LA ELECCIÓN PRESIDENCIAL EN VENEZUELA ES TAMBIÉN LATINOAMERICANA Y CARIBEÑA
Sábado 1ro de septiembre de 2012 por CEPRID
TRIBUNAL DIGNIDAD, SOBERANÍA Y PAZ CONTRA LA GUERRA-COMITÉ INDEPENDENCIA Y SOBERANÍA PARA AMÉRICA LATINA
CEPRID
La Revolución Bolivariana de Venezuela que lidera el coronel Hugo Chávez Frías es la legítima heredera del pensamiento del Libertador Simón Bolívar que le llevó a soñar en una patria grande, unida y poderosa, capaz de construir el progreso de los pueblos y enfrentar con éxito a cualquier potencia extranjera, en especial al monstruo voraz del norte. Integración y unidad presentidas, comienzan a concretarse 200 años después del delirio del Libertador, y es la nueva realidad, la que advierte que la elección presidencial en Venezuela es, también, latinoamericana y caribeña.
En la actualidad Hugo Chávez encarna la unidad de nuestras patrias al tiempo que representa la síntesis de los anhelos patriotas de millones de venezolanos y latinoamericanos. “Su consigna central: Independencia y patria socialista, recoge el sentimiento y la conciencia de un pueblo forjado en el enfrentamiento al capitalismo salvaje y depredador que malogra su existencia. De aquí el mandato: “construir una patria donde “podamos vivir viviendo, inspirados en los más altos valores del humanismo”. Para el logro de este objetivo, es fundamental el “vivo, efectivo y pleno ejercicio del poder popular protagónico”, que en el alcance pleno de su “vivir viviendo”, asumirá la defensa de la Pachamama, para el resguardo de la especie humana. Si se considera que América Latina es el futuro de la humanidad, lógico es que la vida de ahora se haga viviendo que es lo mismo que el sumak Kausay aborigen y andino; es decir, el buen vivir en armonía con la naturaleza.
Esta síntesis, dialéctica e integral del programa de Hugo Chávez, se convierte para los revolucionarios, en arma importante para poner al desnudo los verdaderos intereses de la derecha racista, oligárquica y pro imperialista, enfrentarla, y derrotar sus pretensiones hegemónicas. El candidato de las derechas oligárquicas, Capriles Radonski, se forja a partir de una visión de la realidad como existencia fragmentada y segmentada, toma los problemas más sentidos de la comunidad, los aísla y los envuelve en la falacia del progreso individual que le dicta la razón instrumental- tecnocrático- imperialista. Su oferta de “trabajo decente”, significa entonces, que los trabajadores “se irán a la cama todas las noches con el peso de la explotación empresarial en sus espaldas”. “En su camino hacia el “progreso”, la presencia cualitativa del poder organizado del pueblo, se subestima y se relega. Es por eso entonces, que propone repartir bolsas de comida para enfrentar el problema de la miseria y la desigualdad. En otras palabras, es la derecha fundamentalista, occidental y cristiana la que tiene un plan de gobierno para repartir caridades que ofenden la dignidad humana; en consecuencia, ese plan es totalmente opuesto al que presenta Hugo Chávez y su propuesta surgida del humanismo.
Hugo Chávez Frías es un fenómeno político unido a las masas y sus anhelos. Esta la razón para que despierte profundas emociones para que la gente venezolana en la campaña electoral o fuera de ella se declare “roja, rojita”, cante y baile, ría y llore, contagiada de hondos sentimientos. Esa misma pasión por Chávez se siente también fuera de Venezuela con lo que se demuestra que su nombre, fama y figura, es el centro de debates y más aún cuando Chávez alza la voz y se repite para decir más nunca la burguesía volverá a explotar al pueblo.
Chávez “es el mismo al que hace poco tiempo atrás sus matadores de cada día le daban por muerto. El mismo que cita al Che y a Eva Perón, en diálogo con las masas que agitan banderas y, si se cuadra, suben a la tarima identificadas por ejemplo en una enfermera que explicará cómo funciona el hospital del lugar.
Chávez es un diálogo en el canto. Y lo es en la reflexión que desmenuza, con datos y más datos, cómo PDVSA -Petróleos de Venezuela SA- no le regala el petróleo a Cuba y cómo Cuba paga cada barril que recibe brindando atención médica en barrio adentro, allí donde antes de Chávez las gentes se enfermaban y morían de hambre y miseria.
Ese hombre llamado Chávez es el que cita a Fidel en la grandeza de sus actos, en las inacabadas enseñanzas dedicadas a entender este mundo, en este tiempo. Cita a Fidel cada vez que se le cruza una simple anécdota de la vida cotidiana, o en homenaje a las sabias sugerencias del líder cubano para nadar contracorriente frente a las políticas capitalistas-imperialistas, sostenía Chela Vargas.
