CEPRID

La lucha de clases en Bolivia adquiere las formas de una confrontación agraria: Tierra, élites, pueblos originarios (y III)

Miércoles 10 de diciembre de 2008 por CEPRID

Carlos Antón

DATOS & ANALISIS

La NCPE, el latifundio y el polémico artículo 399

Para lograr el acuerdo en el Congreso, que permitiera la convocatoria al referéndum constituyente y el dirimidor se consensuaron aproximadamente 146 artículos aprobados por la Asamblea Constituyente. Aunque sólo unos 40 recibieron cambios sustanciales.

Esta constitución que había sido presentada desde los balcones del Palacio presidencial El Quemado, el 15 de diciembre de 2007, a pesar de las reformas introducidas, tiene un articulado muy claro que otorga la soberanía sobre la tierra, los recursos naturales y el medio ambiente al pueblo boliviano; al tiempo que reconoce el Estado plurinacional.

En el Capítulo II, cuyo título es Recursos Naturales, la NCPE expresa en el artículo 348:

“I. Son recursos naturales los minerales en todos sus estados, los hidrocarburos, el agua, el aire, el suelo y el subsuelo, los bosques, la biodiversidad, el espectro electromagnético y todos aquellos elementos y fuerzas físicas susceptibles de aprovechamiento.

II. Los recursos naturales son de carácter estratégico y de interés público para el desarrollo del país”.

Y en el artículo 349 dice:

“Los recursos naturales son de propiedad y dominio directo, indivisible e imprescriptible del pueblo boliviano, y corresponderá al Estado su administración en función del interés colectivo”.

Y en el título Tierras el artículo 393 expresa:

“El Estado reconoce, protege y garantiza la propiedad individual y colectiva de la tierra, en tanto cumplan una función social o una función económica social, según corresponda”

En tanto que el siguiente, 394, afirma en el sub punto III:

“El Estado reconoce, protege y garantiza la propiedad comunitaria o colectiva, que comprende el territorio indígena originario campesino, las comunidades interculturales originarias y de las comunidades campesinas. La propiedad colectiva se declara indivisible, imprescriptible, inembargable, inalienable e irreversible y no está sujeta al pago de impuestos a la propiedad agraria. Las comunidades podrán ser tituladas reconociendo la complementariedad entre derechos colectivos e individuales respetando la unidad territorial con identidad”.

El artículo 398, le pone límites al latifundio, sin embargo como los asambleístas no pudieron ponerse de acuerdo sobre la extensión de lo que se considera latifundio, hay dos versiones que deberán ir a referéndum dirimitorio. El texto dice:

“Se prohibe el latifundio y la doble titulación por ser contrarios al interés colectivo y al desarrollo del país. Se entiende por latifundio la tenencia improductiva de la tierra; la tierra que no cumpla la función económica social; la explotación de la tierra que aplica un sistema de servidumbre, semiesclavitud o esclavitud en la relación laboral o la propiedad que sobrepasa la superficie máxima zonificada establecida en la ley. En ningún caso superficie máxima podrá exceder las diez mil hectáreas”.

La otra opción tiene la misma redacción pero dice: “En ningún caso superficie máxima podrá exceder las cinco mil hectáreas”.

La decisión de establecer el tamaño máximo en 5 mil o 10 mil hectáreas no es técnica es una decisión política y de la elección de una de ellas dependerá el nuevo modelo de reforma agraria y el tipo de estructura productiva que se piensa poner en marcha en el agro boliviano. Será el pueblo y no las élites oligárquicas quienes tomarán la decisión.

En las negociaciones realizadas entre el 3 y el 20 de octubre de 2008, entre las fuerzas con representación parlamentaria, MAS, UN, PODEMOS y MNR, acordaron las modificaciones al artículo 398 que se plasmaron en el artículo 399 que dice:

“I. Los nuevos límites de la propiedad agraria zonificada se aplicarán a predios que se hayan adquirido con posterioridad a la vigencia de esta Constitución. A los efectos de la irretroactividad de la Ley, se reconocen y respetan los derechos de posesión y propiedad agraria de acuerdo a Ley.

II. Las superficies excedentes que cumplan la Función Económico Social serán expropiadas. . La doble titulación prevista en el artículo anterior se refiere a las dobles dotaciones tramitadas ante el ex - Consejo Nacional de Reforma Agraria, CNRA. La prohibición de la doble dotación no se aplica a derechos de terceros legalmente adquiridos”.

