Reseñas del número 46

La vida de Murray Bookchin

Janet Biehl, Ecología o catástrofe. La vida de Murray Bookchin, Virus Editorial, Barcelona, 2017.

La primera noticia sobre Bookchin fue su conjunto de ensayos, publicados por la contracultural editorial Kairós bajo el titulo El anarquismo en la sociedad de consumo (1974), prologado por Salvador Paniker.

A pesar de ello, tuvimos que esperar a los noventa para Ecología libertaria (1991) e Historia, Civilización y Progreso (1997) o su obra magna La ecología de la libertad (1999). No es casual, después de que la Cumbre de Río en 1992 acordara lo del desarrollo sostenible, que el pensamiento de Bookchin se enfrente a la banalización del nuevo ecologismo institucional desde la ecología social. Una ecología social que tendrá poco en común con la promocionada entre nosotros, unos años después, por Ecologistas en Acción. Más allá de esto, poco se sabía del autor, excepto su calidad de cofundador del Instituto de Ecología Social de Vermont (EEUU).

Por esta razón ya debe ser bienvenida la obra de Biehl, especialmente después de la polémica originada en tierras ibéricas a propósito de su propuesta sobre el municipalismo libertario, causante de un choque cultural que nadie intuyó ni atinó a solventar. Una propuesta que ya puede parecernos lejana en el tiempo, aunque fue suficiente, en mi opinión, para enturbiar el interés hacia su obra.

Sin embargo, el valor de la biografía no acaba aquí. Pronto se da cuenta uno de que el recorrido vital de Murray Bookchin (1921-2006), representa una visión de primera mano del movimiento comunista de principios de los años treinta en el Bronx neoyorquino, del trotskismo con su líder establecido en Yucatán (Méjico), como de la contracultura o la Nueva Izquierda y, finalmente, de la ecología social. Un útil recorrido por todos los debates y actividades de la izquierda revolucionaria y radical del siglo XX en EEUU. Lo cual sorprende y apasiona por el desconocimiento sobre lo que va mostrándose desde el Joven Pionero bolchevique, curtido en la lucha contra los desahucios, hasta la más cercana ecología de la libertad. Un recorrido mediante el cual, Biehl va desgranando la formación del carácter de Bookchin y de su pensamiento antiautoritario y descentralizador del que la ecología constituirá finalmente su eje principal.

No nos encontramos ante una apología, pues como bien señala la propia autora, las múltiples notas a pie de página documentan todo lo expuesto. Tampoco cierra la biografía al recordarnos que quizás la mujer y los hijos de Bookchin quieran ejercer su derecho a la palabra.

Para acabar cabe añadir que Bookchin también pasó temporadas en Europa, por ejemplo, participando activamente en Los Verdes alemanes al lado de Jutta Ditfurth o con los ecologistas franceses. Sin olvidar su gran fascinación por el anarquismo ibérico de la época de las colectivizaciones del que fue contemporáneo y le llevó a viajar, en los setenta, por Andalucía hasta que la Guardia Civil lo dejó en la frontera por preguntón indiscreto. Fruto de esta estancia truncada es su obra Los anarquistas españoles (1980, 2000).

JMR


La máquina es tu amo y señor

La máquina es tu amo y señor. Yang, Jenny Chan, Xu Lizhi, Li Fei y Zhang Xiaoqio. Editorial Virus, 2019.

Este texto conciso y punzante pone el foco de atención en la ola de suicidios ocurridos durante el 2010 en la megafábrica de Foxconn en Shenzhen (China) para denunciar el sueño digital en que nos tiene inmersos Silicon Valley. La vía directa con que lxs autorxs transmiten la terrible realidad que se esconde entre las paredes de una de las mayores fábricas de piezas para dispositivos electrónicos del mundo consigue mostrar la otra cara de la cuarta revolución industrial, la robolución, denunciando la hipocresía del mundo feliz que la tecnología promete. Además, el libro cuenta con decenas de referencias a artículos, estudios e informes que abren el oscuro mundo que hay detrás de las pantallas también en su fase de producción, allá en la lejana China.

El relato en primera persona de Yang como trabajador de Foxconn, la historia de Tian Yu explicada por Jenny Chan y la de Xu Lizhi contada por Li Fei y Zhang Xiaoqio, los poemas de Xu Lizhi y el sugerente posfacio de Célia Izoard componen una obra que revela las condiciones de esclavitud en que miles de trabajadorxs sobreviven, si pueden, en Shenzhen. Gracias a la lucha por escuchar a los sin voz, a los nadie, en este libro se consiguen recopilar testimonios directos que dan a conocer los detalles de como se generan los beneficios en Foxconn y que precio tienen: “Cogía una placa base de la cinta transportadora, escaneaba el logo, la colocaba en una bolsa antiestática, le pegaba una etiqueta y la colocaba en una cinta. Realizaba cada una de estas tareas en dos segundos. Cada diez segundos llevaba a cabo cinco tareas” (palabras de Tian Yu, p. 37). Se trata de la aplicación del modelo de producción just-in-time basado en principios tan inspiradores como «Logra los objetivos o el sol dejará de salir» que son inculcados a sangre y repetidos hasta la náusea en las paredes de toda la fábrica.

Se podría decir que el clásico de Chaplin «Tiempos modernos» acompañaría bien -y no parecería de otro tiempo- la lectura de este libro, eso sí, con un estilo completamente opuesto a la dureza y el desgarro que atraviesa el relato de sus protagonistas. Y es que la política de las 8s (clasificación, orden, limpieza, estandarización de los primeros procedimientos, disciplina, prevención, ahorro y seguridad; por sus siglas en chino) que impera en Foxconn es una autentica política de alienación: «Debía sentarme de una manera determinada y homogénea. Las banquetas deben estar en orden y no pueden moverse más allá de la raya de cebra amarilla y negra marcada en el suelo» (palabras de Tian Yu, p. 38). Es así como se consigue que lxs trabajadorxs dejen de ser sujetos para meramente estar sujetos a un orden y a una lógica hecha para acelerar la producción, perfeccionar el rendimiento y aumentar el beneficio sin importar nada más, sin que importe su vida. «Una vez has entrado en el taller la única elección es la sumisión» (Xu Lizhi, p. 75) y, en consecuencia, el suicidio se convierte en la única forma de lucha que tienen lxs trabajadorxs, la única decisión que pueden tomar. Por eso en mayo de 2010 la empresa decidió hacer firmar a lxs trabajadorxs un pliego antisuicidio en el que se eximía a la compañía de su responsabilidad para evitar arruinar su reputación y permitir su funcionamiento estable. Las críticas que recibió Foxconn le obligaron a retirar este requisito administrativo. Su solución fue poner redes alrededor de los tejados y por todas las instalaciones, así como cerrar y cubrir con alambre todas las ventanas. Y mientras tanto en Silicon Valley juegan al ping-pong…

Invitamos, pues, a la lectura áspera de este escalofriante relato desde dentro de la bestia, hecho a varias manos, crudo, personal y necesario que nos recuerda una vez más y de forma literal que el capitalismo mata, también estando vivos: «Aquí clavado junto a la línea de montaje, así tal cual, de pie me duermo» (Xu Lizhi).

https://www.txalaparta.eus/es/libros/la-maquina-es-tu-amo-y-tu-senor


Zure sare sozialak berehala ezabatzeko 10 arrazoi

10 arrazoirengatik uste du erreseina honen izenburu bera duen liburuaren autoreak, Jaron Lanierrek, gizarte-sare digitaletan ditugun profilak ezabatu beharko genituzkeela. Ez dut autorearen bizitza ezagutu nahi izan, liburuaren orrialdeetan kontatu didanaz haratago. Eta nahita egin dut. Ustez, kasurik onenean, Silicon Valley-ko anarko-kapitalista batekin aurkituko nintzela eta txarrenean Yuppie batekin. Aurreiritziak akaso. Hala ere, gai hau jorratzen duen edozein testuri buruzko eztabaida interesatzen zait. Are gehiago, liburuak gizarte-sare digitalek −eta pribatiboei mugatuko nintzateke momentuz, bai gure burmuinean, bai gure gizarte-harremanetan duten eragina aztertzeko intentsioa badu. Hortaz, idazlearen Wikipedia artikulua irakurri orduko, liburuari ekin nion.

Onerako harritu ninduen. Kasurik gehienetan.