Hugo Chávez Frías se ha convertido en el legítimo líder de los tiempos nuevos que dibujan otras realidades de nuestra América. Si en diciembre 2006 fue reelecto con 64% de los votos y se convertía -junto a Fidel- en “enemigo de Estados Unidos”, en el 20012 el pueblo venezolano aprobará su gestión de manera contundente, sin olvidare que en América Latina, los pueblos ingresaron en un cambio de época al elegir a gobiernos diferentes en Argentina, Brasil, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Uruguay y que varios países caribeños que se unieron a las iniciativas de integración, soberanía y unión latinoamericana y caribeña impulsadas desde Caracas, de tal manera que Chávez no está solo en su lucha contra el gigante depredador, porque la victoria de esos pueblos y gobiernos han hecho posible que Washington comience a perder su influencia y control sobre su antiguo “patio trasero”.
Bajo el liderazgo de Chávez fueron creadas la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), PetroCaribe, PetroSur, TeleSUR, Banco del ALBA, Banco del Sur y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). En ninguna de esas organizaciones está Washington, ni está la élite que antes dominaba la región, imponiendo sus intereses por encima de los pueblos. Esta es la diferencia entre gobiernos de las burguesías, de las rancias derechas oligárquicas y de los gobiernos progresistas y democráticos. Los de las burguesías sirven a los intereses de las oligarquías y del imperio, los gobiernos populares sirven los intereses de sus patrias y de sus pueblos.
El imperio entontecido por su pérdida de influencia trata de convertir a Chávez en un presidente antidemocrático, dictatorial, peligroso, insoportable, indeseable. Ya en enero 2005, la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, dijo que Chávez era “una amenaza” para la región. “Justo después, la Agencia Central de Inteligencia (CIA) colocó a Venezuela en su lista de los Top 5 Hot Spots (5 lugares más inestables) del mundo. Unos meses luego, el reverendo estadounidense Pat Robertson declaró públicamente que era mejor “asesinar” a Chávez de inmediato, en lugar de iniciar una guerra contra Venezuela, que costaría millones de dólares. Ese mismo año, cuando Venezuela suspendió la cooperación con la Agencia Antidroga de Estados Unidos (DEA), por estar inmiscuyéndose en sus asuntos internos, espiando y saboteando sus trabajos antidroga, Washington clasificó a Venezuela como un país que “no coopera en la lucha contra el narcotráfico”. Nunca presentaron pruebas para fundamentar sus graves acusaciones.
En febrero de 2006, el entonces Director Nacional de Inteligencia, John Negroponte, se refirió a Venezuela como un “peligro” para Estados Unidos. El Secretario de Defensa Donald Rumsfeld comparó a Chávez con Hitler. Ese mismo año, Washington estableció una Misión Especial de Inteligencia para Venezuela y Cuba, reorientando recursos de la comunidad de inteligencia estadounidense para aumentar sus operaciones en estos lugares, considerados “amenazas” para Estados Unidos. En junio 2006, la Casa Blanca colocó a Venezuela en una lista de países que “no apoyan suficientemente la lucha contra el terrorismo”, y lo sancionaron con una prohibición de poder comprar armas y equipos militares de empresas estadounidenses o aquellas que utilizan tecnología estadounidense. Nunca mostraron evidencias de los supuestos vínculos de Venezuela con el terrorismo. Pero en realidad Chávez es una amenaza para los que viven a costa de la explotación de los pueblos, los adoradores del dólar, los que medran de las injusticias sociales.
“En 2008, el Pentágono reactivó la Cuarta Flota de la Armada y la comandancia militar estadounidense encargada de América Latina y el Caribe. La IV Flota había sido desactivada en 1950 y no funcionaba desde entonces, hasta que decidieron que era necesario aumentar la presencia “y fuerza” militar de Estados Unidos en la región. En 2010, Washington acordó con Colombia la instalación de 7 bases militares en su territorio. Un documento oficial de la Fuerza Aérea de Estados Unidos justificaba estas bases debido a la “amenaza de los gobiernos anti-estadounidenses en la región”.
Obsesión anti-Chávez
En la prensa internacional, afirman que Chávez es un dictador, tirano, autoritario, narco, anti-americano, terrorista, pero nunca presentaron pruebas para tan peligrosos sobrenombres. Convirtieron la imagen de Venezuela en violencia, inseguridad, crimen, corrupción y caos, sin mencionar los grandes logros y avances sociales durante la última década, ni las causas de las desigualdades sociales dejadas desde gobiernos anteriores.
Durante años, un grupo de congresistas estadounidenses, demócratas y republicanos, han intentado colocar a Venezuela en su lista de “estados terroristas”. Destacan la relación entre Venezuela e Irán, Venezuela y Cuba, y hasta Venezuela y China, como evidencia de la “grave amenaza” que el país suramericano representa para Washington. Intentaron destruir ALBA con el golpe de Estado contra Manuel Zelaya en Honduras en 2009. Buscaron debilitar la UNASUR con el golpe contra Fernando Lugo en Paraguay en junio de 2012. No funcionó.
Dicen una y otra vez que Venezuela y Chávez son amenazas para Estados Unidos. “Hay que pararlo”, dicen, antes de que “lancen sus bombas iraníes contra nosotros”.
