región los medios de vigilancia y seguridad son más que suficientes para mantener un control casi absoluto de la zona y sus habitantes detectando inmediatamente cualquier anomalía relevante.

Su ubicación en una región de alta biodiversidad, permitirá en el futuro que pese a los cambios climáticos y la reubicación espacial de las precipitaciones, sus fuentes continuarán abasteciéndose por las copiosas lluvias, lo cual lo convierten en una zona estratégica local, regional y mundial.

La protección contra los agentes de contaminación que normalmente afectan los manantiales de agua en la superficie, que pasan por los mecanismos naturales de filtración y auto depuración biogeoquímica que ocurren en el subsuelo, resulta en un agua de excelente calidad, haciendo que estas aguas asuman características económicas, sociales y políticas destacadas para el abastecimiento de la población. Miguel Auge, geólogo de la Universidad de Buenos Aires afirma que la reserva de agua dulce de este acuífero es tal que su capacidad alcanzaría para abastecer a los 6 000 millones de personas que habitan el planeta durante 200 años. Aunque es la región con mayor volumen de agua dulce per cápita, con el 20% del total mundial, 80 millones de personas no tienen acceso al líquido vital en América Latina. Es importante tener en cuenta que con la pérdida de los glaciares por el calentamiento global nos obliga a cuidar de este acuífero, donde uno de sus principales problemas es la contaminación, donde se destaca Brasil que posee serios problemas de contaminación industrial y existe la inquietud de que esa contaminación se pueda filtrar hacia el reservorio guaraní.

Dado a las actuales situaciones por el agua seremos testigos en pocos años de guerras que se desatarán en el mundo por el control de este recurso natural debido a la contaminación y a la escasez de las fuentes, aunque ya Estados Unidos y el BM han ido creando condiciones para adueñarse del mayor acuífero de América Latina. En virtud de la situación descripta observamos intereses contrapuestos, por un lado gobiernos y empresas transnacionales (ETN) que acosan como única meta la ganancia y por otro los consumidores tenemos por objetivo su preservación.

Estados Unidos, ETN y organismos internacionales = privatización del recurso

En Estados Unidos el 40% de ríos y lagos están contaminados y la mitad de su población depende del agua subterránea. Fuentes estatales de ese país han evaluado en 270.000 millones de dólares el costo de modernización de las instalaciones de tratamiento de agua, en 265.000 millones el costo de renovación de la red de agua potable, y en una cifra que supera la suma de las anteriores el costo de la descontaminación de las aguas superficiales y subterráneas. Su euforia por adueñarse de los recursos de agua potable del resto del hemisferio se debe a que a nivel doméstico los acuíferos, ríos y embalses han sido abusados, contaminados y sobreexplotados, estando al borde del colapso.

Estados Unidos y las transnacionales quieren no solamente forzar la privatización del recurso sino también alterar su flujo con megaproyectos completamente irracionales. Estos están delineados en tres planes de infraestructura: la North American Water and Power Alliance (NAWAPA), el Plan Puebla Panamá (PPP) y la iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional de Suramérica (IIRSA). NAWAPA pretende desviar los vastos recursos hídricos de Alaska y el oeste de Canadá a EE.UU. El PPP por su parte, tiene proyectadas variadas obras de infraestructura a lo largo del istmo mesoamericano, incluyendo la explotación de las abundantes provisiones de agua fresca del Petén guatemalteco y del sur de México. La IIRSA, el más ambicioso de los tres, propone corredores industriales y enormes proyectos hidroeléctricos y de hidrovía por todo el continente suramericano. A esto hay que añadir que con la globalización neoliberal se prevé un aumento masivo en actividades que requieren de grandes cantidades de agua fresca, como la manufactura, la agroindustria de monocultivo (los biocombustibles) y el desparramo urbano. Según el Banco Mundial (BM) la próxima guerra mundial no será por petróleo sino por agua y los países que tuvieran este recurso podían ser víctimas de saqueos forzosos. Por su parte, la CIA dice que para 2015 el agua será una de las mayores causas de conflicto internacional. Y la ONU pronostica que en 2025 la demanda del líquido superará el suministro por 56%. Por lo que podríamos concluir que quien controle este preciado mineral, el nuevo recurso estratégico del siglo, controlará la economía universal y la vida del planeta en un futuro no muy lejano.

El imperio en lugar de repensar su voracidad por el imprescindible líquido y adoptar políticas de sustentabilidad y conservación, planea apropiarse de los recursos hídricos de Norte, Centro y Suramérica mediante convenios de libre comercio y megaproyectos de proporciones aberrantes.

