DESOLACIÓN DIGITAL
La oscura huella digital. Un ensayo gráfico (y autobiográfico) sobre los gigantes de la tecnología, su influencia en nuestras vidas y su impacto en la crisis climática, de Philippe Squarzoni (errata naturae, 2023, 266 pag.) sigue la senda abierta por el mismo autor en Cambio de clima. Un ensayo gráfico (y autobiográfico) sobre el cambio climático (errata naturae, 2022, 488 pag.). Un ensayo gráfico que -de forma sintética, pero con gran claridad expositiva- nos muestra que hay detrás de la supuesta «inmaterialidad» (la nube) con la que parecen presentarse las nuevas tecnologías digitales (y las empresas que las encarnan). Una imagen que esconde una macrotecnoestructura global, que resulta hasta cierto punto desconocida y que no para de crecer, junto a las «ilusiones necesarias» que refuerzan su hegemonía y la colonización de nuestras vidas. Invisibilidad e ilusiones (como la de sostenibilidad o la del reciclaje) que tratan de ocultar la cruda realidad derivada del despliegue de estas tecnologías. Partiendo de los -en muchos casos- gigantescos centros de datos repartidos por todo el planeta hasta el móvil personal que portamos como si fuese una extensión de nosotros mismos se despliega un tsunami en forma de consumo energético exponencial, de colosal impacto medioambiental, de agotamiento de recursos no renovables o de aumento de las emisiones de efecto invernadero, ello sin contar los efectos sociales. En un mundo en crisis que se debate ante la imperiosa necesidad de una transición energética que evite el colapso medioambiental, se plantea la cuestión de si ésta puede conciliarse y complementarse con la transición digital en marcha. La promesa de sustitución digital de determinados usos contaminantes acaba transfigurándose en nuevos usos complementarios y acumulativos, en obsolescencia programada y en un paradójico efecto rebote: «Cuando se mejora la eficiencia de una tecnología su consumo no cae, sino que crece».
Tal como explica el autor «No existe el determinismo de las técnicas. Las nuevas tecnologías carecen en sí mismas de virtudes medioambientales. Por sus propias características no está al servicio de la transición energética, sino de los gigantes de Silicon Valley».
Dando por sentado que toda tecnología tiene un impacto ambiental y desmintiendo la promesas industriales respecto a las bondades de las nuevas tecnologías, Squarzoni, plantea la necesidad de un cambio de mentalidad social, de cuestionar las necesidades (en la lógica de la sobriedad y la economía de recursos) y de regulaciones globales frente al despilfarro energético, para luchar contra la obsolescencia programada o para «decrecer» en cuanto a diversas tecnologías que -como el 4G o el 5G- «permiten el desarrollo de nuevos usos, en particular el streaming, que es devastador para el planeta.»
El cómic no solo cuenta con una parte ensayística, de despliegue de datos y reflexiones, sino que se entrelaza con escenas cotidianas del autor y su hija (ambientadas en el periodo pandémico, donde se aceleró el proceso de digitalización), expresivas imágenes sin texto y «flashes» informativos que retratan nuestro enloquecido mundo. Todo ello en el marco de una estética sobria, pero efectiva que permite convertir a esta obra en un referente accesible para abordar un debate urgente sobre esta cuestión.
LOS NUEVOS PARTISANOS
Elise y los nuevos partisanos. Salamandra Graphic (2022) con guión de Dominique Grange y dibujo de Jacques Tardi es una novela gráfica, de gran formato, sobre la lucha de clases en Francia, durante los años sesenta y setenta. Los sucesos parisinos de mayo de 1968 están en el epicentro del cómic pero, a diferencia de otras obras sobre aquella época, narra los años anteriores y posteriores. A través de la trayectoria militante de Elise, la protagonista de la obra, y de su entorno se explica cómo fueron madurando y coincidiendo en el tiempo, y en el espacio, el despertar de las conciencias, el asociacionismo proletario, la unidad entre obreros y estudiantes, el compromiso social de intelectuales y cantautores, el intento por detener las matanzas en Vietnam, las influencias del maoísmo y las luchas anticoloniales. La obra dedica las primeras páginas a narrar la terrible represión que sufrieron los miles de argelinos del barrio de chabolas de Nanterre, que se rebelaron contra sus condiciones de vida, la represión de los soldados franceses en Argelia y el toque de queda impuesto a todos los franceses musulmanes de la ciudad. Un episodio voluntariamente olvidado por los mass media que se saldó con cientos de emigrantes apaleados, detenidos, deportados e, incluso, desaparecidos, algunos de ellos tirados al río Sena esposados.