El Presidente Barack Obama declaró en estos días que Chávez no era una amenaza para la seguridad de Estados Unidos. El candidato Mitt Romney dijo que sí. La furia de los extremistas miameros cayó encima de Obama. Pero no deben preocuparse, porque Obama aumentó el financiamiento multimillonario a los anti-chavistas este año. Son más de 20 millones de dólares que han canalizado de las agencias estadounidenses para la campaña opositora en Venezuela.
¿Es Venezuela una amenaza para Washington? En Venezuela, el único terrorismo que hay es de los grupos que buscan desestabilizar al país, la mayoría con el apoyo político y financiero de Estados Unidos. Los narcotraficantes son de Colombia, donde la producción y tránsito de drogas han incrementado durante la invasión estadounidense en ese país a través del Plan Colombia. La relación con Irán, con Cuba, con China, con Rusia y con los demás países del mundo es una cooperación bilateral - o multilateral - normal entre países. No hay bombas, no hay planes de ataque, no hay secretos siniestros.
No, Venezuela no es ese tipo de amenaza para Washington. Es otra.
La pobreza ha sido reducida en más de 50% desde que Chávez llegó al poder. Las políticas de inclusión de su gobierno han creado una sociedad de alta participación en las decisiones económicas, políticas y sociales. Sus programas sociales – las misiones – han garantizado atención médica gratuita, educación gratis y accesible – desde los niveles básicos hasta los más avanzados – alimentación en precios alcanzables, y herramientas para crear y mantener cooperativas, empresas pequeñas y medianas, consejos comunales y comunas, para todo el pueblo. La cultura venezolana ha sido rescatada y valorada, recuperando el orgullo e identidad nacional, creando un sentimiento de dignidad en lugar de inferioridad. Medios de comunicación e información se han proliferados durante la última década, asegurando espacios para la expresión de todos.
La industria petrolera de Venezuela, nacionalizada en 1976 pero que funcionaba como una empresa privada, ha sido recuperada para beneficio del país, y no de las multinacionales o transnacionales y una minoría oligarca. Alrededor del 60% del presupuesto anual se dedica a los programas sociales en el país, con el enfoque principal en la erradicación de la pobreza.
Caracas, la capital, ha sido embellecida. Los parques y plazas se han convertido en espacios de reunión, disfrute y seguridad para los visitantes. Hay música en las calles, arte en las paredes, y un rico debate de ideas entre los habitantes. La nueva policía comunal trabaja en conjunto con las comunidades para luchar contra los terribles problemas de la violencia, la inseguridad y la delincuencia, problemas que no se atacan solamente desde la superficie, sino desde la raíz.
El despertar de Venezuela se ha expandido por todo el continente y hacia el norte por el mar Caribe. El sentimiento de soberanía, independencia y unión en la región ha enterrado la sombra de subdesarrollo y subordinación impuesta por los poderes colonizadores durante siglos pasados.
No, Venezuela no es una amenaza para la seguridad de Estados Unidos. Venezuela es un ejemplo de cómo un pueblo se levanta frente a los obstáculos más difíciles y la fuerza brutal de las grandes potencias. Venezuela, con Chávez, se puede constituir en un modelo en donde la justicia social comienza a ser la regla y no la excepción y la prosperidad humana se celebra por encima de la prosperidad económica. Venezuela es el país en donde millones antes invisibles, hoy son visibles, hoy tienen voz y el poder de decidir sobre el futuro de su patria, sin ser asfixiados por las garras imperiales.
Hoy, gracias a la revolución liderada por el Presidente Chávez, Venezuela es uno de los países más felices del mundo. Esa es la amenaza que representa el Presidente Hugo Chávez y la Venezuela Revolucionaria para Washington. Es la amenaza del buen ejemplo.”
El analista venezolano, Homar Garcés en ARGENPRESS expresaba: En plena campaña electoral por la presidencia del país, las venezolanas y los venezolanos que respaldan a Hugo Chávez no deben olvidar que la trascendencia de su reelección radica más en la disposición de avanzar resueltamente en la construcción de un socialismo revolucionario verdadero en Venezuela que en la obtención segura de una cantidad desbordante de votos a su favor el 7 de octubre.
Esta es una circunstancia histórica que no sólo se reflejará a lo interno de Venezuela sino que tendrá también sus repercusiones en el ámbito internacional, sobre todo en lo que atañe a las luchas populares de nuestra América. Por ello, quienes se manifiestan de acuerdo con el socialismo revolucionario en esta nación tienen ante sí un compromiso que va más allá de la defensa de unas siglas partidistas, de un interés personal o de una gestión de gobierno determinada.
