CEPRID

TRUMP Y NETANYAHU SON RESPONSABLES DE CRÍMENES DE GUERRA Y LESA HUMANIDAD

Sábado 21 de julio de 2018 por CEPRID

TRIBUNAL DIGNIDAD, SOBERANÍA, PAZ CONTRA LA GUERRA

CEPRID

El presidente Donald Trump de Estados Unidos, con su compleja personalidad xenofóbica, indecente e inescrupulosa prepotencia, manipula el poder nuclear con el que quiere dominar al mundo, sin que le importe ponerlo al borde del abismo, en el que podría caer y desaparecer envuelto en hongos nucleares, porque el emperador de turno del imperio yanqui, desata una serie de provocaciones al bombardear Siria, declarar a Jerusalén como capital del Estado judío al que apoya impúdicamente en la matanza y represión al pueblo palestino, ayudar a Arabia Saudí en sus agresiones bélicas a Yemen y al romper el pacto nuclear con Irán, a más de financiar y entrenar al terrorismo internacional del Estado Islámico y a los grupos terroristas que quieren derrocar al gobierno legítimo de Bashar Al Asad, de Siria .

Romper el pacto nuclear con Irán tendrá consecuencias globales que afectarán a Medio

Oriente, Asia, Europa y América. La política exterior de Trump es torpe y grosera frente al mundo y a sus propios aliados de la UE porque Francia, Reino Unido y Alemania no sólo lamentan la inapropiada decisión del gobernante estadounidense, sino que aseguran, con firmeza, que no abandonarán el pacto al tiempo que pidieron a Therán que siga "cumpliendo con sus propias obligaciones" emanadas del acuerdo.

El presidente de Irán, Hasan Rohani, aseguró que su país seguirá "comprometido" con el acuerdo nuclear si se mantienen los convenios de cooperación con los demás miembros del tratado tras la salida de Estados Unidos, pero ordenó a los órganos pertinentes relacionados con la energía atómica que se mantengan en alerta y se “preparen para comenzar el enriquecimiento de uranio a niveles industriales, por si fracasan las negociaciones”.

Trump avala el belicismo de Netanyahu en el asesinato de palestinos, en los bombardeos contra Siria y en su decisión de declarar la guerra a Irán al que considera su enemigo. Los dos son un peligro para la supervivencia de la humanidad, los dos son los fascistas del siglo XXI, son corruptos, desalmados y quieren provocar guerras, así aniquilen al planeta tierra.

El mandatario yanqui se cree el amo del mundo y sueña rabiosamente con imponer su voluntad como si fuera el gerente de la contratación de prostitutas VIP, el amo de los concursos de Miss Universo o el constructor inmobiliario que defrauda al fisco. Ese emperador, hace gala de su ignorancia, se rodea de halcones o señorones de la guerra, se ilusiona con que Estados Unidos sea la única y hegemónica potencia mundial por lo que se muestra belicoso en extremo.

Ese es el administrador del imperio que se burla del clamor universal que quiere vivir en paz, y rompe el pacto nuclear con Irán porque se le ocurrió a él o a sus asesores guerreristas que Therán incumple el pacto de 2015 avalado por Occidente y en la misma línea que su protegido Netanyahu -el corrupto gobernante sionista de Israel- considera que Irán patrocina el terrorismo y que quiere completar la obra que Hitler dejó inconclusa al concluir la II Guerra Mundial.

En realidad, el Estados sionista de Israel al pretender liquidar al pueblo palestino y someter al pueblo árabe, se muestra tan nazi-fascista como lo fue Hitler que provocó el holocausto, sólo que, en estos tiempos, el sionismo quiere el holocausto del pueblo palestino. Esta es la infamia genocida que se comete con el patrocinio yanqui y con la cuasi indiferencia mundial.

El analista internacional, Emilio Marín manifestaba que Trump y Netanyahu, son peligro doble para la paz mundial y añadía que la bestia que gobierna en la Casa Blanca salió de los acuerdos internacionales con Irán y restableció las sanciones. Junto con Netanyahu hace una dupla peligrosa para la paz.

Agregaba que el neofascista platinado se adelantó cuatro días a su cronograma, pues había fijado el 12 de mayo para comunicar su más que probable salida de los acuerdos firmados con Irán. Y el 8 de mayo ya había consumado la maniobra, con declaraciones a la prensa y fotos mostrando su orden ejecutiva de sanciones contra Irán.

