Venezuela: Elecciones a la Asamblea Nacional, promesas de todo lo que NO se hizo en 5 años. Socialismo es legitimar el estado capitalista o destruirlo.
Viernes 1ro de octubre de 2010 por CEPRID
Manuel Sutherland
CEPRID
Nota: este artículo fue escrito y enviado por el autor el pasado 21 de septiembre, es por tanto anterior a las elecciones del 26 de ese mismo mes
La actual Asamblea Nacional (AN) se instaló el 5 de enero de 2006 y ejercerá sus funciones hasta el 5 de enero de 2011. Actualmente 140 diputados de 165, son del PSUV. Esa inmensa mayoría roja devino del forfeit que la oposición de derecha protagonizó en 2005 y que se reflejó en una abstención del 70%. Con esa oportunidad de oro, la flamante AN no impulsó ninguna ley realmente importante, que pudiera cambiar la estructura socio económica de la nación. Ahora, el proceso bolivariano llama a votar por los candidatos que estuvieron ya 5 años en la AN y por otros candidatos que no han hecho ninguna observación crítica al pasado ejercicio parlamentario. Más grave aún, es que en las razones esgrimidas por el PSUV para el apoyo a sus candidatos, no aparecen medidas concretas que apunten hacia la transformación de la sociedad capitalista. Descartando tajantemente la propuesta derechista, atrasada y reaccionaria que propone la derecha tradicional en su coalición llamada Mesa de la Unidad, es necesario auscultar las propuestas del gobierno bolivariano y los planteamientos de la izquierda que en esa opción se adhiere. ¿Qué hay en los discursos de un partido que viene de haber ganado TODOS los puestos en la anterior elección a la AN [i]? ¿Cuáles son algunas de las medidas que NO se hicieron y que ahora ni siquiera se proponen?
Socialdemocratismo salvaje y la maniquea noción de que votar es un apoyo ciego y emotivo.
Al mundo se ha vendido que se hacen elecciones en Venezuela por todo y a cada instante. Eso se ha usado para decir que hay una “democracia vibrante” [ii] y que mientras más vote la gente, más democracia. Cada elección se nos ha vendido frívolamente, como una gigantomaquia, un choque de titanes de ideas radicalmente diferentes. Los medios de propaganda bolivarianos y de la oposición (derecha tradicional), no cesan en machacarnos esta falacia. Nos sumergen en posiciones absurdas en aras de empujarnos a apoyar o tapar errores abominables en aras de un apoyo irrestricto a una opción. Dicha práctica para la izquierda es particularmente nociva, debido a que imagina a la clase obrera no como sujeto de construcción socialista, sino como un mero voto. Un voto visto así, no reflexiona ni es capaz de formular políticas orgánicas. Un voto así, es la consumación de una opinión acerca de una iniciativa que no ha sido discutida en espacios de debate popular. Por tanto, la exigencia de votar (apoyar) es una petición que se realiza desde arriba con los métodos de publicidad requeridos para deformar posiciones críticas y hacer prevalecer posturas maniqueas como: si no votas por TODOS mis amigos estás en mi contra, no importa quienes sean.
Así las cosas, se ha emprendido una presión para comulgar con candidatos a la AN, que han probado ser campeones de la ineficacia y los más completos ignorantes en nociones socialistas fundamentales. En vez de realizar una serie de foros, talleres en sus comunidades acerca de las propuestas concretas que se desea impulsar en la AN (y que debieron ser antes discutidas por la clase trabajadora, cosa que tampoco se hizo) se realizó una extensa campaña de pega de afiches, volantes -obviamente sin propuestas- y entrevistas de TV donde lo único que se resalta es la promesa de apoyar irrestrictamente todo lo que plantee el comandante.
¿Es eso un Asambleísta? Lejos está la posibilidad de leer las trayectorias políticas de esos candidatos. Muy remota está la posibilidad de discutir en Asambleas populares con los candidatos las propuestas en Pro del bienestar nacional. Distante está el poder oír de boca de alguno de ellos, una serie sistemática y formal que ofrezca respuestas a la situación política nacional e internacional. A 100 años luz está el sueño de escuchar a candidatos (con escasas excepciones) plantear estrategias y tácticas de construcción del socialismo.
¿Es el parlamento una expresión de democracia, pluralidad, representación?