Garcés añadía: Así, habría que recalcar que, al hablarse del reconocimiento de la soberanía del pueblo, se debe comprender que ello significa ser partícipes de la idea de transferirle a ese mismo pueblo el poder que tradicionalmente ha sido usufructuado por las elites gobernantes, eliminando todo rasgo de representatividad para dar nacimiento a la democracia participativa y protagónica en toda su potencialidad y originalidad creadora. De ahí que no basten los discursos ni las buenas voluntades para lograrlo. Hace falta producir una revolución desde abajo que termine por influir en el cambio estructural del Estado en todas sus manifestaciones, de manera que el ejercicio pleno de la soberanía popular marque el camino a seguir en la construcción y el desarrollo del socialismo revolucionario, sin dogmas preestablecidos que afecten su organización y movilización, por lo que todas las instancias gubernamentales han de compartir esta nueva concepción del poder, lo que implicará que la gestión del gobierno (y, por extensión, del Estado) sea esencialmente popular. Habría que procurar, por tanto, una democratización del poder, expresada ésta en la autogestión de las comunidades organizadas, evitándose entonces el autoritarismo, la verticalidad y la jerarquización que caracterizan hoy por hoy, a nivel mundial, las relaciones de poder en beneficio de unas minorías dominantes. Como podría inferirse, todo esto escapa al escenario meramente electoral y supone una tarea permanente, sustentada en la elaboración, difusión y debate de una teoría revolucionaria que la explique y la consolide, definiéndose el socialismo revolucionario propiamente dicho.
Otra de las cosas que debiera revisarse a profundidad -a la par de la campaña electoral- es lo que tiene que ver con el orden económico imperante, si aún estamos hablando de la construcción de un socialismo revolucionario que, aunque parezca algo trasnochado para algunos dentro del chavismo gobernante, representa la alternativa histórica para desmantelar definitivamente el sistema capitalista, explotador y depredador de plusvalía y de recursos naturales. No se pueden promover relaciones económicas capitalistas que, en el fondo, resultan ser relaciones eminentemente egoístas, y querer construir -al mismo tiempo- formas de convivencia de carácter socialista, siendo las mismas incompatibles, en esencia y objetivos; repitiéndose así, en cierto modo, la historia y planteamientos de los socialistas utópicos de hace siglos atrás, quienes creyeron ingenuamente que de esta forma se humanizaría el capitalismo. Hace falta ser más decididos en esta materia y no prolongar más las contradicciones que resultan de ello, dejando brechas abiertas para que se perfile una nueva clase burguesa, pero ahora con ropajes “socialistas”, manteniéndose en consecuencia los mismos grados de diferenciación entre ricos y pobres que siempre ha combatido el socialismo revolucionario en el mundo. De ahí que no se trate simplemente de apoyar a Hugo Chávez en estas elecciones sino de contribuir a la profundización y ampliación de los cambios hasta ahora alcanzados bajo su liderazgo.”
No cabe duda alguna: Chávez será reelecto porque sus logros son de vital importancia no sólo para el pueblo venezolano sino para América Latina. Muchos son los logros, y entre ellos cabe destacar la vinculación de las Fuerzas Armadas con su pueblo y con la dirigencia política apoyada por ese mismo pueblo, en tanto que en nuestra América Latina y el Caribe es común que exista un profundo divorcio entre uniformados y civiles, entre los aparatos represivos y los pueblos, porque el sistema, al definir los roles de las Fuerzas Armadas convirtió a los ejércitos de las guerras de la independencia en ejércitos de ocupación dentro de sus propias patrias. En América Latina y el Caribe, los procesos revolucionarios triunfarán con el apoyo y respaldo de las Fuerzas Armadas que, en esencia, son pueblo armado, pero que el sistema los convirtió en enemigos.
El ejemplo a seguir de la Revolución Bolivariana
La Revolución Bolivariana, de alguna manera, aunque no definitiva, es un ejemplo a seguir, naturalmente, con las diferencias de las realidades diversas que viven nuestras patrias. Harto conocido es que cuando se proponen cambios sustanciales en el sistema, surgen los contrarios aupados por el imperio y sus oligarquías sumisas. La experiencia histórica demuestra que las luchas de los pueblos, por incipientes que sean, pero que buscan la independencia y soberanías de sus patrias, un mínimo bienestar para los pueblos, son objeto de los más audaces epítetos e insultos y de las más encarnizadas resistencias por parte de las fuerzas internas contrarrevolucionarias que nacen, crecen y sobreviven con el apoyo, dirección, asesoría y financiamiento de las embajadas norteamericanas, USAID, CIA, DEA, el Fondo Monetario Internacional y otras agencias y ONGs al servicio del imperio.
“Es fácil en ocasiones acceder al Poder, lo difícil es poder mantenerse en él. Para poder mantenerse es necesario derrotar a la reacción en lo económico, en lo político y en lo militar, para ello Lenin indicaba que la fuerza armada del pueblo revolucionario estaba conformada por: 1) el proletariado y el campesinado armados; 2) los destacamentos de avanzada, compuestos por representantes de esas clases; 3) las unidades del ejército dispuestas a pasarse a la causa del pueblo. Todo esto en conjunto constituye un ejército revolucionario. El marxismo leninismo identifica a las guerras como justas e injustas, según sean para someter y esclavizar a los pueblos, para apoderarse de sus materias primas y sus riquezas, o según sean para liberar a los pueblos, para combatir la pobreza y la miseria, para revertir las condiciones de explotación, para favorecer a los trabajadores y oprimidos, para enfrentar a los explotadores cuya máxima expresión es elimperialismo. Es eso exactamente lo que está haciendo y liderando el Presidente Hugo Chávez y lo que han iniciado también otros pueblos y dirigentes latinoamericanos. El avance libertario es una tendencia en la región y las alimañas nacionales con apoyo internacional, pretenden revertir la situación, utilizan para ello nuevos mecanismos, embarrados de supuesta democracia como en Paraguay o apoyándose inicialmente en los militares como lo hicieron en Honduras.
