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Guatemala: El país de los hombres y mujeres de maíz

Miércoles 30 de julio de 2008 por CEPRID

Álvaro Caballeros Avancso/ Ceninf

El maíz es el principal alimento de la gente mesoamericana. Es además un elemento central de la cosmovisión Maya, pues según la historia escrita en el Popol Vuh, fuimos formados/as de las variedades de maíz blanco y amarillo.

Durante siglos, las poblaciones indígenas encontraron en el maíz, la clave para la sobrevivencia y actualmente forma parte de los principales alimentos ya sea como atole, en recados, como fresco, tostado, molido y en tamales: el maíz quita el hambre de la gente.

El maíz se cultivó y se fue mejorando gracias a siglos de conocimiento ancestral tanto en variedad, en rendimiento, como en altitudes y características de suelos. Gracias a ese gran conocimiento tradicional teníamos suficiente maíz para comer y para vender sin necesidad de insumos externos.

Las tortillas eran baratas y comíamos en abundancia, pero hoy, ante el incremento del precio en el mercado internacional del maíz, no solo no tenemos suficiente, sino es de mala calidad, de semillas híbridas, "mejoradas", de harina y, en el peor de los casos, caras. El maíz se lo llevaron al norte: las amenazas sobre el maíz y sobre nuestro derecho a la alimentación

Desestímulo y dependencia

Aunque parezca extraño, el maíz fue llevado a los Estados Unidos, en la segunda década de 1800 por las autoridades del tesoro, cuando se dieron cuenta que ese gran territorio era pobre en biodiversidad por lo que empezaron a recolectar semillas y plantas en zonas ricas, como Mesoamérica. Era la edad de oro de la recolección de plantas y semillas en las regiones económicamente pobres, pero ricas en biodiversidad. Hace unas décadas, en Estados Unidos se fomentó el cultivo masivo de maíz, otorgando una serie de facilidades como insumos, subsidios agrícolas y prácticas proteccionistas, cosa rara en un país cuya población no dependía de este grano, sino lo utilizaba solo para forrajes en la industria porcina, avícola y ganadera. Era el inicio de una gran estrategia.

Paralelamente, en nuestros países se difundía, desde los gobiernos, la idea que sembrar maíz era una pérdida de tiempo y recursos, por lo que se desestimuló la siembra, cosecha y comercio de este grano, materia prima de la vida en Mesoamérica. A tal punto que actualmente, Guatemala compra a Estados Unidos, casi un 30% de maíz.  Esta agresión a las acostumbradas siembras ha implicado un daño irreversible a la cultura, al profundo y sagrado sentido que el maíz confiere a la vida de pueblos donde se tiene conciencia de que "nos convertimos en lo que comemos" y es una señal de la dependencia alimentaria.

Transgénicos

Guatemala es el centro de origen del maíz, es actualmente, el único territorio de Mesoamérica oficialmente libre de transgénicos, pues en la región maíces de México, Honduras y Costa Rica, ya son producidos con transgénicos porque ya se aprobaron leyes que permiten la introducción de esas semillas creadas de forma artificial.

Las semillas transgénicas, se obtienen mediante el cruce de partes de un animal o planta a otra para producir efectos como retardo en maduración, resistencia a plagas, mejor rendimiento, pero solo sirven para una siembra, por lo que rompen el orden de la vida, son caras, generan dependencia y afectan la salud.

El viernes 20 de junio, la prensa dio a conocer que la transnacional MONSANTO, una de las más grandes y peligrosas industrias de semilleros y agroquímicas compró la mayor empresa semillera del país y desde la filial de Guatemala ampliará sus operaciones a Centroamérica.(1)

En Guatemala y Centroamérica la presencia de MONSANTO, nos alerta porque no resultará extraño que en el legislativo surja una iniciativa para permitir el uso de semillas transgénicas de maíz y otras variedades de granos, especialmente porque prevalece un vacío en las leyes agrarias, o porque no existe legislación específica que prohíba el uso de semillas modificadas genéticamente, en este contexto de crisis o especulación alimentaria mundial y nacional.

Será importante estar atentos a esto para pronunciarse públicamente, rechazando la introducción de semillas transgénicas, porque estas se propagarían y acabarían con las variedades nativas, situación a la que el pueblo de Guatemala se opone.

Agrocombustibles y maíz

La otra amenaza que se cierne sobre el maíz es la relativa al tema de los agrocombustibles, porque se están destinando millones de toneladas de maíz a la producción de etanol, lo que de la noche a la mañana incrementa su precio y provoca escasez para el consumo alimentario. Así, la tortilla se vuelve más cara y el espectro del hambre vuelve a amenazar a nuestro pueblo.

La producción de maíz para agrocombustibles, también afecta porque muchas de las tierras que antes se sembraban con el grano, ahora se siembran de caña, piñón, palma africana entre otras variedades de monocultivos que afecta la producción para el autoconsumo. Esta tendencia es notable en el país en la región del Polochic, Alta Verapaz, en Chiquimula, El Petén, San Marcos y la ya tradicional Costa Sur, donde, a diario, las grandes plantaciones de monocultivos desplazan el verde paisaje de la milpa.

Esta tendencia podría provocar una reducción en las áreas cultivadas de maíz que repercutirían en el precio, calidad y disponibilidad.

Maíz instantáneo

Otra variable que en los actuales tiempos se experimenta respecto al maíz es su consumo en harina, bajo el argumento que es "más rápido, fácil y se ahorra gas o leña" especialmente en las zonas urbanas de la capital, cabeceras departamentales y municipales, mientras que la población rural la rechaza porque parece que "no es puro maíz". La gente del campo prefiere mantener el proceso de nixtamilizado, porque es una práctica que implica pertinencia cultural y mejora las propiedades del maíz para su consumo.

Independientemente de las preferencias, la principal problemática se deriva del monopolio que existe en la comercialización de la harina del maíz en la mayoría de países mesoamericanos, lo que aunado a la dependencia de las importaciones del maíz puede provocar la especulación y el desabastecimiento que provocarían un cuadro social crítico, similar a la crisis de la tortilla que se vivió en México recientemente.

Si algo es importante en las comidas guatemaltecas es el maíz, símbolo ancestral de nuestra cultura culinaria y de sobrevivencia, por lo que habrá que estar alertas y atentos para impedir la penetración de maíz transgénico y de dudosa procedencia, que pone en peligro las variedades nativas y el derecho a la alimentación del pueblo guatemalteco.

Nota:

(1) La Monsanto estuvo vinculada con la intervención estadounidense en Vietnam, cuando produjo el químico conocido como "agente naranja", con el cual rociaban grandes extensiones de selva con fines destructivos y es uno de los mayores productores de semillas transgénicas y de agroquímicos.


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