Tailandia: la supuesta revolución
Miércoles 10 de diciembre de 2008 por CEPRID
Chanida Chanyapate y Jacques-chai Chomthongdi
CEPRID
Los acontecimientos de los últimos meses en Tailandia han desconcertado a muchos, no sólo en el exterior sino en la propia Tailandia. Un número grande de manifestantes, compuesto principalmente por hombres y mujeres de mediana edad, ocuparon los terrenos de la Casa de Gobierno bajo las pancartas de la Alianza Popular por la Democracia (People’s Alliance for Democracy - PAD), exigiendo la remoción del Primer Ministro Electo Samak Sundravej y de su Partido, el Partido del Poder Popular (People’s Power Party – PPP). Ambos bandos –el PAD y el PPP- reclaman para sí la representación de la voluntad popular, e hicieron públicas opiniones sobre el fenómeno que oscilan entre los dos extremos: "la tiranía de la minoría" según Thitinan Pongsudhirak (Bangkok Post, 1 de septiembre de 2008) o "la tiranía de la mayoría" según Sutthichai Yoon (The Nation, 11 de septiembre de 2008).
Entre los movimientos sociales y las ONG tailandesas que han construido su credibilidad oponiéndose a la dictadura y promoviendo la democracia participativa, y que en el pasado utilizaron las movilizaciones callejeras para presionar a las autoridades y publicitar sus demandas, ha habido mucho debate interno sobre qué posición tomar. Se han organizado diferentes foros públicos de discusión para ayudar a la sociedad a encontrar caminos que permitan destrabar esta situación política de punto muerto. Este artículo resume estas discusiones y acciones que hemos mantenido aquellos de nosotros que nos encontramos en el medio de una furibunda batalla verbal que con altas y bajas ha predominado la mayor parte de los últimos dos años.
A comienzos de 2006, en el pico de la campaña contra el primer ministro Thaksin Shinawatra, el Comité Coordinador de ONG sobre Desarrollo (NGO-COD)- la principal red de ONG y organizaciones populares del país –visiblemente apoyaba al PAD. Miembros claves de NGO-COD se aliaron a varios de sus amigos y adherentes que se transformaron en líderes del PAD, haciendo discursos en los estrados del PAD. El principal objetivo era generar conciencia pública sobre temas trascendentes para la mayoría. Estos eran las políticas del gobierno de Thaksin, incluidos los efectos de la liberalización del comercio sobre los pequeños agricultores y los productores, la privatización del acceso de los pobres a la energía y el agua, las patentes y el acceso a los medicamentos, etc, y su impacto en las personas comunes. Resultó evidente que los partidarios del PAD, que por momentos superaban los cien mil, estaban dispuestos rápidamente a valorar estos análisis más progresistas, entre otras cosas porque alimentaban el fuego de su lucha para sacar a Thaksin.
FTA Watch, una coalición de ONG, académicos y movimientos sociales en la cual Focus participa, se había revitalizado después del triunfo de la lucha por detener físicamente la sexta ronda de negociaciones del tratado de libre comercio entre Tailandia y Estados Unidos, dos meses antes de la conformación del PAD. La aparición del PAD representó una nueva oportunidad para desenmascarar el libre comercio y ampliar sus argumentos contra las futuras negociaciones de un TLC.
Como respuesta al PAD, unos 8.000 pobladores de las regiones del norte y el noreste, autodenominados "la Caravana de los Pobres por la Democracia" avanzaron motorizados en tractores para acampar en un parque en las afueras de Bangkok en apoyo a Thaksin y su decisión de realizar una elección inmediata como manera de poner fin a las protestas del PAD. Su llamamiento era simple: dejemos que la democracia sea la que marque el curso. Sus argumentos, que hasta el momento su gente estaba satisfecha con lo que habían obtenido del gobierno de Thaksin, es decir, acceso a créditos procedentes de los fondos para los poblados de un millón de baht, títulos sobre las tierras para los ocupantes de reservas de bosques degradadas, y un programa de salud universal de treinta baht, y su voluntad de garantizar que las dos cabezas de ganado por hogar se entregaran tal como se había prometido. Este movimiento tuvo su lugar para expresarse en un foro organizado por Focus en la Universidad de Chulalongkorn durante el momento pico de la confrontación.