Si bien el papel de los ejércitos está cambiando en la región, aún queda mucha maleza que cortar, y mucho trabajo para revertir el papel de las fuerzas armadas, para politizarlas favorablemente hacia el pueblo y la nación, aunque ahí aparecen las alimañas hablando de la apoliticidad de las fuerzas armadas, debemos recordar la historia y encontraremos que éstas nunca estuvieron al margen de la política, nunca fueron neutrales, pues están al servicio del Estado y el Estado al servicio de la clase dominante.
Siempre se nos dijo que las fuerzas armadas son obedientes y no beligerantes y así lo eran, beligerantes con el pueblo y sus dirigentes y obedientes con la embajada. Esta situación está dando un giro en toda la región y el ejemplo de Venezuela es decisivo, hemos podido ver una transformación en la policía y fuerzas armadas bolivarianas, al servicio de su pueblo y del proceso revolucionario que ese pueblo defiende, y sin lugar a dudas esto pone a la República Bolivariana, en la mira del imperio.
El Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca, TIAR, ha sido cuestionado, a partir del papel vergonzoso de los Estados Unidos con respecto a las Malvinas argentinas, la mal denominada Escuela de las Américas también ha sido cuestionada y se propone la Escuela Nuestra América, donde deben formarse las fuerzas armadas democráticas de Latinoamérica y el Caribe, al servicio del pueblo y la Patria, como está sucediendo en Caracas.
La revolución debe saber defenderse y para ello –aplaudimos a Venezuela- ya se está formado orgullosamente, el nuevo militar latinoamericano, reafirmaba el Semanario El Pueblo del Partido Comunista del Ecuador.
Arriba se decía que una de las fortalezas de Hugo Chávez Frías es la política social impulsada para atender las necesidades vitales de su pueblo. Su acción apunta ante todo a lo social (salud, alimentación, educación, vivienda), lo que más interesa a los venezolanos que han vivido en la humillación expoliadora del capitalismo (75% de la población).
La Revolución Bolivariana liderada por Hugo Chávez, consagra el 42,5% del presupuesto del Estado a las inversiones sociales y gracias a esa decisión se redujo a la mitad la tasa de mortalidad infantil. Con la colaboración de Cuba fue posible erradicar el analfabetismo a la vez que se multiplicó por cinco el número de maestros en las escuelas públicas. En la actualidad, Venezuela es el segundo país de la región con mayor número de estudiantes matriculados en educación superior lo que equivale al 83%. Así está detrás de Cuba pero delante de Argentina, Uruguay y Chile; y es el quinto a escala mundial superando a Estados Unidos, Japón, China, Reino Unido, Francia y España.
La obra de la Revolución Bolivariana ha sido decisiva en la aprobación del pueblo sobre la gestión del mandatario. En sólo 14 años de existencia (1998-2012) la influencia de Chávez se ha multiplicado en el ámbito regional y sigue en crecimiento con el ingreso de Venezuela en el Mercosur.
A nivel nacional, Venezuela ostenta el salario más alto de América Latina y sin equivocaciones se puede afirmar que la Revolución Bolivariana ha generalizado la sanidad y la educación gratuitas; multiplicó la construcción de viviendas; concede pensiones de jubilación a todos los trabajadores (incluso a los informales y a las amas de casa) y a todos los ancianos pobres.
Mejoró la infraestructura de los hospitales; ofrece a las familias modestas, alimentos mediante el sistema Mercal, con un 60% más baratos que en los supermercados privados y para elevar las condiciones de vida de los campesinos limitó el latifundio al tiempo que se preocupa para la formación técnica de millones de trabajadores.
Pero junto a la política social desarrollada, a las obras físicas para servir los intereses del pueblo, está la batalla de las ideas, Rashid Sherif, patriota tunecino e internacionalista sostiene: No ha sido ninguna casualidad el golpe de Estado constitucional contra el Presidente Lugo, después del golpe en Honduras y los intentos golpistas en Venezuela, Bolivia y Ecuador, países hoy en la primera trinchera de la lucha anti-imperialista. En particular, hablando de fuente de energía y de las rutas hacia las mismas, Venezuela está desde hace mucho tiempo en la mira del enemigo más despiadado de los pueblos del Sur: su cercanía a las costas del Texas con un bajo costo de trasporte marítimo, además del bajo costo por su compra que facilitaría un hipotético gobierno entreguista y vendepatria de la oposición al chavismo. Esta aventura del imperialismo yanqui por su peligro extremo junto con las aventuras actuales de tipo colonial en África del Norte y el Medio Oriente pondría, sin duda, a la humanidad al borde del colapso.
