Año indeterminado. Concierto de JJ.SS. En cartel: Odio, Basura y RIP. Padres que acudían con sus niños sentándolos en las primeras filas. Pogos que arreciaban, el local destrozado y las banderas incineradas.Padres que intentaban rescatar a sus hijos y, Yul, víctima de una tabernero agresivo. Eran los tiempos en los que el punk se hacía con las venas del cuello a punto de explotar.Caóticos y desesperados comienzos de los 80.La mentira forzó analmente a la esperanza y los RIP se dieron por enterados. «Kaos», «Brigada criminal», «Anti-militar» y «No hay futuro» son títulos demasiado explícitos. Flemas de odio contra un mundo que no se dejaba vivir. Ruido y esputos verbales contra lo más sacrosanto y lo más intocable, contra todo lo dado por correcto.
En el 81 nació Doble Cero. Txerra, Yul yPortu bajo la excesiva ingesta de alcohol decidieron utilizar una guitarra española a modo de bajo, una eléctrica enchufada a un cassette y unos cojines suplantando a la batería. Los Pistols, los Clash o Ramones eran su inspiración.Mahoma se incorporaría a la banda después de pasar un tiempo como furgonetero de la misma.Adoptaron las siglas más populares del cementerio y dieron que hablar.
Llegó «Z.E.N.» compartido conEskorbuto, gracias a la mano del rey de las morcillas (Kike Turmix). Los RIP nada saben de la suerte de aquel disco.El maltrato discográfico se agudizó con el vinilo «No te muevas» editado por el sello Basati. «Grabamos con ellos porque conocíamos a una persona que nos ayudó, era Javidestruye, pero se marchó y luego de pena, se han “sobrao”. No sabemos nada de ese disco». Se sienten engañados y no es para menos.Se enteraron de la reedición del «Z.E.N.» de manos de Suicidas y de la edición de «No te muevas» en formato CD por Basati, a través del suplemento musical de Egin. «Lo único que hicieron fue mandarnos un CD para cada uno», comentan los de Arrasate.
Pero si el capítulo discográfico de RIP no ha sido provechoso para el grupo, la vida de esta banda, asaeteada por la aguja, no ha sido más fructífera para sus arcas. «No teníamos ninguna pretensión de sacar pelas. ¿A cuántos conciertos hemos ido cobrando dos mil pelas?, simplemente íbamos a pasar el día con la basca en vez de ir a una disco».Tocaban casi todas las semanas y en verano casi todos los días, pero el caballo inyectó sangre en sus ojos e hizo mella en la formación.La historia de RIP ha sido como el Guadiana, debido a «las circunstancias personales de la vida de cada uno». Mahoma, el conductor más killer del Islam bromea diciendo que: «Los silencios de RIP se debieron a las incursiones en el mundo del hipódromo».
Efectivamente, en RIP como en otras bandas, el caballo hizo daño.Conciertos en los que algún miembro de RIP no se presentaba o aparecía indispuesto e incapaz de mantener la verticalidad, no fueron raros. Prolongados silencios nos privaron del directo caótico y desquiciado de una de las más grandes bandas que jamás haya parido este país, quizás por ello, por el morbo de la equitación venal y porque en aquella época sólo seis o siete bandas se repetían en todos los escenarios, los RIP han adquirido la categoría de mitos para algun*s.Pero a este respecto se muestran inflexibles, «eso de que seamos un mito yo no lo veo para nada», asegura Carlos. Portu va más allá e ironiza diciendo que la bruja de Amboto también es un mito.Dicen que mito y punk son incompatibles, pero con los RIP yo no lo tengo tan claro.
La vida de RIP ha sido oscilante y plagada de altibajos. Nunca se sentaron a decidir si lo dejaban o continuaban.Como bien dice Portu: «Unos grupos duran cuarenta años y otros…» viven y mueren como quieren o como pueden. Fue a raíz del concierto de Arrasate Press cuando volvimos a recuperarlos tras un parón de dos o tres años. Después vendrían una serie de festis en la Txibisto, por Nicaragua en el 92 y otra vez el silencio hasta llegar al segundo disco en solitario de RIP y tercero en su discografía escueta pero imprescindible. «HIESari aurre egiten» nació como fruto de la colaboración de la ComisiónAnti-SIDA de Araba, de la cual Txerra es miembro, el sello EsanOzenki, bautizado para la ocasión como «…ta segi aurrera» y los propios RIP, que querían quitarse «una espina después de tantos directos desastrosos».El disco, como diría Mahoma: «No es el final de algo ni el principio de nada», pero que quede claro que RIP no ha muerto, que los silencios son parte de su dinámica de trabajo. De su forma de ser. «HIESari aurre egiten» hace justicia a los mejores directos de RIP.Todos los clásiscos de RIP se presentan frescos y actuales, tan rabiosos como antaño se nos mostraban.Abre el disco «Mundo muerto», seguida de «Terrorismo policial», «Odio a mi patria» con el vozarrón de Mahoma rayando lo impresionante, «Revolución»,«Eskoria», «Anti-militar», la versión de «Sink with California» con ese pegadizo estribillo que dice que en California no hay Guardia Civil. «Txapelgorri», «Condenado», «Incorruptible», «Presos», «Policía no», el inmortal himno «Enamorado de la Muerte», una versión de Cockney Rejects, «Some body’s gonna get their head kicked tonight», la peleona «Solidarity» de los Angelic, el «Lepoan hartu…», «Mondra» y «Gomarching». Para finalizar este disco los RIP, en plan acústico y ayudados por el piano de Edu Arzamendi, vuelven a interpretar «Enamorado de la Muerte».Tan sublime como la versión eléctrica.
La banda que ayer nos dijo que no había futuro, hoy nos dice «Kontuz HIESarekin». Los RIP sólo se equivocaron en parte, futuro ha habido, pero un futuro preñado de SIDA e insolidaridad, de desesperanza y resentimiento. Que nos vaya bien. Cuidado con el V.I.H.
Josu Arteaga
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