Reseñas del número 49

Anarquismos en perspectiva

Tomás Ibáñez es un destacado y lúcido militante libertario, cuya labor intelectual ha aportado elementos de reflexión alejados de la autocomplacencia y del confort. Sus escritos, que abarcan un periodo de más de 60 años, han aparecido en diferentes publicaciones y han sido recopilados en obras como ¿Por qué A? Fragmentos dispersos para un anarquismo sin dogmas (Ad. Anthropos, 2006) o Anarquismos a contratiempos (Virus, 2017). En Anarquismos en perspectiva. Conjugando el pensamiento libertario para disputar el presente, (ed. Descontrol. 2022, 202 pág.) encontramos una nueva entrega de esta «trilogía», que abarca sus escritos de un periodo más reciente.

Esta nueva obra se propone –sin pretender buscar una piedra filosofal- plantearnos cuestiones acerca de «algunos de los temas del pensamiento y de las prácticas anarquistas que ya no parecen responder con suficiente acierto a las exigencias de las luchas actuales y a los retos del pensamiento crítico contemporáneo». Este señalamiento se despliega en un triple bloque temático, que abarca 1) la situación actual del anarquismo y sus perspectivas de evolución; 2) algunos conceptos que como el poder, la libertad o el universalismo, sobre los que –en opinión de Tomás Ibáñez- es necesario renovar el pensamiento libertario; y 3) análisis de las nuevas formas de totalitarismo a las que nos enfrentamos.

Tal como apunta el autor, quizás el anarquismo, en una tensión constante entre resistencia y poder, deba aprender a desarrollar una «ética permanente de la revuelta, la cual promueve, a su vez, el desarrollo de un arte de no ser gobernado». Un arte que implica que los «los criterios para actor y para pensar, solo pueden provenir de las situaciones y de las prácticas de la propia vida cotidiana, ya no dependen del reino de la teoría, lugar donde residen los principios, sino de nuestro modo de vida y esos significa (…) que para pensar de otra forma es necesario vivir, y por tanto actuar de otro modo.» En este sentido, el anarquismo moderno no puede pretender presentarse como monolítico y universal, sino múltiple, irreductible y fragmentario, un particularismo, o incluso una singularidad, aunque desee que sus valores sean compartidas por todos los seres humanos. Un anarquismo hecho de resistencia y de poder. Un poder que –para Ibáñez- es una de las condiciones de la de la libertad para existir. En este sentido, «la libertad es a la vez, tanto una práctica de resistencia contra el poder como aquello que produce dicha resistencia en el proceso mismo de su desarrollo.»

Finalmente el libro nos confronta con las nuevas realidades que prefiguran un neototalitarismo, que al margen de sus expresiones más inmediatas, plantea una transformación radical, basado en el desarrollo tecnológico y las nuevas formas de biopoder, vigilancia y control social, con ejemplos recientes, como la covid-19 y un crisis sistémica frente a la que es necesario preservar formas de rebelión y subversión, y prácticas de resistencia que den forma a esa libertad extensa y compleja a la que aspiramos.


Anarquismo vasco

El anarquismo y su apuesta de cambio social revolucionario fueron unos de los grandes derrotados de la guerra civil española. Su memoria y su legado no solo trataron de ser borrados o tergiversados durante la gran noche franquista, sino también en el periodo democrático que le sucedió. Es necesario, por tanto, recuperar una historia que, con sus grandezas y miserias, ha supuesto un aporte fundamental a la lucha por la libertad y la emancipación humanas. En el caso vasco, el anarquismo, a pesar de no tener la fuerza de otras zonas de la península como Andalucía o Catalunya, fue un actor político relevante e incluso decisivo en algunos momentos.

Recuperar esa memoria libertaria vasca ha sido el empeño de diversas obras y autores en los últimos años. Así, podemos citar, entre otras, El Hilo Negro Vasco. Anarquismo y anarcosindicalismo en el País Vasco, (Martxoak 18 kultur Elkartea, 2009), La gesta traicionada. Los anarquistas vascos y la Guerra Civil en Euskal Herriak (julio 1936-junio 1937) (Gatazka, 2011), ambos de Alfredo Velasco Núñez, República, guerra y campos de concentración. Memorias de un anarquista vasco, de Félix Padín Gallo (FAL, 2017), La revolución por el tejado y Mi Utopía vivida (Txalaparta, 2008 y 2014) de Lucio Urtubia o Breve Historia del anarquismo vasco. Desde sus orígenes hasta el siglo XXI (Txertoa, 2011) y De la Primera Internacional a Askatasuna. Nueva historia del anarquismo vasco (1870-1980) (Txalaparta, 2022), de la pluma de Jtxo Estebaranz. Este último estudio supone a la vez un complemento y una continuidad al trabajo realizado en Breve historia del anarquismo vasco. Frente al carácter de breviario, con un importante componente gráfico y biográfico y un arco temporal mayor (hasta el siglo XXI) de la obra anterior, De la Primera Internacional a Askatasuna nos presenta una perspectiva más analítica y documental. En primer lugar, el libro se estructura en periodos de 10 años, dentro de los cuales se establecen los acontecimientos políticos y sociales más relevantes y el contexto interno del movimiento. A cada uno de estos apartados se añaden una serie de anexos en los que podemos encontrar manifiestos, documentos orgánicos, folletos o textos publicados en la prensa libertaria de la época (Solidaridad Obrera, CNT del Norte, La Voz Confederal o Euskadi Confederal), así como escritos de figuras significadas del anarquismo vasco como Vicente García, Aquilino Gómez, Galo Díez, Isaac Puente, Cecilia G. de Gilarte, Amador Lucarini, Juan Expósito, Manuel Chiapuso, Horacio Prieto, Marc Lègasse o el Colectivo Askatasuna en la «primavera con una esquina rota» de los años 70, que es donde se detiene el autor.

Una obra que, como conclusión, pone en valor el importante activismo desarrollado por el movimiento libertario desde su nacimiento a fines del siglo XIX hasta la transición española y nos da una amplia perspectiva temporal e ideológica del trabajo y el devenir histórico del anarquismo vasco a través de sus militantes y organizaciones.


Esplendor en la noche

Esplendor en la noche. Vivencias de mayo 1968. T. Ibáñez, O. Alberola, A. Gransac, C. Auzias. L. Iturbe y M. Amorós. Ed. La linterna sorda, 2017.

Sobre el Mayo francés se ha publicado mucho, sin embargo, lo escrito por las corrientes más radicales (anarquistas, situacionistas…) es menos conocido, de ahí que celebremos la publicación de esta obra. Donde diferentes protagonistas analizan y recuerdan una revuelta de la que destacan el cambio en las relaciones sociales y amorosas y la ruptura de barreras entre hombres y mujeres, profesores y alumnos, obreros y estudiantes y dirigentes y dirigidos.

Al principio del libro se presenta un clarificador diccionario conceptual sesentayochista, redactado por Ana Muiña y Agustín Villalba. En el diccionario o claves libertarias de aquél momento se cuentan los orígenes de la A circulada y del término barricada y se desarrolla la crítica de la alienación propia de la sociedad de consumo y de las grandes organizaciones obreras que ejercieron de apagafuegos «Los sindicatos son burdeles».

Algunos de los relatos fueron escritos décadas después de los hechos, otros, como el de Lola Iturbe, presentan la frescura de haber sido redactado apenas unos meses después. Lola transcribe el ambiente de la Sorbona ocupada: chicos y chicas que ofrecían L’enragé, Le pavé o Action; fotos del Ché, Trotski y Mao; tapas de los cubos de basura amontonados en el patio, guardados para usarlos como escudo en el siguiente enfrentamiento con la policía. En el anfiteatro un ruido pasional ensordecedor y «mujeres, muchas mujeres y niños. Observé el hecho y pensé que era una temeridad traer niños a este ambiente electrizado de pasiones, en el que podían producirse toda clase de accidentes. Después, observando los rostros de aquellas madres atentas a los discursos, me convencí que las madres habían llevado conscientemente a sus hijos para que presenciaran un momento trascendental de la vida de su nación que, al recordarlo, pudiesen decir con orgullo ‘yo estuve allí’». 

Tomás Ibáñez recuerda sus vivencias y realiza una cronología de los principales acontecimientos, aportando reflexiones sumamente interesantes. Los otros autores son Claire Auzias, Ariane Gransac y Octavio Alberola que, aunque no vivió los hechos porque durante aquellos días estuvo preso en una cárcel belga, es un representante de la militancia revolucionaria de aquélla época. Miquel Amorós cierra la obra destacando el aporte de los situacionistas y enragés, explicando cómo los trotskistas y stalinistas consiguieron burocratizar el Comité de Ocupación de la Sorbona y lamentándose que los trabajadores, que en la calle sobrepasaron las órdenes moderadas de sus líderes sindicales, no se organizaran en Consejos, fuera de las centrales obreras.

Los testimonios desmienten algunos mitos, como el que fuera una revuelta de terciopelo sin demasiada violencia ni represión. Hubo miles de detenidos apaleados y por lo menos cuatro manifestantes caídos por disparos policiales. Por el lado insurreccional, asaltos a comisarías y proyectiles fabricados con tubérculos con cuchillas. A pesar de la furia, la revuelta también se dotó de aspectos amorosos y festivos «no había que posponer al final de la lucha el placer de saborear eventualmente sus resultados». Los autores también destacan la importancia de la ocupación y liberación de espacios y la participación de los obreros en las luchas «fueron las ocupaciones de fábrica las que inyectaron a Mayo las energías que le permitieron subsistir más allá de la primera noche de barricadas». Todos coinciden que entre las peculiaridades del Mayo Francés destacó la búsqueda de lo anónimo y colectivo, de ahí que no se firmaran los famosos carteles o que se presentaran otros militantes en la rueda de prensa en la que todos esperaban al entonces clandestino Daniel Cohn-Bendit.


Memoria y dignidad

Llevamos un mundo nuevo en nuestra memoria, de Toni Álvaro (ed. El Lokal, 2022, 204 pág.) se puede entender en cierto modo como una continuación a su magnífico y conmovedor libro Catálogo de decisiones y fragilidades (El Lokal, 2016). Quizás aquí ya no encontramos el «elemento sorpresa» que supuso el descubrimiento de una manera de escribir absolutamente cautivadora, con una sabia mezcla de ironía y lirismo, para rescatar historias de gente rebelde y luchadora que apostó por crear un mundo mejor, de vidas dignas de ser consideradas como tales, que transitaron con pequeña grandeza por esa historia con minúsculas que suele permanecer oculta. Una dignidad que suele ser la cara opuesta a la ignominia, esa que también ha sabido retratar Toni Álvaro mostrando con elocuencia el terror y la injusticia que manan del poder.

Frente a los retratos y hechos quizás un poco más diversos ideológicamente que aparecían en su anterior obra, «Llevamos un mundo nuevo en nuestra memoria» indica ya desde su título -que parafrasea a la famosa sentencia atribuida a Durruti- una mirada centrada en las vidas de decenas de mujeres y hombres que unieron su existencia al ideal libertario y a la lucha social. Coincido, con Chris Ealham (autor del prólogo) que uno de los grandes méritos de la obra es «la ausencia de esa nostalgia simplista sobre las personas que lucharon en épocas anteriores que tantas veces rezuma en textos acríticos y blandos». La historia y las vidas concretas están llenas de momentos brillantes, de esperanzas y grandezas, pero también de dolor, de fracasos y decepciones y eso queda bien reflejado en las páginas de este libro luminoso.