De allí la importancia capital del proceso electoral actual en Venezuela tanto para el pueblo venezolano como para toda la región sur de América y el resto del mundo Sur y Norte. Y Chávez acierta cuando dice que la pelea aquí es entre patriotas y vendepatria; es la pelea esencial y fundamental contra el imperialismo, para alcanzar la verdadera independencia y la soberanía: en esto coincidimos todos los pueblos del Sur, y por eso nuestro Norte es el Sur!
Recordemos que una vez le tocó al heroico pueblo cubano vivir horas vertiginosas con el riesgo de una conflagración nuclear mundial durante los días tan dramáticos de la Crisis de Octubre. Hoy, en condiciones distintas, le toca al pueblo de Venezuela mantener la misma firmeza y la misma determinación para defender sus recursos naturales, o sea su independencia y su soberanía. Por eso, la lucha del pueblo venezolano es hoy una lucha patriótica como seguidores de Bolívar, Zamora y el Heroico Guerrillero en las selvas de Bolivia. A la vez, esta lucha tiene una trascendencia planetaria como fue el caso de Cuba en la Crisis de Octubre. Se trata de la supervivencia de un pueblo íntimamente ligada a la supervivencia de los países del Sur (El ALBA, UNASUR, MERCOSUR y CELAC). No sería exagerar diciendo que la lucha anti-imperialista global es la propia lucha por la supervivencia de la Humanidad y hasta la Tierra Madre.
Por eso, los pueblos y sus gobiernos que defienden su legitima soberanía, pueblos del Sur, deben tener las armas suficientes y eficientes para defenderse de las intervenciones criminales de las fuerzas imperiales y no presentar un “blanco blando”, facilitándoles así la tarea de la destrucción de nuestras vidas.
Como bien sabemos, una vez el pueblo de Vietnam luchó por décadas casi solo, con el alto riesgo de volver a la edad de la piedra, como bien lo amenazaron sus enemigos, los que son nuestros enemigos. Entonces, hay que aclarar que Vietnam luchó por todos nosotros, y nos abrió el camino de las luchas independentistas en Asia y en África después de la Segunda Guerra Mundial. Y Vietnam nos orientó con la firme sabiduría del Tío Ho; y Cuba con su firmeza, como dijo Fidel años atrás, tal un peñón de granito contra el cual se han estrellado todas las conjuras imperiales y todas las mentiras, con su pueblo erguido también luchó y sigue luchando por nosotros, con su gran dignidad frente al bloqueo criminal por décadas. Amor con amor se paga, como dicen aquí: nada más natural hoy en día mostrar a plena luz, con los hechos una solidaridad activa con el pueblo venezolano que lucha por todos nosotros y que no está ni debe estar solo.
Hoy, repito, la pelea aquí es entre patriotas y vendepatria, exactamente como está pasando en mi tierra africana de Túnez: entre vendepatria islamistas y patriotas seguidores de nuestro Prócer de la Independencia, nuestro José Martí, el gran poeta Abul Kacem Echabbi. Estando en Caracas, estoy a la vez en Túnez. Nuestra lucha es común, sellada tanto por el enemigo común como por nuestros valores y aspiraciones a la independencia y la soberanía nacional.
Aquí, en esta grandiosa batalla electoral, también batalla de las ideas, puedo notar como testigo desde afuera y con la distancia a la vez con el apego a los mismos ideales, que ya existe como evidencia una legitimidad, llamémosla revolucionaria o del cambio. Esta legitimidad se refiere a la obra ya realizada y todavía en proceso por parte del Gobierno Bolivariano, la que a su vez está representada por el candidato del PSUV. Falta la legalidad de un nuevo mandato que solo el pueblo decide en las urnas y otorga como soberano. En todo caso, puedo afirmar a la luz de los hechos del cambio ya ocurrido en la última década, que incluso en el caso muy remoto e hipotético de que el candidato de la oposición gane la elecciones presidenciales, cual una victoria pírrica, solo ganaría la legalidad del mandato presidencial y jamás la legitimidad que se ha ganado ya el candidato Chávez.
Me gusta repetir lo que Chávez dijo: “Volverán Tin-tan y Rintintin, pero ellos nunca más volverán”. ¡Ojala sea así!...
En Venezuela también hay un pueblo erguido y determinado a luchar por la patria como el pueblo vietnamita y el cubano. Y lo mínimo que un ciudadano libre de otras tierras, como en mi caso de simple ciudadano africano despierto y alerta, puede hacer es precisamente tomar la iniciativa y afirmar aquí mismo en carne y hueso una genuina y humilde expresión de solidaridad, expresaba Sherif.
En todo el mundo se habla sobre las elecciones en Venezuela y esto no es un simple decir. Modaira Rubio, desde Berlín se refería a la campaña electoral en Venezuela en la que intervienen los dos candidatos más importantes, Hugo Chávez, líder de la Revolución Bolivariana, y Henrique Capriles Radonski, abanderado de la derecha y de la oligarquía, la misma que ha tenido un importante componente mediático.
