No es guerra económica, es la apropiación privada de la renta en Venezuela
Lunes 30 de marzo de 2015 por CEPRID
Deivis Battes
CIFO-ALEM
Escasez de más de 30% (a principios de 2014 el gobierno omitió el reporte de este dato), incremento de la inflación superior a 50%, fuga de capitales de más de 100 mil millones de dólares en casi una década y no se conoce algo oficial sobre el paradero de 20 mil millones de dólares otorgados por el gobierno en el año 2012 (de lo que se ha reconocido oficialmente), un diferencial de más de 2.000% de diferencia entre la tasa del dólar preferencial y el mercado paralelo;
Deivis Battes
CIFO-ALEM
Escasez de más de 30% (a principios de 2014 el gobierno omitió el reporte de este dato), incremento de la inflación superior a 50%, fuga de capitales de más de 100 mil millones de dólares en casi una década y no se conoce algo oficial sobre el paradero de 20 mil millones de dólares otorgados por el gobierno en el año 2012 (de lo que se ha reconocido oficialmente), un diferencial de más de 2.000% de diferencia entre la tasa del dólar preferencial y el mercado paralelo; son algunas cifras alarmantes de la economía de Venezuela bajo las cuales se corre el riesgo de seguir inmersos, si su causalidad no es buscada en el funcionamiento esencial del capitalismo con sus propiedades locales; y se siguen sosteniendo premisas como las emitidas por el sociólogo Luís Salas que dice en uno de sus artículos frases como: “forzar devaluaciones que terminen por recompensarlos extraordinariamente”i, es decir inducir devaluaciones que retribuyan ganancias extraordinarias para la burguesía, clase que si bien es recurrente en cometer actos que perjudican a los trabajadores, a la devaluación no se traduce a una cuestión de maldad, sino como una cuestión propia del sistema capitalista específico de Venezuela. No se llama conspiración, se llama acumulación de capital
Actualmente, a través del discurso oficial del gobierno, se diagnostica como causa determinante de los problemas económicos que estamos presenciando a una categoría que denominada “guerra económica”; ésta se trataría de una serie de actos conspirativos realizados por la burguesía para llevarnos a la situación económica en la que estamos. Si bien la burguesía acapara, contrabandea, fuga capital, importa fraudulentamente, cuestión nada nueva sino bastante tradicional, todo esto con articulación de ciertos corruptos del sector público (por ejemplo es imposible que la fuga de capital ocurra sin la complicidad de sujetos involucrados en este proceso como lo hacen algunas instituciones gubernamentales); una cosa es entender estos fenómenos como un acto de conspiración en contra del gobierno y otra entenderlo como características consustanciales al proceso de acumulación de capital o enriquecimiento en la sociedad venezolana.
Si se opta por esto; es decir, describir una guerra económica determinada por una conspiración que se manifiesta en las acciones de acaparamiento, importación fraudulenta, etc.; se estaría confundiendo por conspiración, al metabolismo del capital expresado en el proceso de enriquecimiento en Venezuela (y quizás en otras partes del mundo con economías similares a la nuestra) que data desde hace mucho tiempo; cuando no es más que un conjunto de complejas expresiones que toma la lucha de clases en el marco de una economía rentista.
Todas estas acciones mencionadas sólo tienen una finalidad: la búsqueda de la maximización de las ganancias en el menor tiempo y con el mínimo esfuerzo posible; cuestión que buscará hacer todo aquel que tenga o monte un negocio grande, pequeño, mediano o muy grande. No se trata de una cuestión de maldad, conspiración, de bondad, de ateos, de cristianos, judíos, negros, blancos, amarillos, rojos, etc. Es una necesidad del capital local de buscar los espacios donde se pueda acumular mejor, es decir, más rápido en un lapso de tiempo determinado, por ejemplo: si vendo zapatos gano 30%, si los importo no los traigo y revendo los dólares en el mercado negro, y bajo una adjudicación de dólares a una tasa preferencial, la ganancia excede el 1.000%.