Izan ere, liburua ireki eta garia lastotik aldentzeko gai den edonork, bere orrietan, erreskatatu nahi ditudan arrazoibide interesgarriak aurkituko ditu: argumentuei ekiteko, gizarte-sareek hautabide librea lapurtzen digutela arrazoitzen digu. Besteak beste, sare digital horietako idiotek gure arreta bereganatu dutelako. Azpimarratzekoa da mundu guztiaren bizitza buitreatuz -eduki hutsalez betez- eta gure bizitzak faltsutuz, gizarte-sare digitalek portaera gogaikarriak sorrarazi dizkigutela. Jada barneratuta genituenak aparte. Besteak beste, enpatizatzeko dugun gaitasuna suntsitzen ari dira. Autorearen arabera, horiek guztiak saihestu beharko genituzke. Eta irakurle honek bat egiten du arrazoitzearekin. Maila orokorrean bai, behintzat. Ez dute arreta gutxiago merezi gizarte-sare digitalek, post-egiaren mesedetan, egia zapuzten ari direla arrazoitzen duten argudioek, hainbatik hainbatean, esandako oro edukiz husten dutelako.

Zazpigarren kapitulura iristean, liburua irakurtzeari utzi beharko genioke. Hausnartu, eta berriz ekiteko. Eta norberaren buruari galdetu gizarte-sare digitalek zoriontsu egiten ote gaituzten. Termino soil horrek -zoriontasuna-, balorazio kolektibo-politikoetan sartu gabe, merezi du gure kezken inguruko hausnarketa pertsonala. Barnekoa. Aktibistok gizarte-sare digitalak zuritzeari uzteko gai garen neurrian behintzat.

Ez nuke erreseina hau amaitu nahi autoreak, gizarte-sare digital libreak -Fedibertso deitu dugun zera hori- aztertu ez dituela aipatu gabe. (Agian ezagutzen ez gaituelako?). Azken hauek gure aldetik begirune berezia merezi dutela uste dut, areago, federazioan, elkar-laguntza sareetan, autogestioan eta botere egitura horizontaletan oinarritzen direla esaten badizuet. Eta gehienetan −ez beti, hala da. Zuk ere probatu beharko zenituzke: https://fediverse.party/

200 orrialde ditu liburuak, irakurtzeko atsegina den estiloan idatziak. Nire ustez gomendagarria da, baina argi utzi nahi dut hausnarketa batzuen falta sumatu diodala, hala-nola ikuspuntu antikapitalista. Hala ere, liburu hau irakurtzea merezi duela uste dut.

Dabid Martinez


El enemigo conoce el sistema

El enemigo conoce el sistema. Manipulación de ideas, personas e influencias después de la economía de la atención. Marta Peirano, Penguin Random House Grupo Editorial (2019), 301 páginas.

Marta Peirano, periodista especializada en Internet y miembro de varios grupos hacker en Alemania, es autora de El pequeño libro rojo del activista en la red que explica la importancia de cifrar la información que intercambiamos en la red y la conveniencia de usar la red TOR para navegar de forma segura por Internet.

En su nuevo libro El enemigo conoce el sistema, Peirano explica los procesos históricos que han hecho evolucionar la red de redes y los mecanismos psicológicos que los gigantes tecnológicos utilizan para mantenernos enganchados a sus productos y lograr así manipular ideas, personas e influencias en esta nueva fase aun más siniestra que la denominada economía de la atención. Con su facilidad para diseccionar procesos complejos y contarlos de forma amena, Peirano nos ayuda a conocer y a comprender por qué la herramienta potencialmente más democratizadora de la historia se ha convertido en una máquina de vigilancia y manipulación de masas. Y es que la red no es libre, ni abierta, ni democrática. Es un conjunto de servidores, satélites, antenas, routers y cables de fibra óptica controlados por un número cada vez más pequeño de empresas. Su tecnología está oculta, enterrada, sumergida o camuflada; sus algoritmos son opacos; sus microdecisiones son irrastreables. Los centros de datos que almacenan y procesan la información están ocultos y protegidos por criptografía, propiedad intelectual y alambre de espino. La infraestructura crítica de nuestro tiempo está fuera de nuestra vista. No podemos comprender la lógica, la intención y el objetivo de lo que no vemos. El enemigo conoce el sistema, pero nosotros no.


El ladrillo de cristal

El ladrillo de cristal. Estudio crítico de la sociedad occidental y de los esfuerzos para transformarla. Pablo San José Alonso. Ediciones Revolussia (2019).

Ambicioso ensayo que realiza un recorrido histórico -partiendo del momento de ruptura que supuso la ilustración, la revolución francesa y la revolución industrial- a través del cual trata de abarcar los aspectos más relevantes de como se ha ido conformando la sociedad occidental y reflexionar sobre los pilares fundamentales de la misma y su modelo de capitalismo exportado a todo el planeta, así como sobre la trayectoria y fracaso de los principales proyectos políticos y movimientos sociales que buscaban su transformación. Recorrido y reflexiones que ponen de manifiesto el momento histórico actual de dominación capitalista en todas las esferas y sus limitadas posibilidades de transformación radical, además de la mediocridad social existente.

Y para tal menester se hace necesario una profunda y desgarrada crítica que, si bien alguna con más acierto que otras, nos sitúan en el plano de muchos de los problemas de los movimientos políticos y sociales alternativos de la última época, así como de los individuos que los conforman (o no). Reflexiones y críticas que ayudan «a mirar el mundo con otros ojos y reconocer nuestro papel en él, que no es poco».

Tampoco se deja llevar el autor por especulaciones sobre posibles alternativas como el posible colapso del capitalismo o teorías conspirativas, más bien trata de plantear con realismo posibles caminos de resistencia y reagrupación, cuyo primer paso sería el del rearme personal para avanzar colectivamente en la creación de espacios de política horizontal, autogestionados y soberanos económicamente, pero poniendo sobre la mesa que «todo esfuerzo político ejercido al margen de un proyecto revolucionario, más allá de los resultados concretos que pueda producir, no deja de remar en favor de la perpetuidad de lo existente». En este sentido, se puede echar en falta abordar el tema de los métodos de acción revolucionarios para crear y defender estos espacios.

Para algunos, El ladrillo de cristal pudiera parecer una obra con una visión pesimista y crítica en exceso (o influenciada por el cristianismo de base, lo cual el propio el autor no deja de reconocer), pero mas bien se trata de una obra con análisis muy realistas y necesarios, que cobran más realismo si cabe en el contexto actual de crisis post-coronavirus.

«Es imperativo hacer frente a esta lectura atroz de la realidad y no rehuirla -o edulcorarla- escondiendo la cabeza bajo tierra, como el avestruz. La situación exige valentía para saber permanecer en ella sin perder la actitud y el deseo revolucionario. Asumir que se forma parte de una pequeña minoría y aprender, si es necesario, incluso, a estar en soledad; no dejarse arrastrar -por muy mayoritaria que llegue a ser- por la actitud acomodaticia, ni tampoco por el derrotismo»


Anarquismo ibérico

Enciclopedia del Anarquismo Ibérico. Miguel Íñiguez (2018) – 4 tomos (con bastidor) + CD Rom / 3.424 páginas / 30 x 21 cm. – Ed.: Asociación Isaac Puente

Ni que decir tiene que elaborar una obra como la Enciclopedia del Anarquismo Ibérico. que pretende abarcar un tema tan vasto, debe ser muy difícil y fruto de una ardua tarea de recopilación de información que, por otro lado, siempre está en constante actualización.

Esta enciclopedia se trata del fruto de un proyecto iniciado en los años setenta y que encontró su primera plasmación en unos cuadernillos artesanales publicados a principios de los ochenta. Su segunda etapa, ya en forma de libro en torno a 700 páginas, llevó el título de Esbozo para una enciclopedia histórica del anarquismo español, publicado por la Fundación Anselmo Lorenzo en el 2001. En 2008, se reeditó como Enciclopedia histórica del anarquismo español, con más de 2.000 páginas, divididas en tres tomos que por vez primera incluía bibliografía e ilustraciones. La actual edición, en cuatro tomos, consta de unas 3.500 páginas, alrededor de 100.000 entradas y cerca de 6.000 ilustraciones, completada con un CD en el que se inserta la bibliografía.

Las principales novedades que presenta esta Enciclopedia, son miles de entradas corregidas y completadas, así como decenas de miles las entradas nuevas con una notable presencia de militantes actuales (con trayectoria relevante), la inclusión de más de diez mil asesinados por la represión franquista y como aspecto seguramente más novedoso, la incorporación del anarquismo portugués (de ahí el cambio de título del libro) con sus organizaciones, militantes, periódicos y eventos.


