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CUBA, OTRA VEZ ESTADOS UNIDOS LA INCLUYE EN LISTA DE PAÍSES PATROCINADORES DEL TERRORISMO

Jueves 25 de marzo de 2021 por CEPRID

COMITÉ INDEPENDENCIA Y SOBERANÍA PARA AMÉRICA LATINA (CISPAL)

CEPRID

Con total prepotencia para imponer sanciones a países libres y soberanos, con absoluto irrespeto a elementales normas del derecho internacional, con absoluto cinismo de un Estado terrorista que asuela al mundo con guerras para asesinar y destruir a gobiernos y pueblos, con crímenes de lesa humanidad, crímenes de guerra, desapariciones forzosas, torturas, tratos crueles y denigrantes, el fallido y peligroso gobierno de Donald Trump, que terminó su mandato con un juicio político, acaba de reingresar a Cuba solidaria, a la lista de países patrocinadores del terrorismo.

Esa calificación a Cuba es el producto del odio patológico de Trump a todo lo que huela a socialismo, progresismo, independencia que desacata las órdenes de Washington, en pleno ejercicio de la libertad y soberanía.

Cuba ha sido víctima del terrorismo desatado por Estados Unidos ya sea con la práctica del bloqueo genocida, bombardeos directos a la Isla, con sanciones económicas imperiales o actos terroristas diversos, desenfrenados, organizados por diferentes gobiernos desde el de J. F. Kennedy o por terroristas individuales o de organización tolerados y aplaudidos por la Casa Blanca. Esos actos terroristas han provocado la muerte de 3.478 personas entre hombres, ancianos, mujeres y niños, en tanto que otros 2.099 quedaron discapacitados.

La despreciable decisión del agónico gobierno de Trump, fue anunciada por el Secretario de Estado M. Pompeo en su aparatoso final del período gubernamental “El rechazo a esta inclusión de la nación caribeña en la lista estadounidense, llegó incluso antes del anuncio, y desde ese propio país, pues recientemente un grupo de iglesias y organizaciones cristianas estadounidenses dirigió una carta al secretario de Estado Pompeo para exhortarlo a no atacar a Cuba”

Sin duda se trata de un acto soberbio del megalómano y mitómano Trump que presidía un gobierno desprestigiado con ansias de dominación mundial, con un dedo el gatillo nuclear y otro en el odio visceral a pueblos, naciones y gobiernos que no piensen como él; es decir que se resistan a obedecer las órdenes imperiales.

Como ser humano, Donald Trump es un gran fraude a la especie humana. Sus familiares y amigos cercanos, saben que es un ser ambicioso al que no le importa la persona, sino la riqueza o la manera o método para incrementar su fortuna. Esa es la razón fundamental para que odie la justicia social, la igualdad e incluso la equidad de género, y odie al socialismo porque le aterra su ideología, principios y objetivos.

Esa es la fundamental premisa para que incluya a Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo, cuando muy bien sabe o por lo menos presiente que Estados Unidos es el imperio del terror, porque el mismo es un terrorista amparado en el poder y en la fortuna que, hasta se atrevió a incitar a las masas a la insurrección, y tomarse el Capitolio para que los congresistas no proclamen a Biden como el nuevo presidente imperial.

Donald Trump, en calidad de gobernante era un peligro para la humanidad y fuera del poder es un peligro para su propio pueblo porque representa a la ultraderecha fascista y neonazi, en razón de su bancarrota moral y política. Él es el que se atrevió a incluir a Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo, a pesar de que iglesias y grupos religiosos de Estados Unidos anticiparon que “un acto de esa naturaleza sería un acto cruel, sin justificación alguna y políticamente motivado”.

“La verdadera motivación de esta acción es imponer obstáculos adicionales a cualquier perspectiva d recuperación en las relaciones bilaterales, se advirtió. Al respecto el titular de la dirección de Estados Unidos de la Cancillería cubana, Carlos Fernández de Cossío, dijo en Twitter que su país es un estado víctima del terrorismo perpetrado durante años por el gobierno norteamericano o por individuos y organizaciones que operan desde ese territorio con tolerancia de las autoridades, según PL.

Desde La Habana, Prensa Latina, informó que el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, condenó la decisión de Estados Unidos de calificar a su país como patrocinador del terrorismo, por considerarla hipócrita y cínica.

En su cuenta en Twitter el canciller añadió que el oportunismo político de la acción es reconocido por todas aquellas personas con preocupaciones honestas ante el flagelo del terrorismo y sus víctimas.