Donald Trump es un personaje fácilmente detestable. Numerosas críticas le cayeron encima por aquella decisión infundada, que pone en riesgo la paz en Medio Oriente y por extensión en el resto del mundo.

El que no recoge la misma cantidad de críticas es su socio menor, Benjamín Netanyahu, que actuó en banda en esta cuestión anti iraní. El primer ministro sionista había hecho denuncias falsas contra Teherán a fines de abril, diciendo que tenía “pruebas” que supuestamente confirmarían que la república islámica habría seguido con experimentos para la fabricación de armamento nuclear. Las mentiras trataban de crear el clima básico para la inminente justificación del portazo de Trump.

La otra prueba de esa asociación criminal fue que el martes 8, apenas una hora después de los anuncios en la Casa Blanca, Netanyahu ordenó lanzar misiles contra la martirizada Siria, apuntando contra los efectivos del presidente Al Assad y sobre todo los contingentes de la Guardia Revolucionaria iraní que lo defienden. Se invertía la ecuación: Israel aprovechaba del clima anti iraní fomentado por el magnate neoyorquino.

Hay que condenar las acciones provocadoras de la Casa Blanca, pero para ser completa, esa misma crítica debe alcanzar al primer ministro israelí, su perro guardián en la zona.

Trump es un psicópata de reminiscencias hitlerianas que no acepta la existencia de gobiernos y países plantados con intereses y puntos de vista diferentes. Y en esa furia criminal no atiende razones. En los días previos a su anuncio viajaron a Washington el presidente francés Emmanuel Macron, la canciller alemana Angela Merkel y el ministro de Exteriores del Reino Unido, Boris Johnson, intentando disuadirlo. No tuvieron éxito. El loco rompió por sí solo el tratado firmado en Viena el 14 de julio de 2015 con Irán por parte de EE UU, Rusia, China, Francia, Reino Unido y Alemania. El mismo fue negociado dos años hasta la firma del Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA, sus siglas en inglés).

Irán entregaba el uranio enriquecido de más a Rusia y cambiaba el reactor de agua pesada de Arak. Se comprometía a no enriquecer uranio por encima de los porcentajes necesarios para fines comerciales y medicinales, y a abrir sus instalaciones para las inspecciones de la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA). Washington y sus tres aliados europeos levantaban las sanciones comerciales y financieras contra el petróleo y el comercio de los persas, el congelamiento de sus depósitos en el extranjero, etc.

TODAS MENTIRAS

El entendimiento de 2015 fue el fruto de negociaciones del presidente Hassan Rohani y Barack Obama, mediante los cancilleres Mohammad Javad Zarif y John Kerry, que trabajaron con el ruso Serguei Lavrov, el chino Wang Yi y la alta representante de la Unión Europea, Federica Mogherini. Ellos pusieron mucho empeño, con concesiones recíprocas. El inicio de conversaciones en 2013 fue casi contemporáneo con el Memorando de Entendimiento con Irán, firmado por Argentina.

Esos intentos de llegar a convivencia pacífica con Teherán, con la JCPOA, y de avanzar en la investigación del atentado a la AMIA, fueron saboteados por la ultraderecha en EE UU, Israel y la Argentina. Netanyahu y los todavía no presidentes Trump y Mauricio Macri, fueron enemigos del diálogo con los persas. Lo sabotearon desde el poder o la oposición en que aún estaban en 2015. Ahora, el multimillonario-inmobiliario en el poder, lleva ese sabotaje a la práctica.

Los argumentos utilizados en 2015 y hoy contra Irán son falsos. Los técnicos de la OIEA certificaron en 2015 la inexistencia de esas armas en Irán; sólo después de eso se suscribieron los documentos.

El jefe coordinador del OIEA, Cornel Feruta, declaró en abril pasado que sus inspectores pasan 300 días al año en Irán, han recogido cientos de muestras y registrado 2.000 unidades y equipos de materiales nucleares. Se habían respetado a rajatabla los compromisos. En tiempos de vigilancia global y sofisticada, no hacía falta tener ojos en suelo iraní para detectar posibles incumplimientos.

Los gobiernos europeos y las cancillerías rusa y china, deploraron la salida de Trump, un unilateralismo que ya practicó contra los Acuerdos Climáticos de París. Esos gobiernos le creen a la OIEA y a Rohani, no al dúo mentiroso que busca un clima de guerra.