Contra el tiempo y el poder

Agustín García Calvo (1926-2012) es sin duda alguien inclasificable dentro del mundo político y cultural del siglo XX. Poeta, dramaturgo, filólogo, ensayista, traductor, pensador, agitador político… son algunas de sus múltiples facetas a las que nos podemos acercar. Su pensamiento ha tenido diversos grados de resonancia pública desde que se hiciera famoso en 1965 tras la expulsión de su cátedra franquista por prestar su apoyo a las protestas estudiantiles antifranquistas. Tras su exilio francés, su actividad fue considerable, no solo en cuanto a producción editorial, sino también periodística, radiofónica o a través de sus intervenciones públicas en diversos ámbitos.

Tras su muerte, quizás su figura haya quedado algo opacada en los últimos tiempos, por lo que es muy de agradecer la edición de Contra el tiempo y el poder y otras intervenciones políticas, (Editorial Pepitas de Calabaza, 2020, 151 pág.) una selección de textos que nos acercan a la obra de García Calvo, que ha servido de guía intelectual y vital para muchas personas. En esta compilación nos encontramos con su particular (y no siempre de sencilla comprensión) repaso al marxismo y al anarquismo, así como apuntes críticos en terrenos como la lucha ecologista, el arte, la cultura, así como el ataque a las formas más esenciales que adopta la actual dominación democrática.

«La realidad no consiste en otra cosa que en esa guerra y componenda, nunca conclusa, entre las ideas impuestas desde arriba (desde la instancias superiores de la sociedad y de la persona), y lo otro, lo que no se sabe, y que acaso sea el verdadero agente de la liberación» nos dice Luis Andrés Bredlow en la introducción del libro, y con ello parece que estuviésemos escuchando de nuevo al viejo maestro, al que merece la pena retornar en busca de inspiración en esta época tan convulsa.


Polémica feminista

El género y los sexos. Repensar la lucha feminista. Lucía González-Mendiondo. Ediciones El Salmón (2019), 192 p.

El movimiento político y social que más ha conseguido extenderse cuantitativa y cualitativamente en los últimos años ha sido, tanto en Euskal Herria como en el Estado Español, sin duda, el feminismo. Este vendaval ha sido muy saludable para desafiar numerosos esquemas en lo que a los discursos y formas de militancia se refiere. Aun así, su éxito no es óbice para que se vea lastrado por contradicciones que Lucía Mendiondo aborda en este libro que dirige sus dardos, principalmente, en dos direcciones.

Si bien ambas son polémicas, una lo es más que la otra. Psicóloga y sexóloga, además de antigua integrante de la iniciativa Uníos Hermanxs Psiquiatrizadxs, la autora se lanza al barro del debate sin miramientos y en la primera parte del escrito, más académica, se dedica a meter el dedo en la llaga de las debilidades y contradicciones de la teoría de género.

En esta parte las estocadas, con cierto poso académico dada la profundidad de las aguas en que se sumerge, aciertan al hacer aflorar los aspectos más endebles de una teoría que ha sido aceptada acríticamente como piedra filosofal para cualquier análisis, aún cuando posea evidentes inconsistencias.

La segunda dirección en la que apunta Mendiondo desciende del plano de la teoría a la propia práctica cotidiana y en este punto el texto deja de ser un combate de esgrima para convertirse en una pelea a cuchillo en la que la autora pone en tela de juicio muchas de las prácticas ya naturalizadas en numerosos ámbitos políticos. Con un estilo abiertamente provocador, el libro no se ahorra afirmaciones que pueden levantar ampollas y que, esté el lector o la lectora de acuerdo o no, no le condenarán a la indiferencia. Más bien le interpelarán en busca de un posicionamiento.


Un destello de libertad

Si hay un libro que pueda resultar útil para adentrarse en los procelosos derroteros de la cuestión racial en Estados Unidos para arrojar luz sobre los acontecimientos de los últimos años, ese es sin duda, Un destello de libertad. La autora, Keeanga-Yamahtta Taylor, profesora de Princeton, muestra no solo un proverbial conocimiento en torno a los distintos movimientos que en el siglo XX fueron dando forma a las luchas por los derechos civiles o el nacionalismo, sino que también bucea perfectamente en la resaca que estos dejaron. Así, tras abordar la trayectoria de organizaciones como el Partido de las Panteras Negras, dirige al lector a los años posteriores al esplendor del Black Power, a sus límites e insuficiencias. Una época de cooptación e inserción en el sistema democrático estadounidense que acabó derivando en un giro conservador y fratricida hacia el interior de las propias comunidades negras.

Estos antecedentes históricos acaban por desembocar en las recientes revueltas, que en la segunda década del siglo XXI han llevado a la agenda política una tragedia recurrente; el asesinato de personas negras por la policía estadounidense. Tras esta opresión extrema, sin embargo, la autora destapa estadísticamente los otros rostros de la discriminación en la tierra de las oportunidades: desde la población carcelaria, a las multas que esquilman a los barrios negros para pagar las deudas públicas, pasando por las dispares posibilidades de éxito que tienen quienes consiguen un título universitario para acceder a un trabajo cualificado simplemente dependiendo del color de su piel.

Un valor añadido de libro es que el análisis no se detiene en aspectos meramente estructurales, brillantemente expuestos, también se adentra en las nuevas formas de activismo, en el protagonismo de las mujeres en estas revueltas -que no pocas veces se han visto obligadas a adquirir- y en la decepcionante respuesta que Barack Obama ofreció a la cuestión racial mientras gobernaba.

De hecho, uno de los mayores aciertos de este texto es que, pese a que la lucha de la comunidad negra es la gran protagonista, el foco se desplaza convenientemente también a la situación general de Estados Unidos, con una pobreza en plena expansión que castiga a cada vez más personas blancas. En definitiva, un grandísimo acierto de Traficantes de Sueños que sirve para contextualizar y complejizar el racismo en el corazón del capitalismo. Edita: Traficantes de Sueños (2017)


La dinámica de la revuelta

Como su propio título evoca, La dinámica de la revuelta, de Eric Hazan es una obra con la que acercarse al entramado primogénito de revueltas que han sido consideradas cruciales en la historia. La experiencia de la revolución francesa, soviética o española son ejemplos de luchas del pasado que de ningún modo, considera el autor, tienen que ser entendidas como algo ajeno a la actualidad o desconectado de las luchas más contemporáneas. Al contrario, deberían dejar de ser tratadas como elementos propios de una época y un lugar y ser concebidos como secuencias insurreccionales que están vigentes y que son comparables con la actualidad.

Para Hazan hay varios tópicos con los cuales reflexionar: el del supuesto vínculo entre politización (si la entendemos como un acto intelectual y de difusión de ideas) y revuelta sería uno. En Francia quien se arma y toma la Bastilla será gente de suburbios, obreros y campesinos empujados a luchar «bajo el empuje de la cólera, el miedo y el hambre» mientras que en la Rusia del 17 obreras textiles, estudiantes y trabajadores son los protagonistas de la insurección armada. Si bien es cierto que en otras, como la Comuna de París o la Revolución española, hay una atmosfera de agitación política donde manifestaciones, huelgas, ocupaciones de tierras serán la llama que provoca la gran insurrección posterior.

Hazan quiere hacernos reflexionar sobre una segunda tesis, y es aquella que apunta que no siempre la ebullición política y la insurrección van de la mano. No sería acertado afirmar que las revoluciones pasadas fueron impulsadas y dirigidas por partidos unidos y homogéneos ni, tan siquiera, por vanguardias. Una vez el colapso y el enfrentamiento se han materializado, los movimientos en lucha han mostrado, según el autor, una necesidad de recurrir al establishment de la democracia: el líder elegido, las instuciones formales, la fundación de nuevas bases. Quizás por eso, Hazán llama a detenernos en una cuestión irrefutable: el que una revolución popular engendra, en muchos casos, un gobierno burgués. En ello el parlamentarismo ha funcionado «como sepulturero de los movimientos populares» así como también la creencia, en tiempos más actuales, de una democracia directa que supuestamente sería la garante de nuestras proclamas.

Revueltas, luchas, enfrentamientos que parecen no cuajar debido a «un respeto instintivo al formalismo democrático» y que debe recordarnos que lo más lejos a lo que se puede llegar es vislumbrar que el poder no tiene forma concreta sino que es algo difuminado: «El deber de los revolucionarios es mantener la diseminación de ese momento insurreccional inicial y luchar contra toda forma de hegemonía que pudiera insinuarse en las filas vencedoras».


Capitalismo español

A dónde va el capitalismo español. Pedro Ramiro y Erika González. Traficantes de sueños (2019)

Escrito con ánimo militante, este estudio de las multinacionales españolas forma parte de una corriente de pensamiento crítico dentro de la cual destaca especialmente la figura de Emmanuel Rodríguez, quien ha publicado varios interesantes ensayos en la misma editorial (La política en el ocaso de la clase media y La política contra el estado, entre otros).