La AN es un espacio de mera representatividad burguesa en un estado capitalista. Allí, distintas fracciones de la burguesía -con recursos para pagar la publicidad necesaria para llegar allí- se pelean por espacios legislativos útiles para favorecer la acumulación capitalista de cada una de los segmentos de la burguesía -industrial, agrícola, financiera etc.- que suelen representar. A la AN, también llegan líderes obreros, sindicales y luchadores sociales que levantan posturas de defensa de los oprimidos realmente dignas. La AN es una vitrina muy interesante para ventilar posturas enemigas de la explotación y para facilitar la voz de los subyugados en la sociedad. Sin embargo, estas voces valientes no llegan a ser sino gritos en el silencio que se pierden en un ámbito meramente burgués como lo es el parlamento. Quienes vitorean la democracia en EEUU, obvian el detalle que el 66% de los senadores son millonarios, cuando menos del 1% de la población lo es [iii], lo que explicita que el Senado no representa a la población en lo más mínimo.
La ilusión popular de llevar con el voto a candidatos honestos y comprometidos con los pobres, es frecuentemente explotada por la socialdemocracia y una serie de corrientes seudomarxistas que tratan de indicarnos que por la vía parlamentaria se podrán hacer los cambios estructurales de la sociedad. Nada más falso y reformista. La AN no sirve para hacer revolución, está diseñada para favorecer la estructura de explotación burguesa. Sus jerarquías, normas y procedimientos sólo contemplan la defensa y organicidad del Estado Burgués, del cual forma parte y defensa.
Por todo ello, muy lejos de las mentiras e ilusiones que vende la coalición derechista llamada “Mesa de la Unidad” y distante de las ilusiones de varios anticomunistas teñidos de rojo; las elecciones a la AN, son legitimación de la institucionalidad burguesa, que en rigor se debería demoler. De esta forma, se plantea como revolucionario, la relegitimación de lo que tendría que destruirse: el Estado Capitalista, hecho de-por-para facilitar la explotación del proletariado.
¡La AN en 5 años de completa dirección bolivariana no hizo las leyes importantes¡
No recuerdo muchos casos en que una sola coalición política haya ganado (por supuesto, por el abandono electoral de la montaraz derecha criolla) el 98% de los curules. La AN, tuvo en su haber, la posibilidad de cambiar el aparataje supraestructural de la sociedad con una serie de planteamientos que pudieron aprobar con total facilidad y plena legalidad. Obviamente, el socialismo no se construye desde allí, ni con decretos presidenciales, como lo hace ver un charlatán marxista, cuyo nombre inglés no quiero acordarme. Sin embargo, lejos de poder “decretar” el socialismo, se pudieron tomar medidas de carácter abiertamente progresistas que pudieran disminuir la opresión capitalista y favorecer la organización y bienestar obrero para la lucha contra el sistema. Aunque la AN aprobó más de una centena de leyes, no aprobó NINGUNA LEY importante que pudiera hacer temblar los cimientos de la legalidad burguesa. ¿Exageró? Bueno, hagamos una síntesis de lo que no se hizo teniendo completamente TODO para hacerlo.
¿Por qué no se hizo esto….ni lo otro… ni esto otro…ni allá, ni acullá? Cada quien, obrero, campesino, estudiante etc. debe tener en su cabeza cientos de leyes que pudieron adelantarse y no se hicieron -repito, teniendo todas las facilidades-. Por mi parte y por el espacio limitado en la publicación, me circunscribiré a algunas leyes importantes que se engavetaron en el más frío ostracismo; durmiendo el sueño de los justos. La ley del Impuesto Sobre la Renta (ISLR) falleció en un río de propuestas de reformas que ni siquiera se acordaron que Venezuela es -según la CEPAL- el segundo país después de Guatemala con menor presión tributaria en América, somos los que menos cargamos de impuestos a nuestros pobres empresarios. La Ley que derogue los acuerdos de Doble Tributación, mediante el cuál -según Luís Britto Garcia- las transnacionales dejan de pagar 17 mil millones de dólares anuales al fisco. La ley antimonopolio, tampoco fue ni tan siquiera discutida.