Por ejemplo solapadamente y unido a las ETN, Washington emprende ambiciosos proyectos hídricos inmersos en la IIRSA como son los del río Plata, cuya cuenca es eje nodal de la zona productiva del MERCOSUR. La National Science Foundation norteamericana tiene allí montado un proyecto "multidisciplinario" para estudiar la cuenca y sus recursos, casualmente la está observando la American Association for the Advancement of Science como parte de su proyecto de "ciencia para el desarrollo sustentable", pero más impensado es la ruta del financiamiento que proviene de las fundaciones Ford y Rockefeller, así tal ETN como Coca Cola, Nestlé, Kellogg, IBM y Kodak, inmersas en este proyecto. Esto no conlleva a otro desenlace que deducir que los resultados de estas investigaciones irán a parar a las gavetas de los directivos de estas transnacionales. Es importante también mencionar el SAG, ubicado en la Triple Frontera.

Además se encuentran también las grandes cuencas del Amazonas, del Orinoco, la Plata y el pulmón verde del planeta, la región de mayor biodiversidad y riqueza genética: la Amazonia, la presa más codiciada por el imperio. El Plan Colombia y la Iniciativa Regional Andina le dan a la Casablanca una activa presencia en la región a través de bases militares.

Este círculo de amenaza se cierra también sobre la llamada Triple Frontera, que no por casualidad figura en la anunciada lista "antiterrorista" de la administración de George W. Bush, la cual se ha dedicado a realizar campañas mediáticas de presencia de organizaciones islámicas, (a pesar de que en los últimos años el Departamento de Estado norteamericano ha dicho que no hay presencia de células terroristas en la región) lo que le ha servido como pretexto para incrementar su presencia militar y cumplir su verdadero objetivo: apoderarse silenciosamente del SAG.

Las Américas con el 12% de la población mundial, encierran el 47% de las reservas de agua potable de superficie y subterránea del mundo. La gran disponibilidad de agua potable en México es uno de los grandes atractivos de la región. A ello se suma la gran riqueza de especies animales y vegetales, pero también el petróleo. Estas son algunas de las razones que llevaron a Estados Unidos a implementar el NAFTA. En América Central abundan los ríos, los acuíferos y la biodiversidad genética, los países de la región tienen aguas superficiales y subterráneas. A pesar de toda esta riqueza, la mayoría de la población centroamericana no tiene acceso al agua potable.

Actualmente la gran mayoría de los proyectos hídricos del área están en manos de transnacionales estadounidenses y europeas, con el apoyo e intervención como accionista del BM en la mayoría de los casos. Esto lleva a que no sean tenidos en cuenta los intereses de la población y tampoco el equilibrio ambiental, tan necesario para la vida humana, vegetal y animal. El agua potable es vista como una mercancía y no como un bien social.

En su informe anual, el Departamento de Estado señala que va bien el diálogo antiterrorista, acuerdo firmado entre Brasil, Paraguay, Argentina y EE.UU. para controlar la zona. Estos han logrado en Foz do Iguazú el acuerdo para una nueva oficina de la CIA y tienen el acuerdo en Paraguay para una oficina del FBI, amén de los ejercicios militares disfrazados de misiones humanitarias.

Bajo este enfoque, no podemos perder de vista que las naciones del Norte necesitan de los recursos naturales del Sur para continuar con sus procesos de expansión motivados en la acumulación de riquezas y en el presente escenario estratégico internacional, se avizora que quien logre controlar el agua dulce, dominará la economía mundial y la vida en un futuro cercano.

No podemos dudar que cualquiera de los 11 presidentes norteamericanos que han pasado por el BM desde su fundación, ya sean Robert McNamara, Lewis Preston, James Wolfessohn, Paul Wolfowitz o el recién nombrado Robert Zoellick, por citar algunos, continuarán trabajando a favor de Estados Unidos para que esta potencia mantenga el control económico y político en el mundo, y los pueblos de América Latina deben estar preparados para contrarrestar sus amañadas acciones.

La apropiación de este bien común por parte de algunas empresas y su explotación para obtener una renta constituye un verdadero crimen contra la humanidad. La privatización del agua conduce a situaciones extremas que revelan los límites que estas trasnacionales están dispuestas a violar para obtener su beneficio. Para las transnacionales y las instituciones financieras internacionales el agua es un bien económico-comercial, como el petróleo, un auto o un televisor, por lo tanto puede ser vendido, comprado o intercambiado y según estos criterios el acceso al agua es una necesidad vital pero no un derecho humano esencial.

Siguiendo la misma óptica, se impone la liberalización de los servicios hídricos. Esta liberalización (desregulación y privatización) se debe aplicar según el principio de condicionalidad impuesto por el BM y el FMI. Es decir, un país puede obtener créditos a condición que liberalice y privatice los sectores de actividad para los cuales ha solicitado ese apoyo externo. Concepto en el cual la prioridad está dada a la inversión privada.

Algunos pensarán que cuándo el agua potable es exportada es bueno, pues entre otras cosas habrá mayor cuidado con el agua; pero tal vez no se percaten que puede ser muy perjudicial, ya que al ponerle precio a este mineral lo convierte en inaccesible para muchos (los más pobres) dejando de ser pública, tornándose más cara y es reservada para los más ricos la de mejor calidad.