Los autores dividen su análisis en tres capítulos: el primero es un estudio histórico de las multinacionales en general, el segundo analiza las multinacionales españolas, y el tercero aborda el periodo posterior a la última crisis generalizada, aún no superada. Desde el punto de vista económico, la crítica al capitalismo es bastante contundente y sólida, y su diagnóstico de la situación presente («inestabilidad permanente», «fractura de las clases medias», «imposibilidad del capitalismo español para dar inicio a una nueva onda larga de crecimiento y acumulación»…) ofrece en principio una buena base para el despliegue de una política anticapitalista. Esta política, según los autores, se articula ya a través de «multitud de luchas y resistencias» autoorganizadas y conocedoras de las posibilidades y los límites que ofrece la regulación del capitalismo mediante la vía institucional. A este respecto, un epígrafe del epílogo está dedicado precisamente a Los límites del «asalto institucional».

Los límites o debilidades de este ensayo aparecen al definir el agente de esa política anticapitalista, es decir, el famoso sujeto político. Por un lado, los autores son conscientes de que la última crisis ha sacudido a la clase media española, que se encuentra en continuo proceso de proletarización. La sociedad se está polarizando en dos clases antagónicas, y esto da pie a la posible formulación de una política de clase, o de parte, como la llama E. Rodríguez en uno de sus trabajos. Sin embargo, según los autores, como «hoy se ha hecho patente que la contradicción capital-trabajo se enmarca dentro de un conflicto más amplio entre el capital y la vida», ya no es la vieja clase trabajadora la protagonista de la lucha contra el capitalismo. Ahora son los «usuarios, consumidoras, feministas, campesinos, ecologistas, indígenas, migrantes, precarias, vecinas, activistas sociales, etc.», es decir, el llamado «pueblo» o, como gusta más en la alta política, «la gente».

Por un lado, pues, el análisis económico constata la reemergencia de una clase, de un moderno proletariado, y la necesidad de que esta clase desarrolle su propia política de parte contra el estado. Pero a la hora de abordar políticamente la situación actual, la clase queda diluida dentro de una resistencia más amplia, obligatoriamente interclasista y manifiestamente incapaz de articular una política de clase, ni mucho menos contra el Estado.

El problema no es ya considerar que la contradicción capital-trabajo se enmarca dentro de un conflicto más amplio entre el capital y la vida, afirmación más literaria que científica y que, se podría argumentar, no tiene nada de nuevo. El problema consiste, más bien, en relegar el trabajo y la clase trabajadora a un segundo plano a la hora de plantear la superación del capitalismo, que sigue siendo esencialmente un modo de producción, es decir, una forma histórica determinada de trabajo, de organización y división social del trabajo y de remuneración del trabajo.


Retratos de la violencia

Retratos de la violencia. Varies autores. Editorial Akal.

En nuestro civilizado mundo, la violencia, aunque muchas veces oculta bajo sutiles disfraces, lejos de haber desaparecido, sigue desempeñando un papel fundamental a la hora de conformar las relaciones de poder y opresión. Por eso ha sido y es uno de los temas sobre los que ha pivotado buena parte de la filosofía política de las últimas décadas. Así se presenta este cómic que es en realidad un primer acercamiento, al pensamiento de diferentes intelectuales que han marcado buena parte del siglo XX y XXI; Arendt, Agamben, Said, Chomsky, Fanon, Foucault, Sontag y Butler. Quizá la academia nos pille un poco lejos, al igual que algunas de las reflexiones de les protagonistes de este cómic, pero entendemos que vivimos tiempos posmodernos y debemos resituar algunos de estos discursos que, evidentemente, nos aportan cosas y sin los cuales no se podrían haber construido vanguardias ideológicas posteriores. Bienvenidos sean estos esfuerzos por darnos una amena aproximación, desde diferentes voces estimulantes, a un tema que es parte central de nuestras vidas


Gráfica «A»

Gràfica anarquista. Fotografia i revolució social 1936-1939 es el libro de unas fotografías guardadas en cajas de madera y prácticamente nunca abiertas desde que se habían revelado. En su mayoría almacenadas en los depósitos del Instituto de Historia Social de Amsterdam.

El Observatori de la Vida Quotidiana, dentro de su proyecto Gráfica Obrera y Anarquista, además de seleccionar y documentar cada una de las fotografías, realizó los trámites para dar a conocer este legado gráfico, en el que destacan los fotomontajes. Realizó una exposición en Barcelona en la que también se rescataron numerosas ilustraciones de dibujantes libertarios, que se recogerán en un próximo tomo que también editará el Ayuntamiento de Barcelona.

La importancia de este libro es que muestra un material bastante inédito de la denominada Guerra Civil Española; concretamente lo que la Oficina de Información y Propaganda de la CNT quería mostrar: la bravura y la satisfacción de los milicianos y la productividad y limpieza de las industrias estatalizadas (aunque se llamaran «colectivizadas»). Al ser fotos destinadas a la propaganda cenetista, la mayoría de las imágenes nos recuerdan a la de los países del Este durante la Guerra Fría: estudiantes aplicados, obreros trabajando y soldados obedeciendo. Si algo tuvo de Revolución Social ese período en España no fue todo eso, sino otros aspectos emancipadores que también aparecen en esta obra en forma de imagen. Fotografías de niños pobres bañándose en una piscina de un palacete de Pedralbes, de rostros curtidos de labriegos ocupando los escritorios de los patrones y de proletarios armados. Ausentes por el momento siguen las imágenes sobre la violencia revolucionaria, las emociones de rabia ante el avance de la contrarrevolución y las concesiones de la propia CNT y otros muchos aspectos de ese periodo, ninguneados tanto en imágenes como en escritos.

En el libro también aparece la polémica suscitada a raíz del uso de las fotografías, citando un artículo publicado en Ruta, el órgano de las Juventudes Libertarias de Cataluña: «Cuando la Revolución está en peligro no hay que pensar en fotografiarse para las revistas y sí, pensar en la forma de vencer a los enemigos de la misma».

En palabras de uno de sus autores, Andrés Antebi (los otros son Pablo González, Teresa Ferré y Roger Adam): «uno de los aspectos fundamentales de este trabajo es la presencia constante de las mujeres, tanto en la acción en la calle durante el proceso revolucionario, como en la retaguardia o en torno a la agrupación Mujeres Libres».

Muchas de las imágenes recogidas en esta obra las hicieron fotógrafas de la talla de Kati Horna, quien se desplazó de Hungría a Barcelona, fascinada por la fuerza del movimiento obrero.

Imágenes en: https://www.pixel-depot.com/?p=20016


La acumulación originaria

La acumulación originaria del capital. Karl Marx. Editorial Dirección Única.

La principal característica del capitalismo es que la inmensa mayoría de la población ha sido desposeída de los medios para alimentarse y abrigarse (medios de producción). Para poder comer y vestirse, entre otras muchas necesidades, la gente desposeída (la clase proletaria) no tiene más remedio que trabajar y enriquecer (generando plusvalía) a los pocos propietarios de las tierras, los mares, las fábricas y las empresas (la burguesía y su Estado). En esto se sustenta la dictadura del capital, la sociedad basada en el trabajo asalariado. Un sistema que surgió de un largo proceso y se fue imponiendo mediante la violencia. Sin embargo, hubo períodos concretos en los que esa desposesión e imposición del tripalium (aparato de tortura de la Edad Media que da origen a la palabra trabajo) se concentraron en el espacio y en el tiempo. Fue el caso de Inglaterra durante el siglo XVI, América en el XVII o África en el XVIII.

De todo esto, y mucho más, trata «La acumulación primitiva del capital», el capítulo XXIV de la obra más relevante de Karl Marx (1818-1883).

El libro se centra en el desarrollo burgués, durante los siglos XVI y XVII en Inglaterra. Narra la expulsión de campesinos de las tierras de labranza y la destrucción de comunidades aldeanas y tierras comunales, así como la consecuente condena a la mendicidad, el robo y el vagabundeo de muchos de ellos. Un aspecto destacable de los que Marx recoge es la sangrienta legislación contra quienes no estuvieran ligados a un trabajo. En 1530, bajo el reinado en Inglaterra de Enrique VIII, se estableció que «Los mendigos viejos e incapacitados para el trabajo deberán proveerse de licencia para mendigar. Para los vagabundos capaces de trabajar, por el contrario, azotes y reclusión. Se les atará a la parte trasera de un carro y se les azotará hasta que la sangre mane de su cuerpo, devolviéndolos luego, bajo juramento, a su pueblo natal o al sitio en que hayan residido durante los últimos tres años, para que se pongan a trabajar.»