La furia del cobarde

Por desgracia, existe mucha literatura carcelaria. Por desgracia, apenas se lee litera­tura carcelaria. La cárcel es un tema que no interesa demasiado y sobre el que la gen­te prefiere no pensar en exceso. Parecido ocurre con los libros que tratan el tema. Incluso en nuestros círculos de afinidad, no es un tema que mueva muchas copias. La mayoría de la gente, aunque sea de un modo instintivo, ya está po­si­cionada sobre la cárcel y con eso le suele ser suficiente. Ya se imagina lo que pasa allí y para lo que sirve.

Libros como La furia del cobarde de Fernando García Jodra, nos hacen darnos cuenta de lo lejos que estamos de imaginarnos lo que realmente pasa intramuros. Estos «re­latos desde un módulo de aislamiento» como reza el subtítulo, narran con una gran dosis de sarcasmo, enfado y lucidez, anécdotas carcelarias de los últimos veinte años. Dos décadas vividas casi por completo en módulos de aislamiento, dos décadas que dan para relatos de terror contados con la dosis de humor y orgullo del superviviente y, también, dan para una gran calidad literaria. Esto no siempre es así, el gran valor de estos libros suele ser el valor del testimonio mismo pero en el caso García Jodra el estilo, el ritmo y las referencias culturales hacen de estos relatos una experiencia poco común. Disfrutar leyendo dentro de la cámara de los ho­rrores.

Y la honestidad. Es difícil encontrar un relato autobiográfico tan honesto como este. Fernando, nuestro narrador y protagonista, no ensalza su figura ni convierte su expe­riencia carcelaria en una continua mitología de resistencia. De hecho, el libro empieza con una lista de consejos para evitar males mayores donde la humildad y el saber agachar la cabeza pueden ser armas de supervivencia. Esto no es habitual en los escritos car­celarios; consigue que nos identifiquemos con nuestro protagonista y en­ten­da­mos las experiencias neuro divergentes, las equivocaciones, los malos momentos y las caga­das de un ser con claroscuros y aristas, pero de una humanidad que ni veinte años de ais­la­miento han podido borrar. Ahí es donde reside la victoria de Fernando García Jodra y su auténtica valentía.

He leído textos académicos sobre la cárcel: tesis, tesinas y postgrados. Testimo­nios, estudios, y, por supuesto, los clásicos de Mumia Abu-Jamal, Angela Davis, Jean Marc Rouillan… pero como un ami­go mío (preso en León y con más de tres décadas de prisión sobre los hombros y todavía dentro) me dijo: «junto con el de Xosé (Tarrio), el libro de Fernando es lo mejor que he leído sobre la puñetera cárcel.»

Poco más podemos añadir.

Apenas cien paginas que se leen en dos tardes, repletas de cucarachas, de médicos de los que no te puedes fiar, pa­lizas y torturas continuas, heroína, sangre, metadona, medicación, pinchos, peleas, patios, visitas, sexo, libros, abusos, algunas hostias ideológicas a antiguos revolucionarios y mucha tolerancia al dolor. Cien páginas que generan una experiencia inolvidable.

Inolvidable para que no nos olvidemos de la cárcel y lo que pasa dentro de ella. Gracias Fernando.

Ed. DDT liburuak (2022, 104 pág.)


Malditos de tierra y mar

«El don de encender en lo pasado la chispa de la esperanza sólo es inherente al historiador que está penetrado de lo siguiente: tampoco los muertos estarán seguros ante el enemigo cuando éste venza. Y este enemigo no ha cesado de vencer. Tesis VI

La tradición de los oprimidos nos enseña que la regla es el «estado de excepción» en el que vivimos.» Tesis VIII

W. Benjamin, Tesis sobre el concepto de historia

En Malditos de tierra y mar. Comunidades y resistencia contra la explotación colonial Rodri Robledal le pasa a la historia el cepillo a contrapelo.

El libro comienza con el «descubrimiento» y explotación de América; cuando la economía política del Viejo Mundo descubre en el Nuevo que el modo capitalista de producción, y por ende también la propiedad privada capitalista, presuponen altísimas dosis de violencia y exterminio, la desposesión, el desplazamiento y la indefensión por la ruptura del lazo social (comunal, de familia extendida, espiritual) en el que antes arraigaban las poblaciones autóctonas y sus formas de vida.

Mientras en Europa, en un desigual proceso de siglos, el naciente proletariado -privado y desposeído de sus medios de existencia, disueltos los lazos comunitarios- se veía obligado a vender su fuerza de trabajo a una ascendente burguesía comercial y preindustrial, el sistema esclavista-colonial y el descubrimiento de amplísimos territorios provocó una carrera de expansión de los estados. Las crecientes potencias europeas pusieron en funcionamiento una cada vez más sofisticada maquinaria militar así como la iniciativa empresarial de compañías comerciales bajo la proteción de los Estados. Entre los s. XVII y XVIII estos gigantes de un capitalismo originario (Virginia Company, Compañía Guipuzcoana de Caracas,…), que detentaban el monopolio de determinadas rutas comerciales o productos del comercio en el atlántico (minerales, café, tabaco, caña de azúcar…), y sobre la todo la iniciativa del Imperio británico ante la problemática de costear los medios de dominación precisos para sostener la sociedad esclavista -costosa e improductiva-, desarrollaron con el transito del trabajo esclavo a la dominación impersonal del trabajo a salario los primeros pasos del Sistema-mundo (Wallerstein) en el que hoy habitamos.

En este relato que reintegra los siglos XVI-XVIII en la historia global del capitalismo y de la economía mundo*, Rodri Robledal (doctor en Historia Contemporánea), nos ofrece siguiendo la metáfora de W. Benjamin más allá de un rosario de fechas y datos, toda una constelación saturada de tensiones. Cofradías de marineros y piratas, el cimarronaje de las selvas, los insurrectos de las vilas y plantaciones, que no pudieron impedir que el sistema colonial se expandiera por todos los rincones del planeta, pero dejaron «ejemplos de rebeldía, dignidad y solidaridad humana, innumerables balances y aprendizajes para los asaltos revolucionarios de los s XIX y XX». Rodri se detiene en cada uno de los nodos de esta constelación (revueltas, quilombos, cofradías), coyunturas revolucionarias en la lucha en favor del pasado oprimido que actúan a modo de estrellas, de relámpagos que iluminan el presente. Estas formas de resistencia e institucionalidades otras, son enmarcadas en una larga tradición de revueltas y conciencia de clase (tal y como se tituló la agrupación de los trabajos de E. P. Thompson), no para ser objeto de coleccionista y piezas de museo, ni para huir y ensayar otros mundos, sino para ser rescatadas y -en palabras del autor- acabar de una vez y para siempre con la barbarie capitalista.

*A finales del siglo XV y principios del XVI, nació lo que podríamos llamar una economía-mundo europea. Era un tipo de sistema social que el mundo en realidad no había conocido anteriormente, y que constituye el carácter distintivo del moderno sistema mundial. Una entidad económica pero no política (al contrario de los imperios, las ciudades-Estado y las naciones-Estado) donde el vínculo básico entre las partes del sistema es económico. Este nuevo sistema económico mundial comenzó a emerger durante el s. XVI, cuando las potencias europeas, como España, Inglaterra y Francia, empezaron a explotar los recursos de las tierras que conquistaban y colonizaban y a finales del siglo XIX, la mayor parte del mundo se había incorporado a este sistema de producción e intercambio de productos. (Wallerstein, I. El moderno sistema mundial).


La tragedia de Espartaco

La tragedia de Espartaco. Hacia una ecología libertaria (1949-1958). André Prudhommeaux (Ed. Milvus y El Salmón, 2021). Traducción, edición y selección de los textos de José Ardillo.

André Prudhommeaux, el autor de los artículos compilados en este libro, fue uno de los precursores del ecologismo y siempre se mostró preocupado por los ritmos naturales de la tierra, respetuoso con la pequeña agricultura y desconfiado de la industrialización, el progresismo y la tecnocracia. Nacido en Francia en un falansterio fourierista en 1902, militó en su juventud en grupos comunistas disidentes y evolucionó al anarquismo. Establecido en Nimes, impulsó, junto a su compañera, la cooperativa Tierra Libre, mientras escribía artículos y viajaba a Alemania para recoger testimonios sobre el proceso revolucionario de 1919. Visitó Barcelona durante la Guerra Civil, criticó la colaboración de la CNT en el gobierno republicano y estuvo próximo al grupo Los Amigos de Durruti. Tras la Segunda Guerra Mundial, introdujo a Albert Camus en los círculos anarquistas, dirigió Le Monde Libertaire y fue secretario general de la Fédération Anarchiste. Falleció en Versalles meses después de la revuelta del mayo francés de 1968.

Aunque el libro lleve por título La tragedia de Espartaco, solo uno de los textos trata la lucha de esclavos que, con casi setenta mil rebeldes, desafió al Imperio Romano del 73 al 71 a.C. El resto de la obra es un compendio de artículos que gozan de gran actualidad. Titulados «Marxismo o anarquismo», «A los adoradores de la ciencia», “El imperio de la tecnocracia” son escritos en los que crítica el mesianismo bolchevique y la Ciencia, tanto liberal como estalinista. Textos en los que, como dice José Ardillo, mezcla el influjo reformista-radical de Wiliam Godwin, el individualismo de Émile Armand, la lucidez antiautoritaria y humanista de Camus y la inspiración de los poetas románticos ingleses. Estos artículos, firmados con seudónimos y hasta entonces desconocidos en español, fueron redactados en una época en la que el mundo se dividía entre el marxismo científico (en realidad la doctrina de la URSS) y la corriente liberal. Las rupturas con dichas doctrinas provenientes de las izquierdas comunistas (como Bilan) o de las anarquistas (como Prudhommeaux) fueron invisibilizadas, por eso es importante que, poco a poco, vayan saliendo a la luz.


Katakrak, handia den luxu txiki bat

Iruñeko liburudenda-biltoki-argitaletxeak, liburuak euskaratzeko oso gustu ona duela baietzean nago eta adibide moduan argitaratu dituen bi izenburu kuttun hauek: Kristo fusilarekin, Ryszard Kapucinski-rena eta Gure historia da etorkizuna; Nick Estel-ek idatzitakoa. Harribitxiak biak.

Ryszard Kapuciski-ren Ebano edo Viajes de Herodoto erderaz irakurrita geneuzkan eta sekulako plazerra izan da Kristo fusilarekin hau, euskaraz irakurtzea. Zer esan Kapuściński-ren gainean? Ba hasteko, kazetari, idazle, iraultzaile ta historialari bat, pertsona berberan, batzen zirela eta ez zuela bilatzen lehenengo lerroko protagonistak, ezta palazioetan gertatzen zena ere, baizik eta jende arruntaren gertutasuna, zer gertatzen zen munduko zati eta momentu zehatz baten kontatzeko, eta emaitza bistakoa da bere obra, luze, eder eta oparo osoan.

Alde batetik konpromisoa, herriekin eta egiarekin batez ere, eta idazkeraren ikus puntutik, itxura zeharo literarioa duen luma batek. Jende arruntekin solasaldiak, bizipenak, eurekin jatea, lo egitea, bizitzea, gaixotzea ta amestea nahi zuen, azalaren azpikoa azalarazteko. Hori zen bere arma bakarra. Hori eta baita idazteko grina eta sena aparta.