Un hecho interesante fue que una de los 15 líderes de la Caravana de los Pobres era además líder de la Asamblea de los Pobres (AoP por sus siglas en inglés), de la Provincia Roj-Et. Si bien la posición oficial de la AoP –una coalición de movimientos sociales— era de no involucramiento en lo que consideraban una contienda de las elites políticas, su líder decidió buscar una nueva plataforma desde donde hacer oír sus opiniones.
Cuando el gobierno de Thaksin optó por llamar a elecciones inmediatas en abril de 2006 en busca de un nuevo mandato, el electorado del país se dividió. Aunque los principales partidos de oposición boicotearon la elección, doce millones votaron por el partido Thai Rak Thai de Thaksin y diez millones simplemente votaron "no" para expresar su oposición.
Aunque se lo justificó como una acción para impedir un baño de sangre generalizado entre los partidarios pro y anti Thaksin y como un llamado a la unidad nacional, el golpe de Estado militar del 19 de septiembre de 2006 fue un intento obvio del bloque de poder, incluidos los militares, la burocracia y la judicatura leal al Rey, de eliminar el poder acumulado no sólo por Thaksin sino también por todos los defensores visibles del partido. A pesar que algunos sectores acogieron con agrado el golpe, Focus no fue el único que lo denunció como "un retroceso lamentable en el proceso de democratización del país".
Tras las elecciones de abril de 2006, la justicia condenó al Partido Thai Rak de Thaksin por quebrantar la ley al tratar de ganar las elecciones de cuerpo de electores sin oposición (que requerían un número mínimo de votos para ser válidas). En el marco legal del momento, esto habría conducido a la disolución del partido Thai Rak Thai. Pero, aplicando de manera retroactiva una disposición de la constitución provisoria de 2006 redactada por un comité designado por los militares después de cometida la ofensa, se proscribió de la actividad política a todos los 111 ejecutivos del partido por un período de cinco años.
En el Foro Social tailandés en octubre de 2006, miles de activistas, incluidos militantes de ONG, campesinos y trabajadores, se reunieron y marcharon en contra del gobierno militar, llamando a una reforma política y social progresista. Inmediatamente se abrieron varios foros de debate sobre los contenidos de la nueva constitución a lo largo de la mayor parte del año 2007. En general, se entendió que éstos tenían una expresión independiente tanto del PAD como de la Caravana de los Pobres y de otros grupos pro-Thaksin.
FTA Watch estuvo a la cabeza de una campaña específica por la inclusión en la constitución de un artículo que exigía la participación pública y la aprobación parlamentaria previas en caso de cualquier negociación de un tratado o asociación comercial con países extranjeros. Cuando se puso a consideración de la ciudadanía el proyecto constitucional en el plebiscito de agosto de 2007, miembros del Comité Coordinador de ONG, incluido FTA Watch, decidieron oponerse por la simple razón de que en su conjunto, la nueva constitución le daba más poder a los militares, la judicatura y la burocracia que a la gente común. NGO-COD y FTA Watch también unieron fuerzas con las ONG independientes más grandes y grupos de trabajadores y agricultores en un bloqueo de protesta contra las reuniones finales de la Asamblea Nacional Legislativa instalada por los golpistas, que se apuraba a sancionar distintas medidas legislativas, en particular la Ley de Seguridad interna, considerada violatoria de los derechos humanos. El argumento esgrimido era que una vez aprobada la nueva constitución y estando ya programadas las elecciones, no había necesidad de que una asamblea no electa aprobara apresuradamente leyes que se podían dejar para que la asamblea a ser electa las procesara debidamente un mes más tarde.
Entre tanto, varios defensores de Thaksin se unieron a un grupo de activistas anti-golpe para conformar el Frente Unido por la Democracia Contra la Dictadura (UDD por sus siglas en inglés) para organizar manifestaciones contra los militares y el gobierno instalado por el golpe. Entre otras cosas llamaron además a votar contra la nueva constitución.
Sin embargo, la constitución fue aprobada con una mayoría de alrededor del 60% en agosto de 2007, después de un esfuerzo propagandístico descomunal a su favor, realizado por los militares y el gobierno que estos habían instalado. Aunque la nueva constitución fue diseñada para impedir el retorno de Thaksin al poder, las elecciones de diciembre de 2007 significaron la vuelta de Thaksin. Con un nombre nuevo, el Partido del Poder Popular (PPP), Thaksin ganó las elecciones con la misma base de miembros, los mismos parlamentarios, los mismos dirigentes y las mismas sedes, y casi el mismo logotipo que el partido Thai Rak Thai, ahora liderado por Samak Sundaravej, un veterano político elegido por Thaksin, conjuntamente con las esposas, parientes y parientes políticos de los 111 ejecutivos del Thai Rak Thai proscritos. Pero aunque obtuvo el mayor número de escaños en el parlamento, no fueron suficientes para conformar el gobierno por sí mismo.