En 1547 se añadió que «si alguien se niega a trabajar se le asigne como esclavo a la persona que le denuncie como holgazán […]. Su dueño puede venderlo, legarlo a sus herederos o cederlo como esclavo, exactamente igual que el ganado o cualquier objeto mueble. Los esclavos que se confabulen contra sus dueños serán también ahorcados». Durante el reinado de Enrique VIII fueron pasados por la horca 72.000 «ladrones». En Francia y los Países Bajos la legislación fue algo más suave: la ley establecía que se mandase a galeras a todas las personas de dieciséis a sesenta años que, gozando de salud, careciesen de medios de vida y no ejerciesen ninguna profesión.

Para los asalariados las cosas tampoco eran fáciles. Los precios siempre subían más que los salarios y las leyes siempre defendían a los patrones, autorizando los castigos corporales en el caso de que el proletario no cumpliera con el trabajo por el salario tarifado.

Ante este panorama, las revueltas y la consiguiente represión estatal no se hicieron esperar. De Alemania (Thomas Müntzer) a Inglaterra (Gerrard Winstanley) movimientos de resistencia se opusieron a la propiedad privada y el salario. Algunos ocupando terrenos baldíos y otros atacando palacios y centros administrativos.

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El gran rescate

El gran rescate es la crónica de una victoria puntual dentro de la gran derrota. La de los guerrilleros de la década de los sesenta, setenta, ochenta y noventa. Generaciones de luchadores que tomaron las armas contra opresores y dictadores, golpeadas por sueños de justicia social y represiones democráticas.

En 1996, en Chile y en el resto del mundo, la lucha guerrillera ya no estaba en boga, su práctica era inexistente, las estructuras clandestinas de antaño estaban debilitadas y los presos se pudrían en las cárceles.

Ricardo Palma Salamanca, el autor del relato, Pablo Muñoz Hoffmann, Mauricio Hernández y Patricio Ortiz Montenegro, militantes del Frente Patriótico Manuel Rodríguez tenían cadena perpetua o un mínimo de diez años de condena, en el mejor de los casos. Estaban encerrados en la cárcel de Alta Seguridad de Santiago y gracias a un meticuloso operativo, lograron fugarse.

El libro por una parte son las memorias militantes y carcelarias de Ricardo Palma y por otro la descripción de los preparativos del grupo de fuera. Fue escrito en plena clandestinidad y publicado, por primera vez, meses después de la gran evasión, en 1997. La presente edición es de Bauma, Cataluña, 2019. Para futuras ediciones valdría la pena que el autor hiciera notas con las informaciones que en 1997 no se podía contar y ahora, por distintas razones, ya considere que no comprometen a nadie.

El relato de Palma está lleno de lirismo y escepticismo. En él se revive el cansancio y desazón de los años de encierro y del retroceso, año a año, de la militancia armada.

Durante los preparativos, los protagonistas tienen presente el intento de fuga de 1992, en el que murieron varios de sus queridos compañeros. Con uno de ellos, el autor mantiene charlas imaginarias, llenas de humor y complicidad. También se reproducen cartas a madres y a compañeras abandonadas que no responden.

Se explican caídas, traiciones y episodios vividos en clandestinidad. Nada del contexto ni tampoco de los motivos políticos. O se dan por sabido o se palpa el cansancio del autor por el tratamiento de esos temas:

Emilio, al frente de todos los habitantes de la casa, se dispuso a decir las palabras que siempre se han dicho en estas circunstancias. Que la historia, que los muertos, que el pueblo, palabras repetidas como un plato vacío. Tradición de un discurso dándose vuelta sobre sí mismo y sobre su esterilidad. Pero es un ritual que convoca”

Hay pensamientos personales, más o menos profundos, casi siempre poéticos y centrados en el éxito o fracaso de conseguir la liberación. También se narran sus enfrentamiento con policías, la ejecución a capos de la tortura y algunas de sus trayectorias, de las que no sorprende que, en algún caso, se trate de hijos de luchadores que cayeron arma en mano durante el golpe de 1973.

Los rescatados no fueron sujetos pasivos, tuvieron que dibujar planos de la cárcel, describir el tipo de armas de los vigilantes de las torres, mantenerse en forma, tratar de reducir peso. También ensayaron el viaje en el canasto que colgaría del helicóptero; para lo que daban vuelta la mesa de la celda y se ponían arriba, acordando movimientos y posiciones.

La espera fue larga, pero siempre estuvieron convencidos de que era mejor arriesgarse a las pocas posibilidades de fuga que pudrirse tras las rejas. La evocación de una muerte a balazos era algo cotidiano, no exenta de humor y simbolismo. Si el canasto se desestabilizaba y caían esperaban, por lo menos, desplomarse fuera de los muros de la prisión.

El otro hilo de narración está fuera de la cárcel, en la formación del grupo de rescate: el hallazgo de un militante con experiencia en pilotaje aéreo, los caros alquileres anteriores al operativo de un helicóptero para pasear «turistas», el acondicionamiento de la nave para la fuga provisto de un canasto al que se le confecciona un blindaje, probado con balas clandestinas en los montes chilenos.

El 30 de diciembre de 1996, los últimos guerrilleros andinos, disfrazados de turistas ricachones, secuestraron un helicóptero, reforzaron las ventanas del piloto con planchas de vidrio blindado y se acercaron a la cárcel escupiendo tiros con M16 y descolgando el famoso canasto. Dada la rapidez de la acción, dos de los presos no alcanzaron a subirse y sobrevolaron el penal colgando de la canasta y, uno de ellos, golpeándose contra un muro.

Ese mismo día, en el país vecino, los guerrilleros del MRTA, que habían tomado la residencia del embajador de Japón en Perú, habrán celebrado la fuga y alimentado sus esperanzas de liberar a sus compañeras presas. Sin embargo, meses después, serían abatidos.

Por su parte, tres de los cuatro guerrilleros del FPMR nunca más volvieron a ser encerrados. Mauricio Hernández Norambuena intentó articular un nuevo grupo guerrillero y fue detenido en 2001, en Brasil. Actualmente, sigue cumpliendo condena en el estado chileno por el secuestro de un millonario.


El entusiasmo

La gran ilusión de cambio que generó en el campo libertario el fin del Franquismo fue una especie de segundo «corto verano de la anarquía». Un periodo que ha sido retratado en documentales como «El tiempo de las cerezas. 1977-1979. Eclosión libertaria» (J. Felipe, 2015) y más recientemente por «El entusiasmo» (Luis E. Herrero, Hanoi Films, 2018, 80 mim.). Una producción que nos lleva a una época de enorme efervescencia libertaria y contracultural y retrata la euforia del momento, mediante imágenes de la época, música y diversos testimonios.

El final de la historia ya lo conocemos: conflictos internos, represión, desilusión…, pero ello no quita para que se nos ofrezca también mucho de lo positivo y luminoso que tuvo esta experiencia en nuestra historia reciente.


Vacunas

La Covid-19 ha vuelto a poner sobre la mesa el espinoso tema de la vacunación, que se anuncia como el arma final y más eficaz para acabar con la pandemia. Las vacunas son consideradas comúnmente como uno de los mayores logros de la humanidad en el combate y erradicación de muchas enfermedades infecciosas. El debate sobre las mismas es largo, complejo y trasciende, por ejemplo, el eje izquierda-derecha. Sobre esta cuestión -y muy a contracorriente- se publicó en 2015 en castellano y catalán Vacunas: una reflexión crítica, de Enrique Costa y Jesús García (Ediciones I, 276 pág.). Los autores enfocan su análisis cuestionando el concepto de salud y enfermedad en el que se apoyan para mostrar que las vacunas no tienen sentido biológico, y por tanto, no pueden aportar ningún beneficio a la salud, ni evitar enfermedades, ni erradicarlas, ni reducir la mortalidad ni aumentar la esperanza de vida.

La obra nos habla primeramente la historia olvidada de las vacunas, cómo surgieron y qué plantearon sus defensores y detractores pioneros para comprender el origen del mito. La segunda parte aborda los principales descubrimientos antiguos y recientes que aportan otra visión de la biología, del origen y evolución de la vida. Para concluir, se hace una valoración a partir de todo lo aprendido y plantear porque las vacunas no encajan con el funcionamiento de la vida y dejarnos nos deja frente a una última pregunta: ¿qué ha llevado a la imposición casi universal de las vacunas?