Palestina, Guatemala edo Mozambikeko erretrato zuzenak, hitz gutxitan eta oso ondo aukeratuak, kontatzeko zergatik batzuk erabaki zuten armak obatzea, nola eta zer egoeretan, sistema kriminalen aurkako hil edo biziko gerretan, protagonistekin batera eta modu zoragarri baten idatzita.

Nick Estes-en Gure historia da etorkizuna; Oceti Sacowin (siouxak) herriaren hondamendiaren oroitarria eta itxaropenaren hotsadarra da, aldi berean. Genozidioz genozidio, sarraskiaz sarraski eta borrokaz borroka, gaur arte bizirik eta zutik iraun duen herri kolonizatu baten historia latza ta harrigarria da hau. Gaur egungo oliobide baten aurkako erresistentziatik hasita, gizon zuriekin tratu apurtuak, gerrak, lapurretak, erreserbak, arrazakeria, red power, AIM mugimendua eta internazionalismoraino, Estel-ek kontatzen digu nola hondamendiaren errautzetatik, etengabean jaiotzen direla kimets berriak.

Gizon zuriaren zibilizazioa eta Oceti Sacowin nazioaren ikusmoldeak zeharo aurkakoak ziren. Lehenentzat legerik gorenena zen/da lurren jabetza, baina indigenek lurraren zatitzat hartzen zuten/dute euren burua. Nor zen Estatu Batuetako lurren jabea gizon zuria etorri aurretik? Eta zer prozesuren bidez eman zaio lurren jabetza EABri? Galdera egokiak ziren, ustez, justizia unibertsalen izenean hitz egin nahi duen edozein nazio txit zibilizatuarentzat, baina AEB zibilizazioaren eta justiziaren antitesia da. AEB bera da gerraren sustraia.

Profezia baten arabera, indigenen zazpigarren belaunaldiak berreskuratu egingo du munduan eskubidez zegokien tokia, kendu zietena eta hurbileko une zehaztugabe batean, Oceti Sacowin herria suntsitzeko azpijoko zikin guztiak erabili dituen AEBk (sarraskiak, gezurrak, kartzela, emakumeak antzutea, umeak euren familietatik urruntzea, alkohola eta gaixotasunak zabaltzea, hizkuntza, kultura eta dantzak debekatzea) ezabatua izango dela lurren azaletik.

Kontuan hartzeko modukoa da zelan nazio honen gaur egungo borrokak «aliantza inprobableak» bilatzen ari dira eta ikustea indigenak ez daudela bakarrik, baizik eta ekologistak, nekazariak eta sindikatuekin bat eginez, dakota access (suge beltza) oliobidearen eta trasnazional xahutzaileen aurka, iragana luzatzen etorkizunaraino eta berpizten, errautza azpian gelditzen den txingarra.

Beharbada gizon zuriaren garaia, historia bihurtuko da laister eta alderantziz, larru gorrien iragana, etorkizuna. Mitakuyapi bliheiciyapo!


El cuerpo y el capitalismo

Ir más allá de la piel. Repensar, rehacer y reivindicar el cuerpo en el capitalismo contemporáneo. Silvia Federici.Ed. Traficantes de Suelos (2022) 200 pág.

En esta obra la teórica anticapitalista, activista y feminista, Silvia Federici, aborda los distintos momentos, evolutivos y conceptuales, a los que estuvo sujeto la concepción del cuerpo. Tres conferencias le sirven de timón desde donde entretejer un libro reflexivo, tenaz y revelador.

La autora sostiene que nuestro cuerpo, bajo el yugo capitalista, ha estado desposeído de su origen ancestral y ha estado sometido a una historia de opresión, sometimiento laboral y subordinación social. Medicina, psicología y cultura del trabajo fueron las grandes cómplices en la transformación de los cuerpos en máquinas productivas al servicio del Estado, la fábrica o el patrón. La mujer, una vez más, fue doblemente doblegada, al ser presentado su cuerpo como objeto sexual o mera herramienta de procreación. Criadora de esclavos o de obreros asalariados, según la época, siempre estuvo determinada por intereses de unos sectores que impulsan o, incluso, prohíben la reproducción, con esterilizaciones forzadas, por ejemplo.

Foucault explicó el proceso represivo que fue sufriendo el cuerpo en la historia del capitalismo, Federici, además, analiza las capacidades que se desarrollaron para mantener o aumentar la tasa de ganancia.

El feminismo de los años 70, bajo la bandera de la «política del cuerpo», luchó para recuperar el control sexual, procreativo y placentero. Hoy, dicho movimiento, según la autora, tendrá que superar el discurso «liberal, institucionalizado o civilizatorio» y apostar por aquél que aúne la razón de clase, raza u origen y contemple la lucha por el cuerpo como un combate en un marco estructural más amplio.

En conclusión, la autora señala la importancia de reapropiarnos de nuestros cuerpos, recobrando para ello el control de la sexualidad y la capacidad reproductiva, a la vez que cambiamos las condiciones materiales de nuestras vidas. ¿Y cómo, se consigue eso? «Reapropiándonos de los recursos, trabajando menos, recuperando el control de nuestras vidas y responsabilizándonos del bienestar de todo el mundo».


La hidra de la revolución

La Hidra de la Revolución. Marineros, esclavos y comuneros en la historia oculta del Atlántico. Peter Linebaugh, Marcus Rediker (Traficantes de sueños, 2022).

Es la obra histórica primordial para comprender la Época Moderna y la conformación del mundo actual. Describe la desposesión de europeos pobres y nativos americanos, el surgimiento de la clase obrera industrial, las características de piratas y trabajadores de la mar, el tráfico esclavista, la lucha abolicionista y las ideologías religiosas emancipadoras. Todo ello, no como elementos independientes, sino como realidades entrelazadas. El objetivo de los autores, al escribir la obra, era descubrir las continuidades y conexiones entre los movimientos populares que habían sido artificialmente separados por las historias nacionalistas.

A lo largo de los nueve capítulos del libro y a partir casos concretos se analizan las características del mercantilismo atlántico y (lo que es más original en la historiografía) la oposición al incipiente capitalismo, la búsqueda de modos de vida alternativos y los espacios fuera del control colonial americano. A través de personajes ignorados se narran la resistencia de los comunes al cercamiento de tierras en Inglaterra, el proceso revolucionario en Haití, la lucha de clases en la Independencia de los EEUU, las comunidades de cimarronas y las deserciones en el ejército, los campos de trabajo y los buques. También se narran conspiraciones y revueltas urbanas, protagonizadas por marineros y por mujeres, ancianos y niños que se oponían al reclutamiento forzoso. Debido a los peligros de altamar y a la coordinación constante de tareas, los proletarios del mar estaban acostumbrados a la cooperación. Entendían más lenguas y se enteraban más rápido de las noticias que el resto de personas. El devenir de un motín, las consignas de una revuelta, la brutalidad de una represión o la agradable vida de los indígenas viajaban de barco en barco y llegaban a oídos de trabajadores de puertos y tabernas. Las tascas y fondas eran los lugares donde los desposeídos de todos los colores festejaban, bailaban, cantaban, prestaban juramentos y planeaban la resistencia. En veladas amenizadas por violines y canciones y regadas de ron barato, criticaban las desigualdades sociales y maldecían la explotación de los negros.

Marcus Rediker está especializado en la lucha de clases en mar abierto y los aspectos sociales de la historia marítima. Peter Linebaugh fue discípulo de E. P. Thompson y miembro del grupo pionero en el estudio y difusión de los comunes, junto a Silvia Federici.

Celebramos esta reedición de Traficantes de Sueños; la anterior, realizada por Crítica, estaba agotada y aunque tenía una encuadernación más pulida y costosa, la presente tiene aspectos en la traducción que mantienen mayor sintonía con la obra original de los autores. Por ejemplo, en el subtítulo en vez de los neutrales «campesinos» esta vez aparecen los comprometidos «comuneros». Además, incluye una introducción de los propios autores en la que celebran el impacto que su obra tuvo en investigadores y activistas africanos; las siete lenguas a la que fue traducida, las ediciones piratas que circulan en lugares recónditos del mundo; las novelas que inspiraron, como Mar de amapolas, y los espacios resistencia en los que estuvo presente, como la biblioteca espontánea en Occupy Wall Street.


Ecofascismo

Ecofascismo. Una introducción. Carlos Taibo, Ed. La Catarata (2022)

Aunque el autor define este libro como el más especulativo de sus libros, Taibo lanza algunes tesis sobre el concepto ecofascismo que suscitan un reconocimiento y una mención. Como punto de partida, el ecofascismo designa la voluntad, por parte de los estamentos dirigentes de todo espectro de marginar y/o exterminar a un conjunto de población masiva debido al agotamiento de las materias primas energéticas, al cambio climático y al colapso en general. Al inscribir el termino fascismo en esta nueva oleada político-estratégica, es evidente que vuelven a emergir nuevos autoritarismos imperialistas que responden a un capitalismo que, aunque verde, mantiene sus intereses y estrategias inhumanas y disolventes. En la antesala, proyectos históricos fascistas, como la Alemania hitleriana, donde restaurar la pureza mediambiental ( y racial) estaban en la primera orden del día o el colonialismo occidental en las primeras decadas del siglo XIX protagonistas de proyectos extractivistas y de usurpación de materias primas (y un sinfín de intereses coloniales).

El libro subraya que es esa falta de recursos medioambientales y de abastecimiento han servido de antecedente para justificar la aniquilación humana en distintos momentos históricos y que actualmente nos encontramos en una nueva oleada de represión. Cómo señala Taibo «En muchas ocasiones el exterminio (…) no se justificó sobre la base de las necesidades del capital, sino, antes bien, en virtud de las restricciones que se derivaban de la naturaleza».

En la coyuntura actual, los principales centros de poder político y económico «de derechas, democráticos y liberales» son conscientes de esa escasez en un planeta que es limitado y que justifica medidas de control y sometimiento con el fin de preservar esos recursos escasos en unes pocas manos. El objetivo es utilitzar la ecologia como negocio y emplearla como herramienta llamada a permitir que las reglas de juego no cambien. Una ecodicatadura, en fin, como procedimiento que ha encontrado el capitalismo para autoperpetuarse y que salvará, tan solo, a los pasajeros de primera clase.


Los molinos sí que eran gigantes

Don Quijote de la Mancha

Capítulo VIII

«—Mire vuestra merced —respondió Sancho— que aquellos que allí se parecen no son gigantes, sino molinos de viento, y lo que en ellos parecen brazos son las aspas, que, volteadas del viento, hacen andar la piedra del molino.»

Esta monumental obra de Jaume Franquesa (Errata naturae editores, 2023), te enseña que la locura está en aferrarse al pragmatismo, al realismo de Sancho Panza que se empeña en decirnos que no eran molinos, sino que como las inmortales palabras de Don Quijote expresaban, eran gigantes, gigantes destructores de todo lo esencial para una vida humana digna, soberana y plena.

El libro enlaza el recorrido histórico, social, cultural y político del desarrollismo tecnológico en España para crear un monstruo devorador de la vida y de la Naturaleza Salvaje. Y de las luchas desde diferentes perspectivas, múltiples protagonistas y sectores etnográficos. Aunque se plantea el territorio del estudio en la península ibérica, principalmente el análisis parte de Catalunya, sobre todo la zona donde se originó la Revuelta del Sur.