La mayor de las Antillas había sido excluida de ese grupo en 2015, durante el proceso de acercamiento con Estados Unidos en el segundo periodo de mandato de Barack Obama (2009-2017).

De acuerdo con el comunicado, se incluye a Cuba por supuestamente ’brindar apoyo repetidamente a actos de terrorismo internacional al otorgar refugio seguro a terroristas’; acusaciones que la isla ha negado reiteradamente.

EL MUNDO RECHAZA INCLUSIÓN

En respuesta a ese acto prepotente de Estados Unidops, el Canciller de Cuba Bruno Rodríguez señaló que “Hoy los políticos norteamericanos no son nada, no tienen moral para señalar a ningún país, peor a Cuba libre.

Agregó: Como acusar de terrorista a nuestro país que es ejemplo de solidaridad de humanismo de desprendimiento, donde está la moral del acusador para levantar la voz, para hablar del asunto, es de reír con malas ganas

El imperialismo impone a los pueblos un modelo totalitario que destroza culturas e identidades nacionales. Las redes son el más desventajoso campo de batalla donde se manipulan voluntades y se intenta convertir en dóciles y embrutecidos consumidores a los seres humanos.

Voces de todo el mundo rechazan la vil actitud de Estados Unidos contra Cuba, según informaba el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba. El titular de esa cartera de Estado Bruno Rodríguez Parrilla, agradeció en redes sociales el apoyo solidario a Cuba, luego de ser incluida como país patrocinador del terrorismo, en una lista del Gobierno de Estados Unidos.

Nuria Barbosa León, periodista de Granma informaba que  Bruno Rodríguez Parrilla, agradeció en redes sociales el apoyo solidario a Cuba. En su cuenta de Twitter, el también miembro del Buró Político del Partido escribió: «Agradecemos las múltiples muestras de rechazo a la inclusión de Cuba en la lista ilegítima del Departamento de Estado por parte de miembros prominentes del Congreso de EE. UU., organizaciones religiosas, emigración cubana e instituciones y personalidades a nivel internacional».

El catedrático y periodista franco-español Ignacio Ramonet lo catalogó de un cinismo absoluto. La organización Amigos de Cuba en Salónica, ciudad portuaria de Grecia, calificó el acto de vicioso y provocador. Los militantes del Partido Socialista Unido de Venezuela emitieron un comunicado cuestionando al imperialismo norteamericano y criticándolo como una farsa.

El Partido de la Izquierda Europea señaló de inadmisible la incorporación de Cuba a esa lista y denunció el recrudecimiento del bloqueo que implica; en tanto la ministra noruega de Asuntos Exteriores, Ine Eriksen Soreide, dijo que era lamentable tal decisión.

Por su parte, el director general para Estados Unidos de la Cancillería cubana, afirmó, que «el secretario de Estado. Michael Pompeo, miente deliberadamente».

El Presidente de Cuba Miguel Díaz-Canel manifestó: «Cuba se opone al terrorismo: ha sido víctima de este flagelo, nunca patrocinadora. La desprestigiada administración de Trump hace todo lo posible por entorpecer y evitar un mejoramiento de las relaciones durante la presidencia de Biden», expresó el Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel, en su cuenta de Twitter, al comentar la fraudulenta y arbitraria inclusión de la Mayor de las Antillas como nación que favorece tan denigrante práctica.

También el Parlamento cubano rechazó la presencia del país en la espuria lista, mediante una declaración de su Comisión de Relaciones Internacionales, en la cual denuncia que «Estados Unidos no tiene ni autoridad ni mandato, y mucho menos moral para hacerlo, cuando realmente son ellos quienes promueven, patrocinan y financian el terrorismo, a la vez que protegen a sus agentes y a verdaderos asesinos que, después de sus crímenes, se pasean libremente por el territorio estadounidense. Denunciamos ante los legisladores del mundo esta nueva agresión».

Al respecto, Carlos Fernández de Cossío, director general para Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores, afirmó, ante la prensa, que «el secretario de Estado. Michael Pompeo, miente deliberadamente».

Nuestro país no le reconoce autoridad a esa lista por ser concebida por ellos mismos, expresó el diplomático. «Su único fin es difamar contra países con los que Estados Unidos tiene desavenencias o discrepancias». Agregó que Cuba ha sido víctima del terrorismo organizado, financiado y perpetrado por la Casa Blanca, o por individuos y organizaciones que radican u operan en el territorio de esa nación, bajo la tolerancia de esas mismas autoridades.