Así lo señala el historiador y militante revolucionario Amílcar Figueroa, al hacer un balance de las debilidades y fortalezas de esta jornada trascendental para el proceso bolivariano. Desde su perspectiva, la magnitud de lo que está en juego hace que la campaña cuente “con más presencia mediática que movilización en las calles y esto es más notorio en la oposición”.
En el caso del presidente Chávez, su retorno al ruedo tras su enfermedad se ha caracterizado por un agitado tren de grandes concentraciones alrededor de toda la geografía nacional. Sus últimas convocatorias recuerdan al Chávez de 1998, que movilizaba a miles y miles de personas de manera espontánea.
Esto se ha producido incluso en estados como Zulia y Miranda, donde existen gobiernos locales de oposición. Mientras, Capriles opta por caminatas, contacto “casa por casa” y pequeñas concentraciones. Los grandes mítines no son su fuerte. Capriles no es un gran orador y su “maquinaria” no mueve masas, además existe una notoria fractura entre los factores que componen la denominada “Mesa de la Unidad Democrática” (MUD), que no hacen vida en el “Comando Venezuela”, integrado casi en su totalidad por el ultraderechista partido de Capriles, Primero Justicia (PJ) y la agrupación de su socio Leopóldo López, Voluntad Popular (VP), dejando por fuera a sus aliados de la socialdemocracia.
Figueroa reconoce que la oposición trata de sacar provecho “de algunos problemas como el de la inseguridad, que existe pero es magnificado y manipulado por los medios. No son comparables los niveles de violencia en la sociedad venezolana con los de ciudades como Chicago, Ciudad de México o el propio Río de Janeiro, pero a la luz de la gran prensa pareciera que aquí se encuentran los lugares más peligrosos del mundo”.
También, Figueroa sostiene que la derecha está desempolvando algunos reclamos laborales y apoyándose en gestiones regionales que han presentado fallas. “Hay una sólida percepción en cuanto a Chávez, su pensamiento humanista y su vocación de servir al pueblo, por eso no pueden atacarlo directamente en su gestión sino en los entes burocratizados donde hay problemas administrativos y en gobiernos locales no eficientes”, señaló el analista.
El poder mediático contra Chávez
La “guerra de encuestas” crece a medida que transcurre el tiempo. Se usa el poder que tiene sobre la gran prensa comercial la familia Capriles, dueña de un influyente circuito mediático en Venezuela, para llenar las portadas de los periódicos con el augurio de un “empate técnico” o el triunfo de la oposición.
Aparece el fantasma de “los indecisos” y los “descontentos” que pueden inclinar a última hora la balanza en una contienda que numéricamente, según sondeos serios y científicos, encabeza Chávez con un amplio margen de diferencia con respecto a Capriles, estimado en unos 20 puntos. Por ello, la insistencia del equipo de Capriles en desconocer al Consejo Nacional Electoral (CNE) e incluso irrespetarlo.
Al respecto, Figueroa comentó que “el presidente ganará el 7 de Octubre con una sólida mayoría. La oposición tiene un ataque constante contra el CNE para deslegitimarlo y piensa proclamarse ganadora el 7 de octubre y decir que hubo fraude para pedirle apoyo a sus aliados y jefes en el extranjero, pues quien en verdad dirige su política es el imperialismo”.
Para el analista político, la gran fortaleza de Chávez radica en el crecimiento de la conciencia política dentro de un gran sector de la población y en la gestión que ha favorecido a la mayoría al transferir buena parte de los ingresos petroleros al pago de la deuda social, garantizando la atención plena a la salud primaria, el derecho a la alimentación y ahora con mucho éxito el derecho a la vivienda.
“El Gobierno Bolivariano ha entregado más de 300 mil viviendas y está en marcha la construcción de miles. Estos hechos, junto con el acierto en la política deportiva por ejemplo, han frenado el crecimiento de la oposición dentro de la juventud, el movimiento de mujeres y en las mismas capas medias”, indicó Figueroa.
Hugo Chávez Frías será el triunfador absoluto en las elecciones del próximo 7 de octubre y son las mujeres venezolanas junto a los trabajadores y al pueblo en general, las que garantizarán la reelección, según afirmaba Celia Flores, diputada por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). “El triunfo del presidente Chávez lo garantizaremos las mujeres porque se lo debemos, él visibilizó a la mujer venezolana, él nos devolvió la alegría y el amor. Chávez es el presidente defensor de las mujeres”, expresó en la Casa Amarilla, sede de la Cancillería venezolana, donde un grupo de damas se concentró para abogar por la paz y por la no intervención de Estados Unidos en la injerencia en los asuntos internos de otros países. Sostuvo que la mujer es el corazón y la vanguardia de la Revolución Bolivariana que hoy celebra sus conquistas, su protagonismo en diversos espacios de la vida nacional.
El 7 de octubre próximo en Venezuela se cumplirá el sufragio número 14, contando desde diciembre de 1.998 cuando el comandante Hugo Chávez ganara por primera vez la elección presidencial. En este lapso histórico el pueblo venezolano ha favorecido en las urnas a la Revolución Bolivariana. Para la votación que se avecina, la reelección presidencial de Chávez se prevé con un margen cercano al 70 %. La idoneidad de los actos cívicos ha sido constatada por organismos internacionales como la ONU, Unión Europea, Centro Carter, etc.