Aquí se descubre la economía moral y la moral, la Ética de la Economía de Mercado. Donde el territorio es dividido por la ideología del Mercado degradando, alterando y subyugando cada zona, según los valores arbitrarios y contingentes de esa misma economía. Se estudia de forma minuciosa cada fuente de energía, y las infraestructuras necesarias para llevarlas a cabo del modo y manera que beneficia a la ideología-economía de Mercado. De esa manera, se estudian las centrales nucleares, las centrales de gas y los parques eólicos. Con gran atención al detalle, desde la Antropología estudia las interacciones, la influencia, el impacto solo en los grupos humanos de todas esas infraestructuras. Como ejemplo, cabe destacar que la elección del territorio donde se va a instalar cualquiera de las instalaciones mencionadas, se elige, no en función de cuestiones técnicas relacionadas con la eficacia de un proyecto, sino por considerar qué parte de ese territorio es desechable, sin valor y pueda haber menor resistencia a su instalación. El ejemplo de los parques eólicos en Catalunya es paradigmático, porque no se eligió la zona más ventosa, que es L’Empordá, sino el sur de Catalunya, por considerarlo un territorio pobre en lo económico y demográfico. Más fácil para las diferentes formas de imposición en el capitalismo.

Pero además no es un frío libro de estadísticas y datos, ya que recurre tanto a los recursos de un libro de consulta con sus mapas y estadísticas, como a los de la ficción, con personajes concretos que hablan, actúan, aciertan, y se equivocan, dudan y no terminan de saber cuál es el camino correcto. Ese enfoque cercano, humanístico construye con fuerza el diagnóstico final del libro, entre la esperanza, y la lucidez de llegar a la conclusión de que los mecanismos de que dispone la Economía ideología-economía de Mercado logra dominar a los modelos alternativos de energía, sin quitarle la dinámica principal, la extractiva, porque el problema fondo es el modelo, y no, tanto, la fuente de energía.

Este debe ser un libro de cabecera para todo aquel que quiera llevar adelante cualquier lucha en el ámbito del ecologismo.

Kimalbertos


El eclipse de la atención

«El colapso atencional se encuentra en la encrucijada entre algunas tendencias claves del mundo actual: la economía que convierte la visibilidad en la mercancía más valorada, las formas de trabajo precarias y multitarea, el zapping y el Scroll como modo de relación con las cosas, el horror vacui contemporáneo. La crisis de la atención es seguramente, la que puede revelar con mayor precisión de que está hecha la sociedad en que vivimos.» Palabras del prólogo de El eclipse de atención. Recuperar la presencia, rehabilitar los cuidados, desafiar el dominio de lo automático (Ned ediciones, 2023, 212 pág.), obra coordinada por Amador Fernández-Savater y Oier Extebarria y en la que se recogen reflexiones de más de una docena de autores, en cuyo colofón se ubica un texto de Simone Weil, que es a la vez una de las inspiraciones del libro, que tuvo su origen en unas jornadas celebradas durante el curso 2018-1019 en el Centro Internacional de Cultura Contemporánea Tabakalera.

Es evidente que, a menudo, no estamos donde tenemos que estar, sino donde quieren que estemos. Su traslación práctica es la falta de concentración, la hiperactividad, la «aceleración» del presente, el abuso de las tecnologías de la «comunicación» y de los psicofármacos o el consumo de terapias «salvadoras».

Sobre estas cuestiones y desde una multiplicidad de visiones, encontramos aportaciones variadas y heterogéneas en áreas como arte, sociología, psicología, pedagogía, feminismo, medicina o filosofía, que se agrupan en torno a tres ejes: La crítica de la economía de la atención, Las artes de prestar atención e Infancia, escuela y cuidados. Además de visiones más generales o introductorias, encontramos diversas conversaciones y temáticas compartidas con autores como Ives Citton, Franco «Bifo» Berardi, Diego Sztulwark, José Ramón Ubieto, Marino Pérez Álvarez o Silvia Duschatzky, a lo que se añaden textos luminosos como los de Santiago Alva Rico, Isabel Stengers o Marta Malo.

Los autores y autoras congregados en torno a esta obra no solo realizan una valiosa labor crítica de comprensión y disección de las nuevas formas de dominación que se despliegan en torno a la manipulación de nuestra atención, sino ofrecen sugestivas reflexiones para tratar de poner al descubierto herramientas que nos permitan recuperar una forma de estar en el mundo renovada, más vital y humana.


Escuchar es casi escribir, sí. Pero solo casi

En torno a «¿Cómo va ser la montaña un dios?», de Eduardo Romero

«Escuchar es casi escribir». Con esa hermosa cita de Alfredo Molano da comienzo el viaje en el que Eduardo Romero nos embarca en su reciente libro «¿Cómo va a ser la montaña un dios?» (Ed. Pepitas de Calabaza, 2022). Un recorrido de ida vuelta, atado con la soga nudosa de marinos mercantes, entre Colombia y Asturias. Escuchar es casi escribir, sí. Pero solo casi. Y es que en las páginas de este libro arrebatador se produce la alquimia de hacer de la escucha relato, historia, informe… a veces testamento, a veces caricia. Una alquimia que solo unos pocos afortunados, como Eduardo, pueden practicar con grandeza.

No somos pocos los que de manera torpe tratamos de cartografiar nuestro presente y su zozobra. Y así llenamos innumerables cuartillas de datos de consumo de energía, de porcentajes de especies muertas, de informes de personas desaparecidas, de conceptos que traten de capturar nuestro criminal orden social. Y Eduardo lo sabe bien. De esa cartografía es conocedor, pero también genial sintetizador en las propias páginas de su libro. No obstante, si su escritura es más alquímica que cartográfica es porque a través de ella los datos saben a tierra y levantan una nube de humo, los porcentajes sangran, los informes lloran al pensar en sus hijos muertos y los conceptos se convierten en la historia de una dominación ruin que se alarga ya por más de cinco siglos.

Es por eso difícil anticipar a la lectora, o al lector, lo que encontrará en estas páginas. Sin duda, una historia muy documentada de la explotación, venta y mercadeo del carbón en uno y otro continente. Es más, una historia global de una industria que se desplaza como un cuervo negro por todo el planeta depositando semillas de muerte que germinan con explosiones que conflagran comunidades, vidas y naturaleza. Pero también encontrará un relato de la reproducción de la dominación y la desigualdad con nombre y apellidos. En este libro Piketty cambio datos económicos por árboles genealógicos y ante nuestros ojos se despliega la historia de las sagas familiares, como los Alvargonzález, que llevan siglos enriqueciéndose gracias a una dinámica vampírica.

Pero eso no es todo. Línea a línea el libro de Eduardo nos trae el dolor de los que resisten y luchan contra la transfiguración del mundo. Aquellos para los que criticar el mundo industrial significa poner el cuerpo en defensa del territorio, llorar a sus hijos y buscar justicia para ellos sin importar el precio, habitar barriadas inmundas sacrificadas en los altares del progreso. Mineros, migradas, sindicalistas, indígenas, activistas, abogadas… Todas partes de la gran familia caída en desgracia por una necropolítica que en su insaciable búsqueda de beneficios ya no duda de atragantarse de tierra, fauna, historia, vida y cuerpos (¿es que alguna vez lo dudó?).

Así, resonando tras la pregunta que inaugura la arcada de este viaje cuasi dantesco, Eduardo nos ofrece un salvoconducto para mirar de frente a la esquizofrénica situación de nuestro mundo. Un descenso a los infiernos zarandeados por el oleaje de un vaivén continuo entre continentes trufado de matanzas, de esclavitud, de muerte, de impotencia… Pero, a su lado, germinando con una aspiración de infinito, Eduardo arroja luz a todas las esquinas donde habitan el amor y la ternura. El gesto medido con el que se ayudar a caminar a un anciano, la caricia que Eduardo lleva décadas regalando a todos aquellos condenados por este mundo, y la solidaridad como esa ternura entre los pueblos de la que él ha hecho siempre modus vivendi.

En suma, estas páginas son un regalo. Amargo, sin duda, como nuestro tiempo. Pero también revulsivo. Una descarga eléctrica destinada a desactivar la apatía de los que dan todo por perdido desde el confort de vidas imperiales. Un fogonazo de nieve que retumba en nuestros oídos con las voces de los sin voz, los que pagan con sangre nuestras vidas de despilfarro. Y un faro para pensar los rumbos que tomar.

Porque ninguna historia mejor que la de la Colombia para mostrarnos que solo el pueblo salva el pueblo. De las grandes trasnacionales, poco podemos esperar. Tan solo una continuación ininterrumpida de sus regalos envenadados, de su parasitismo de la vida a cambio de la calderilla, de su camorrismo. Pero no deberíamos seguir incurriendo en la ilusión de ver en el Estado un dique de contención, un parapeto frente al caos de las mafias y la violencia de los órdenes fallidos. El Estado, como muestra bien la historia colombiana, es en muchos lugares un agente del caos. Un instigador del derrumbe. Un organizador de la violencia que tiene como objetivo prioritario el de siempre: aterrorizar el territorio para privarle de sus custodios. Paralizar con miedo a los humanos para extender el apocalipsis en el tejido de la vida. Avituallar a los sicarios del horror para apagar toda esperanza, toda ilusión, toda imaginación.

Si la historia de la extracción, del trabajo y del imperialismo nos une con maromas ásperas e impregnadas de sal, la experiencia del horror también debería enseñarnos que nadie está a salvo de la codicia del mundo industrial, un Jano bifaz en el que el poder económico y el político comparten una única mente. Y, al terminar la última línea y cerrar la tapa con un eco profundo, una pregunta resuena en el aire: ahora que las minas vuelven con fuerza, ahora que nuestro territorio va camino de ser una zona de sacrificio más (como ya lo fue en el pasado: Almadén, Aboño…), ¿cuánto tardará el Jano industrial en traer la muerte hasta nuestras costas, hasta nuestros hogares? ¿Tendremos el corazón suficiente para resistir?

Adrián Almazán
La Massana, Andorra (2022)


Maderos, chusma y orden social

Maderos, chusma y orden social. Una teoría crítica del orden social. Mark Neocleous. Katakrak, Iruñea (2022)

Para quienes estén interesados en la historia crítica de la policía, este libro de Mark Neocleous es muy recomendable, casi diría que imprescindible, igual que para quienes quieran entender el papel que la institución policial ha jugado en el desarrollo del sistema socioeconómico capitalista y su imposición a nivel global. La principal tesis de la obra nos la destaca Jorge del Cura en el prólogo que hace del libro, subrayando una de las ideas que el propio Neocleous repetirá y argumentará en varias partes de su obra:

[…] desde sus inicios en el siglo XVI, el objeto que mueve el poder policial no ha sido la prevención del delito, sino la creación de un orden social y su acatamiento a través de las ideas del desorden y la inseguridad.

Porque ni la prevención del delito ni el cumplimiento de la ley son los objetivos reales de la policía, que nace como un instrumento para el mantenimiento del orden social. Y no un orden social cualquiera, sino aquel que encarna los intereses de las clases dominantes organizadas y controladoras de los poderes del Estado.

El libro de Neocleous se enmarca dentro de lo que podríamos llamar marxismo crítico británico, preocupado por entender el proceso histórico del nacimiento y la transformación de la policía en los últimos cinco siglos, vinculando este proceso con su instrumentalidad en el desarrollo del Estado moderno y, posteriormente, liberal burgués. Es esta sucesión de etapas la que transformará la idea de policía, igual que muchas de sus funciones, pero sin alterar en un ápice su verdadera naturaleza, que no es tanto el «mantenimiento» del orden, sino su «creación». Además, en su función de crítica, Neocleous también se encarga de atacar algunos de los mitos liberales sobre la propia policía, la Ley y el Estado de Derecho, para recordarnos que ninguno de estos elementos es neutral, ni busca defender la «Justicia», porque en todo momento y en todo lugar son instrumentos al servicio del poder, ese que durante el Antiguo Régimen se encarnaba en el monarca y que tras las Revoluciones Burguesas se encarna en la burguesía capitalista.

