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Servir al pueblo: La erradicación de la extrema pobreza en China (I)

Lunes 16 de agosto de 2021 por CEPRID

Tricontinental

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Parte 1: Introducción

La abuela Peng Lanhua vive en una casa de madera desvencijada de doscientos años de antigüedad, en una remota aldea de la provincia de Guizhou. Nacida en 1935, creció en una China sometida a la ocupación japonesa y llegó a la adolescencia durante la Revolución China.

Peng es una de las pocas personas de su comunidad que no quiso reubicarse cuando el programa gubernamental de reducción de la pobreza estableció que su casa era insegura para vivir. Desde 2013, otros 86 hogares cuyas casas fueron consideradas demasiado peligrosas o para quienes no se podía generar empleos localmente fueron trasladados a una comunidad recién construida a una hora de distancia en automóvil. Pero Peng tiene sus razones para no mudarse: tiene 86 años y la enfermedad de Alzheimer. Además de un seguro para personas de bajos ingresos y una modesta pensión, recibe ingresos extra de una nueva empresa de toronjas que alquiló las tierras de su familia. La empresa, cuyos dividendos se distribuyen a aldeanxs como Peng como parte de los esfuerzos nacionales contra la pobreza, se estableció para desarrollar la agroindustria local. La hija de Pen y su yerno viven al lado, en una casa de dos pisos que construyeron con subsidios del gobierno. Sus hijxs tienen trabajo. En otras palabras, sus necesidades básicas están cubiertas y la reubicación es voluntaria.

“No podemos obligar a nadie a mudarse, pero igualmente tenemos que proporcionar las ‘tres garantías y dos seguridades’”, dice Liu Yuanxue, cuadro del Partido enviado a vivir en la aldea para ver que todos los hogares salgan de la extrema pobreza. Se refiere a las garantías del programa gubernamental de reducción de la pobreza de contar con vivienda segura, atención de salud y educación, además de alimentarse y vestirse. Liu visita mensualmente a Peng, así como lo hace con todos los hogares de la aldea. A través de estas visitas conoce los detalles de la vida de cada persona.

“El suelo está muy desordenado”, dice Liu, reprendiendo en broma a la nuera de Peng en cuanto entra a la gran casa de madera. Ella también es integrante del Partido Comunista de China. En la pared, un poster del presidente Mao y a su lado, del presidente Xi Jinping, rinden homenaje a dos de los líderes socialistas de China que han marcado el curso de la vida de Peng. Bajo sus retratos hay una mesa gastada y una polvorienta jarra de agua de terracota, un router de internet con luces verdes parpadeando. Una serie de cables ethernet se extienden a diferentes rincones de la casa (cada casa tiene internet y televisión satelital CCTV gratuitos por tres años antes de que se les aplique una tarifa subsidiada). Hay bombillas de bajo consumo en cada habitación y una antena parabólica instalada junto a la lavandería colgante de Peng. Se construyó una ampliación de la casa con un baño y una ducha equipados con agua corriente calentada con paneles solares, mientras el suelo es de barro recubierto de hormigón. Como dijo Lenin, “el comunismo es el poder de los soviets más la electrificación de todo el país”. El fortalecimiento del Partido en el campo y satisfacer las necesidades concretas del pueblo han sido los pilares en la lucha de China contra la pobreza. La visita de Liu a la casa de Peng es solo una escena cotidiana de ese proceso.

El hecho de que Peng haya vivido en esta casa durante medio siglo también es producto de la Revolución. En la década de 1970, durante la Revolución Cultural, la casa fue confiscada a un rico terrateniente y redistribuida a tres familias campesinas pobres, entre ellas la de Peng. El que cuadros como Liu la visiten mensualmente, que su casa sea ahora un lugar seguro para vivir gracias a las recientes renovaciones, y que haya internet para conectar a las aldeas rurales más pobres con el mundo es la continuidad de esta historia revolucionaria. Después de todo, asegurarse de que lxs trabajadorxs y campesinxs del país, como Peng, tengan vivienda, ropa y cuidados forma parte de la larga lucha de China contra la pobreza y es una etapa fundamental en la construcción de una sociedad socialista.