El vicepresidente Álvaro García Linera relata así: “Lo que (era) la preocupación de muchas empresas productivas que sentían que iban a ser afectadas por el resultado de ese dirimidor no van a ser afectadas en tanto las empresas productivas están cumpliendo la función económica y social en sus 5 mil, 7 mil 10 mil, 15 mil o 20 mil hectáreas hasta antes del referéndum dirimidor no van a ser afectadas sus propiedades”. Este acuerdo es el que desató la polémica en distintos sectores populares.

Las polémicas que se desataron tras la inclusión del artículo 399, están dejando de lado la importancia del artículo 397 que no puede ser minimizada ni desconocida, en los análisis que se hacen de ahora en más sobre el proceso boliviano. Y las leyes que se implementarán para su aplicación plena dependerán de la correlación de fuerzas entre las clases, esta sin duda será la disputa más aguda en el futuro.

La Función Económica Social

Cabe preguntarse cuál es el eje central en lo que respecta a las tierras para el gobierno boliviano y sus aliados. A lo largo de este trabajo se ha visto como los terratenientes no sólo avanza sobre los territorios originarios, sino que usan sus propiedades para especular en el mercado de tierras o enriquecerse depredando la naturaleza y las vidas humanas. Esto se destierra al otorgarle rango constitucional a la Función Económica Social (FES) y la Función Social (FS) que hasta ahora eran sólo leyes, que por otra parte los latifundistas las sorteaban con distintas argucias legales.

Dice el artículo 397 en su apartado III.

“La función económica social debe entenderse como el empleo sustentable de la tierra en el desarrollo de actividades productivas, conforme a su capacidad de uso mayor, en beneficio de la sociedad, del interés colectivo y de su propietario. La propiedad empresarial está sujeta a revisión de acuerdo con la ley, para verificar el cumplimiento de la función económica y social”.

Por su parte el artículo 401 dice:

“I. El incumplimiento de la función económica social o la tenencia latifundista de la tierra, serán causales de reversión y la tierra pasará a dominio y propiedad del pueblo boliviano”.

La polémica está instalada. Mientras tanto hay quienes acusan de traición al MAS y a Evo Morales, inclusive avanzan más allá y hablan de la vuelta a los tiempos de la “rosca” es decir de los arreglos a puertas cerradas entre las fuerzas políticas.

Ciudadanos plenos

El tronco central de la NCPE, que se expresa en el preámbulo dice: “Dejamos en el pasado el Estado colonial, republicano y neoliberal. Asumimos el reto histórico de construir colectivamente el Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional Comunitario”, expresa claramente hacia donde se dirige Bolivia, y eso no se alteró en las negociaciones.

Junto a esta definición del nuevo Estado, se encuentra el reconocimiento al papel protagónico de las comunidades indígenas originarias y campesinas que se expresa en su artículo 403:

“Se reconoce la integridad del territorio indígena originario campesino, que incluye el derecho a la tierra, al uso y aprovechamiento exclusivo de los recursos naturales renovables en las condiciones determinadas por la ley; a la consulta previa e informada y a la participación en los beneficios por la explotación de los recursos naturales no renovables que se encuentran en sus territorios; la facultad de aplicar sus normas propias, administrados por sus estructuras de representación y la definición de su desarrollo de acuerdo a sus criterios culturales y principios de convivencia armónica con la naturaleza. Los territorios indígena originario y campesinos podrán estar compuestos por comunidades”.

Como también se ha legislado sobre formas de democracia directa y participativa, que confrontará en el futuro con la democracia representativa que también es reconocida por la constitución.

El proyecto de la NCPE –como programa del sector hegemónico -, es el resultado de lo posible en las actuales condiciones de la lucha de clases en Bolivia. Ese resultado seguramente sufrirá modificaciones en el futuro y podrá virar hacia propuestas más radicales o conservadoras que serán el resultado de esa confrontación entre las clases.

Pero más allá de los cambios que pueda tener la NCPE en el futuro o la implementación práctica de la misma a través de las leyes que se promulgarán; el actual proceso boliviano ya ha producido un cambio cualitativo de singular importancia en la vida política del país; por primera vez en siglos, las masas indígenas originarias y campesinas adquieren rol de ciudadanos plenos.

En el pasado toda unidad, cohesión social y sentimiento de intereses que alcanzaban las masas en sus luchas terminaba disolviéndose y atomizándose en el mercado político, donde los ciudadanos particulares sólo podían aspirar a influir tardíamente sobre el Estado por intermedio de los partidos políticos, que en general no los tenían en cuenta.