Uno de los primeros mitos que se encarga de desmontar es el de la militarización de la policía en determinados «estados policiales» o en los últimos años. La función de la policía siempre ha estado vinculada al ejercicio de la violencia, por lo que su militarización no es ninguna novedad, sino una más de las características de su propia naturaleza. El ejemplo con el que nos plantea esta realidad es el de los gases lacrimógenos, un agente químico cuyo uso está prohibido en los ejércitos contra el enemigo, pero que numerosas policías usan contra la población civil de sus propias sociedades como medida de control. Para el autor esto desmonta «una bella ficción: que el poder policial y el poder bélico son dos fuerzas diferenciadas. Para reforzar esta idea, nos recuerda el lenguaje belicista habitual en la policía en sus «guerras» contra el terrorismo, la delincuencia, las drogas, las pandillas, la vagancia, etc.

En su recorrido histórico, centrado espacialmente en Inglaterra y Londres, aunque no sólo, Neocleous insiste en la importancia de la «vagancia» como el principal factor del desarrollo histórico de la policía, que busca sobre todo disciplinar a la clase trabajadora. Esta función policial llegará al paroxismo especialmente en el siglo XIX, pero es el germen policial que, no es casualidad, nace en paralelo a las leyes contra la mendicidad en la Inglaterra de 1530, unas leyes que están dirigidas contra aquellos «que buscan mantenerse fuera de una relación salarial».

Esta no es una idea nueva, el joven Marx la expresó en sus análisis sobre las entonces «nuevas» leyes antirrobo en 1840, pero no las llevó hasta su última conclusión, que es lo que hace Neocleous en el capítulo 4 de su obra: el asalto a los derechos consuetudinarios que en el campo se realiza con las leyes de cercamiento del siglo XVIII, y que en las urbes del siglo XIX se realizan a través de la definición como «delitos» de aquellos derechos laborales consuetudinarios como la apropiación de las sobras de material en los astilleros (las astillas que se vendían para hacer fuego por parte de los carpinteros), el derecho a «espigar» de los estibadores (que podían recolectar aquella parte de la carga que se caía de los fardos) o el de vender parte de su producción de los artesanos (siempre que no fueran productos ya asignados a un comprador). Todas estas actividades fueron definidas como «robo» y perseguidas por la nueva policía inglesa nacida en 1829 para «crear» el nuevo orden social en el que las propiedades colectivas dejan de tener validez, para apuntalar la propiedad privada tanto de los medios de producción como de los productos.

Para Marx esta violencia capitalista era el verdadero «terrorismo», que Neocleous define como «la violencia a través de la cual la burguesía intenta moldear el mundo a su imagen y semejanza». Porque el conflicto social de principios del siglo XIX no es sino la guerra civil que expresa el conflicto de clases, que se combatió a través de una “guerra policial generalizada”. Muchas de las mejores páginas del libro tratan estos conceptos, pero estos hechos necesitan ser explicados desde la ideología y el debate filosófico en torno al propio concepto de policía, que es a lo que principalmente se dedican los dos primeros capítulos de la obra. No es un tema menor, puesto que la naturaleza filosófica de la policía fue fruto de un debate más intenso de lo que nos imaginamos. De hecho, para mí ha sido una verdadera sorpresa descubrir que autores como Kant y Hegel participaron de ese debate con postulados enfrentados, puesto que su visión del Liberalismo no era tan unánime como había prejuzgado y es precisamente en una cuestión tan nuclear como la policial, donde se aprecian las diferencias: Kant defiende un Liberalismo más puro en el que la policía se entiende como un instrumento neutral al servicio del Estado de Derecho, mientras que Hegel rescata algunas de sus funciones tradicionales al servicio de una idea de «seguridad social», es decir, más vinculada a la sociedad civil. En ambos casos el debate tiene un aspecto común: ambos autores hablan de un estado y una sociedad civil liberal-burguesas que deja fuera cualquier otra opción de sociedad.

Pero por encima de estos debates entre liberales, que Neocleous denuncia en todo momento como «falsas dicotomías», la policía conserva en todo momento su función inicial, la que nace de las leyes contra la vagancia del siglo XVI. Lo único que cambia es el concepto de «vagos y maleantes», que ha evolucionado en paralelo a la sociedad, por eso si en los siglos XVI y XVIII el debate se centró en distinguir entre «pobres» (no susceptibles de ser asunto policial) y mendigos (susceptibles de ser asunto policial), el desarrollo de la idea ilustrada de Estado de Derecho traerá aparejada la definición del «delincuente». Aquí nace otro falso debate, el de la legalidad, es decir, el de la policía como garante última del cumplimiento de la Ley. Neocleous denuncia la doble falacia de esta afirmación, primero al recordarnos que en la función de la policía el cumplimiento de la Ley está subordinada a la imposición del orden social y, en segundo lugar, al recalcar que la propia policía queda fuera del control de la propia Ley, puesto que la discrecionalidad con la que ejecuta sus funciones hace que cuando la legalidad dificulta su labor, siempre es la Ley la que cambia para adaptarse a la policía y nunca al revés (como detalla con varios ejemplos en el capítulo 5).

Otro de los falsos debates que desmonta este libro es de Libertad vs. Seguridad. Según el autor es una trampa creada por el propio sistema burgués en la que caen hasta los autores más críticos e izquierdistas, puesto que la Libertad que se quiere garantizar a través de la policía es la del libre mercado y la libre propiedad privada de las clases poseedoras, una Libertad que supuestamente se opone a la Seguridad, pero, claro, la seguridad que garantiza la policía es la del mercado y la de la propiedad privada. Cuando se entiende esto, el debate deja de tener sentido, puesto que es un debate entre autores igual de liberales e igual de burgueses que buscan que en la guerra de matices se pierda la idea principal: el sistema capitalista agrede libertades consuetudinarias y seguridades comunales para imponer su libre y segura propiedad privada. La policía es el instrumento que se encarga de crear el nuevo orden social y que mantiene el nuevo status quo. Caer en el debate Libertad vs. Seguridad en estos parámetros es perder la batalla cultural, y así «Los esclavos voluntarios del capital deben también, entonces, ejecutar su actuación, en forma simultánea e igualmente infinita, como esclavos voluntarios de la seguridad».

Otro aspecto muy interesante del libro de Neocleous es su entendimiento extenso de la policía, que no se reduce a los agentes «uniformados» de la misma, sino a todas aquellas funciones de control y establecimiento del orden social que buscan «asegurar» la preeminencia del Estado. Esto queda claro cuando la policía se entiende como un fenómeno iniciado en el siglo XVI y no se reduce su historia a la iniciada con la fundación de la Policía Metropolitana de Londres en 1829. Durante los siglos que van de 1530 a 1829, la policía ha ejercido funciones de asistencia al desempleo, control de precios, recogida de desperdicios, garantía de la moralidad y la virtud, administración de la identidad personal, etc. En las primeras ordenanzas policiales de la Alemania del siglo XVI se define como su objetivo «promover el bienestar general y el buen orden» de la población. Esta primera policía es bautizada con una palabra franco-burgundia «policei», que originalmente significa «limpiar, pulir», algo que el autor nos repite varias veces y que relaciona con la propia idea policial de «limpiar las calles», lo que lleva a definir a las personas que sufren sus intervenciones como sucias, guarras, escorias, etc. De hecho, el que a la policía inglesa se la comenzase a llamar pigs (cerdos) en el argot londinense provendría del orgullo con el que se autodefinían los agentes como recolectores de la basura social (lo que la población que sufría sus acciones tradujo por «animales come mierda»).

Tampoco es casual para el autor que el origen de la policía ocurra a la par que comienza a desarrollarse el Estado-nación, a finales del Siglo XV, ni que su primera gran transformación se diera a principios del siglo XVII con la eclosión del Estado Absolutista, que en su afán de hacer que todo cayera bajo su administración dio a la policía de entonces unos poderes muy absolutos sobre una ingente cantidad de cuestiones de la vida cotidiana (incluida la regulación de la prostitución y la expedición de las licencias matrimoniales). Estas dos primeras policías, tan determinantes en la configuración del propio concepto, son las que la historiografía tradicional tiende a olvidar cuando comienza a estudiarla a partir de 1829, fecha que para Neoceous también es importante, al suponer la aparición de la policía contemporánea.

La nueva policía, que se acompaña del nuevo concepto de delincuente, tampoco nace en un momento aleatorio, sino que lo hace para disciplinar a la clase trabajadora obligándola a aceptar el trabajo asalariado como única forma de subsistencia y declara «chusma» delincuencial a cualquier otra forma de buscarse la vida. En este período surge la figura de Patrick Colquhoun, un pensador alineado con las teorías de Hegel y que será el teorizador práctico de la nueva policía inglesa, a la que entiende más como una «función» que como una institución, una función del Estado, encargada de, en palabras de Neocleous, «imponer la seguridad en la sociedad civil mediante el ejercicio del poder». El instrumento a través del cual el Estado controla y domestica a la clase trabajadora para que obedezca las directrices de los propietarios a través de la aplicación de medidas masivas e intensivas de dominación. Porque para Neocleous, Colquhoun fue el primero en usar la palabra «policía» en su sentido actual, que parte de la idea de que la propiedad privada es, por definición, «insegura» y hace falta un instrumento del Estado que la «asegure» frente al conflicto de clases. Como escribió el propio Colquhoun en 1806:

La policía en este país se puede considerar una ciencia nueva, cuyas propiedades no consisten en las facultades judiciales que dan lugar a la sanción, y que corresponden únicamente a los magistrados, sino en LA PREVENCIÓN Y LA DETECCIÓN DE LOS DELITOS, y demás funciones relativas a las DISPOSICIONES INTERNAS tendentes a lograr el correcto ordenamiento y el bienestar de la sociedad civil.

Y aquí es donde Neocleous desenmascara más falsedades nacidas del pensamiento de Colquhoun y Hegel y tan extendidas en nuestra actualidad: la prevención del delito y la pertenencia a la sociedad civil de la policía. Porque la policía no previene el delito, sino que lo define a través de su intervención. El control de los vagos y maleantes sigue siendo la función primordial de la policía, para crear el orden social de turno (hoy en día el capitalista, que obliga a definir como vago y maleante, es decir, como delincuente, a toda aquella persona que busque subsistir sin un salario laborar o estatal).

La segunda falacia es la de la pertenencia de la policía a la sociedad civil, porque, aunque en un sentido amplio toda ciudadana es miembro de la sociedad civil, sensu strictu todo funcionario del Estado deja de serlo. Pero esta confusión voluntaria no es casual y coloca a la policía en un espacio ambiguo en el que se recalca que no es ejército (pese a que usa armas y tácticas bélicas) y que subraya su vinculación al Poder Judicial (cuando está claramente anclada en el Poder Ejecutivo a través de su vinculación a los distintos ministerios del interior) buscando que olvidemos la esencia propia de la policía: el uso de la violencia en favor del Estado y las clases sociales dominantes.

En conclusión, la obra de Neocleous nace con vocación de convertirse en un clásico para quienes quieren estudiar la historia de la policía desde una perspectiva crítica y contextual. Por ponerle alguna pega, los análisis jurídicos (que en este tema son inevitables y necesarios) puede que sean un poco extensos y, aunque deja bien clara la naturaleza violenta de la policía, su aproximación a la violencia policial es eminentemente filosófica, lo que hace que no profundice en cuestiones como la tortura y los malos tratos que, también en Inglaterra, han acompañado desde siempre ese «función policial» que tan bien describe a lo largo de las 264 páginas del volumen.