Los otros firmantes han abierto una negociación para dar a Irán las garantías comerciales y políticas de que el acuerdo se pueda mantener. Si así fuera, el gobierno iraní seguirá adentro, de lo contrario reanudará el enriquecimiento de uranio, como advirtió el 22 de abril.

El 9 de abril y 8 de mayo Israel atacó a fuerzas iraníes en Siria. El Departamento del Tesoro, por su lado, reimplantó las sanciones desde el 4 de noviembre. Es un movimiento en pinzas, de agresión.

Irán dijo que defenderá su soberanía por todos los medios, lo que incluye la vía militar. Una pena si llegara esa instancia. Doblemente lamentable, sobre todo por los muertos y heridos, pero también porque en los medios y política rioplatense habrá voces en sintonía con la CIA y el Mossad diciendo que la culpa de esa violencia es persa cuando la realidad sindica sin dudas al imperio e Israel, de conformidad con el texto remitido por Sergio Ortiz.

Jonathan Ernst en Reuters sostenía que el presidente de EEUU, Donald Trump ha pronosticado que Irán querrá negociar con él un acuerdo "nuevo y duradero", pese a que el régimen ha dicho insistentemente que no lo hará. "Los líderes de Irán dicen que se niegan a negociar un nuevo acuerdo. Me parece bien. Pero al final van a querer negociar un acuerdo nuevo y duradero que beneficie a Irán y al pueblo iraní. Cuando estén preparados, estoy dispuesto", ha remarcado el republicano, en un tono marcadamente retador.

El mandatario se ha mostrado dispuesto a trabajar con sus aliados para "encontrar una solución real, integral y duradera a la amenaza nuclear iraní" que también afronte sus preocupaciones sobre el programa de misiles balísticos de Irán y sus actividades "terroristas en el mundo". "Si el régimen continúa con sus aspiraciones nucleares, tendrá problemas más grandes que los que ha tenido nunca", alertó. Pero de inmediato volvía a justificarse. "Si yo permito que este acuerdo siga en pie, pronto habrá una carrera armamentística nuclear en Oriente Medio. Todo el mundo querrá que sus armas estén preparadas para cuando Irán tenga la suya".

Con esas expresiones, el sicópata Trump se considera el amo del mundo al que quiere imponer su “ley”, al estilo del pistolero del viejo oeste yanqui, pero se equivoca porque el mismo pueblo estadounidense ya está harto de sus bravatas, indecencias y corruptelas de todo tipo.

LA GRAN MARCHA DEL RETORNO

La locura bélica de Trump lleva a su socio menor el sionista-fascista Netanyahu que, en su calidad de Primer Ministro del sionismo, quiere sentirse el dueño y dominador de Medio Oriente, no sólo porque es el protegido de los halcones de Washington, sino también porque resultó ser el heredero del nazi-fascismo hitleriano que mató a seis millones de judíos; y, en su emulación quiere asesinar a millones de palestinos y árabes en general. Este peligroso sionista corrupto, según denuncias de políticos israelíes, quiere desviar la atención de las acusaciones y en el colmo de su desesperación desea declarar la guerra a Irán “más pronto que tarde”, para lo que cuenta con el entusiasta apoyo de Trump, al que no le importan los métodos judíos, con tal de que exterminen a los palestinos que se organizaron en la lo que llaman La Gran Marcha del Retorno.

La Gran Marcha del Retorno es la masiva protesta de palestinos contra israelíes en Gaza que ya dejó decenas de muertos y miles de heridos entre los jóvenes manifestantes que luchan contra el bien armado y equipado ejército sionista, sólo con piedras, palos y llantas quemadas. Esta es la mayor protesta palestina contra Israel en cuatro años y, también, la más mortífera. Los palestinos la describen como una manifestación para llamar la atención hacia "la lucha de los cientos de miles de ellos que han sido expulsados de sus hogares", según informaba BBC Mundo.

La Gran Marcha del Retorno se inició el 30 de marzo, el Día de la Tierra, en el que los palestinos conmemoran la muerte de seis manifestantes en manos de las fuerzas de seguridad israelíes durante las protestas que se llevaron a cabo ese día en 1976 por la confiscación de sus tierras. Los palestinos llaman Nakba (catástrofe) y que marca el desplazamiento de cientos de miles de palestinos durante el conflicto que provocó la creación de Israel en 1948.

