Dineros

No nos importa mucho quién es Albert Mason, la verdad. Ni quien o quienes se ocultan bajo ese nombre. Lo que queda es una experiencia insurgente. Una nueva manera de ha­cernos pensar sobre el dinero y un intento de generar una manera alternativa de trueque, de romper con las herramientas del amo ya que estas nunca romperán la casa del amo. Este libro que bien podría ser un recetario para la subversión anticapitalista se divide en tres partes. Una primera parte teó­rica donde cualquier lego en economía puede aprender y reflexionar sobre el dinero. Todo ello con un humor elegante y con una gran capacidad de transmitir conceptos sobre los que, honestamente, no habíamos reflexionado críticamente todo lo que deberíamos. Aunque tampoco es de extrañar, ¿Somos nosotres quienes te­nemos dinero o es el dinero quien nos tiene a nosotres? Es di­fícil precisar en qué medida una comunidad manipula dinero o en qué medida el dinero manipula a la comunidad. Sabemos que un dinero acumulable y sin fecha de caducidad fomenta el acaparamiento y el egoísmo en la comunidad. También sabemos que un dinero anónimo excita el individualismo y la desconfianza y que un dinero que se reproduce a sí mismo incesantemente, al ritmo vertiginoso de un interés compuesto, empuja a la producción y al consumo desbocados y al agotamiento de los recursos naturales.

La influencia del dinero sobre nuestro inconsciente es más profunda de lo que nos gustaría aceptar. Frases como «mi hijo vale mucho», «la fruta es beneficiosa para la salud» o «cuesta muy poco ser amable» revelan el grado de polución del lenguaje que usamos inconscientemente. En el envoltorio de cada una de estas frases advertimos que hay conservantes y colorantes del capitalismo, trazas de euros y de dólares. Lo que se dice en estas frases de Juan, de la fruta y de las relaciones de vecindad en contexto aparentemente desprendidos de dinero (el amor filial, lo saludable, y la amabilidad) está inconscientemente intervenido por tres magnitudes económicas que se miden con dinero: valor, beneficio y coste. El dinero ha contaminado el lenguaje, el río del que bebe nuestro pensamiento. No es nada nuevo, lo lleva contaminando desde hace miles de años. Quizá por eso este libro debería ser importante, porque busca una nueva manera de pensar el dinero. Volviendo a citar a nuestro querido Albert Mason «El dinero complica la economía, la distorsiona hasta el punto de convertirla en un conocimiento esotérico, controlado por iniciados. pero si eliminas el dinero de la ecuación, la economía es poco más que el ordenamiento de la producción y el reparto de lo producido.»

La segunda parte consta de tres relatos, no obstante, se entienden mejor como ejemplos ficcionados de lo explicado en la primera parte ejerciendo de oxigenación y cierre de toda la parte teórica. La tercera parte, llega con un recetario, generado desde la propia experiencia, de como crear una moneda alternativa. Una moneda alternativa que no se debe confundir con una moneda social de la cual hay multitud de ejemplos y que no deja de ser una herramienta dentro del sistema lo cual hace imposible que se convierta en un instrumento de cambio sistémico. Un manual que no hace falta seguir al pie de la letra para provocar la creación de estas nuevas alternativas. Algo no tan difícil, como se sugiere en el texto que acompaña a este resumen y algo urgente si queremos, realmente, encontrar vías válidas contra el capitalismo.

Un siniestro de repercusión mundial destruyó el patrón oro en 1971, dejando completamente obsoleta la magnitud física por la que el dinero había sido medido durante milenio: la masa. El descubrimiento fortuito del dinero inmaterial, combinado con los avan­ces en la tecnología informática, ha hecho posible la existencia de sistemas económicos de cualquier escala (local, regional o internacional)basados íntegramente en moneda simbólica. El capitalismo opera ya así al 90% pero no puede permitirse ir más allá. Una aplicación al 100% de este nuevo tipo de dinero transformaría radicalmente las relaciones de propiedad y cancelaría el pago de intereses Por esta razón, las autoridades monetarias continúan poniendo abalorios numismáticos en circulación. Los billetes y monedas actúan como fetiches, son las estampitas de los santos y las medallas de Fátima de la Economía, objetos mágicos para confundir nuestros sentidos y mantenernos en el antiguo hechizo del dinero.

Manejar exclusivamente dinero fiat1, como están haciendo multitud de compañeros anarquistas , aplazando sine die la organización revolucionaria, es tan ingenuo como esperar que la organización política de una sociedad revolucionaria se logre por la vía parlamentaria. Así que ya sabéis, si el mensaje es guía para la acción, leamos y pongamos en práctica estas enseñanzas.

NOTA:

1. El dinero por Decreto, también llamado dinero FIAT es dinero que no tiene valor por sí mismo y que tampoco está respaldado por reservas de metales preciosos de su emisor, su valor existe porque la ley dice que tiene ese valor.

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