El mayor logro de la historia en la lucha contra la pobreza

El 25 de febrero de 2021, el gobierno chino anunció que la extrema pobreza había sido eliminada en China, un país de 1.400 millones de habitantes. Esta histórica victoria es la culminación de un proceso de siete décadas que comenzó con la Revolución china de 1949. Las primeras décadas de la construcción socialista sentaron las bases que fueron profundizadas en los períodos de reforma y apertura. Durante este tiempo, 850 millones de personas salieron y fueron sacadas de la pobreza, es decir, el 70% de la reducción total de la pobreza en el mundo se dio en China. En la fase “focalizada” más reciente, que comenzó en 2013, el gobierno chino gastó 1,6 billones de yuanes (US$ 246.000 millones) para construir 1,1 millones de kilómetros de caminos rurales, dar acceso a internet al 98% de las aldeas pobres del país, renovar las viviendas de 25,68 millones de personas y construir nuevas casas para otros 9,6 millones. Desde 2013, millones de personas, empresas estatales y privadas y amplios sectores de la sociedad se han movilizado para asegurar que —a pesar de la pandemia— los 98,99 millones de personas de los 832 condados y 128.000 aldeas que faltaban, salieran de la extrema pobreza.[1]

En 2019, cuando China entraba en las últimas etapas de su programa de erradicación de la pobreza, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, dijo: “cada vez que visito China, me sorprende la velocidad del cambio y del progreso. [Ustedes] Han creado una de las economías más dinámicas del mundo, a la par que ayudan a más de 800 millones de personas a salir de la pobreza, el mayor logro de la historia en materia de lucha contra la pobreza”.

Mientras China ha estado luchando contra la pobreza, el resto del mundo, especialmente en el Sur Global, ha experimentado un retroceso. Las agencias de Naciones Unidas informan un gran revés en la eliminación de la pobreza fuera de China. En 2020, más de 71 millones de personas, la mayoría en África subsahariana y en el sur de Asia, han caído de nuevo en la pobreza, marcando el primer aumento mundial de la pobreza desde 1998 (ONU, 2020). Se estima que la crisis económica acelerada por la pandemia llevará a un total de 251 millones de personas a la extrema pobreza en 2030, elevando la cifra total a más de mil millones. El que China haya tenido éxito combatiendo la pobreza en tiempos de tantos retrocesos no es un milagro ni una casualidad, sino un testimonio de su compromiso socialista. Esto contrasta con la indiferencia de las sociedades capitalistas ante las necesidades de las personas pobres y de las clases trabajadoras, cuyas condiciones solo han empeorado durante la pandemia.

Este estudio examina el proceso a través del cual China logró erradicar la extrema pobreza como un paso fundamental en la construcción del socialismo. Basado en diversas fuentes de China y otras en inglés, este estudio se divide en cinco partes: contexto histórico, teoría y práctica de la reducción de la pobreza, reducción focalizada de la pobreza, estudios de caso, y retos y horizontes futuros. El Instituto Tricontinental de Investigación Social también realizó entrevistas con importantes expertxs chinxs e internacionales y realizó visitas de campo a localidades donde se realiza la reducción de la pobreza en la provincia de Guizhou, donde se encuentran los últimos nueve condados sacados de la pobreza. Allí visitamos aldeas pobres, proyectos industriales y lugares de reubicación. Hablamos con campesinxs, cuadros del Partido, empresarixs, trabajadorxs, jóvenes, mujeres y ancianxs que han participado y han vivido directamente el impacto de la lucha contra la pobreza. Entretejidas a lo largo del texto, sus historias son solo unas pocas de los millones de personas que han contribuido a este proceso histórico.

Parte 2: Contexto histórico

Satisfacer las crecientes necesidades de la gente por una vida mejor

Mi madre tiene dos hijas y un hijo más joven que ahora está trabajando en Guangzhou y siete nietxs. Mi madre trabajó muy duro para mantener la educación de sus tres hijxs. Ella misma solo pudo terminar el segundo grado de primaria y comenzó a trabajar poco después vendiendo verduras, saliendo muy temprano por la mañana y regresando a casa tarde en la noche. La vida era realmente dura cuando yo era joven. Comíamos siempre sémola de maíz y nunca teníamos arroz. Ahora mamá está aquí, cocinando para lxs niñxs, comprando comestibles y dando sus paseos de vez en cuando. Habríamos estado preocupados si se quedaba sola en su vieja casa. Ahora es mucho más sencillo para ella volver, ya que solo tarda dos o tres horas. Ella regresa a su antigua casa en ocasiones especiales. Lamentablemente mi padre, que nunca estuvo aquí, murió hace un par de años. Su mayor ilusión era venir a visitarnos, pero murió de una hemorragia cerebral.

