Desde su nacimiento en 1988 la revista Ekintza Zuzena ha sido testigo y testimonio de un espacio político, geográfico e histórico (el libertario, el vasco y el de la últimas tres décadas). Surgida al calor de la efervescencia social de los ya míticos años 80 en Euskal Herria, Ekintza Zuzena ha tratado de ser fiel a una filosofía libertaria que ha apostado por la autoorganización y por la inquietud y la crítica como herramientas de funcionamiento, con la idea de mantener vivo el espíritu fanzinero del «hazlo tú mismo» que marcó nuestros orígenes. En esta andadura hemos ido inevitablemente evolucionando y envejeciendo, aprendiendo y desaprendiendo, ilusionándonos y desilusionándonos. Errores y aciertos, crisis y desencantos, dudas y apuestas han ido configurando nuestra personalidad entre las limitaciones y fortalezas del medio político y social en el que nos movemos.

Hemos optado por ser cabeza de ratón, una modesta colección de semillas esparcidas al viento y cuyo fruto es la incertidumbre. Una publicación que representa una rareza por su longevidad, una mezcla del esfuerzo y la suerte necesarios para mantener por tan largo tiempo un pequeño proyecto que se basa en la voluntad personal y colectiva y en la ligazón con un espacio social y político que pretende construir de forma contradictoria una alternativa social antiutoritaria.

Por eso, tras 30 años de andadura podemos decir que, hasta cierto punto, todo está dicho, pero que también queda mucho por decir.

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