Tras la irrupción, durante los últimos años, en la lucha social y política y la conquista del gobierno en 2005, los “nuevos ciudadanos” ya no se pueden definir simplemente en función de sus derechos individuales o de las relaciones que se establecen dentro de la sociedad política.

Ahora, la lucha por sus derechos sociales en el orden de la política implica inevitablemente cambio social. Ahora, los anónimos individuos, invisibles para las élites de las clases dominantes, se han transformado en una fuerza material con peso objetivo sobre la realidad. La Nueva Constitución Política del Estado, les otorga derecho de ciudadanía plena a las 36 naciones indígenas, reconoce a las comunidades y la propiedad comunitaria, como uno de los pilares de la nueva Bolivia, es decir se transforman en visibles, adquieren dimensión nacional por derecho propio. Ese es el cambio profundo del que no se podrá retroceder.

Cuando se critica el retroceso en el articulado de la NCPE, se está desconociendo que todo el proceso que comienza en 2005 está signado por una aguda lucha de clases. Y en este sentido hay dos elementos que juegan y pesan. El primero es el quiebre que se produce en la conciencia de las masas. Esto que se expresa más arriba, el papel visible y protagónico que comienzan a tener las masas indígenas originarias y campesinas, es un hecho determinante, que abre la posibilidad de la construcción de una nueva conciencia. Una conciencia revolucionaria, que está en gestación.

El otro elemento importante, es definir con claridad qué clase o sector de clase hegemoniza este proceso, quién dirige. En Bolivia, no dirige ni la clase obrera ni los indígenas originarios y campesinos; tampoco la derecha oligárquica e imperialista. Dirige y gobierna la pequeña burguesía democrática que no está ganada por el imperialismo. Que cuenta entre algunos de sus rasgos característicos el oscilar de posiciones muy radicales a otras conservadoras. Esta característica es la que se expresa a diario cuando figuras como García Linera pasan de un indigenismo radical a acuerdos con los sectores de la burguesía, casi sin solución de continuidad, como ha sucedido por ejemplo en temas referentes a los hidrocarburos. Al mismo tiempo hay un rasgo más que distingue esta pequeña burguesía radicalizada, y que le es inherente como sector de clase, sea que actúen en Bolivia, Argentina, Venezuela o cualquier otro lugar del planeta: ellos son los protagonistas de la historia, no las masas; aún cuando en su discurso se las reivindique en forma constante y explícita.

Estos son hechos objetivos, que sólo podrán ser modificados, en la medida que la conciencia y la práctica de las masas incline la balanza en la dirección de cambios más radicales e impulse ha este sector dirigente a radicalizar su programa y aceptar subordinarse a la vanguardia revolucionaria. Vanguardia que por otra parte, en Bolivia está por construirse y su ausencia es determinante en el actual proceso de cambios.

En el camino que transitó el pueblo boliviano para abortar la guerra civil y la intentona desestabilizadora fue auspiciosa la unidad de los trabajadores sindicalizados en la COB con los campesinos e indígenas. Pedro Montes, al expresar: “los neoliberales deben cavar su tumba para ser enterrados. El pueblo boliviano ahora ha triunfado y debemos organizarnos y prepararnos para gobernar y tomar el poder en los próximos 20 años” está trazando una línea al futuro, cuyo tránsito exitoso requerirá del esfuerzo y el trabajo cotidiano de las masas y los revolucionarios bolivianos.

Cabe preguntarse, si en ese camino Evo Morales y su gobierno ¿son enemigos del proceso de cambio que se desarrollará en los próximos años?. O dicho de otra manera ¿son un freno a la revolución?

Si las palabras tienen algún valor, el mensaje que el presidente boliviano hizo llegar a los movimientos sociales reunidos en Guatemala en el marco del III Foro Social Américas, adquiere el valor de un compromiso a favor de los pueblos y las transformaciones profundas de la sociedad.

Dadas las definiciones que hay en este documento, se lo transcribe en forma completa. Dice la carta:

“Hermanas y hermanos, a nombre del pueblo de Bolivia, saludo a los movimientos sociales del continente, presentes en este acto de la Jornada Continental de Solidaridad con Bolivia.

Acabamos de sufrir la violencia de la oligarquía, que tuvo su mas brutal expresión en la masacre en Pando, hecho que nos enseña que ostentar el poder en base a la plata y las armas para oprimir el pueblo no es sostenible. Fácilmente se derrumba, si no es basado en un programa y la conciencia del pueblo.