Mayo del 68 se muestra con toda la fuerza que hubo, desde los enfrentamientos entre manifestantes y antidisturbios hasta la transformación de la vida cotidiana. Aparecen consignas imaginativas, discursos incendiarios, piquetes de fábrica, represión gubernamental y apagafuegos de derecha e izquierda y la música de protesta. Si el libro se lee escuchando las canciones de Dominique Grange o del disco Pour en finir avec le travail el lector podrá sumergirse mejor en la atmósfera de aquél París insurrecto. La narración de los años posteriores a 1968 resulta interesante por lo desconocida. En un contexto de mayor pacificación social muchos militantes se negaron a abandonar la lucha e, incluso, radicalizaron su accionar, recurriendo a la clandestinidad y la lucha armada. La posterior disgregación de los militantes, claudicación de dirigentes, conservadurismo, conformismo, aislamiento y sensación de derrota provocaron, en algunos luchadores, mayores daños que la represión y la cárcel. El suicidio y la heroína se llevaron más vidas de rebeldes que las ejecuciones policiales.
En todo este marco Elise aprende a luchar, amar y sobrevivir a las tragedias individuales y sociales. Rechaza convertirse en una estrella del folk de moda y se involucra en la acción directa, luchando junto a universitarios radicalizados, trabajadoras fabriles y militantes maoístas de Gauche Prolétarienne. En todos estos hechos, la protagonista se parece a la autora del guión, Dominique Grange, nacida en Lyon en 1940. Luchadora incansable, Dominique, también militó en Comité Revolucionario de Agitación Cultural (CRAC) y escribió canciones reivindicativas como Nous sommes les nouveaux partisans, que da título al cómic. Con respecto al maoísmo, en el Epílogo, la autora aclara que dicha corriente alimentó «la ilusión de una revolución cultural liberadora, capaz de eludir el peligro del revisionismo y del totalitarismo que, en el este de Europa, habían enterrado para siempre toda esperanza revolucionaria. Más adelante, testimonios espeluznantes y cada vez más numerosos que relataban los abusos, las purgas y las numerosas violaciones de los derechos humanos durante la revolución cultural echaron un jarro de agua fría sobre nuestro entusiasmo e hicieron que nuestras convicciones se tambalearan». Celebramos el hecho que Dominique haya aparcado su arma de lucha más universal (la canción «que traspasa muros de prisiones y se cuela en fábricas y campos de refugiados») para escribir este guion, lleno de autoreferencias y ningún heroísmo. La narración es dinámica, clara y equilibrada. Quizá hubiese sido mejor una narrativa lineal y no recurrir a los flasbacks que, en ocasiones dificulta la lectura, sobre todo, cuando se explican hechos con apenas años de diferencia y se trata de un álbum de blancos, negros y grises, en el que no se puede recurrir a los colores salmón o sepia, típicos de cuando se narran cosas del pasado. Jaches Tardi, nacido en Valence en 1946, es el dibujante. Un viejo conocido de los lectores de cómics sociales sobre La Comuna de París o La Primera Guerra Mundial, también autor de obras policiales y de su personaje más conocido: Adèle Blanc-Sec. En esta obra Tardi utiliza el bitono con grises, con dibujos claros y mucha variedad de perspectivas, de los que destacan las viñetas con multitudes manifestándose o luchando contra la policía. Elise y los nuevos partisanos es fruto de la camaradería amorosa de dos artistas que son pareja y se admiran. Es una obra colosal, de rigurosa documentación, tan entrañable como necesaria, para seguir alentando el cambio social.