No puedo dejar de agradecer el esfuerzo de las compañeras de Katakrak al traducir y publicar una obra que ayuda a comprender el fenómeno histórico de la policía con la profundidad de análisis que nos presenta Maderos, chusma y orden social.


Esto no es un manifiesto

A Evaristo Páramos: por tenerlo claro desde el primer momento, no saberse callar y dar la cara.

I.

El Manifiesto conspiracionista es un libro sin autoría que, al final del infierno de 2021 y en medio de lo más crudo de la excepcionalidad de las medidas sanitarias, aparece aupado en un sello de la industria editorial francesa (Seuil). Una semana antes de su publicación y en base a una filtración policial -como un Polifemo herido que en la desesperación de su ceguera intenta atrapar a Nadie-, los medios de comunicación buscan ponerle cara, con la sola intención de desvirtuarlo. De esta espectacularización que lo eleva a la categoría de escándalo, se siguen las reacciones viscerales de esos haters que lo estaban ahí esperando; antes incluso de haberlo podido Nadie soñar. Quien hace la ley, hace la trampa.

II.

La traducción al castellano, no ha tardado en hacerse esperar, ha corrido a cargo de Pepitas de Calabaza que ha asumido la apuesta poniéndolo en continuidad con el resto de títulos de su catálogo. Así pues, de esta parte de los Pirineos y coincidiendo con la desescalada, no ha hecho falta desacreditarlo otorgándole más publicidad de la debida. Ha pasado pues, interesadamente desapercibido. Todo va muy deprisa y el escenario es otro. El silencio también forma parte de la estrategia. Y entonces, lo que resultaba en el momento de su publicación adecuado del texto, podría decirse ahora que de repente ha dejado de ser oportuno. O precisamente quizás lo contrario, y esta es una de las tesis del libro: como en un mal chiste, lo que valía hace seis meses -por milagro- deja de tener validez. Y esto, a riesgo de volvernos a todos tarumbas, en un claro ejemplo de luz de gas: se modifica el guión, se cambian las reglas, se adecúan los comportamientos, se pide más gobierno, se gestiona la crisis. Bienvenidos al Estado de malestar. Y la que se nos viene encima.

III.

El librito es provocador ya desde el título. ¿Cuándo se ha visto antes un manifiesto de más de trescientas páginas? El título contribuye en gran medida a desviar [détourner] la atención de la obra. Así, sin más, sobre fondo negro. Pero entonces, ¿a quién va dirigido realmente que le pueda provocar tanto? Si no fuese porque de entrada tácticamente ha surgido en una editorial generalista, por su estilo de redacción podría encajar perfectamente con cualquiera de los lectores del Comité invisible, de Tiqqun,… Pero, ¿dónde han ido a parar todas estas gentes desde marzo de 2020? Lo cierto es que estas mismas gentes que debieran inscribirse en una larga tradición que se remonta a las conspiraciones de los iguales babuvistas, lo mismo que se empollan el cuaderno V. del Libro de los Pasajes de Benjamin, etcétera, etcétera. A estas gentes, no es que se les haya caído el libro de las manos, desprendiéndose de esta batería terminológica han hecho explícita una renuncia. Ya sea poniéndose de perfil, que cacareando absurdos protocolos lo han vaciado de su potencia significante. Además que no han dudado en emplearlo, o no han evitado utilizarlo como objeto o insulto arrojadizo. Y todo esto, lo hemos comprobado, ha provocado dramas irreconciliables entre la peñuki del rollito y no solo. Se opera un cisma. Ni están, ni se les espera. Y visto lo visto, mejor así.

IV.

El libro va más allá de la dimensión y de la gravedad del momento, -de un análisis de la mera coyuntura y de las decepciones personales. Sirve para situar una visión de conjunto por medio de una apabullante investigación expresamente desprovista, eso sí, del formalismo abstracto y del rigor académico de fuentes, notas y referencias bibliográficas al uso. Venceremos porque somos más profundos: una referencia de connotación partisana, en la contraportada. Porque la cuestión no es si es cierto lo que cuenta. La cuestión es porqué no teníamos ni idea de Dark Winter, Atlantic Storm, Skinner box, Event-201, MK-Ultra, KUBARK, DARPA, Nudges, etc. Todos y cada uno, ejemplos de una guerra permanente contra el habitar y contra lo existente que se lleva librando desde hace décadas en Occidente. Quizás por eso, la sensación es que además de dejarnos con el culo vuelto, nos ha pillado con los pantalones bajados. Y sin embargo, la conciencia deviene conspiracionista. No puede ser que aquello que los denostados conspiranoicos nos advierten, una y otra vez, termina siendo más tarde un hecho verificado. Aquello que afirman termina siendo consenso. Como tampoco puede ser que en el chiringuito okupi de la vuelta, sea más fácil controlar que no se cuele un virus, que se nos infiltre un secreta. En la espectacularización integrada se ven policías que pasan por revolucionarios y revolucionarios que pasan por policías. Y mientras así sea, vamos dejando pasar el tiempo. A verlas venir.

V.

Así que una vez cerrado el libro, nunca más será una frikada asegurar que estamos atravesando un umbral de época. Este mundo está llegando a su fin. No se sostiene. Quieren nuestro alma, incluso nuestras amistades. Colonizan nuestro futuro y se sirven para ello de la tecnología. La hipótesis cibernética. Rechazar esta posición es tomar partido. Negarse. Ahora más que nunca, o formamos parte del problema, o formamos parte de la solución. Hay desertores por todos lados. Aquellos que al encuentro respiramos alegría: «queremos vengarnos». Y como dice la canción: inspira y conspira.

Escrito desde los jardines de la sociedad de amigos del entorno.

Clara de Mente

Post Scriptum: no olvidar preguntarse qué hacían, si se quiere, un Durruti o una Rosa Luxemburgo en 1918 coincidiendo con la gripe española. Cualquier cosa menos autoconfinarse, eso es seguro.


¿Y por qué no iban a callar los corderos?

El título del libro ¿Por qué callan los corderos?, de Rainer Mausfeld (ed. Catarata, 2022) parece un juego de palabras con la conocida película sobre un docto asesino en serie, y tanto el libro como la película me produce el mismo efecto de extrañeza, por la aparente perplejidad que se percibe en el autor del libro y en la protagonista de la película por la docilidad silenciosa de los corderos. Pero para las personas que conocemos de forma personal el ámbito rural, que de natural tiene poco, la brutalidad, violencia implícita y explícita y la docilidad fruto del condicionamiento de la domesticación, el silencio de los corderos nos parece consecuente e inevitable.

Y además, precisamente la metáfora elegida da parte de la respuesta a la pregunta del título. Porque los corderos, condicionados por los parámetros de la domesticación, sólo pueden dar como primera respuesta… el silencio.

Que nadie se confunda con esta primera apreciación. El libro me parece útil y necesario. Incluso su pretensión de ser un manual para detectar el adoctrinamiento que haya en las noticias que surjan dentro de nuestra sociedad me parece lícito. Su contenido, su meticulosa estructura, su atención al detalle son absolutamente soberbios, pero también tiene algunas carencias destacables.

Creo que hubiera sido interesante consultar fuentes históricas y antropológicas sobre el adoctrinamiento en otras épocas, en otras culturas1. Pero también una aproximación teórica, cómo experto en psicología que es el autor, sobre si somos más o menos susceptibles por nuestra naturaleza humana, o por el acervo cultural civilizado, a ese adoctrinamiento, porque en esta disyuntiva los útiles de «desprogramación» se presuponen diferentes.

La Civilización surgió por, y a través de, la domesticación de plantas y animales. Que la domesticación del ser humano puede entenderse como un efecto consecuente a todo ello, y que, tal vez, una persona civilizada, es una persona domesticada. Y aquí viene mi pregunta sin respuesta, ¿puede nuestra naturaleza «salvaje», o lo que queda de ella, resistir al adoctrinamiento? En este sentido, el libro es muy claro. Nosotros, los civilizados no podemos evitar el adoctrinamiento, porque como los espectadores de un espectáculo de magia, sabemos que no es verdad, pero no cuál es el truco. Quizá la resistencia a todo ello resida en nuestros instintos, lo más primario de nuestro ser.

Quiero recordar que ha habido bastantes civilizaciones, en el que el sacrificio humano era habitual, por diferentes motivos. El adoctrinamiento me parece imprescindible para que una sociedad acepte esto como algo normal. También las víctimas de los modernos campos de concentración fueron, la mayoría, en silencio a ser masacrados. Y el adoctrinamiento, por fuerza, tenía que ser distinto al actual.

En este sentido, el libro está especializado en el adoctrinamiento dentro de la sociedad democrática actual. Lo dicho, merece la pena, tanto por lo que dice, cómo lo que no dice.

Kimalbertos

NOTA:

1. El libro analiza la democracia ateniense, y la primigenia americana como bases de la occidental contemporánea.


La guerra empieza aquí

La SAPA de los Aperribay. La guerra empieza aquí. Ed. Antimilitaristak EH.

Once colectivos antimilitaristas vascos coordinados en AntimilitaristakEH, han trabajado en auzolan, para sacar a la luz las infinitas vergüenzas de la industria militar vasca. Tejido industrial que pudiendo servir a necesidades sociales, se dedica al asesinato en serie, en un país especialmente sensibilizado contra el uso de algunas violencias y donde bajo un manto de silencio, se desvían recursos públicos a empresas privadas, para exportar sangre, dolor y muerte.

La fabricación de las cadenas y los trenes de rodaje de los tristemente célebres carros de combate Leopards, tienen sello de la SAPA, uno de cuyos propietarios es Jokin Aperribay, presidente de la Real sociedad club de fútbol, que obtiene además pingües beneficios también por el mantenimiento y la revisión de dichos componentes y todo ello gracias al trato de favor por parte del Gobierno vasco (PNV), extenso a lo largo del tiempo y hasta incluso chapucero, en un medio cómodo en la opacidad.

Las formas de dopaje de esta industria de exportar asesinatos en masa, son de los más variada: Avales por valor de 9.000.000 de euros, que SAPA no devolvió y que Diputaciones forales y gobierno vasco acabaron pagando con dinero público, enmiendas presupuestarias como la presentada por el PNV para inyectar otros 2.000.000 de euros para el I+D de SAPA, el perdón de deudas millonarias con la diputación gipuzkoana, también en manos del PNV, e innumerables contratos a dedo, rebajas de intereses por pagos y condonaciones de deudas.

El viejo sueño del antimilitarismo vasco, es que la SAPA y las demás empresas que gozan de la protección de las élites políticas, del acceso a la barra libre del dinero público, que pagan favores con puertas giratorias y que huyen del ruido mediático, para fabricar, revisar, mantener y lucrarse con material de guerra que causará más refugiados y más muertes de civiles, se reconviertan en empresas al servicio de las necesidades sociales, como en su tiempo sucedió con Orbea, BH o el Casco.

Ayudemos a ello, conociendo su modus operandi y señalando a los mercaderes de muerte y a sus protectores. Ni un céntimo nuestro, para ellos y sus guerras.