La AN tampoco realizó ninguna ley que al menos frenase el espantoso ecosidio y robo por las transnacionales (incluida la empresa sionista Cristalex) de nuestros minerales preciosos en interior del país, sobretodo el estado Bolívar y Amazonas…una rapacería colonial escandalosa. Así mismo, la AN no se planteó revisar la legalidad del artículo 301 de nuestra constitución que dice: “La inversión extranjera está sujeta a las mismas condiciones que la inversión nacional”
La ley del Trabajo no fue ni siquiera reformada, a 11 años de bolivarianismo, el pueblo posee la misma neoliberal ley del trabajo, que incluye la trampa ruin de Teodoro Petkoff, que desconoce la retroactividad de las prestaciones sociales. La vital e importantísima ley de redujera la jornada laboral, fue reducida a cenizas. Una ley que legalice y otorgue a los miles de trabajadores de las Misiones Sociales bolivarianas, estatutos de trabajador formal con todos sus derechos, fue una cosa que también se le “olvidó” a la AN. El Fondo de estabilidad social para trabajadores y trabajadoras por cuenta propia -otra promesa de la reforma constitucional- fue olímpicamente desechada por la vieja AN. La ley para la creación de los Consejos Socialistas de Trabajadoras y Trabajadores, que serían la instancia de control y gestión de las empresas nacionales, ha sido también enterrada bajo un fardo de mentiras. Igualmente la ley para la creación de los Consejos Campesinos también ha sido extirpada. Otras leyes, que no han sido promovidas son: La ley de la seguridad social -que prometía incluir a millones-, la ley de obligatoriedad y gratuidad de la enseñanza básica, ley de control de alquileres -un alquiler debe ser menos del 10% de la renta familiar [iv] promedio por hogar- y ventas inmobiliarias, ley de regulación sobre los precios de farmacias y servicios médicos, Ley de desarme y control de municiones, la ley de control de sueldos y millonarios bonos de “responsabilidad”, supresión de viajes burocráticos fastuosos, control de patrimonios para prevenir a quienes se hacen ricos en el Esatado. Tampoco se ha avanzado en una ley progresista que permita la despenalización del aborto, que planifique la descarga de la esclavitud del hogar a la mujer y que legalice los matrimonios entre personas del mismo sexo.
No obstante, la AN, aprobó la triste ley que legitima las Empresas Mixtas, ese contubernio de Estado y Transnacionales donde se entrega a la voracidad ecosida de las transnacionales, la explotación de nuestras reservas petroleras a un precio irrisorio. Lo realmente revolucionario hubiera sido nacionalizar el 100% de la actividad petrolera, tal y como lo hizo Lázaro Cárdenas hace 72 años en México.
¿Representa esta elección un paso trascendental para destruir el capitalismo?
Las elecciones a la AN, se desarrollan en el marco de una inicua legitimación de la institucionalidad burguesa, que en rigor se debería demoler. Esta contienda electoral, no plantea la destrucción del estado capitalista, hecho de-por-para facilitar la explotación del proletariado por parte de una horda burguesa. Esta lucha no plantea sustituir las armas melladas que la burguesía nos hereda en su administración burocrática, sino un cambio de algunos rostros que puedan asegurar una administración estatal del capitalismo en Venezuela de manera más expedita. Muy pocas son las propuestas concretas que planteen reales soluciones estructurales a problemas que sólo con una ofensiva voraz contra los explotadores y opresores, se podrían solucionar.
En fin, el llamado es a hacer un del voto un ejercicio consciente, no un acto seguidista de borregos acríticos como algunos lo quieren convertir. El citado es a reflexionar con la mayor objetividad posible ¿quién es, que dije, que ha hecho? tal o cual candidato. Es indispensable analizar con tiempo y a base de debates amplios lo que verdaderamente se va a apoyar. Desechemos la fe o la creencia fantasiosa, votemos bajo un profundo análisis, busquemos la verdad más allá de la propaganda y recordemos que el ganado no puede construir socialismo.
NOTAS:
[i] En el 2005, la Oposición al gobierno de Chávez, se retiró en bloque de las elecciones. Allí, la coalición chavista obtuvo la totalidad de los puestos en la Asamblea. Luego varios partidos pequeños se separaron del chavismo.
[ii] Término creo que utilizado por el diario progresista inglés The Guardian, al referirse a lo rutinario de las elecciones acá.
[iii] ¿”Hugo Chávez se inmolará por el Comunismo”? Entrevista realizada a Heinz Dietrich, disponible en:
http://www.kaosenlared.net/noticia/hugo-chavez-inmolara-comunismo
[iv] Muchas de estas medidas provienen de “Las 40 medidas del Gobierno de Unidad Popular, de Salvador Allende”, gobierno que ejecutó con menos recursos económicos y políticos en 3 años, medidas mucho más progresistas que el Chavismo en 11 años.
Manuel Sutherland manuel1871@gmail.com
Asociación Latinoamericana de Economía Política Marxista (ALEM)
www.alemistas.org
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