PAN Y ODIO
Pan y Odio. Los duros años 30. Antonio Raya Rosas. Trilita Ediciones, 2023, 112 pág.
Es la tercera entrega de las vivencias de Antonio Ruiz, el emigrante andaluz al que le tocó estar en los dos bandos del pistolerismo en Barcelona en Nubes Negras y dirigir una revuelta de cortadores de caña en Cuba en Ron Negro. En Pan y Odio, nuestro aguerrido protagonista viaja a Estados Unidos en plena depresión de los años treinta. En el camino o en los vagones de los trenes de mercancías sus iguales huyen del tedio y la miseria, él, de un pistolero a sueldo de la mafia italiana. Las viñetas, mezcla de cine negro y películas de hobos, van transcurriendo por distintas localidades del Medio Oeste, entre buscavidas y luchadores, algunos de los cuales existieron realmente. La vida de Antonio es una huida constante, pero, a veces, es de vuelta. Vuelve a la Barcelona republicana, no exenta de represión y lucha de clases. Antonio elige estar con los revolucionarios y empieza a militar con el grupo Nosotros y los Comités de Defensa.
El cómic tiene un ritmo trepidante, es una road movie que acaba en una ciudad en ebullición. Raya Rosas, responsable de dibujo, guión y anexo histórico, sigue mimando líneas y colores, con un trazo añejo, expresivo y realista. Se nota que el autor disfruta escribiendo esta historia y haciendo aparecer a personajes históricos que, a buen seguro, le hubiera gustado conocer: el músico y sindicalista de la IWW Joe Hill, Néstor Makhno, García Lorca y Durruti, Ascaso y García Oliver.
¿Hasta cuándo vivirá nuestro antihéroe? no lo sabemos, pero lo imaginamos sobre la fría arena de los campos de concentración franceses y cruzando los Pirineos junto a Quico Sabaté.
Por desgracia, no creemos que esta trilogía la pongan en las bibliografías de la asignatura de Historia en los institutos, pero nosotros, desde aquí, la recomendamos como una entretenida manera de conocer hechos importantes de las primeras décadas del siglo XX.
PEPE MUJICA
Pepe Mujica y las flores de la guerrilla (Salamandra, 2023) es un cómic escrito por Matías Castro y dibujado por Leo Trinidad. Narra la vida de José Mujica desde su infancia hasta la llegada a la presidencia. Con un trazo claro y bicolor rescata los episodios más relevantes de la trayectoria militante de «El Pepe», como lo conocen en su tierra. Con fondos mínimos y gran calidez en los rostros de los personajes, los autores repasan episodios relevantes del período de 1944 hasta 2020 en la historia uruguaya.
La familia de Mujica fue una de las tantas que se vio afectada por el surgimiento de la crisis en Uruguay. La muerte del pater familia hizo que José tuviera que alternar la escuela, y luego el liceo, con el cuidado y venta de flores, un humilde negocio que nunca abandonó. Su madre le inculcó valores humanistas y en la década de los sesenta, con la Revolución Cubana y el surgimiento de las guerrillas, el joven Mujica buscó entre el ideario socialista sus anhelos de emancipación, por las armas si era necesario. A fuego lento y bien documentados, los autores explican su escalonada implicación en acciones militares hasta convertirse en uno de los jefes de la guerrilla tupamara.
Los Tupamaros empezaron como «políticos con armas» y acabaron inmersos en una guerra de aparato en la que fueron derrotados en el invierno de 1972. Mujica vivió los años de plomo y calabozos intensamente, recibió seis disparos y fue encarcelado cuatro veces. Durante la dictadura militar Mujica estuvo un tiempo aislado y al borde del delirio, como vimos en la película La noche de doce años y muestran en esta novela gráfica Matías y Leo.