La oposición, esta vez, presenta un frente unido en torno a la llamada Mesa de la Unidad Democrática -MUD- y su candidato es Enrique Capriles, de las familias más adineradas, miembro de Tradición, Familia y Propiedad; uno de los principales del golpe de Estado del 11 de abril de 2002 y dirigente del asalto a la embajada de Cuba en Caracas. Este candidato de la oposición, Henrique Capriles, parece seguir bajando los escalones en las encuestas, que mayoritariamente le vuelven a dar malas noticias ubicándole muy por detrás de su rival, el mandatario, Hugo Chávez.
El pueblo venezolano en estos días es la conciencia de América Latina y el Caribe. Es el portaestandarte de todos los pueblos de nuestra Patria Grande que bien podría cantar junto a Alí Primera, los
"Zapatos de mi conciencia"
¡Claro que no!
Yo no votaré por Chávez
¡¡Claro que no votaré por Chávez!!
Yo solo votaré por los 60 millones de enfermos que pudieron acudir a Barrio Adentro…
Por las 256 millones de consultas que dieron nuestros médicos de medicina integral…
¡Yo no votaré por Chávez!
Votaré por todos mis compañeros que millones de veces se montan en el tren del Tuy, que les hace la vida más llevadera a ese puñado de obreros…
Votaré por la justicia social de millones de ancianos con sus merecidas pensiones y jubilaciones incompletas, que gracias a un soldado que lucha día a día, para que su patria no se vea al revés como nos dice Galeano, de todo el mundo…
Votaré por el poema más hermoso que mis ojos han visto jamás: Como las cientos de edificaciones en construcción para los pata en el suelo, el Metro Cable de San Agustín y el de Mariches, el Cable Tren de Petare, por los cientos de obreros trabajando de manera redoblada en el Metro de Guarenas-Guatire a Caracas.
Votaré por esa señora que le dijo a mi comandante: “Que ella solo quería un abrazo”…
Le daré mi voto a la abuelita del 23 de Enero, que años atrás daba golpes en el piso, cuando casi llorando nos decía, que Chávez se quedaba…
Votaré por los viejitos de Hornos de Cal de San Agustín, que ya no zapatean los cerros gracias al Metro Cable…
Votaré por esas miles de familias que se moretearon todos sus brazos, para convencerse que no era un sueño, cuando les entregan las nuevas viviendas totalmente equipadas…
Le daré mi voto a Mercal, que alimenta día a día a toda Venezuela y freno para siempre las desestabilizaciones de Fedecamaras… ¡Claro que no votaré por Chávez!…
Votaré por mi bandera de 8 estrellas…
Por el niño aquel que personificando a Bolívar, lloraba de la emoción frente a la presencia de su presidente y jamás perdió la compostura, terminando su obra a pesar de las lágrimas…
Le daré mi simple voto, al soldado que sacó la carta de las rejas de La Horchila con aquello de:
“No he renunciado”
Yo solo votaré por todos aquellos que hoy se pueden llevar una comida caliente a su boca, por el milagro con aroma a sacrificio de un soldado, por los comedores populares…
Votaré por los miles de niños que ya no se nos mueren, por obra y gracias de nuestro Cardiólogo Infantil…
Votaré por los precios solidarios de nuestra Cantv, de Corpoelec, de nuestra gasolina, de nuestro gas y porque más nunca serán privatizados…
Votaré por los miles de tractores que labran nuestros campos y no aran en el mar…
Les daré mi voto a nuestros atletas de oro…
A la majestuosidad de los nuevos estadios gracias a la Copa América realizada en Venezuela por pedido de nuestro presidente…
Votaré por los miles y miles de niños que recibieron su Canaimitas, para ser mejores venezolanos…
Votaré por las ferias escolares, por las ferias de diciembre, por las ferias del pescado, por el cochino de Navidad para mi gente, todo lo que acaricia a mi pueblo y ahuyentan pesares…
Mi voto será para los CDI, que logran espantar tristezas… Le daré mi voto para todo mi pueblo, que hoy tiene las tres papas diarias…
Votaré por los Simoncitos, por las madres de los barrios, por el satélite Simón Bolívar, y el de Miranda que llegará pronto…
Mi simple voto por los 3 meses de aguinaldo, sin distinción de oficio ni profesión, por el regreso de las prestaciones, lo que nos robo Teodoro… Votaré por el milagro de un SAIME dignificado, por un tránsito terrestre que también cogerá camino…
Daré mi voto al Centro de Arte La Estancia, monumento a la eficiencia… Porque como ya les dije…
¿Yo?...Yo no votaré por Chávez…
Se podría agregar que el pueblo venezolano votará por Chávez que está en las calles y se olvidará del tal Capriles que está en los medios, sin pueblo, pero con el imperio y las oligarquías nacionales.
Correo electrónico: tribunalpazecuador@yahoo.com
CEPRID
Artículos de esta autora o autor
es Territorios Latinoamérica ?