«Hay otra razón adicional, dijo al señalar que, esta medida se toma por un gobierno saliente con el objetivo evidente de tratar de imponer obstáculos a cualquier recomposición futura de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos», aseguró, y añadió que otro de sus objetivos es impactar en el comercio, las finanzas y las transacciones generales con nuestro país.

Bruno Rodriguez Padilla sostuvo que “El capitalismo ha sido incapaz de crear una sociedad racional; ha creado una sociedad llena de contradicciones y de absurdos, llena de paradojas; ha creado una sociedad que todo lo dilapida, los recursos naturales, pero especialmente los recursos humanos…"

El Presidente der Cuba, Miguel Diaz-Canel sostuvo que, en estos cuatro años, en particular desde que Pompeo es Secretario de Estado, se ha manifestado el mayor ensañamiento político de EEUU contra Cuba, en función de castigar y provocar sufrimiento en la población, algo que los cubanos registramos bien y no olvidaremos.

La inclusión de entidades en sus listas pretende reforzar un cerco económico que no ha podido destruir la Revolución Cubana en 62 años. Expresó una absoluta verdad: “la maniobra del secretario de estado Pompeo para incluir a Cuba en su lista de estados patrocinadores del terrorismo y complacer a la minoría anticubana en la Florida, de allí que el mundo condena la hipócrita y cínica calificación de Cuba como Estado patrocinador del terrorismo.

El analista internacional Enrique Moreno Gimeranez informaba que el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, destacó en un tuit que la administración de Donald Trump «pretende minar el camino de la política internacional antes de salir por la puerta trasera de la historia mundial» y expresó su rechazo categórico a «la inclusión de nuestra hermana República de Cuba en “lista de patrocinadores estatales del terrorismo”».

Un comunicado de la Cancillería venezolana refutó enérgicamente la infausta intención de la saliente administración de Donald Trump. «Esta decisión refleja la manipulación y el uso político e ideologizado que Washington hace de un tema tan sensible como lo es la lucha contra el terrorismo, con el fin de promover su agenda de desestabilización y de continua agresión contra el pueblo y gobierno de Cuba. Es evidente, así mismo, la intención de dejar minado el camino para dificultar una reaproximación entre el gobierno entrante de la Casa Blanca y el gobierno revolucionario de Cuba», señala el mensaje.

El Secretario Ejecutivo de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), Sacha Llorenti, publicó en su cuenta en Twitter que «la arbitraria decisión del gobierno de Estados Unidos no sólo viola la Carta de las Naciones Unidas y el Derecho Internacional, sino que es una afrenta a los pueblos del mundo. En medio de la pandemia y bajo un criminal bloqueo, Cuba envía médicos y, salva miles y miles de vidas». Además, agregó que, si existiese una lista de los países patrocinadores de la solidaridad y de la vida, en primer lugar, estaría Cuba.

Por su parte, el ex asesor del Gobierno de Barack Obama, Ben Rhodes, calificó en un tuit la designación como «una basura tan politizada destinada a atar las manos de una administración que toma el poder en diez días» y agregó que «Cuba no es un Estado patrocinador del terrorismo».

Previamente, los senadores estadounidenses Amy Klobuchar, Patrick Leahy, Ron Wyden, Chris Van Hollen, Jack Reed, Jeff Merkley, Sherrod Brown, Martin Heinrich y Tina Smith enviaron una carta al Secretario de Estado, Michael Pompeo, expresando su preocupación ante esta eventual decisión, sin consulta y revisión formal por parte del Congreso.

Otras organizaciones y personalidades a nivel mundial manifestaron su rechazo ante la decisión de la administración Trump contra la Mayor de las Antillas.

Cabe recordar que Cuba había sido retirada en 2015 de esa lista negra estadounidense, que conlleva sanciones económicas, por el antecesor de Trump, Barack Obama, quien consideró que los esfuerzos de medio siglo de Estados Unidos para aislar a la isla comunista fueron un fracaso.

Pero la administración Trump, que desde que asumió en 2017 revirtió esa política de acercamiento a Cuba, decidió reingresarla cuando se prepara para entregar el poder el 20 de enero a Joe Biden, exvicepresidente de Obama.

“La política oficial y conocida, y la conducta intachable de nuestro país, es el rechazo al terrorismo en todas sus formas y manifestaciones, en particular el terrorismo de Estado, por quien quiera, contra quien quiera y donde quiera que se cometa”, menciona el comunicado.