Estamos viendo que la refundación de Bolivia afecta a los mezquinos intereses de unas cuantas familias de grandes terratenientes, que rechazan como agresión las medidas a favor del pueblo como la distribución más equilibrada de los recursos del gas para nuestros abuelos y abuelas, igual que la distribución de tierras, las campañas de salud y alfabetización, y otras.

Para resguardar su poder y privilegios y evadir el proceso de cambio, las oligarquías latifundistas de la llamada media luna se encubren en las autonomías departamentales y la división de la unidad nacional, prestándose a los intereses yanquis de acabar con la refundación de Bolivia.

Pero, en el referendo revocatorio del 10 de agosto, acabamos de recibir el mandato de dos tercios del pueblo boliviano, para consolidar este proceso de cambio, para seguir avanzando en la recuperación de nuestros recursos naturales, en asegurar el Vivir Bien para todas las bolivianas y bolivianos, y unir a los distintos sectores del campo y la ciudad, de oriente y de occidente.

Hermanas y hermanos, lo que ha pasado en el referendo revocatorio en Bolivia es algo importante no solamente para los bolivianos sino para todos los latinoamericanos. Lo dedicamos a todos los revolucionarios de Latinoamérica y del mundo, reivindicando la lucha de todos los procesos de cambio.

Yo venía a expresar la forma de cómo recuperar la vivencia de nuestros pueblos, llamado el Vivir Bien, recuperar nuestra visión sobre la madre tierra, que para nosotros es vida, porque no es posible que un modelo capitalista convierta a la madre tierra en mercancía. Cada vez más vemos profundas coincidencias entre el movimiento indígena y las organizaciones de los movimientos sociales, que apuestan también por el Vivir Bien. Saludamos a ellos para que de manera conjunta podamos buscar cierto equilibrio en el mundo.

Y dentro ese marco, quiero compartir y proponer para un debate unos 10 mandamientos para salvar al planeta, a la humanidad y la vida, no solamente a este nivel sino también para debatir con nuestras comunidades, con nuestras organizaciones.

Primero, si queremos salvar al planeta tierra para salvar la vida y a la humanidad, estamos en la obligación de acabar con el sistema capitalista. Los graves efectos del cambio climático, de las crisis energéticas, alimentarias y financieras, no son producto de los seres humanos en general, sino es del sistema capitalista vigente, inhumano con su desarrollo industrial ilimitado.

Segundo: renunciar a la guerra, porque de las guerras no ganan los pueblos, solo ganan los imperios, no ganan las naciones, sino las transnacionales. Las guerras benefician a pequeñas familias y no a los pueblos. Los trillones de millones que se destinan a la guerra deben ser destinados para reparar y curar a la madre tierra que esta herida por el cambio climático.

Tercera propuesta para el debate: un mundo sin imperialismo ni colonialismo, donde las relaciones deben estar orientadas en el marco de la complementariedad, y tomar en cuenta las profundas asimetrías que existen de familia a familia, de país a país, y de continente a continente.

El cuarto punto esta orientado al tema del agua, que debe ser garantizada como derecho humano y evitar su privatización en pocas manos, ya que el agua es vida.

Como un quinto punto, quiero decirles que debemos buscar cómo acabar con el derroche de energía. En 100 años estamos acabando con la energía fósil creada durante millones de años. Como algunos presidentes reservan tierras para automóviles de lujo y no para el ser humano, debemos implementar políticas para frenar los agrocombustibles y de esta manera evitar hambre y miseria para nuestros pueblos.

Como sexto punto: respecto a la Madre Tierra. El sistema capitalista trae a la Madre Tierra como una materia prima, pero la tierra no puede ser entendida como una mercancía, ¿quién podría privatizar o alquilar, fletar a su madre? Propongo que organicemos un movimiento internacional en defensa de la Madre Naturaleza, para recuperar la salud de la Madre Tierra y restablecer la vida armónica y responsable con ella.

Un tema central como séptimo punto para el debate, es que los servicios básicos, sea agua, luz, educación, salud, deben ser tomados en cuenta como un derecho humano.

Como octavo punto, consumir lo necesario, priorizar lo que producimos y consumimos localmente, acabar con el consumismo, el derroche y el lujo.

Debemos priorizar la producción local para el consumo local, estimulando el auto sostenimiento y la soberanía de las comunidades dentro de los límites que la salud y los recursos menguados del planeta permitan.