Corporaciones que hoy gobiernan el mundo en condominio, como Monsanto, ya se ofrecieron para gerenciar el "commodity agua" internacionalmente. Es por esto que se está privatizando el agua potable en la mayoría de nuestros países. El abastecimiento de agua del 40 % de la población mundial depende de 214 grandes sistemas fluviales pertenecientes a dos o más países. Las disputas no resueltas referentes a las aguas del Nilo, Indo, Ganges, Jordán y Eufrates tienen la posibilidad de generar nuevas guerras.

Ya existe comercio del agua potable entre Bélgica y Holanda y entre Canadá y EE.UU. este último propuso retener las aguas del río Colorado que fluyen a México y venderlas al estado de California, utilizando ese dinero para compensar a los granjeros de Texas que hayan sido perjudicados por la "irresponsabilidad mexicana".

Durante el IV Foro Mundial del Agua celebrado en México en marzo de 2006, el entonces presidente del BM, Paul Wolfowitz, emitió un documento denominado Espejismo en el Agua, donde expresaba que el Banco Mundial solo facilitaría préstamos para servicios de agua con la condición de que dicho servicio se privatice. El texto descalificado por los asistentes, indicaba que el país que se negara a acatar las decisiones vería recortados los créditos para otras inversiones en el sector público. Los países de nuestra región abrieron sus puertas al BM en 1997 cuando las universidades de Santa Fe y Buenos Aires, la de Uruguay y varias de Brasil pasaron los derechos de investigación sobre el Acuífero Guaraní a esta institución financiera. En marzo del 2003 el BM, las multinacionales de agua (Vivendi Environnement, Suez, RWE, Thames Water, Souther Water, Danone, Coca-Cola, Nestlé, Aguas de Barcelona, Bechtel) e instituciones afines creadas por ellas, tal como el Consejo Mundial del Agua, realizaron un Foro Mundial en Kyoto, Japón. Contaban, además, con el apoyo de numerosas instituciones ligadas a la ONU.

Ante la falta de voluntad política para un intercambio conceptual de fondo en los trabajos preparatorios, numerosas organizaciones de la sociedad civil internacional decidieron reunirse, al mismo tiempo, en Florencia, Italia, entre el 21 y el 23 de marzo en el Primer Foro Alternativo del Agua. Participaron entre otros el Comité Internacional por el Contrato Mundial del Agua (Bruselas), la Coordinadora para la Defensa del Agua y de la Vida de Cochabamba, el Foro Social del Agua de Brasil, organizaciones italianas entre ellas el Foro Social de Florencia, Public Citizen (EE.UU.), Pipal Tree (India), Oxfam Bélgica, entre otras. En el Seminario Internacional, sobre el Acuífero Guaraní "Gestión y Control Social", en Foz de Iguazú, Brasil, en el 2004, se elaboró la "Carta de Foz de Iguazú sobre el Acuífero Guaraní", presentado por la comisión organizadora, que en su contenido regula las condiciones de explotación del reservorio suramericano.

Se promueve su uso sustentable y exclusivo de los pueblos -esencialmente los que lo rodean-, partiendo de la soberanía de los mismos, el empleo de políticas para su protección ambiental y la no privatización de su agua con la participación de los movimientos sociales, entre otros aspectos que le permiten a las poblaciones disponer de los mismos sin la intervención de transnacionales que controlen el recurso hídrico transfronterizo.

En octubre de 2006 se elaboró la "Propuesta de articulación y resistencia de los Movimientos Sociales del Agua", reunidos estos en el "Octubre Azul", en Uruguay, donde se proyectaron con políticas similares a las expuestas en la Carta de Foz de Iguazú. De actuales luchas económicas a futuras guerras armadas no hay más que una diferencia de matices. Y la tendencia a privatizar el agua, convirtiéndola en una mercancía cada vez más inaccesible para importantes sectores de la población del Sur, anticipa explosiones sociales imprevisibles y un aumento de los movimientos sociales de resistencia en contra de estos proyectos.

Ejemplo de estas guerras por el agua tuvo lugar en Cochabamba, Bolivia, en abril del 2000, esta protesta ha sido tal vez la más emblemática del actual y naciente siglo, por su dimensión y por haber obligado a la transnacional norteamericana Bechtel Enterprises y al gobierno sudamericano a retroceder en su plan privatizador. Lucha andina que no opaca otras tantas movilizaciones locales anti-privatizadoras en Argentina, Honduras, Perú, El Salvador, Nicaragua, Brasil, por citar algunos de los más conocidos del área. Por último, debemos destacar que dada la importancia que los guaraníes brindaban a los lagos, ríos, lagunas y consideraban que las fuentes de agua eran comunitarias, pudiera existir un reclamo del acuífero por los descendientes guaraníes. Éste no solo por su valor hidrológico sino por su valor histórico - cultural, que involucra a los primeros pobladores de la zona. Por lo que es importante escuchar y tener en cuenta las voces de las poblaciones indígenas, que buscan afirmar sus derechos culturales, recuperar el control de sus territorios como espacios productivos y culturales y reapropiarse de un patrimonio de recursos naturales y significados culturales.


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