IX Cumbre del ALBA: vigencia del pensamiento bolivariano
Sábado 1ro de mayo de 2010 por CEPRID
Luis Alberto Matos
CEPRID
“El sistema de gobierno más perfecto es aquel que produce mayor suma de felicidad posible, mayor suma de seguridad social y mayor suma de estabilidad política.”
Simón Bolívar
La Alianza Bolivariana para los pueblos de nuestra América se autodefine como “el espacio de encuentro de los pueblos y gobiernos que entienden que la América Latina Caribeña conforma una Gran Nación, y que nuestros países deben unirse para enfrentar conjuntamente los desafíos del presente y del futuro”.
Con la firma del Manifiesto Bicentenario de Caracas, el 19 de abril en el Teatro Teresa Carreño, Antigua y Barbuda, Bolivia, Cuba, Dominica, Ecuador, Nicaragua, San Vicente y Las Granadinas, y Venezuela ratificaron su compromiso a una “alianza política estratégica que tiene el propósito histórico fundamental de unir las capacidades y fortalezas de los países que la integran, en la perspectiva de producir las transformaciones estructurales y el sistema de relaciones necesarias para alcanzar el desarrollo integral requerido para la continuidad de nuestra existencia como naciones soberanas y justas”.
Medio siglo de revolución cubana, en la voz de su Presidente Raúl Castro, nos alertaba entonces sobre la importancia de “mantener la unión, dentro de la región, para detener cualquier ataque que busque acabar con los gobiernos progresistas”.
Entre las decisiones adoptadas “para acelerar el proceso de consolidación de nuestra Independencia” destacan: “la lucha contra todas las formas de intervencionismo”, los esfuerzos en “la construcción de un mundo pluripolar”, “la consolidación de la soberanía política”, “la defensa de los derechos de la Madre Tierra”, “la defensa común de los derechos humanos en el ALBA”, “la construcción de una base económica independiente, desarrollada y socialista”, “la elaboración de un Plan Económico que eleve a una mayor dimensión los proyectos y empresas grannacionales”, el apoyo al SUCRE y al Banco del ALBA, y la “articulación de los movimientos sociales del ALBA con la acción de los gobiernos revolucionarios”.
Alternativa
El Presidente de Bolivia, Evo Morales, nos instó a “combatir el sistema y modelo económico capitalista, que hace tanto daño a la vida y a la humanidad”.
Su llamado, pocas horas antes de retornar a su país para la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra, coincide con la alternativa que el ALBA ofrece para desarrollar nuestras economías y hacer posible un mundo pluripolar.
A tal efecto, el Manifiesto Bolivariano señala que “los países miembros del ALBA promoveremos conjuntamente la emergencia y consolidación de polos de poder independientes, que contribuyan a poner fin a la hegemonía imperial de la superpotencia”.
“También nos articularemos, en proyectos de desarrollo conjuntos, a los polos emergentes en el mundo, en relaciones donde prevalezca la igualdad entre los Estados, la lucha contra todas las formas de hegemonismo y el respeto pleno a la soberanía, haciendo especial énfasis en la articulación Sur-Sur”
Soberanía
El Presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, aseguró que “El ALBA desarrolla nuevos espacios productivos y fortalece el intercambio de los potenciales de nuestros países”.
Ese desarrollo económico sólo será posible si se garantiza el mutuo respeto de la soberanía de cada nación independiente.
El Manifiesto Bolivariano reconoce que “nuestros países, a lo largo de su historia, han conocido los modelos económicos basados en el saqueo y la explotación de nuestras riquezas por la vía del colonialismo y de las distintas formas que el capitalismo y el imperio nos han impuesto”. “Como herencia”, agrega, “hemos recibido estructuras económicas desarticuladas, atrasadas y dependientes, que no satisfacen las necesidades fundamentales de nuestros pueblos”.
Conscientes de su responsabilidad con los pueblos de la región, especialmente en cuanto a la distribución equitativa de los recursos naturales que a todos nos pertenecen, los firmantes agregan que “Los países del ALBA hemos comenzado a esbozar experiencias económicas de construcción de un modelo alternativo de soberanía económica”.
Independencia
El Primer Ministro de San Vicente y Las Granadinas, Ralph Gonsalves, ratificó su “fé en la gente de la región para que entienda que el ALBA es la raíz para salir del subdesarrollo”.
Para lograrlo, es requisito indispensable la absoluta independencia de países y pueblos. El coloniaje debería ser un hecho del pasado. El vocablo “colonia” tendría que pertenecer a la versión arcaica del idioma castellano.
Cualquier presencia de potencias extranjeras en nuestra región, es una amenaza para nuestra independencia y un impedimento para nuestro desarrollo económico.
El Manifiesto Bolivariano nos asegura que “Hemos coincidido en esta cumbre que la nueva Independencia de nuestros países solo podrá existir y consolidarse construyendo una nueva forma económica que ponga la satisfacción de las necesidades de nuestros pueblos en el centro de su funcionamiento”.
Socialismo
El Primer Ministro de Antigua y Barbuda, Winston Baldwin, destacó las “mejoras en la distribución de los recursos para ponerlos a disposición de los más desposeídos”.
En tal sentido, el Manifiesto Bolivariano establece la decisión de “instruir al Consejo Económico del ALBA, para que designe a un coordinador de Política Económica que, en tres meses, presente, a partir de un diagnóstico de nuestros países y nuestra región, un Gran Mapa de Soberanía e Independencia Económica en donde se identificarán las fortalezas y debilidades de nuestras economías, se analizarán las principales oportunidades de complementariedad, y se establecerán acciones para fomentar la unión de nuestras economías, en una perspectiva socialista”.
Adicionalmente, estimula a los movimientos sociales para que “den un paso adelante y se incorporen al desarrollo de proyectos económicos y sociales de construcción concreta de las alternativas al capitalismo depredador de nuestro continente”.
Futuro
El Presidente de Ecuador, Rafael Correa, destacó los “avances significativos, de los pueblos del ALBA, en lograr condiciones dignas para sus habitantes”, agregando sin embargo que “aún no se han logrado los objetivos definitivos”.
Para alcanzar ese anhelado desarrollo económico, donde el logro de tales objetivos pase de utopía a realidad común, se hace necesario implementar una estructura financiera diferente, cónsona con los nuevos planes.
El enmohecido engranaje que conforman las leyes de nuestros Bancos Centrales, las importaciones a través de divisas extranjeras, los controles del Fondo Monetario Internacional, las normas del Banco Mundial y la ingerencia del Banco Interamericano de Desarrollo, jamás permitirán el pleno desarrollo de nuestras economías. El Manifiesto Bolivariano considera que ha “llegado el momento para plantearnos asumir un Plan Económico que eleve a una mayor dimensión los proyectos y empresas grannacionales, el Tratado de Comercio de los Pueblos, el Sucre y el Banco del ALBA, como elementos en construcción de una Zona Económica Común”.
Tras enfatizar “lo que podemos hacer uniéndonos para romper ese modelo capitalista”, nuestro Comandante Presidente Hugo Chávez urgió a todos a “acelerar el paso en la constitución del SUCRE como moneda de la región”.
Para que no quedara ninguna duda les ofreció, como garantía, a “la reserva petrolífera más grande del mundo”.
jaquematos@cantv.net
CEPRID
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