Por su parte, el jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo, señaló que, “con esta medida, volveremos a responsabilizar al gobierno de Cuba y enviaremos un mensaje claro: el régimen de Castro debe poner fin a su apoyo al terrorismo internacional y la subversión de la justicia estadounidense”, Al respecto, la Cancillería cubana condenó la decisión de la administración Trump, al argumentar que, entre otras cosas, dicha acusación no presenta legitimidad y que solo se trata de “un acto soberbio de un gobierno desprestigiado, deshonesto y en bancarrota moral”.

Las atrocidades imperiales son cometidas no sólo contra Cuba, sino contra muchos países alrededor del mundo. En América Latina y el Caribe no hay un solo país que no haya sido agredido, invadido militarmente, impuesto dictaduras nefastas, crueles y sanguinarias tipo fascista.

La decisión del gobierno de Trump contra Cuba, adoptada días antes del fin de su muy cuestionado mandato, venía siendo observada  desde hace meses y ya se especulaba sobre la posibilidad de incluir a Cuba en la lista “unilateral del Departamento de Estado que califica a países, sin mandato o legitimidad alguna, carente de motivación genuina, referida al terrorismo y sus secuelas, y como instrumento de difamación para aplicar medidas económicas coercitivas contra naciones que se resistan a doblegarse a los caprichos del imperialismo estadounidense”.

Así mismo, la institución también expone que el hecho de incluir a Cuba en dicho listado, no tiene más motivación que la de impedir unas relaciones bilaterales sanas entre ambos países. “Se conoce, sin lugar a dudas, que la verdadera motivación de esta acción es imponer obstáculos adicionales a cualquier perspectiva de recuperación en las relaciones bilaterales entre Cuba y los Estados Unidos”, se lee en el comunicado emitido por la Cancillería desde La Habana.

El imperio del terror en su omnipotencia dice que “con esta medida, volveremos a responsabilizar al gobierno de Cuba y enviaremos un mensaje claro: el régimen de Castro debe poner fin a su apoyo al terrorismo internacional y la subversión de la justicia estadounidense", El jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo, evocando al fallecido Fidel Castro y a su hermano Raúl, líderes de la revolución de 1959. Pompeo basó la decisión en la "maligna interferencia" de Cuba en Venezuela y en otros países latinoamericanos.

En 2015 Obama retomó la relación bilateral con el entonces presidente Raúl Castro y retiró a Cuba del listado de Estados patrocinadores del terrorismo, al declarar que los esfuerzos de medio siglo de Estados Unidos para aislar a la isla "habían sido un fracaso". Pero Trump revirtió ese acercamiento apenas asumió en 2017, recrudeciendo el embargo vigente desde 1962.

Cabe recordar que, a lo largo de sus cuatro años de mandato, Trump volvió a reducir la embajada estadounidense en La Habana a su mínima expresión, impuso de nuevo sanciones y hasta las amplió. “El futuro gobierno de Joe Biden podría eliminar a Cuba del listado de países patrocinadores del terrorismo, pero primero tendría que realizar una revisión formal, lo que significa que la medida puede estar en trámite durante meses.

Con un mensaje escrito en español y en inglés, el canciller cubano Bruno Rodríguez no ocultó su malestar. "El oportunismo político de esta acción es reconocido por todo el que tenga una preocupación honesta ante el flagelo del terrorismo y sus víctimas", dijo Rodríguez en su cuenta de Twitter, donde condenó "la hipócrita y cínica calificación de Cuba como Estado patrocinador del terrorismo".

Además, la inclusión de Cuba en la lista, complica la agenda diplomática del entrante Gabinete de Biden, lo que podría conducir a aplazar los intentos de mejorar las relaciones diplomáticas y comerciales entre los dos países. Además esa medida podría llevar a la imposición de “sanciones a personas y países” que comercien con la isla, situación que podría amainarse en el gobierno de Biden.

El analista Pablo Guimón, desde Washington señalaba que “con esta acción, haremos una vez más responsable al Gobierno de Cuba y enviaremos un claro mensaje: el régimen de Castro debe acabar con su apoyo al terrorismo internacional y la subversión de la justicia estadounidense”, afirmaba Pompeo en su declaración sobre este problema. Nada menos afirma que Estados Unidos es el amo de la justicia y que castigará a países que realicen actos de subversión a la justicia imperial. Es una desvergüenza total.

Guimón añade que la decisión (imperial) llevará a la imposición de “sanciones a las personas y a los países que realicen ciertas actividades de comercio con Cuba”. La devolución del país a la lista de Estados patrocinadores de terrorismo, de la que salió en 2015 y en la que se encuentran también Siria, Irán y Corea del Norte, supone la reversión de los esfuerzos de la Administración del demócrata Barack Obama para reconstruir los vínculos con la isla, histórico enemigo de la Guerra Fría. Y complica el campo de maniobra para un posible acercamiento de la diplomacia de la Administración de Joe Biden, quien fuera vicepresidente de Obama, que tomará posesión el próximo día 20.