Llega el monstruo

He de confesar que siento debilidad por la obra de Mike Davis, el «sociólogo de la catástrofe», que en accesibles, aunque rigurosas obras como Control urbano, la ecología del miedo. Más allá de Blade Runner (2001), Ciudades muertas (2002) o la impresionante Planeta de ciudades miseria (2006), entre otros muchos libros y artículos, nos acerca al lado oscuro de un capitalismo que amenaza con fagocitar todo cuanto está a su alcance.

En El monstruo llama a nuestra puerta: La amenaza global de la gripe aviar (2006) Davis ya nos advirtió de los graves riesgos que implicaba esta enfermedad, que no podía desligarse de fenómenos medioambientales inducidos por el ser humano, como la destrucción de los humedales, la acelerada urbanización y la sobrepoblación en las ciudades del tercer mundo, el sistema de producción agropecuario impulsado las multinacionales, la industria alimentaria o el hacinamiento en las granjas animales. Todo ello con capacidad para generar «bombas biológicas», de consecuencias impredecibles.

En Llega el monstruo. Covid-19, gripe aviar y las plagas del capitalismo (Capitán Swing, 2020, 175 pág.) Davis, retoma el tema de la amenaza pandémica, al hilo de la crisis de la Covid-19, situándonos en el contexto histórico de catástrofes virales anteriores, como la llamada gripe española de 1918, u otras como el MERS, el SARS, la gripe porcina, el Zica, el Ébola o la Gripe Aviar, que en este último caso supone uno de los mayores riesgos a futuro dada su capacidad de mutación, contagio y letalidad.

En referencia a la Covid-19, Davis nos indica que «esta nueva era de la peste, como las épocas pandémicas anteriores, es el resultado directo de la globalización económica» y sus impactos a todos los niveles. Davis igualmente parte de constatación de la responsabilidad sistémica en el desarrollo de estos nuevos azotes de la humanidad y de la necesidad cambios en profundidad de difícil implementación: «la protección biológica permanente contra nuevas plagas precisaría algo más que vacunas. Sería necesario suprimir estas estructuras de emergencia sanitaria a través de reformas revolucionarias en la agricultura y en la vida urbana que ningún gran país capitalista o con capitalismo de estado estaría dispuesta a adoptar bajo ningún concepto por voluntad propia». Sin embargo, este análisis no quita peso a la crítica al manejo concreto de los gobiernos de la crisis de la Covid-19, que en el caso de Estados Unidos, adquiere tintes entre criminales, por un desempeño absolutamente negligente y liquidador de los recursos para una respuesta adecuada a la pandemia.

Llega el Monstruo seguramente está llamado a convertirse en una de los libros de referencia de esta nueva era vírica.


Dinamita cerebral

Dinamita cerebral es un término inventado por Josep Llunas i Pujals que hacía referencia a la «emancipación del ser humano a través de la cultura y de la educación, objetivo principal de los anarquistas del primer tercio del siglo XX». Posteriormente esta expresión dio título en 1913 a una antología de cuentos anarquistas y ahora lo hace en Dinamita cerebral. Cultura, literatura, arte y poesía anarquista, de Ferrán Aisa (Ed. Calumnia, 2017, 139 p.).

«El espíritu rebelde, emprendedor y progresista del proletariado y por ende de la clase trabajadora motivó la creación de una cultura emancipadora, que tuvo en el pensamiento libertario su principal fuente de inspiración. La cultura libertaria paralelamente al desenvolvimiento del movimiento social de cariz anarquista se basaba, principalmente, en la inculcación en el individuo de diversos aspectos de cariz físico, intelectual y ético». Un punto de partida que dará lugar al desarrollo de un gran universo de expresiones socioculturales, ligadas a un impulso social transformador y de respeto a la naturaleza y a la condición humana.

Ateneos, escuelas, cooperativas, mutuas, sindicatos, etc. fueron algunas de las expresiones concretas de este despertar. Junto al impulso crítico y la labor militantes en asambleas, mítines y conferencias, se desarrollaron otras expresiones y formas culturales y artísticas, que fueron arraigando entre la clase trabajadora. Certámenes socialistas, publicaciones, bibliotecas, editoriales, naturismo, esperanto, pedagogía, arte gráfico, teatro, novela social, poesía… fueron parte de este impresionante universo cultural que Aisa desgrana, logrando transmitir la relevancia de ese momento histórico en el que todo parecía posible.


La edad de la penumbra

Catherine Nixey, La edad de la penumbra. Como el cristianismo destruyó el mundo clásico, Taurus, 2018.

Ignoro la intención de la autora al escribir este ensayo de periodismo de investigación. Lo que no ignoro es el objetivo de la multinacional del libro, propietaria de Taurus, para publicar la edición original en el Reino Unido. Incluso es más evidente en la edición en castellano, al añadir el subtítulo: «Como el cristianismo destruyó el mundo clásico», inexistente en la edición británica. Hecho, supongo, responsable en gran parte de las dos reediciones durante el mismo año de publicación, muestra evidente del interés despertado entre los descendientes, aunque sea a regañadientes, de los de la cruz acompañando a la espada.

Para acercarnos al estudio de las religiones disponemos de tres frecuentes perspectivas. La más habitual es la del análisis comparativo entre religiones como, por ejemplo, la obra de Mircea Eliade. Otra, también habitual a partir de las últimas tres décadas, la constituye su estudio o su denuncia desde el ateísmo militante como es la del diplomático Gonzalo Puente Ojea en obras al estilo de Vivir en la realidad (2007), la cual, dividida en tres apartados, analiza, en primer lugar; el mito religioso, después el mito cristiano para, finalmente, denunciar el paso de religión católica de estado en España al de religión protegida por el mismo. Sin embargo, para la presente reseña el referente más directo puede ser la tercera, en mi opinión la menos conocida, la cual estudia las sociedades del Mundo Antiguo que rechazaron los mitos religiosos y, a su vez, analiza las religiones como sistemas sociales sin mayor trascendencia, al estilo del profesor James Thrower en su ya clásica The Alternative Tradition (1980).

La autora, hija de antiguos sacerdote y monja, utiliza esta última perspectiva, pero no desde el ateísmo como Thrower, al afirmar: «El cristianismo es una religión más grande y fuerte cuando también admite esta realidad y la desafía.» (p. 29). Preciosa frase que convierte una táctica habitual de la expansión del cristianismo en solo un episodio negro de la historia del mismo: la destrucción sistemática del mundo clásico.

Las películas de «romanos» o péplum, nos muestran frecuentemente a sádicos emperadores, sufrientes iluminados cristianos y taimados sacerdotes de cultos, por supuesto, paganos. A partir de la voz de los cristianos como única, se crea un imaginario al estilo Quo Vadis*, quizás, hoy, algo ridículo a causa de su simpleza. Sin embargo, no olvidemos que más académicamente también se hace gala de simplismo, cuando se sigue atribuyendo, casi en exclusiva, la destrucción del legado greco-romano a las invasiones bárbaras. Y aquí es donde entra Nixey.

La autora, periodista de la sección cultural de The Times y formada en Historia Clásica en Cambridge, demuestra la falsedad de lo expuesto en el párrafo anterior. Con un estilo propio del periodismo de investigación, algo novelado, más un poco de la ira de Dios, Nixey se marca como objetivo tratar la sistemática destrucción cristiana del mundo clásico.

El final: en el 532 d. C., los últimos filósofos encabezados por Damascio, abandonan la Academia camino del exilio. Dejan atrás la que había sido la más famosa escuela de filosofía de Atenas, la que abarcaba todas las ramas del saber. Su enseñanza está penada con la muerte por las autoridades imperiales cristianas. Este final abre el libro de Nixey.

La autora, mediante sólidos argumentos, muestra el mundo de Quo Vadis en lo que siempre ha sido: diáfanas falsedades. Sin embargo, su interés no niega el papel de otras causas que ayudaron a la casi extinción del legado clásico: el fuego, las inundaciones, las invasiones o el propio paso del tiempo.

La periodista no niega, tampoco, que la Iglesia hiciera buenas obras en el camino de la preservación, pero, mientras los libros sobre ello son muy abundantes en bibliotecas y librerías, lo que ella denomina “el asalto cristiano”, es decir: “La historia y los sufrimientos de aquellos a quienes la cristiandad abatió” (p. 25), no figuran, al contrario, en ningún lugar y por ello, repito, la exposición y flagelación de dicho asalto se convierten en el propósito de su libro. Uno tras otro, nos va desvelando el reverso de los mitos cristianos:

La poca fiabilidad histórica de los motivos de la conversión al cristianismo del emperador Constantino y la benigna lectura de sus edictos obviando sus consecuencias sociales.