He Ying es una integrante reubicada de la comunidad Wangjia, donde se convirtió en líder del Partido. Su madre tiene 69 años, solo tres menos que la Revolución China. Su vida recorre la lucha multigeneracional contra la pobreza emprendida por el país. Días antes de la proclamación oficial de la República Popular China (RPC), el 1 de octubre de 1949, el presidente Mao Zedong dijo: “El pueblo chino, que constituye una cuarta parte de la humanidad, se ha puesto de pie”. La independencia de China llegó tras lo que se conoce como un “siglo de humillación” a manos de las potencias coloniales europeas, una sangrienta guerra civil con fuerzas nacionalistas y 14 años de resistencia contra el fascismo japonés, que cobró 35 millones de vidas chinas. A nivel interno, los señores de la guerra, el Partido Nacionalista y los terratenientes, priorizaron sus intereses de clase por sobre el bienestar del pueblo y del país.

Durante este período, China pasó de ser la mayor economía global a uno de los países más pobres del mundo. Aunque representaba un tercio de la economía mundial al comienzo del siglo XIX, su PIB cayó a menos del 5% al momento de la fundación de la RPC. En 1950, solo dos países asiáticos y ocho africanos tenían un PIB per cápita inferior al de China: Myanmar, Mongolia, Botsuana, Burundi, Etiopía, Guinea, Guinea Bissau, Lesoto, Malawi y Tanzania (Ross, 2021). En otras palabras, la RPC era la undécima nación más pobre del mundo en el momento de su fundación. Cuando los y las comunistas llegaron al poder, se enfrentaron al reto de revertir el declive económico y social de larga data del país, comenzando por satisfacer las necesidades básicas del campesinado y la clase trabajadora empobrecida.

De 1949 a 1976, bajo el liderazgo de Mao, el gobierno chino se centró en mejorar la calidad de vida de su población, que había pasado de 542 a 937 millones de personas.[2] En los primeros años de este período, se abordó la pobreza transformando la propiedad privada de los medios de producción en propiedad pública y redistribuyendo las tierras de los terratenientes y señores de la guerra al campesinado pobre. La pobreza, después de todo, es una cuestión de lucha de clases. Para 1956, el 90% de lxs campesinxs del país tenían tierras para cultivar, 100 millones de ellxs estaban organizados en cooperativas agrícolas y la industria privada estaba efectivamente abolida. Las comunas populares organizaron la propiedad colectiva de la tierra y de los medios de producción y distribuyeron la riqueza colectiva, permitiendo que el excedente agrícola se invirtiera en desarrollo industrial y bienestar social (Sangui, 2019).

En el período de 29 años anteriores a la reforma (1949-1978), la esperanza de vida en China aumentó en 32 años. En otras palabras, por cada año después de la revolución, se añadió más de un año a la vida de la persona promedio. En 1949, el 80% de la población del país era analfabeta, indicador que se redujo en menos de tres décadas a 16,4% en las áreas urbanas y 34,7% en las zonas rurales. La matriculación de niñas y niños en edad escolar subió del 20% al 90% y el número de hospitales se triplicó. La descentralización de los sistemas de educación y salud de los centros urbanos de élite a las zonas rurales pobres fue clave. Este proceso incluyó la creación de escuelas secundarias para trabajadorxs y campesinxs y el envío de millones de médicos descalzos al campo. Se lograron avances significativos en la participación de las mujeres en la sociedad, desde abolir costumbres patriarcales en torno al matrimonio hasta aumentar su acceso a la educación, salud y cuidado infantil.[3] Entre 1952 y 1977 la tasa media anual del crecimiento de la producción industrial fue 11,3% (Meisner, 1986). En términos de capacidad productiva y desarrollo tecnológico China pasó de no poder fabricar automóviles en 1949 a lanzar su primer satélite al espacio exterior en 1970. El satélite Dongfanghong (‘El Este es rojo’) tocó la canción revolucionaria del mismo nombre mientras estuvo en órbita durante 28 días. Los avances sociales, económicos e industriales en la transición al socialismo bajo Mao pusieron los cimientos para el período posterior a 1978.

Para la década de 1970 ya era claro que la economía china necesitaba una inyección de capital y tecnología y que necesitaba romper su aislamiento del mercado mundial. Como escribió después el líder chino Deng Xiaoping, “el pauperismo no es socialismo, menos aún comunismo” (Xiaoping, 1994). El gobierno introdujo una serie de reformas económicas, incluida la apertura de la economía al mercado mundial, pero —como China siguió siendo un país socialista— el sector público siguió siendo dominante y libre de control extranjero.