Como penúltimo punto, promover la diversidad de culturas y economías.

Vivir en unidad respetando nuestras diferencias, no solamente fisonómicas, también económicas, economías manejadas por las comunidades y las asociaciones.

Hermanas y hermanos, como décimo punto, planteamos el Vivir Bien, no vivir mejor a costa del otro, un Vivir Bien basado en la vivencia de nuestros pueblos, las riquezas de nuestras comunidades, tierras fértiles, agua y aire limpios. Se habla mucho del socialismo, pero hay que mejorar ese socialismo del siglo XXI, construyendo un socialismo comunitario o sencillamente el Vivir Bien, en armonía con la Madre Tierra, respetando las formas de vivencia de la comunidad.

Finalmente, hermanas y hermanos, seguramente ustedes están haciendo seguimiento sobre los problemas que existen. Llego a la conclusión que siempre habrá problemas, pero quiero decirles que estoy muy contento, no decepcionado ni preocupado porque esos grupos que permanentemente esclavizaron a nuestras familias durante la colonia, la república y en la época del neoliberalismo, siguen agrupados en algunas familias, resistiéndome.

Es nuestra lucha enfrentar esos grupos que viven en el lujo y no quieren perder el lujo, perder sus tierras. Es una lucha histórica y sigue aún esta lucha.

Hermanas y hermanos, esperando que esta Jornada Continental del III Foro Social Américas culmine con fuertes lazos de unidad entre todos ustedes y con un firme Plan de Acción a favor del pueblo de Bolivia y todos nuestros pueblos, reitero mi saludo fraternal”.

La contradicción principal todavía está irresuelta: La tierra

La contradicción entre la visión de los pueblos indígenas originarios y campesinos con la de la burguesía del Oriente es antagónica. Y su resolución, más o menos violenta, dependerá de la relación de fuerzas en la sociedad, de los consensos que construyan las clases y pueblos en lucha, del papel que jueguen los imperialistas.

En tanto las organizaciones campesinas e indígenas, ya sean las influidas por el MAS, pero también aquellas pertenecientes a sectores críticos al gobierno mantienen una presión activa sobre este y al mismo tiempo se encuentran alertas ante los embates de la derecha, como lo demostraron en sus últimas acciones. Sin embargo esto no alcanza. La alianza de la oligarquía y el imperialismo yanqui, con el visto bueno de las transnacionales petroleras, es un enemigo poderoso que va a requerir más que algo de presión para ser derrotada.

Para los pueblos indígenas originarios, la clase obrera boliviana, los campesinos, los revolucionarios, continúa a la orden del día la necesidad de construir el Frente Único. En el cerco a Santa Cruz, en la marcha de Caracollo a La Paz, existieron elementos fundacionales que son auspiciosos y preanuncian una mayor unidad del pueblo boliviano.

Frente al magnífico hecho de las movilizaciones crecientes de masas en apoyo al gobierno, a la NCPE y en repudio a los “barones” de Oriente y contra el intento desencadenar la guerra civil, queda la convicción que más allá de las debilidades o desaciertos que pueda tener el gobierno, las masas bolivianas, los pueblos indígenas originarios y campesinos junto con los trabajadores urbanos están construyendo una sociedad distinta, muchas veces preanunciada como el despertar de los pueblos originarios.

“Ahora, esta masa anónima, esta América de color, sombría, taciturna, que canta en todo el Continente con una misma tristeza y desengaño, ahora esta masa es la que empieza a entrar definitivamente en su propia historia, la empieza a escribir con su sangre, la empieza a sufrir y a morir. Porque ahora, por los campos y las montañas de América, por las faldas de sus sierras, por sus llanuras y sus selvas, entre la soledad o en el tráfico de las ciudades o en las costas de los grandes océanos y ríos, se empieza a estremecer este mundo lleno de razones, con los puños calientes de deseos de morir por lo suyo, de conquistar sus derechos casi quinientos años burlados por unos y por otros”.(fragmento SEGUNDA DECLARACIÓN DE LA HABANA)

Fuentes consultadas:

De Bolivia: Bolpress, Fundación Tierra, Constituyente Soberana, Econoticiasbolivia.

Diarios bolivianos: La Razón, Los Tiempos, La Prensa, El Deber, El Mundo

Diarios argentinos: Página 12, La Nación, Clarín

Otros: Rebelión, El Insurgente, Visiones latinoamericanas

Carlos Antón es integrante de Bases Socialistas, colectivo militante


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