Las manadas o jaurías –textualmente– de eremitas emergiendo del desierto, barbudos y enfundados en túnicas negras, armados de martillos, garrotes o piedras dispuestos a profanar y demoler templos, hacer arder sus bibliotecas y ejercer el pillaje antes de volver a desaparecer entre las arenas del desierto, siempre con total impunidad por la cómplice complacencia de las imperiales autoridades cristianas. Las necesarias fuerzas de choque.

los grupos ya institucionalizados como los parabalanos, quienes, entre otras misiones más laudables, ejercían, con igual impunidad, la misma que los enfurecidos del desierto.

Las implicaciones sociales de la corona de mártir, más allá de la categoría de preferencia en el Paraíso celestial.

El martirio como instrumento de reclutamiento, a pesar de la aparente paradoja.

Lo que los pacientes monjes copistas dejaron perder con intención o desidia y que sí tradujeron los árabes a su lengua, permitiendo con ello la posterior realización de la función inversa.

Y más reversos que la autora va desgranando productos de una lógica de la fe que convierte la sabiduría en necedad ya que más allá de la Biblia es territorio del demonio. Lógica, además, justificadora de cualquier ataque físico tanto a quienes llamaban paganos como, incluso, a bautizados críticos, pues intentando expulsarles el «demonio» les hacían un favor, por tanto, aunque mataran, nunca lo consideraban una agresión**.

Nixey, también se pregunta sin respuestas, por qué el cristianismo se extiende a lo largo y a lo ancho del Imperio y qué influencia tiene o no tiene en su definitiva caída. No las puede haber –afirma–, por la insuficiente documentación existente que las permita dar con plena argumentación.

Y así finaliza la trepidante lectura de la obra de Nixey, la cual, por supuesto, se recomienda, al igual que las citadas en el segundo párrafo de la presente reseña.

JMR

NOTAS:

*La película de gran éxito popular Quo Vadis? (Mervyn LeRoy, 1951), basada en la novela homónima del escritor polaco Henryk Sienkiewicz, se convirtió para varias generaciones en un símbolo de mártires y conversiones al cristianismo frente a un «degenerado» Nerón, prototipo de lo que estos últimos denominan paganismo.

**Ágora (Alejandro Amenábar, 2009), deambula por dudosos temas de precursoras del feminismo, cuando es el ejemplo más completo de lo expuesto en el párrafo al tratar la vida y posterior asesinato de Hipatía de Alejandría a manos de la turba parabalana.


La revuelta de las mujeres

La revuelta de las mujeres. Barcelona 1918. Toni Álvaro. Col·lecció Històries del Raval

Para el autor, Toni Álvaro, las revueltas de enero de 1918 no fueron unas simples bullangas, sino que supusieron un cuestionamiento y una ocupación de las administraciones políticas del Estado. Como telón de fondo, la Primera Guerra Mundial que aún daba sus últimos coletazos y dejaba a España, como otros tantos países, sumida en la pobreza y la desesperación.

La huelga general de 1917, en el país, ponía en pie de lucha a la clase trabajadora y animaba a los sindicatos a unirse aunque no llegara a ser todo lo revolucionaria y transformadora como se pretendía. Barcelona seguía ofreciendo un pasaje desolador con carbonerías cerradas (principal fuente de energía en la época) o a lo sumo con precios abusivos que encendieron la indignación de las mujeres que no podían dar de comer a sus familias. El libro reconstruye a partir de aquí, el día a día, de unas movilizaciones en las proletarias salieron a la calle a reivindicar poder adquirir el combustible y por ende contrarrestar la hambruna que se extendía por doquier. Amalia Alegra, Libertad Ródenas o Rosario Dulcet fueron algunas de las 25.000 movilizadas que encabezaron las protestas y que consiguieron sumar a otros sectores de la ciudad (obreros, estudiantes…) así como paralizar la producción en fábricas y talleres de la ciudad.

El alzamiento por las necesidades básicas de 1918, aunque desconocida y silenciada, nos ofrece un preludio del protagonismo que tuvieron las mujeres a principio de siglo, que se dejaría entrever en La Canadiense y que como concluye el autor: «Paso a paso, sin uno no hay otro, algunas mujeres de enero de 1918 estarán en el estallido de luz de Mujeres Libres en el 36».

https://www.viruseditorial.net/


Entre el deber y el motín

En Entre el deber y el motín. Lucha de clases en mar abierto (Ed. Antipersona) Marcus Rediker explica algo habitualmente ocultado: el peligro más grande de los marineros no eran las olas gigantescas, las furiosas ballenas ni las interminables tormentas; lo que más temían, eran los castigos del capitán. Como en el resto del mundo la lucha de clases estaba a la orden del día. Los principales enemigos de los trabajadores del mar y de los muelles eran las autoridades navales, los dueños de los buques y los mercaderes que se beneficiaban de las mercancías transportadas.

Ante los azotes, que eran legales y reglamentados como método de coacción; el reclutamiento forzoso; la prolongación de las travesías y la explotación en general, el proletariado Atlántico respondió con el asociacionismo marinero, la deserción, los motines y las huelgas. De hecho el propio término strike (huelga o hacer huelga) proviene de la medida que adoptaron los marineros de Londres en 1768, al arriar las velas (strike the sails), paralizando el flujo comercial del Támesis.

Rediker también realiza un análisis antropológico, de aquél apretujado mundo de madera, que era el barco, en contraste con la inmensidad oceánica. Describe la cantidad de lenguas que entendían los marinos, el porqué de su afición por la bebida, el canto o el baile y analiza el sentimiento de hermandad que muchos tenían. También, remarca que eran quienes traían y llevaban las noticias al resto de la población, funcionando siempre como correa de transmisión. En este sentido fueron muy importante sus descripciones de la apacible vida de los nativos americanos y asiáticos y los balances de los motines y las revueltas urbanas.

Sobre este fabuloso y comprometido historiador, cabe destacar que casi siempre trabaja con fuentes primarias: diarios personales, actas judiciales, artículos de prensa. Solo en la última parte, dedicada a la piratería –una respuesta más de la resistencia marinera–, recurre a fuentes secun­darias. Sin embargo, también vale mucho la pena esta última parte del libro porque es una buena síntesis de las mejores obras sobre la Edad de Oro de la piratería.

https://antipersona.org/


Las niñas salvajes

Las niñas salvajes. Ursula K. Le Guin. Editorial Virus.

Las niñas salvajes narra la historia de dos jóvenes nómadas que son raptadas y criadas en una sociedad de espada y seda. Las protagonistas –rebautizadas por sus captores como Mal y Modh– son despojadas de su cultura y socializadas como esclavas en una civilización de complejas jerarquías que se nos antoja a la vez extranjera y familiar.

Mostrando con prosa sobria y afilada las líneas de contacto entre esclavitud, supervivencia y parentesco, Le Guin nos lanza una serie de preguntas sobre el poder, el género y la economía, ninguna de las cuales tiene fácil respuesta. Al fin y al cabo, en esta breve fantasía, oscura y arenosa, la estabilidad en las condiciones de vida supone una tarea compleja: la negociación constante del grado al que cada cual se doblega ante la autoridad. A esto que nos cuenta Virus, la editorial detrás de este libro, habría que añadirle que esta historia breve de 65 páginas es parte de la obra tardía (2003) de una de las grandes voces de la literatura del pasado siglo y que viene acompañada de otro breve ensayo de la autora, «La rebelión de los modestos», un prólogo de Arwen Curry -autora del reciente documental sobre Le Guin-, elegantes ilustraciones de Adara Sánchez y para rematar, la participación de dos agitadoras culturales como Layla Martínez –Antipersona, El salto, Diagonal…– con su epílogo «ciencia ficción y feminismo» y Arrate Hidalgo –Ansible Fest, Festival de Ciencia Ficción Feminista de Bilbao, #Que haría Barbarella…– como autora de la traducción. En definitiva, una edición inteligente, contextualizada y cálida, pero sobre todo, necesaria.

También a recomendar otras dos obras más o menos recientes de o sobre esta autora: Conversaciones sobre la escritura.Ursula K. Le Guin y David Naimon (Alpha Decay. 2020, 104 p.) y Contar es escuchar (Círculo de Tiza, 2018, 326 p.)


De la libertad

Tamara Rodríguez, De la libertad, el amor y otros pesimismos, Al sur del río Bío-Bío, Mar y Tierra Ediciones, 2020.