Cuando quedó en evidencia que el primer objetivo de la nueva coalición de gobierno era enmendar la nueva constitución para revertir la prohibición impuesta al partido Thai Rak Thai, el PAD que había estado dormido durante el gobierno provisorio instalado por el golpe volvió a movilizarse para impedir esta movida. El Comité Coordinador de ONG y sus redes, sin embargo, adoptaron una posición diferente argumentando que cualquier enmienda debía seguir un proceso de debate popular incluyente y ser aprobada por un plebiscito.
Aunque el gobierno de Samak retiró su propuesta de enmiendas constitucionales, el PAD subió la apuesta, incorporando a sus demandas la remoción de SAVAK y su gobierno "títere". Tanto Samak como los líderes del PAD convocaron a todo el pueblo a tomar partido en esta contienda. Después de ocupar una intersección importante durante semanas, el PAD declaró su intención de avanzar en pos de la ’batalla final’ y ocupar la Casa de Gobierno.
La respuesta de las ONG y las organizaciones populares por primera vez en la historia fue dividida. La NGO-COD de la Región Sur declaró abiertamente su apoyo al PAD mientras a nivel nacional y en otros comités regionales se decidió lo contrario. Varios sindicatos de empresas estatales y varios grupos de comunidades rurales también se unieron al PAD, mientras otros permanecieron escépticos.
En el último conteo, la mayoría silenciosa políticamente neutra que se niega a tomar partido ganó en Bangkok, donde el PAD se pensaba más fuerte, llegando al 60% en tanto que el PAD recibió el 20,5% y el gobierno de Samak el 19,6%. En la provincia nororiental de Nakhon Ratchasima, que se pensaba era una zona pro-Thaksin, la mayoría silenciosa fue incluso más mayoritaria llegando al 65,8%, en tanto el PAD y el gobierno obtuvieron el 17,7% y el 16,5% respectivamente (las encuestas de ABAC y de la Universidad de Rajabhat informaron estas cifras en el Bangkok Post, el 8 de septiembre de 2008).
El PAD en su actual constitución se autodenomina la "fuerza de la pureza". Es un grupo heterogéneo formado por parte de la clase media de Bangkok identificada con Sondhi Limthongkul, empresario y figura mediática, y Chamlong Srimuang un político anteriormente retirado y líder de una corriente budista minoritaria. Además están los seguidores del líder del sindicato de empresas estatales Somsak Kosaisuk. A esto hay que agregarle las organizaciones comunitarias del Este, Noreste y Sur del país vinculadas de manera laxa a la Campaña por Democracia Popular liderada por Piphob Thongchai y Suriyasai Katasila, y finalmente un académico que se ha transformado en político opositor, Somkiat Pongpaibun, conocido durante mucho tiempo por su papel de asesor de la Asamblea de los Pobres.
No es difícil entonces entender que los objetivos a largo plazo del PAD no estén expresados de manera coherente, y que incluso a veces aparezcan versiones contradictorias. Lo que queda claro es el enfoque acérrimamente nacionalista del PAD de reafirmar su adhesión a la nación, la monarquía y la religión. Hablan de una "misión sagrada" de erradicar del país el "demonio de la política del dinero" que representan Thaksin y sus asociados en el "régimen Thaksin" (Anuncio No. 20 del PAD) que ha sido heredado por Samak y el Partido del Poder Popular. Pero ambos bandos tienen algo en común: siguen arrojándose acusaciones mutuas de lesa majestad sin ninguna consideración.
Muchos pueden concordar respecto del problema del dinero en la política. Esto opera a nivel de la compra de votos, principalmente en las áreas rurales, aunque el análisis de la clase media de estos hechos es bastante somero. También trabaja a nivel de la compra de ministros. Esto fue una práctica obvia durante el gobierno de Thaksin que reclutaba políticos locales como empleados pagos de una compañía de la cual él era el Director Ejecutivo.
Pero muchos tienen reservas asimismo respecto del modelo de la "nueva política" que propone el PAD como antídoto al problema.