En el capitalismo o aplastas a la competencia para garantizar el crecimiento de tus ganancias o te proletarizas. Esto es lo que motoriza al capitalista, y se podría traducir en dos categorías: explotación y competencia. Cuando se dio el viernes negro en el año 1983, producto en gran parte de la altísima fuga de capital, durante el gobierno (de derecha) de Luís herrera Campins; cuando en el año 1989 se alcanzó una inflación de 81%, en 1994 de 70% y en 1996 103%; si bien, es un contexto distinto al actual, no se estaba conspirando en el sentido en el que hoy se pretende ilustrar con lo de la guerra económica; simplemente fue la expresión de la búsqueda por parte de la burguesía de mantener o aumentar su ganancia. Algunos de los de los comentarios asociados a esta tesis, son los que se refieren a los de la inflación inducida, como por ejemplo: • La inflación en el país es inducida por los sectores económicos privados. Julio Chávezii • La inflación inducida es la consecuencia de una política sin contenido POLÍTICO clasista, que además careció de control. Evaristo Marcanoiii Con este tipo de comentarios simplemente se estarían obviando fundamentos de la economía como por ejemplo la influencia de la oferta y la demanda en los precios; que si bien no determina de manera absoluta los precios finales de mercado de comercialización de las mercancías, sí posee potencia explicativa acerca de la oscilación de los mismos.
El rentismo todavía es la característica principal de la economía en Venezuela
La actual crisis es producto de que dado el capitalismo rentista todavía consolidado o atornillado en nuestra sociedad, aun se depende, para el andar “relativamente normal” de la economía, de la renta petrolera; pero dado que los precios del barril de petróleo cayeron en 34% en el valor anual promedio para el año 2009, para luego recuperarse hasta el año 2011 cuando el barril llega a un valor cercano a los 100 $, para luego estancarse durante el 2012, 2013 y lo que va de 2014 en este precio; aunado al hecho de que el consumo interno de gasolina sigue creciendo y la producción de petróleo no se incrementa; deviene en un estancamiento o reducción de los ingresos petroleros o los también denominados petrodólares. En otras palabras: no hay ingreso de dólares suficientes para mantener el ritmo de acumulación de capital que se viene desarrollando; o lo que es lo mismo: no hay entrada de dólares suficientes que permitan mantener los incrementos de las ganancias capitalistas, sin que se golpee de una forma más aguda y marcada al poder adquisitivo de la clase trabajadora.
Seguro que existen más determinaciones que permiten mejorar la explicación, pero incluso haciendo abstracción de estas determinaciones aquí no detalladas, la esencia de la conclusión no cambia. Si mañana se da una guerra o conflicto en el Medio Oriente que provoque una nueva escalada de los precios del petróleo de manera significativa como ocurrió durante el período 2003-2008 (período en el cual el precio del barril de petróleo creció en aproximadamente 272%), de seguro que desaparecería del discurso oficial el término “guerra económica” y se volvería a un estado de relativa calma aparente de los desequilibrios macroeconómicos.
Se han conocido episodios que pudieran entrar en lo que hoy se denomina, por el discurso oficial, una guerra económica (transversalizados por una lucha de clases, claro está); como ejemplo se pueden mencionar: el bloqueo económico hacia Cuba; el paro petrolero de 2003, el sabotaje en Chile durante el gobierno de Allende, etc. Sin embargo, en todos estos hechos se conocen los actos concretos, las instituciones involucradas con nombre y apellido, se expresa una clara contraposición de intereses, cómo se concatenan cada uno de los elementos que causan el shock económico, se observan las dinámicas “ajenas” a las tendencias naturales de los procesos de acumulación de capital, entre otras cosas; en fin, en estos episodios brevemente mencionados ha quedado claramente establecido el carácter o características de los bandos en pugna. Esos episodios fueron abiertos golpes de estado, donde la burguesía hace un lockout, cierra sus empresas adrede para unirse al golpe. Actualmente a la burguesía venezolana se le siguen entregando dólares a tasa preferencial, se sienta con el gobierno para dialogar y cualquier clase de acuerdos de los cuales se desconocen los detalles dado el oscurantismo que rodea a los mismos.