Entre otra serie de justificaciones de la medida, Pompeo cita la “infiltración del aparato de inteligencia y seguridad de Cuba” en “las fuerzas militares y de seguridad de Venezuela”, “ayudando a Nicolás Maduro a mantener el dominio sobre su pueblo mientras permite operar a organizaciones terroristas”.

Ya en mayo del año pasado, Estados Unidos incluyó a Cuba en la lista de países que “no cooperaron plenamente” con los esfuerzos de la Administración estadounidense contra el terrorismo, al negarse a extraditar a un grupo de guerrilleros colombianos del llamado Ejército de Liberación Nacional (ELN). Aquella clasificación era un paso previo a una posible inclusión de La Habana en la lista negra de patrocinadores del terrorismo a la que regresa ahora. Cuba ingresó en la lista negra en 1982, pero en mayo de 2015 la Administración Obama sacó al país de la misma, en una decisión con escasos beneficios prácticos para La Habana, cuyas relaciones diplomáticas con Washington están rotas desde 1961, pero que se interpretó como un gesto clave en la normalización de las relaciones, iniciada por Obama y Raúl Castro, y frustrada con la llegada al poder de Trump”.

Desde que Trump llegó a la Casa Blanca, el emperador de turno del imperio, se dedicó a terminar con los pasos iniciales de Obama respecto a las relaciones diplomáticas y comerciales con Cuba e impuso una serie de medidas económicas o sanciones que perjudicaron a la Isla, para ganar el aplaudo de la gusanería de Florida. De tal manera que la inclusión de nuevo de Cuba en la lista “supone la última de una serie de medidas adoptadas por el Departamento de Estado en la recta final del mandato del presidente Trump, destinadas a blindar algunas de sus prioridades en política exterior antes del relevo en la Casa Blanca”.

Para el presidente de Wola Geoff Thale, centro de análisis, la medida de Trump, "claramente es una decisión motivada políticamente, una recompensa a los aliados políticos internos de la administración Trump durante sus últimas semanas, más que un paso efectivo de política exterior",

Para ese centro de análisis esta medida complicará al gobierno entrante de Joe Biden en la relación con Cuba y causará mayores dificultades económicas a las familias cubanas en medio de la pandemia.

"Es un paso vengativo que dañará al pueblo cubano, y no hará nada que promueva genuinamente los derechos humanos o los intereses de Estados Unidos", añadió Thale.

Los cubanos han visto con desánimo cómo el gobierno de Trump tiró por la borda los acuerdos alcanzado seis años atrás por Obama y Raúl Castro, entonces presidente de Cuba y actual líder del Partido Comunista, que trajeron un respiro al país en medio de casi 59 años de bloqueo económico.

Trump declaró unilateralmente el fin del acuerdo iniciado por Obama y tomó más de 190 sanciones económicas que incluyeron restricciones para los viajeros estadounidenses, el retiro de cruceros y trabas para el envío de remesas a la isla.

Para el académico y exdiplomático cubano Carlos Alzugaray, las medidas que conforman el bloqueo con Obama bajaron "al 90%, no mucho más porque no pudo hacer mucho más y Tump los subió al 99%".

Declarar a Cuba como patrocinador del terrorismo, al lado de Corea del Norte, Siria e Irán, es una medida "muy cínica e hipócrita porque ellos saben perfectamente bien que no hay ningún elemento" para poner al país caribeño en esa categoría, señaló el experto. Alzugaray considera que Biden tendría que subir la apuesta y pedir al Congreso de Estados Unidos que levante el bloqueo de manera incondicional, toda vez que se ha quedado sin pretextos para aplicar este cerco económico, señaló.

"Estados Unidos ha sido tan implacable con Cuba que ya no hay nada que hacer (...) en una época fueron las tropas en Angola, en otra época el apoyo de Cuba a los movimientos guerrilleros en América Latina", dijo sobre la posibilidad de que el próximo gobierno estadounidense quiera poner condiciones al gobierno cubano para echar marcha atrás a las sanciones.

En cualquier caso, esta estrategia de presión sólo ha perjudicado las relaciones económicas internacionales de Cuba, pues su Revolución es inamovible e invencible por decisión de su pueblo que, como decía el Comandante Fidel Castro, de nuevo a las trincheras.

Correo electrónico: tribunalpazecuador@yahoo.com


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