Horizontes comunitarios

Nuevos comunalismos. Adrián Almazán e Iñaki Barcena -coords.- Ned Ediciones (2022)

Esta obra, nace con el objetivo de «contribuir a la urgente tarea de construir una hipótesis política para el decrecimiento, el proyecto político que entendemos tiene mas potencial para ofrecernos simultáneamente salidas justas, igualitarias, autónomas y no ecocidas al actual colapso civilizatorio», analizando en profundidad el que sería el eje central de esta nueva hipótesis: el comunalisno. A través de los diferentes capítulos que conforman el libro, y tomando como punto de partida la clarificación conceptual de comunidad, lo común y la comuna, se aborda la experiencia de las comunas campesinas como ejemplo de autonomía material, simbólica e institucional. El proceso de modernización del último siglo («la extensión de la modernidad capitalista e industrial como la expropiación y mediatización de los modos de vida preindustriales, una Gran Expropiación de todos los bienes comunes y formas de comunidad que resultaban un obstáculo para sus objetivos de control y valorización.») se ha desarrollado bajo la estela del productivismo. Sus consecuencias han sido la destrucción del territorio, de la Naturaleza y de la vida, bajo «la forma de un orden extractivista que pretende seguir indefinidamente adelante con el esquema crecimiento-extracción-consumo-desecho, ciego ante el choque frontal con nuestra condición terrestre y los altos riesgos que acarrea». También se habla desde la experiencia propia, proponiendo, partiendo del marco que dibuja el Capitaloceno extractivista actual, la defensa de lo que todavía es defendible de la tradición comunal a la par que la construcción colectiva de nuevos comunalismos. Como contraposición al Capitaloceno, se propone el concepto de Comunaloceno, tratándose de horizontes comunitarios constituidos por una triple negación: contra la lógica del Estado, la lógica del mercado y el modo habitual de hacer política desde las izquierdas.

Como epílogo se aborda el debate en torno a la cuestión del colapso, subrayando la idea de que quizá ya estemos viviendo en una de época de colapso, con deterioros graves, progresivos e irreversibles; así como el análisis de un contexto socio-político desalentador y reaccionario, tendencia del «capitalismo verde», señalando tanto el peligro de los «eco-autoritarismos» como el de los cantos de sirena del neopopulismo verde de izquierda, abanderado del «Green New Deal» y de la intervención a través del Estado, quedando en evidencia que este no es la solución sino parte del problema, cuestión que la historia y la tozuda realidad se empeña en mostrarnos.

«La pregunta crucial es como (auto)organizarnos para ser capaces de incidir en esta situación de crisis y conseguir que, en el marco de una desestructuración profunda que ya ha comenzado y que tiene cierto grado de irreversibilidad, el daño social y natural sea el menor posible a la par que no renunciamos a seguir transformando la sociedad en clave emancipatoria».


Mancomunidade

Mancomunidade. Uma terra livre sem estado. Joám Evans Pim.Ed.Ardora (s)ediçons anarquistas (2019)

A lo largo de su historia Galiza ha contado con formas de autogobierno comunitario, sustentado a través del «concelho aberto», asamblea de vecinos en la que participa toda la población y que en un pasado no tan lejano era responsable del ejercicio legislativo, ejecutivo y judicial, así como motor de la producción cooperativa local. Todavía en 1845 dos funcionarios del gobierno declaraban que «miserables aldeas (…) forman en la actualidad un Estado independiente dentro de España (…) sin dependencias de ninguna especie ni sujeción a ninguna autoridad superior». Un siglo y medio después un tercio del territorio de Galiza (mas de 700.000 hectáreas) continúa sobre titularidad colectiva en mancomún, provocando ciertas dinámicas de resistencia de unas comunidades rurales herederas de una institucionalidad propia, al margen del estado y en ocasiones, contra él.

Sobre los mimbres de esta experiencia histórica se propone, en palabras del propio autor, «um atrevido exercicio de política ficçâo», libertad para soñar y formular preguntas diferentes con un horizonte libertario. Explorando en la rica historia de una Galiza sin Estado y en referentes contemporáneos, se imaginan y visualizan imágenes positivas de los futuros deseados para orientar, a modo de brújula, la acción transformadora en el presente, diseñando una organización política y territorial de una sociedad galega sin Estado («Para reforçar a sociedade, é preciso debilitar o estado»), donde por naturaleza cualquier estructura dependerá de millares de personas deliberando en pequeñas asambleas soberanas. Se trata, en definitiva, de «retalhos de uma obra colectiva que está ainda por fazer. Uma constelaçâo de ideas, historias y desejos que apontam para um jeito distinto de entender uma terra livre. Uma proposta libertaria fundamentada numa organizaçâo comunal do territorio».


Más humanidad

Maternidad y crianza. Interferencias sobre el discurso dominante. Tania Gálvez San José (Ed. Fantasma, 2022)

Como anuncia el título, con este libro la autora consigue interferir en el planteamiento sociopolítico de la maternidad y la crianza y lo hace desde un lenguaje bloguero, directo y sin contenciones. A través de capítulos cortos reflexiona sobre la maternidad como parte intrínseca de la sexualidad de la mujer. También trata la lactancia artificial, la viejuna, la menstruación, los tabúes y los distintos estilos de crianza, apoyándose en otros autores/as que para ella son referentes (Carolina del Olmo, Meredith Small…) y a los que nos invita a conocer.

El libro desentraña distintos ejes que han sido pautados y protocolizados por el sistema capitalista y que han direccionado nuestra manera de vivir la maternopaternidad. Paradójicamente, en un mundo híper conectado, ser madre o padre viene a ser lo contrario a tener una buena comunicación con nuestros hijos/as puesto que el trabajo y las estructures neoconsumistas nos alejan de una crianza plena y natural. Por ello, en toda la obra se desprende una voluntad de alejarse de aquellos cuadernos y manuales que dictaminan de qué manera debemos relacionarnos con nuestros hijos y acercarse a fuentes bibliográficas donde pongan en entredicho esas formas protocolarias y a experiencias donde se respire vínculo, contacto y encuentros más humanos.


Épica crepuscular

Antracita. Valerio Evangelisti. Traducción de Francisco Álvarez. Ed. Hoja de Lata. 2023, 410 pp, 24 euros.

Bajo la pantalla del ficticio nombre de Luther Blissett y con el nuevo milenio, pudimos conocer parte de la cascada de títulos que aparecían principalmente en la península itálica: ensayo, denuncia, pero sobre todo narrativa. Y entre aquella narrativa «Q», la novela histórica que relataba el hilo negro de la revuelta durante el siglo XVI, alrededor de las revueltas campesinas igualitaristas que se multiplicaron en suelo europeo saludando con fuego la llegada de la Modernidad. Para entonces, el grupo de creadores que estaban bajo la escritura a cuatro manos de «Q» mutaban a Wu Ming («sin nombre» en mandarín), con el que se publicarían sucesivos volúmenes, situados siempre en otros contextos históricos de extrema conflictividad social.

Valerio Evangelisti, el autor del recién publicado «Antracita» en la propositiva casa editorial Hoja de Lata, ha sido por el contrario un escritor que firmando sus obras con su nombre, ha sido de sobra conocido en el panorama editorial italiano desde hace décadas. Así, en el estado español se habían traducido hasta la fecha, las aventuras del inquisidor Eymerich y la trilogía de Nostradamus con desigual recorrido. Evangelisti, prolífico autor que falleció el pasado año y de siempre comprometido en el área de la izquierda menos acomodaticia, compartía también amistad y complicidades literarias y políticas con los integrantes de la Wu Ming Foundation.

Escribió novela histórica, ciencia ficción, fantasía y terror. Géneros que podrían considerarse como un muestreo de la Serie B de la literatura, desterrados de los estándares de calidad y creados y dirigidos en un principio para consumo popular. Géneros, por tanto, alejados de los estándares de calidad normativos. La de Evangelisti así es una opción voluntaria de producción bajo parámetros de género, y si el género en cuestión se aleja de los cánones de los poderosos, también en Literatura, mejor. Es por eso que también dedicó una trilogía al género del western, la novela de vaqueros que se leía e intercambiaba en las tiendas de chucherías hasta hace unas décadas también aquí. Novela sentimental, novela de vaqueros o novela negra, opciones populares claramente de género, y no solo literario.

«Antracita» es la tercera entrega de la serie que bajo los patrones del western escribiera Valerio Evangelisti por los mismos años en los que viera la luz «Q». Hoja de Lata ha tenido a bien traducir y editar este volumen en el que bajo los cánones del llamado «western crepuscular», en el que un antihéroe transita desengañado por una sociedad que se desmorona, asistimos al nacimiento del nuevo capitalismo norteamericano del último tercio del siglo XIX, pero sobre todo al de los ambientes de sus opositores y de quienes sobreviven a él. Así, los internacionales y otros antagonistas del nuevo orden económico serán parte determinante del paisaje humano e industrial que nos refleja esta novela de vaqueros y de mineros, en el que el polvo gris del carbón, señera del capitalismo, va tiñendo la llanura americana.

Para 2008, Wu Ming consignó como «nueva épica» a aquella tendencia literaria que colocaba en sus producciones en el centro de la trama a los sin nombre y sus revueltas, potenciando una visión colectiva de las mismas. Además de ello esa nueva épica precisaba de una voluntad de renovación estética o de subversión de los cánones culturales de los géneros. Y de este modo, por su uso de los subgéneros que no gozan del prestigio cultural y sí del fervor popular, la Nueva Épica albergaba también la producción de Evangelisti.

En definitiva, «Antracita» es una novela que goza de una base documental rigurosa y en las que los nadie y sus luchas son protagonistas. Pero que nadie espere en ella el cansino realismo socialista. Estamos ante una verdadera novela de vaqueros, en la que los malos son también muy malos y los buenos no tanto, como manda el género. Pero en la que el viento de la Historia sopla, convence y enardece. Necesitamos más de esta nuestra renovada épica.


La sociedad implosiva

La sociedad implosiva. CorsinoVela.Editorial Traficantes de Sueños, 2022, 288 pág.

Reedición de esta obra editada inicialmente en 2015 por MuturrekoBurutazioak, que mantiene plenamente su vigencia. A través de casi 700 tesis, su autor -en línea con otras obras como Capitalismo Terminal (TdS, 2018) o Capitalismo patológico (Kaxilda, 2021)- defiende la tesis de que el capitalismo ha entrado en una fase terminal, que ya no es tanto una perspectiva de futuro, como una realidad en la que ya estamos inmersos. La quiebra y degradación del modelo capitalista abre espacio a nuevas formas de dominación políticas y económicas, pero también «a la formación de renovadas comunidades igualitarias surgidas del antagonismo al trabajo asalariado y de la autonomía de las luchas». Nuevos retos que nos exigen abordar el colapso del capitalismo desde nuevas perspectivas prácticas e ideológicas.


Anarcocristianismo

Por limitaciones de tiempo no podemos dedicarle una merecida mayor recensión a Contra los dominadores de este tenebroso mundo. Doctrina e historia de los movimientos y autores anarcocristianos, de AlfredoVelasco (ed.DDT, 2022, 390 pág.). Completa e interesante crónica de los individuos y grupos que a lo largo de los dos últimos milenios entendieron y pusieron en práctica una forma de vivir comunalista y antiautoritaria, siguiendo el mensaje del evangelio, y siendo relegados y, en no pocas ocasiones, castigados por la jerarquía eclesiástica y por los gobernantes. Su ejemplo, sin embargo, ha influenciado a diversos movimientos revolucionarios contemporáneos.