Las lagunas que deja el término guerra económica
A continuación se presentan algunos cuestionamientos pertinentes dado lo poco explicativo y bastante contradictorio de la frase “guerra económica”: • La inflación inducida, o manejada a caprichos de la que se habla, sólo puede ser provocada (al menos coyunturalmente, mas no a largo a plazo) por un monopolio en todos los sectores; o en uno o varios sectores que incidan de manera significativa en todos los demás, de manera tal que se produzca una escalada de los precios. Si esto es así ¿cuál es ese monopolio? ¿no está en capacidad el Estado de investigar dicha formación económica a pesar de todos los recursos e infraestructura que maneja, además de ser el principal promotor del gasto final de consumo? • De no ser vía monopolio ¿se reúnen los cientos de miles de comerciantes y juntos acuerdan cuándo y cómo variar los precios para provocar una inflación de manera armónica, incluso bajo el riesgo de que disminuya la demanda tan drásticamente que sus negocios comiencen a generar pérdidas que los lleven a la quiebra? • En cuanto a la escasez ¿son los acaparamientos particulares encontrados lo suficientemente representativos y coordinados como para provocar una escasez generalizada que se produce a nivel nacional? Evidentemente que no, dadas las grandes cantidades de alimentos que se acapararían, ¿fungen como cómplices los trabajadores o comunidades que no los denuncian? o ¿son las instituciones que no responden ante tales denuncias? o ¿son conspiradoras las instituciones del Estado? Y ¿qué ha pasado con el sector agroalimentario en manos del gobierno ya que la Polar reconoce que ellos tienen el 48%, y de no ser así, aun el gobierno no ha salido a desmentirlos? o ¿las empresas en manos del Estado también vienen conspirando desde que se iniciaron los procesos de expropiación o compras y convenios de las mismas? “Acaparar” es simplemente un intento de tratar de vender la mercancía a un precio mayor para tratar de tener una mayor ganancia, eso es legal en todas partes del mundo y obedece a la lógica capitalista. • El gobierno habla de una burguesía patriota, honesta, que quiere producir ¿cuál es la burguesía mala y conspiradora entonces? ¿no se encargaría la burguesía “buena, patriota y honesta” de ocupar el mercado que abandona la burguesía “apátrida, traidora y deshonesta” al acaparar o disminuir la producción? Dado el carácter importador de la misma, esto no debería ser un gran problema, si se compara con el de la industrialización. Sencillamente los comerciantes pro-gobierno incurren en las mismas prácticas, dado el objetivo que como capitalistas tienen. • Para el proceso de entrega de dólares intervienen principalmente la banca pública y privada, el gobierno y la burguesía (como dato adicional, se debe mencionar que las importaciones públicas representaron para el 2012 aproximadamente el 44% de las importaciones totales). ¿Cómo es que hasta hoy en día no se tiene la lista de tales empresas o los principales responsables en pleno sistema de control cambiario? O ¿es que esto, no influye en la escasez y los altos niveles inflación del año 2013, por lo que entonces no merece ser catalogado como parte de la guerra económica? ¿Acaso la fuga de capitales por vía fraudulenta que se viene dando desde el año 2003 que para el 2012 alcanza los 110 mil millones de dólares (se desconoce cuánto puede estar en los paraísos fiscales) también es guerra económica conspirativa? ¿Si esto se viene desarrollando desde el 2003, por qué ahora es que se convierte en guerra económica? ¿No se trata sólo de un proceso de acumulación de capital dadas las características en que se da la transferencia de renta en Venezuela? Si asumimos que existe una guerra económica nos encontramos con la gran contradicción de que el gobierno le está dando armas al enemigo al entregarle los dólares.