Desde el inicio de la Gran Marcha del Retorno, soldados del Estado sionista de Israel han asesinado a mansalva a decenas de palestinos y herido a miles de manifestantes. Cada jornada de protesta arroja más víctimas, inclusive cuando entierran a sus muertos. Cabe recordar que desde hace décadas los palestinos están exigiendo su derecho a retornar a pueblos, ciudades y territorios que han sido ocupados por la fuerza de las armas judías, con el apoyo de Estados Unidos para configurar lo que hoy es Israel que, en la realidad demuestra que es un Estado ladrón de territorios y genocida del pueblo palestino.

La brutal represión con asesinatos incluidos, ocurre con el apoyo desvergonzado de Estados Unidos que inauguró su embajada en Jerusalén a pesar de las protestas en todo el mundo. Y a pesar de las torpes amenazas de Trump de pretender quitarles “las ayudas” a las que respondieron los con: "No seremos chantajeados"

Desde hace décadas los palestinos están exigiendo su derecho a retornar a pueblos y ciudades en lo que hoy es Israel, pero éste afirma que deben establecerse en un futuro Estado palestino en los territorios de la franja de Gaza y Cisjordania.

El analista Julio de la Guardia, en esglobal de Sao Paulo, sostenía: “Vemos cómo las movilizaciones que tienen lugar en la frontera entre la Franja de Gaza e Israel se han convertido en una macabra secuencia de viernes sangrientos, ya conocidos irónicamente como los Fridays, bloody Fridays. Por desgracia, todos los indicadores apuntan a que este patrón va a seguir reproduciéndose durante las próximas semanas ya que el número de víctimas civiles se va a multiplicar.

Se trata de la llamada “Gran marcha del retorno”. Una nueva estrategia de movilizaciones no violentas diseñada por un grupo de representantes independientes de la sociedad civil de Gaza, pero que ha sido progresivamente cooptada por Hamás, el movimiento islamista radical que ejerce el gobierno de facto en la Franja desde junio de 2007. Una secuencia que comenzó el pasado 30 de marzo –en que se conmemora el Día de la Tierra, en recuerdo de la muerte de 6 ciudadanos árabe-israelíes que protestaban por la expropiación forzosa de sus tierras por parte del Estado hebreo en 1976– y que está previsto termine el 15 de mayo, en el que los palestinos conmemoran anualmente el Día de la Nakba.

Según las estadísticas del Ministerio de Sanidad de Gaza, otros 1.400 resultaron heridos, de ellos más de la mitad por impacto de munición real. El segundo viernes, 6 de abril, murieron 12 más y otros 300 resultaron heridos por impacto de bala. En esta ocasión, los manifestantes quemaron llantas y neumáticos de forma masiva, provocando enormes columnas de humo para intentar ocultarse de los francotiradores militares. Así, lo que en principio estaba conceptuado como una fórmula de protesta no violenta, los viernes deja de serlo y se convierte en una batalla campal entre jóvenes palestinos que intentan llegar hasta la verja para intentar saltarla o simplemente colocar una bandera nacional palestina, y soldados israelíes que tienen órdenes de disparar a todo aquel que se acerque a menos de 300 metros de la verja.

LÓGICA DE LAS MOVILIZACIONES

La puesta en marcha de este movimiento popular –que durante los días de entre semana se desarrolla tranquilamente dentro de un centenar de tiendas de campaña de grandes dimensiones colocadas en cinco puntos de la frontera, según un modelo similar al que utilizaron los Hermanos Musulmanes en El Cairo tras el golpe militar de 2013.

Más adelante, en su análisis Julio de la Guardia, afirma que la M archa del Retorno se debe al imperativo de dar respuesta a las necesidades materiales de casi dos millones de personas que viven hacinadas en uno de los territorios con mayor densidad de población del mundo y que desde que comenzó el bloqueo duro (ya estaba antes en su formato blando) por parte de Israel en junio de 2007 y experimentó su correspondiente vuelta de tuerca en agosto de 2013 por parte de Egipto, se está convirtiendo en un lugar inhabitable. La contaminación progresiva de los pozos y la penetración del agua del mar en el acuífero hacen que el 80% del agua no sea potable y la generación de energía apenas cubre una media de 4-5 horas de electricidad al día, lo que repercute en todos los órdenes de la vida, en especial en el funcionamiento de los hospitales y de las depuradoras de aguas residuales que son vertidas al mar, con sus correspondientes consecuencias para la salud pública.