Ron negro

Ron Negro. Una historia de racismo y contrabando en la Cuba los años 20 (Ed. Trilita, 2021) es una novela gráfica de Antonio Raya Rosas, un autor de trazo clásico y realista, de formación autodidacta, que no abusa de información escrita y colorea las páginas como si de una película de época se tratara.

Ron Negro es la continuación de Nubes Negras, donde el protagonista combatió junto a los anarquistas barceloneses a los pistoleros de la patronal. Aquí, la trama empieza con el naufragio del vapor Habanera (ocurrido realmente) y sigue en las plantaciones cubanas de caña de azúcar y el contrabando de ron a Estados Unidos en plena Ley Seca. El protagonista conoce a personajes representativos de la época: un patrón ambicioso, una sirvienta mulata, un capataz despótico, un italiano mafioso, una trabajadora sexual catalana, matones y negros alzados. Tras disfrutar con esta historia de amores, venganzas, negocios y revueltas ya esperamos una posible tercera entrega y nos preguntamos ¿dónde veremos la próxima vez el protagonista?, ¿conspirando con los anarquistas expropiadores rioplatenses para liberar a Simón Radowiski del penal de Usuahia o sufriendo los avatares del ascenso nazi en Berlín? ¡Quién sabe! Bueno, Antonio Raya lo sabe. Esperamos sus noticias.


Casilda

Ruben Uceda es un historietista madrileño que, afincado en el mundo rural, es autor de diferentes obras que tratan de luchar contra la desmemoria y de crear un imaginario libertario y anticapitalista. Entre sus trabajos destacan Vahidos (2008), El Decapital (2012), Versoñetas (2015), Atado y bien atado. La Transición golpe a golpe (2018), La palabra ilustrada (2018), Negras tormentas (2022), Casilda revolucionaria (2022) o Cuentos clásicos de terror y fantasía (2022).

En Casilda revolucionaria (Ed. Cambium Cómic) Uceda nos ofrece un vivaz retrato, narrado en primera persona, que per­mite que seamos testigos privilegiados de la intensa vida de esta mujer revolucionaria, vasca y libertaria, a través de sus vivencias y sentimientos.


Planes para ocupar Berlín

Insólito e interesante ensayo en el que el autor, el periodista David Granda, se centra en la infiltración y control de la Stasi, la polícia política de la RDA, en la escena punk y disidente de la Alemania Oriental durante la Guerra Fría. Este viaje que deja perplejo al lector, sobre todo por la abundancia de confidentes que los servicios de seguridad tuvieron en ese pequeño universo, es un entretenido periplo por la historia reciente de Alemania, del socialismo real, el espionaje y la música, con azarosas conexiones entre David Bowie, el tráfico de obras de arte y los dos Berlines -la hipersubvencionada ciudad bohemia de Occidente y la austera urbe comunista- que convivían de espaldas. Un apasionante y exhaustivo paseo, completamente recomendable y absorbente, al que quizá haya que reprochar las recurrentes obsesiones del autor (Nick Cave, por ejemplo) o la carencia de una visión más general y ponderada acerca de la vida en la RDA, más allá de la omnipresente sombra de la Stasi ante una disidencia, por lo demás, bastante menor. Punks, neonazis, escritores, informadores en bandas ruidosas, miembros de Rammstein, espías que derrocaron presidentes del Gobierno y la súbita e inverosímil desaparición del denominado Muro de Protección Antifascista y de los aparatos de seguridad que lo tutelaron son algunos de los alicientes de este texto adictivo.

Ed. Libros del K.O. (2022, 504 pág.)


Novela libertaria

Novela breve libertaria es el título de una iniciativa editorial, que nos ofrece novelas populares anarquistas, de rápida lectura, en formato pequeño y con un objetivo claro: «presentar la idea antiautoritaria de un mundo sin gobernantes ni gobernados». Hasta el momento han editado «Aurora social», que recoge textos de escritores anarquistas clásicos, así como varios relatos de Peroti. La editorial busca personas que quieran colaborar tanto escribiendo como en labores de distribución. editoriala2022@gmail.com


Plantas mágicas

Título que da nombre a una guía breve, sintética y práctica que analiza 24 plantas psicoactivas (plantas, cáctus y setas de libre adquisición en herboristerías, jardines, viveros y en la red), con indicaciones de las posibles propiedades terapéuticas y bibliografía de varios especialistas en la materia. También se incluyen descripciones, efectos, consejos de uso, sustancias y peligros. Según su autor Luis.O. Aira, esta obra «resume la Alternativa Herbal a las sustancias ilegalizadas y por ello adulteradas». PVP: 10 . Contacto: yerbasmagicas@gmail.com


Drosera

Drosera, nacida en 2015, es una publicación en papel que cuyo principal objetivo es la célebre aspiración surrealista de fusionar definitivamente sueño y vigilia. Incluye la trans­cripción inmediata de sueños y pesadillas, dibujos oníricos, construcción de objetos soñados, frases escuchadas durante el sueño, así como anécdotas y noticias que guarden relación con el dormir, el soñar y el sonambulismo provocado. También ensayos y textos críticos en torno al dormir, al soñar y a sus vinculaciones con la revolución social y la acción directa. La publicación no incluye poesía, ni relatos y está editada por el Grupo surrealista de Madrid y coordinada por Vicente Gutiérrez Escudero y Andrés Parchal.

El nº 8 (2023) de «Drosera. Intervención onírica». cuenta con textos de Xoán Abeleira, Jorge Riechmann, Laura de la Fuente, Vicente Gutiérrez Escudero, Corsino Vela, Miguel Amorós o Ángel Zapata, así como «I Sogni di Palmi», que reúne la experiencia de comunicación onírica realizada por un grupo de presos BR en la prisión de máxima seguridad de Palmi, en Calabria, en 1984

Pedidos a: comunicaciononirica@gmail.com (1 versión en blanco y negro, 2 versión en color, más gastos / gratis para presos).


Rabia contra la máquina

Ràbia Kontra la Màkina. Subersió, agitació i acció directa. BCN, anys ’90 es un documental de Max Ira, uno de los protagonistas de aquélla época. El reportaje está centrado en el movimiento de okupación en Barcelona y algunas ciudades vecinas. Está basado en consignas, canciones, fotografías y protagonistas que dan su testimonio, tanto en catalán como en castellano, durante casi cuatro horas. Para el estreno cinematográfico la cinta se dividió en dos partes. La primera empieza con los orígenes y las influencias europeas de los squatters barceloneses que abrían espacios para ensayos, reuniones y conciertos. Después, repasa diferentes casas y centros sociales emblemáticos, sin esquivar la presencia de machismos, autoritarismos o cansinos gestionismos. Lo que prima, sin embargo, son los buenos recuerdos de los testimonios y el reconocimiento de que aquellas ocupaciones y compañer@s «nos cambiaron la vida». La proliferación de centros sociales permitía satisfacer la militancia, el ocio, la cultura e incluso las relaciones afectivas sin salirse de un itinerario okupa urbano (o rurbano). Se trataba abrir espacios de vida para generar otra sociedad, un medio para hacer política y un modo comunitario de resistir. En tiempos que estaban presentes otras rupturas como el antimilitarismo, el apoyo a los presos en lucha o la solidaridad internacionalista, la okupación fue extendiéndose. «El hecho de okupar, de apropiarnos de cosas rompía con la lógica capitalista»; «atacar la propiedad, los juzgados, las fuerzas del orden y, al mismo tiempo, potenciar la autoorganización significó un desafío al sistema en toda regla»; «en pleno auge de la ciudad olímpica, había otra Barcelona dispuesta a romper la paz social»; «sentíamos un espiral de emociones y creatividad»; «la democracia es mentira»; «vamos a ocuparlo todo».

En la segunda parte se realizan balances más introspectivos, analizando la presencia del patriarcado y liderazgos en el movimiento, a la vez que se abordan polarizaciones de antaño, como el uso o no de la prensa burguesa o resistencia activa o pasiva. También se explican las causas del auge y caída de la okupación. La madurez del movimiento llega con la consolidación de la Asamblea de okupas y la colectivización de herramientas para la resistencia. «No hubiésemos podido hacer tantas cosas por nosotros mismos sin aquélla infraestructura», «escuchábamos la radio interna de los mandos policiales», «teníamos medios de comunicación propios, para informar a la gente del barrio». También se recuerdan la proliferación del uso de la acción directa no violenta, que permitía salir de la espiral enfrentamientos-represión y dejaba espacio para otros militantes que querían jugársela, pero no a palos. Acciones, por ejemplo, llevadas a cabo durante las jornadas de lucha social Trenquem el silenci, la izada de la bandera okupa desde el Ayuntamiento, el corte del cinturón metropolitano con activistas colgados del puente o el tapiaje de la casa vacacional del President. «Hubo un momento en que todo el mundo encontraba su lugar, entre las diferentes formas de lucha que habían».

Ràbia Kontra la Màkina es un notable resumen de lo que vivieron los okupas y anticapitalistas barceloneses durante quince años, de 1984 a 2001. Quedará por hacer, el período 2002-2023 y lo que queda por venir. Este cuento no se ha acabado. ¡La lucha sigue!

Por más completo que sea un documental, seguramente, en ninguno aparecerían todas las casas ni todos los protagonistas. Ràbia Kontra la Màkina es, hasta el momento, el trabajo histórico más coral y menos ciudadanista sobre aquellos hechos. Sale el testimonio de más de cincuenta personas y no se censuran las voces que explican el techo de los sindicatos, la lejanía de los partidos políticos, los peligros de las negociaciones, del reformismo y de las esperanzas democráticas. Tampoco escatima en voces que explican la necesidad de autodefensa, el origen de los disturbios o la necesidad de radicalizar el conflicto.

El trabajo realizado por Max Ira contribuye sobremanera a la memoria colectiva de aquél puñado de luchadores sociales que actuó por Barcelona los últimos años del milenio. En este sentido, es tan importante lo que el autor hizo público como lo que no: la memoria que reposa archivada y ordenada para futuras investigaciones, exposiciones, reportajes o libros. Hay cientos de horas de entrevistas grabadas y miles de imágenes de distintos archivos y fotoperiodistas alternativos.

Hacia el final del documental, distintos testimonios analizan las causas de la disolución (que no desaparición) de la potencia okupa barcelonesa. Entre ellas destaca el agotamiento de quien actúa y no ve contagiada su lucha más allá del propio movimiento. Además, la vorágine de inestabilidad, heridas irreparables, precariedad, condenas, multas y represión, que traían consigo aquellos actos, no eran asimilables para el resto de nuestras vidas. No fuimos eternos, pero que nos quiten lo bailado.


Munis. La voz de la memoria (revolucionaria)

Se podría decir que Munis es uno de entre los últimos revolucionarios «clásicos». Sin embargo, es un gran desconocido, olvidado por la historia del pensamiento político y relegado a un cierto ostracismo por los academicistas de la historia contemporánea. Para tratar de rescatar su memoria, un grupo de compañeros que compartieron vida y experiencia con Manuel Fernández-Grandizo, conocido como «G. Munis», vuelven a encontrarse para descubrir que viejas rupturas pueden ser paliadas en virtud de una reconciliación. Con ellos no sólo retomamos el pensamiento que G. Munis y sus compañeros llevaron a cabo, sino algo mucho más propio de un documental de esta índole, revelar que la biografía de los ausentes son exploraciones de quienes la cuentan.

Produce: Radikal Films.
Realización: Javier Carneros.
Duración: 81 minutos.
Audio: castellano, catalán, francés.
Subtítulos: francés e inglés.
Año de producción: 2011.
Accesible de forma gratuita en YouTube.

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