Durante este período, la economía de China creció a un ritmo sostenido nunca antes visto en la historia de la humanidad. Entre 1978 y 2017, la economía de China se expandió a una tasa media de 9,5% anual, multiplicando su tamaño aproximadamente 35 veces (Ross, 2021). Sin embargo, el crecimiento económico no es un fin en sí mismo, sino un medio para mejorar la vida de las personas. Entre 1978 y 2011, el número de personas viviendo en la extrema pobreza se redujo de 770 millones (80% de la población) a 122 millones (9,1%), medido con una línea de pobreza de 2.300 yuanes anuales.

No obstante, perseguir un rápido crecimiento económico acarreó grandes costos sociales y ambientales. La migración masiva a las ciudades aumentó la disparidad urbana-rural y la concentración en las industrias de la costa este dejó a las regiones occidentales y centrales muy subdesarrolladas. Según el Banco Mundial, el coeficiente de Gini (una medida de la desigualdad basada en los ingresos) aumentó de 29% en 1981 hasta su pico de 49% en 2007, y luego bajó a 47% en 2012 (Singh et. Al, 2013). Desde el punto de vista social, este período produjo un acceso desigual a servicios públicos como pensiones, seguridad social, educación y atención sanitaria. Ambientalmente, el rápido desarrollo pasó factura al aire, el agua y la tierra.

No sorprende que abordar la desigualdad se convirtiera en la tarea principal bajo el mandato del presidente Xi (2013 a la fecha). En el 19º Congreso del PCCH en 2017, el evento que se celebra dos veces por década y que determina las metas nacionales de política pública y la elección de los máximos líderes, Xi habló de la nueva era del socialismo y, con ella, la evolución de la principal contradicción que enfrenta la sociedad china:

A medida que el socialismo con características chinas ha entrado en una nueva era, la principal contradicción que la sociedad china enfrenta ha evolucionado. Ahora nos enfrentamos a la contradicción entre desarrollo desequilibrado e inadecuado y las necesidades siempre crecientes del pueblo de tener una vida mejor. China ha visto satisfechas las necesidades básicas de más de mil millones de personas, ha hecho posible básicamente que la gente lleve una vida decente y pronto completará con éxito la construcción de una sociedad moderadamente próspera. Las necesidades que hay que satisfacer para que la gente viva mejor son cada vez más amplias. No solo sus necesidades materiales y culturales han aumentado, sino también sus demandas por democracia, estado de derecho, equidad y justicia, seguridad y un mejor medio ambiente. Al mismo tiempo, la totalidad de las fuerzas productivas de China ha mejorado significativamente y en muchas áreas nuestra capacidad productiva es líder mundial. El principal problema es que nuestro desarrollo es desequilibrado e inadecuado. Esto se ha convertido en el principal factor de restricción para satisfacer las crecientes necesidades de la población de una vida mejor.

El período de reforma y apertura se considera, por tanto, como la precondición para construir un país socialista moderno. Fue durante este período cuando se alcanzaron dos de los tres objetivos estratégicos oficiales, garantizando que las personas tengan un nivel de vida digno y que sus necesidades básicas estén cubiertas. Continuar el proceso de reducción de la pobreza y asegurar que la gente pobre se convierta en parte de una “sociedad moderadamente próspera” (xiaokang) en el resto del país es un paso final en este período. En los años transcurridos desde el discurso de Xi, China ha movilizado a su pueblo —específicamente a las personas pobres— así como al gobierno y al mercado para eliminar la extrema pobreza, lo que marca una nueva fase clave en la transición al socialismo.

Parte 3: Teoría y práctica de la reducción de la pobreza

Un ingreso, dos seguridades y tres garantías

La eliminación de la extrema pobreza en China se da una década antes de la fecha marcada en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de la ONU, que estableció como objetivo principal “erradicar la pobreza en todas sus formas y dimensiones, incluyendo la extrema pobreza”. Aunque millones de chinos salieron de la pobreza durante la fase de crecimiento económico rápido, la economía por sí sola no explica este logro.

Para este estudio conversamos con Justin Lin Yifu, antiguo economista jefe del Banco Mundial (el primero del Sur Global) y fundador de New Structural Economics. Lin también es miembro del Comité Nacional del Congreso Político Consultivo del Pueblo Chino y profesor en la Universidad de Beijing. Lin identifica dos enfoques principales para la reducción de la pobreza, que denomina “transfusión de sangre” y “generación de sangre”. El primero, el modelo preferido en las economías occidentales se caracteriza por ayuda humanitaria o mecanismos de bienestar social para garantizar la satisfacción de las necesidades básicas. El segundo describe la reducción de la pobreza orientada al desarrollo que crea empleo y aumenta los ingresos de las personas pobres. Sin embargo, estos dos enfoques por sí solos no lograron eliminar la pobreza en los bolsones más pobres de China. Según Lin, “en las zonas con escasos recursos naturales, alejadas del mercado, con poco transporte e infraestructura como las ‘Tres regiones y Tres prefecturas’,[4] se requiere asistencia focalizada”.