Muchos de los poemas del libro De la libertad, el amor y otros pesimismos de Tamara Rodríguez Alcaíno anticiparon la revuelta que estalló en Chile el 18 de octubre del 2019, ya que en ellos se llamaba, precisamente, a subvertir el orden vigente, a transformar el status quo, a derribar los muros que nos aprisionan, a destruir las estatuas, los templos y las iglesias, los ídolos y los santos de diversos tipos. A buscar otros caminos posibles en la construcción de un nuevo modelo social, más humano, justo, igualitario. En ese sentido, podemos señalar que su obra poética es maximalista, en tanto toma partido por los desposeídos, por aquellos que no tienen nada, pero también por los que, consciente e inconscientemente, se han despojado de todo. Sin embargo, no se agota ahí, es más que eso. Sus páginas están atravesadas por la nostalgia, la melancolía y el desgarro existencial, tópicos recurrentes. Hay una mirada de la vida desde la desesperanza, el cansancio vital, el desconsuelo (como en la obra Stig Dagerman). Se transita, de este modo, desde el nihilismo al existencialismo, y viceversa. Pero el amor también está presente, desde la necesidad de sentirlo, de vivirlo apasionadamente, libremente, sin límites. Desde la necesidad de recordar, recordari, de volver a traerlo al corazón, de aferrarse a un pasado que fue, que no ha sido, que puede ser. Desde la necesidad de agarrarse, fusionarse, a un cuerpo (¿sólo a un cuerpo?) como a una verdad (como señala en uno de sus poemas), en un naufragio de sentimientos, indomables, sin muchas claridades, sólo las necesarias. Tratando de aprehender los momentos (¿cómo Gatti?), vivirlos a concho, anhelando que no exista el mañana, porque ese mañana es incierto como los tiempos que corren en la actualidad. De este modo, el libro de Tamara Rodríguez desborda emociones, sentimientos, que brotan como un manantial, como venas abiertas, pero también es profundamente racional, lúcido, serio. En ese movimiento pendular, sus poemas conviven caóticamente, pero también coherentemente, como un todo. Esa es su mayor fortaleza y belleza.

EG


Una nueva vida

«Quizás sea cierto que los supervivientes de las épocas consideradas como momentos cruciales de la historia son los que peor las comprenden». Una reflexión muy oportuna, extraída de En el corazón del bosque, de Jean Hegland (errata naturae, 2020, 390 pág.) Un relato en primera persona, lleno de fuerza, pero a la vez de un universo de sentimientos y de una extraordinaria delicadeza para abordar nada menos que el progresivo fin de una manera de situarnos en el mundo y la difícil y tortuosa, pero a la vez emocionante, transición hacia la nueva realidad. Como bien reflexiona la protagonista: «Este tipo de cosas siempre ha ocurrido. He estudiado la suficiente historia para comprenderlo. Las civilizaciones caen, las sociedades colapsan y quedan pequeños grupos de individuos que luchan por encontrar comida y defenderse de la enfermedad o de los merodeadores mientras la hierba crece en el suelo de los palacios y los templos se derrumban».

El ocaso de la forma de vida a la que estamos acostumbrados, de nuestros proyectos, costumbres, rutinas o formas de consumo, de las cosas que consideramos imprescindibles, naturales, una segunda piel, requiere un esfuerzo físico y mental extraordinario. Una adaptación que solo puede ser fruto de un lento y doloroso despertar y de la lucidez para comprender que el pasado no volverá, a la vez que abrirse al nuevo mundo que se avecina. Este es el caso de Nell y Eva, dos hermanas adolescentes que viven en una zona aislada de California, junto al bosque. A través de Nell vamos viviendo esa transición, en una especie de crónica sentimental del colapso, en la que los recuerdos y vivencias van marcando el nuevo camino. De la resistencia, del aferrarse a lo conocido, a la dosificación de las reservas, del miedo a lo que vendrá, de la desesperanza, las protagonistas van pasando a entender que la esperanza está del lado de la vida y de sus riesgos, de lo básico, que es la unión con su entorno natural, algo real y complejo, del que son parte y del que deben aprender sus secretos para poder sobrevivir. Un viaje iniciático que podría resumirse en estas palabras de la protagonista: «Durante mucho tiempo yo fui Nell y en el bosque había árboles y flores y arbustos. Ahora el bosque es matorral de manzanita, árbol de la cera, arce rojo y arce negro, castaño de indias californiano, laurel, uva espina, grosellero, rododendro, jengibre silvestre y yo soy sólo un ser humano, otra criatura que vive en él».

Una obra muy recomendable de la colección literaria «libros salvajes», obras «que hablan sobre la naturaleza y lo indómito, sobre ecología, conciencia social, activismo y cambios en nuestra manera de vivir.»


Surrealismo en tiempos posmodernos

Un cuchillo entre los dientes y otros textos y Pensar, experimentar la exterioridad son dos pequeñas joyas editadas por La torre magnética del Grupo surrealista de Madrid.

El primero de ellos recopila poesía y textos del poeta Antonio José Forte, miembro de la segunda generación de surrealistas portugueses, que se reunían para criticar y conspirar, en torno al café Gelo. Su pensamiento, leal al surrealismo y furibundamente libertario, tiene momentos brillantes en la disección, la provocación y el ataque a lo establecido, mediante una escritura que no necesitó ser prolífica para ser afilada. El libro recoge sus poemarios de poesía bárbara veteada del automatismo surrealista (un auténtico reto para lxs que somos excesivamente «racionales») y de nitidad libertaria. Destacaría el que da título a la compilación y Desobediencia civil. Aparte de poesía se recopilan textos y una entrevista de un, para mí tan desconocido como interesante autor, que en su faceta más activista participara en la Operación Papagayo, antecedente de la revolución de los claveles.

En el segundo título, se recogen 5 charlas de VV.AA. en torno a la exterioridad, ese espacio fuera de la lógica del utilitarismo, el mercado, la mercancía y el espectáculo tanto dentro como fuera de nuestras ciudades. El primero, más teórico, junto al segundo, que compara y busca conectividades entre exterioridad y ecologismo, nos enmarcan los dos siguientes, en torno a experiencias vividas y contadas de primera mano, en la exterioridad de Santander, donde una puerta, una tubería rechazada, unos peces de cemento o la corteza de un abedul, desatan el empleo de las herramientas del surrealismo (poesía, contemplación, sublimación…) mientras el último se centra en el mar como activación del poso salvaje que pueda quedarnos en esta civilización en horas bajas.

Descolonizar nuestras mentes utilitaristas, racionales y cambiar el mundo y nuestro cerebro, desde el subconsciente, por el camino sin fronteras. Una utopía dentro de la utopía.


Cultura underground

En el País Vasco, los años 80 fueron testigos del «boom» de fanzines y publicaciones underground, que formaron parte de un cosmos contracultural y político más amplio (en buena medida juvenil) que marcó un impulso de cambio en la realidad social vasca hasta el inicio de su declive a comienzos de la década de los 90. Este movimiento estuvo muy influenciado por experiencias anteriores que iniciaron su andadura, tanto en el estado español como en otros lugares del mundo desde finales de los años 60. Sobre estas referencias indaga de forma muy sugestiva Todo era posible. Revistas underground y de contracultura en España. 1968-1983, de Manuel Moreno y Abel Cuevas (Libros Walden, 2020, 257 pág.)

En esta obra en formato grande, como no podía ser de otra manera para tratar de reproducir una amplia profusión de material gráfico (portadas, contraportadas, artículos interiores, cómics, etc.) podemos acercarnos a una profusión de cabeceras, algunas de ellas ya casi míticas, como Star, Ajoblanco, Ozono, Disco Expres, El Viejo Topo, Bicicleta, Alfalfa, Vindicación Feminista, Euskadi Sioux, El Víbora, Dezine, La Luna de Madrid, y que en conjunto llegaron a tener una difusión muy amplia.

Sin olvidar los antecedentes internacionales y locales que de alguna manera ayudaron a germinar este magma contracultural, la obra incide en particular en algunas experiencias concretas muy conocidas como las de las revistas Ozono, Star o Ajoblanco, a lo que se añade un capítulo dedicado a «Los cómics del Rrollo», en el que nos sonarán sin duda nombres como Nazario, Max, Mariscal o Ceesepe.

Una obra que culmina a principios de los 80, cuando la llamada Movida madrileña es fagocitada por las instituciones y el mercado. Tras de sí quedó un espíritu idealista, incorformista, vibrante y vital, que ha dejado huellas duraderas en muchas personas, aunque hoy (en plena era de lo «virtual») parezca que su legado en papel se reduce a ser mero objeto de coleccionista.

Es de agradecer esta iniciativa de Libros Walden por recuperar este legado, que esperemos que contribuya a esparcir nuevas semillas de rebeldía.

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