“Señalamos que la fuga de capitales en el período 2003-2013 bajo estricto control de cambio es ilícita. Afirmamos que es un fraude porque en Venezuela los mecanismos de venta de divisas a la clase capitalista se hacen (en un 90%) en estricta correlación a las solicitudes de importación. No hay otros mecanismos importantes de trasferencia de divisas. Por ende, el capitalista que protagoniza este drenaje de capital, lo hace a costa de realizar solicitudes de importación por cada 100 dólares de una mercancía X, luego recibe del gobierno los dólares por diversas vías (CADIVI, SITME, SICAD etc.) y éste se “cuadra” con el proveedor para importar mucho menos de esos 100 dólares, digamos 10 $, le da 10 $ al proveedor de “regalo” y EEUU los restantes 80 $ para ahorrarlos en el extranjero, incorporarlos al mercado paralelo y un largo etc. De esa forma es como se engordan las cuentas en el extranjero de la clase capitalista y de ahí es donde surge el llamado “mercado paralelo.””iv.
• Una de las cosas que se reconoció en el proceso de entrada del SICAD II fue la existencia de una demanda de dólares insatisfecha, que recurría o recurre al mercado paralelo, por lo que se da la existencia del mismo. También el mecanismo SICAD II reconoce la interrelación entre oferta y demanda para explicar la oscilación de los precios del dólar del SICAD II, e incluso se usa el precio del dólar dado por páginas como dólar today, las cuales fueron acusadas de conspiradoras y cómplices de la guerra económica hace poco tiempo. Entonces ¿por qué se usan páginas como esa para hablar de la tendencia a la baja del dólar paralelo? ¿hasta cuándo tuvo relación con la guerra económica dólar today; o todavía la tiene pero se está portando bien por un golpe de conciencia? ¿cuándo funciona la ley de la oferta y la demanda para explicar la oscilación de los precios y cuándo no lo hace? • ¿La baja del ingreso de petrodólares no tiene ninguna potencia para explicar los fenómenos críticos de la economía que hoy se manifiestan? O ¿no existe una relación entre los problemas económicos actuales y la baja de los ingresos petroleros? Y si tiene alguna relación ¿cuál podría ser establecida en el marco de la supuesta guerra económica? La guerra económica implica obviar todos los errores, problemas y embrollos que tiene una economía capitalista, además de que sólo se plantea como solución una estéril fiscalización que sólo crea puestos que sirven como nuevos espacios de acumulación de riquezas o transferencia de renta para quien los ostenta. • Estas y otras interrogantes o reflexiones, que se podrían elaborar, las considero pertinentes para el desarrollo de este debate en pro de elaborar el mejor diagnóstico posible que permita construir en conjunto las mejores propuestas de acción, como respuesta ante los golpes que está recibiendo el bolsillo de la clase trabajadora (producto del funcionamiento natural del sistema capitalista) y como búsqueda (objetivo estratégico) de la construcción de un sistema que tienda a colocar como principal beneficiaria a la misma clase trabajadora.
Central Única de Importaciones (CEUI)
De todo lo descrito anteriormente se puede deducir que uno de los principales problemas es el hecho de que se le siga cediendo a la burguesía el manejo de los dólares a través de instituciones que a su vez se convierten en un mecanismo de corrupción. Estos elementos convergen en grandes fugas de capital y con ello sus consecuencias nefastas a nuestra economía. Por esta razón es necesario, centralizar las importaciones, cuya opción puede ser la CEUIv, y al mismo tiempo hacer uso de la tecnología que permita trazar rutas, por ejemplo a través de la informática, en donde éstas sean de acceso público, siendo esto una ventana para lograr el establecimiento de nuevas formas de control sobre las instituciones del Estado; y a su vez nuevas formas de organización más eficientes y efectivas.
[i]Sociólogo cuyos artículos están disponibles en la página: https://surversion.wordpress.com/2014/11/03/la-guerra-economica-de-las-transnacionales-caso-pg-y-la-respuesta-del-gobierno-argentino/ [ii]Declaración del diputado Julio Chávez. Disponible en: http://www.aporrea.org/contraloria/n260395.html [iii]Artículo de aporrea. Disponible: http://www.aporrea.org/contraloria/a177947.html [iv]En el artículo: “Fuga de capitales (Venezuela y A.L.), fraudes, devaluación y Estatización del comercio exterior”. Por: Manuel Sutherland. Se encuentra un mejor desarrollo de esta propuesta. Disponible en:http://www.aporrea.org/tiburon/a178809.html [v] Ibídem.
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