La fase de su auge popular como político progresista se cuenta a fogonazos, seleccionando las frases e ideas que le dieron trascendencia mundial. Los autores no rehúsan tratar temas incómodos como las críticas que Mujica recibió por parte de exmilitantes radicales que lo acusaron de hacerle el juego a los grandes capitalistas, así como el episodio de la lucha conjunta, entre algunos tupamaros y un grupo de oficiales, contra los ilícitos económicos.
La narrativa de la novela gráfica es tan clara como rica. Si bien la obra no responde a todas las grandes preguntas de aquéllos acontecimientos, sí las formula: ¿se hubiera producido el golpe cívico-militar sin la aparición de la guerrilla urbana? ¿era legítimo el uso de las armas para cambiar las injustas estructuras del país? ¿hasta qué punto fueron transformadoras las políticas que impulsó José Mujica desde la presidencia? Uno de los aspectos más originales y personales de la obra es que los autores plasman, en viñetas de fondo celeste, las dificultades y dudas que tuvieron en la elaboración del trabajo, así como su esperada visita al rancho donde vive Mujica junto a su compañera y exguerrillera Lucía Topolansky.
UNA GRAN AVENTURA
Los dos tomos del cómic juvenil América a contrarreloj (Bang Ediciones, 2023 y 2024) con guión de Rodrigo Vescovi, ilustraciones de Juan Méndez y color (en el segundo tomo de Juan Méndez y María Gallart) constituyen una gran aventura, con reminiscencias de La vuelta al mundo en 80 días. El protagonista, Morgan Ludd (un apellido también con muchas reminiscencias) se embarca en un concurso viajero en el que debe recorrer, sin la ayuda de medios a motor, la distancia que va de Cancún, en México, a Ushuaia, en la Patagonia argentina. Durante su periplo, que le lleva a atravesar Colombia, Perú, Bolivia, Brasil, Uruguay y Argentina, asistimos a diversas situaciones que ponen a prueba no solo la astucia y valentía del personaje, enfrentado a retos y peligros, sino también su visión del mundo y de la justicia. Por las páginas del cómic circulan personajes variopintos: aventureros, idealistas, luchadores sociales, capitalistas mafiosos y, cómo no, algunos malvados. Amistad, solidaridad, libertad, amor, convivencia, apoyo mutuo son algunos de los valores que apreciamos en esta obra que, con pericia literaria y técnica, nos hace disfrutar de principio a fin.
LITERATURA CON GARRA
«Literatura es lo que no acaba en el contenedor de papel, lo que hiere, sangra y duele, lo que se queda a desafiar al tiempo y a las mudanzas. Hay que buscar en los márgenes, en las grietas, en la pequeñas editos del primer mundo, en los autores que nadie conoce y que no venden ni cien ejemplares, en el tercer mundo y donde sea.» Incisivas palabras de Josu Arteaga en una entrevista a raíz de la presentación de su segunda novela, Memorias de la mar ciega (Ed. Desacorde, 2023). Obra cercana al género de la novela negra, que transcurre (de nuevo) en el mítico e imaginario pueblo de Oláriz, que el autor ya hizo famoso en su anterior y exitosa novela Historia universal de los hombres gato (Alberdania, 2010, Desacorde, 2015). Una novela esta última que el escritor Patxi Irurzun definió como «neotremendismo rural y mágico».
Josu Arteaga se caracteriza por ser un «personaje» en el mejor sentido de la palabra. Currela, militante del «do it yoursef», vocalista en «La banda del abuelo», poeta, autor de relatos y, sobre todo, buena gente. En su nueva novela, con esa forma de escribir tan sugestiva y con tanta garra que le caracteriza, nos ofrece un estilo sin censura ni filtros innecesarios al servicio de una buena historia que nos atrapa del principio hasta el final. Nos habla de un mundo sin soluciones en el que, sin embargo, siempre hay alguna solución.
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