En otro acápite del análisis sobre las reivindicaciones de fondo de la Guardia afirma que las movilizaciones se deben al carácter estructural, que fue la que inspiró a los promotores iniciales de las movilizaciones al fundar la “Comisión nacional para la marcha del retorno y la revocación del bloqueo”. Se trata de las cuestiones irresueltas del estatuto definitivo del Proceso de Oslo, que cuando están a punto de cumplirse los 70 años de la fundación del Estado de Israel, parecen querer resolverse ahora por la ley del más fuerte –que no por la fuerza de ley– y por la acumulación de hechos consumados, especialmente desde que Donald Trump ocupa la Casa Blanca.

Ahí está la capitalidad de Jerusalén, que en el marco de Oslo estaba pensada como un incentivo que pusiera fin al proceso negociador, permitiendo que las partes negociaran bilateralmente su estructura política y administrativa. Sin embargo, la controvertida declaración sobre el estatus de Jerusalén hecha por Trump el pasado 6 de diciembre –que ha alegrado a los israelíes tanto como ha hecho lamentarse a los palestinos– ha creado una nueva dinámica que justifica la israelización de la ciudad. Un movimiento diplomático con el que participan también los máximos dirigentes de Egipto y Arabia Saudí, que, aunque no lo reconocen en público, están prestando apoyo a ese “ultimate deal” de Trump que contempla colocar la capital palestina en Abu Dis, al otro lado del muro de separación que rodea la parte oriental de Jerusalén.

BBC Mundo al referirse a la problemática palestino-judío preguntaba: ¿Qué es la "solución de los dos Estados" que Trump no considera una condición para la paz en el conflicto palestino-israelí?”

Según el Estado sionista, la solución es militar para aplastar definitivamente a Palestina, tal vez a Irán y a la mayoría de los pueblos árabes. El presidente palestino, Mahmoud Abbas, por su parte, culpó al gobierno de Tel Aviv por las muertes y llamó a Naciones Unidas a tomar "medidas inmediatas" para proteger a los palestinos contra lo que llamó una "escalada de la agresión diaria" por parte de Israel.

En una sesión de emergencia en Nueva York, el Consejo de Seguridad de la ONU pidió una investigación sobre las muertes y un alto funcionario de la organización, Taye-Brook Zerihoun, instó a Israel a mantener el derecho humanitario y utilizar la fuerza letal solo como último recurso.

Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) afirmaron que cerca de 17.000 palestinos se acercaron a cinco puntos de la valla fronteriza, lo que los obligó a crear "una zona militar cerrada" en el área.

Aunque la mayoría de los manifestantes se quedó en los campamentos, algunos grupos de jóvenes ignoraron los llamamientos de los organizadores para mantenerse alejados de la cerca y aproximarse a las posiciones israelíes.

Mientras, Israel desplegó tanques y francotiradores y, según señalaron testigos, utilizó un dron en al menos un lugar para arrojar gases lacrimógenos, la juventud palestina apenas usa piedras para defenderse.

GENOCIDAS

Israel asesinó a 60 palestinos en la Franja de Gaza e hirió a unos 2.400 hombres., mujeres y niños que protestaban el pasado 14 de agosto, cuando Trump decidió inaugurar la embajada de Estados Unidos en Jerusalén. Netanyahu, el fascistoide protegido por el populista y fascistoide Trump, ordenó la cruel e infame represión.

El Estado sionista de Israel cuenta con el más poderoso ejército de Medio Oriente, inclusive tiene bombas atómicas entregadas por Estados Unidos. Ese poderoso ejército reprime a los palestinos que sólo usan palos y piedras en sus manifestaciones.

Para la masacre del 14 de agosto, Netanyahu utilizó francotiradores, drones, tropas equipadas con fusiles de asalto que dispararon para matar desde posiciones situadas en territorio israelí, en tanto que los palestinos estaban en su tierra, y jamás cruzaron o intentaron cruzar las vallas judías. Estos crímenes de lesa humanidad fueron conocidos por la ONIU que condenó al gobierno de Netanyahu que sólo recibió el apoyo de Estados Unidos. La votación en la ONU demostró que el imperio queda solo, infinitamente aislado del resto del mundo.

Por ahora la violencia judía se enseñorea en la atormentada Franja de Gaza.

Correo electrónico: tribunalpazecuador@yahoo.com


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