Para romper el sistema de patronazgo dominado por los caudillos locales compradores de votos, la idea del PAD consiste en reducir el número de representantes electos directamente por las circunscripciones geográficas sustituyéndolos por ’representantes públicos’ elegidos por circunscripciones ocupacionales o grupales.
Es una preocupación extendida cómo se puede poner esto en práctica preservando el principio del derecho electoral universal e igualitario. Primero existe confusión en cuanto a cómo se elegirán representantes por ocupación o grupo. ¿Serán designados, como dejan entrever las primeras comunicaciones del PAD? De ser así, ¿quiénes los designarán? ¿O acaso van a ser electos? Y en este caso ¿cómo se impedirá que vuelva a aparecer el problema de la política del dinero? Esto sin mencionar la tarea imposible en lo inmediato de clasificar a la población por ocupación.
Si la raíz del problema de la democracia tailandesa es la compra de votos, como lo plantea el PAD, seguramente el proceso para resolver el problema debe comenzar por investigar su razón de ser y por proponer soluciones para la gente supuestamente culpable de vender su voto, no privándoles de su derecho a votar ni disminuyendo el peso de sus votos.
En el mes de julio, la esposa de Thaksin, Podjaman, fue sentenciada a tres años de cárcel por evasión fiscal, en el primero de una serie de juicios por corrupción contra la familia de Thaksin y políticos del Thai Rak Thai. Ella y Thaksin quedaron luego libres bajo fianza y abandonaron el país. Algunos activistas quieren aprovechar el sentimiento de triunfo colectivo por este hecho para tomar el atajo de un nuevo comienzo político destronando a los cohortes políticos de Thaksin de una vez por todas. Pero muchos sienten temor por los sentimientos nacionalistas y monárquicos que parecen guiar las ideas de cambio político del PAD, entre otras razones, porque estos cambios probablemente resulten más regresivos que progresistas.
El PAD ha utilizado tanto un poder mediático como una organización sin precedentes para lograr que tíos, tías y padres, y en última instancia jóvenes estudiantes sacrifiquen la comodidad de sus hogares para acampar en las calles y los terrenos cercanos a la Casa de Gobierno. Sin embargo, muchos no pueden aceptar su creencia incuestionable, reforzada por pronunciamientos diarios de sus principales líderes, de que es suya la fuerza del bien y que cualquiera que esté en su contra es por consiguiente irremediablemente malo. Esto refleja en espejo la pasión que el autoritario Thaksin inspiraba en sus seguidores.
El polvo y el ruido de la batalla de palabras y amenazas de violentos choques han ahogado la voz de una minoría que intenta proponer una agenda de reforma política más progresista, incluyendo un proceso participativo de base más amplia. Visto durante largo tiempo como un enemigo por los partidarios de Thaksin, tan pronto como esta parte de la sociedad civil cuestiona, o simplemente interpela al PAD, inmediatamente es víctima de ataques virulentos sistemáticos desde el estrado del PAD y a través de sus medios de prensa y televisión.
Independientemente de lo que se piense sobre su táctica, el PAD ha constituido un paso notable en la sociedad tailandesa: ha hecho oír su voz opositora contra el monopolio del Estado en manos de políticos con intereses creados, y ha generado un espacio para cuestionar la legitimidad del gobierno. El hecho que el PAD haya sido capaz de ocupar la Casa de Gobierno durante un mes, obligando al Primer Ministro y al gabinete a trabajar en otra parte, que los líderes del PAD puedan ignorar las citaciones a juicio, y que incluso bajo las disposiciones de Estado de Emergencia, las fuerzas de seguridad se hayan mostrado reacias a moverse en su contra, lleva a la conclusión de que no le faltan partidarios y simpatizantes tácitos, especialmente en lugares clave de los centros de poder. Pero mientras el PAD puede gozar del apoyo secreto de los poderosos y privilegiados, lo que carece es de la voz de los pobres y los desposeídos.
La prueba para saber si el PAD puede instigar cambios positivos no depende de cuánto tiempo es capaz de ocupar la Casa de Gobierno, sino de cómo puede generar un proceso de reforma social y política más incluyente. La nueva política requiere de nuevos procesos que no sean dictados por un grupo, sino que garanticen igualdad de participación a todos los grupos de orientación independiente. Chanida Chanyapate es la coordinadora de Focus on the Global South y Jacques-chai Chomthongdi es investigador asociado. Ambos trabajan en la sede y programa de Focus en Tailandia. Este artículo fue escrito en el mes de septiembre de este año.