El concepto global de reducción focalizada de la pobreza —implementado oficialmente en 2015, y que concluyó a finales de 2020— se desarrolló e innovó sobre la base de décadas de experiencias nacionales e internacionales. “La reducción de la pobreza de China”, resume Lin, “es una estrategia impulsada por el crecimiento y dirigida por el gobierno que combina respaldo social y el esfuerzo propio de lxs campesinxs, presenta el patrón orientado al desarrollo o ‘generación de sangre’ y garantiza las necesidades básicas a través de la seguridad social”. Enfatizando el papel del liderazgo del gobierno, dice que “en contraste con el resto del mundo, el gobierno chino ha desempeñado un papel crucial. La erradicación de la pobreza no se hubiera logrado solo por el rol del mercado si el gobierno no hubiera prestado mucha atención al problema de la gente pobre”. En otras palabras, una combinación de la “mano invisible” y la “mano visible”, junto con la movilización de amplios sectores de la sociedad, fue el sello distintivo de la reducción de la pobreza en China en esta fase focalizada.

El Programa de Reducción Focalizada de la Pobreza de China (RFP) puede resumirse en un eslogan: un ingreso, dos seguridades y tres garantías. Respecto al ingreso, la línea internacional para medir la pobreza fue fijada por el Banco Mundial en US$ 1,90 al día, medida a precios de 2011 y basada en la línea promedio de los 15 países más pobres del mundo. La línea de pobreza de China fue elevada a 2.300 yuanes anuales en 2011 (fijada a precios de 2010), lo que representa USD 2,30 al día cuando se ajusta por PPA, superando el estándar del Banco Mundial. Ajustada a precios de 2020, el ingreso mínimo anual es 4.000 yuanes, mientras que el ingreso per cápita en el programa focalizado de reducción de la pobreza, de 10.740 yuanes al año, es mucho más alto.[5]

Entendiendo que la pobreza no puede abordarse únicamente mediante la distribución del ingreso, el programa de China adopta un enfoque multidimensional. El concepto de pobreza multidimensional, teorizado por primera vez por el Premio Nobel Amartya Sen, examina los factores complejos e interrelacionados asociados a la pobreza de los que no se da cuenta midiendo solo los ingresos. Basándose en el trabajo de Sen, el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Iniciativa de Oxford para la Pobreza y el Desarrollo Humano adoptaron en 2010 el Índice de pobreza multidimensional (IPM), que mide diez indicadores en tres dimensiones: salud, educación y servicios básicos de infraestructura. Su informe de 2020, lanzado una década después de la adopción del IPM y una década antes de la fecha límite de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), encontró que 1.300 millones de personas, es decir el 22% de la población mundial vive en situación de pobreza multidimensional. En comparación, de acuerdo con la línea de pobreza de US$ 1,90 diarios, 689 millones de personas, el 9,2% de la población mundial, vivía en la extrema pobreza en 2017, antes de la pandemia.

Además de un ingreso mínimo, el programa de reducción de la pobreza de China asegura que se cumplan otros cinco indicadores: las “dos seguridades” de alimento y vestimenta y las “tres garantías”: servicios médicos básicos, vivienda segura con agua potable y electricidad, y educación gratuita y obligatoria, que en China es de nueve años. Conversamos con Wang Sangui, decano del Instituto Nacional de Reducción de la Pobreza de la Universidad Renmin, sobre la relación entre los indicadores de China y el marco del IPM. Él indica que “el IPM es visto solamente como un enfoque de investigación” y que “a la fecha, debido a su gran complejidad, no ha sido adoptado por ningún país para medir el tamaño de la población pobre”. Al incluir los cinco indicadores clave, añade, “de hecho, China ha seguido un enfoque multidimensional para erradicar la pobreza”. Como asesor experto del Grupo Directivo del Consejo de Estado para la Reducción de la Pobreza y el Desarrollo, Wang ayudó a desarrollar los estándares para el programa en China. “¿Cómo se clasifica el agua potable como segura? El primer requerimiento es que no haya escasez en el suministro de agua. Segundo, la fuente de agua no debe estar demasiado lejos, no más de 20 minutos de ida y vuelta para traer agua. Finalmente, el agua debe ser segura, sin ninguna sustancia nociva. Exigimos informes de pruebas que confirmen que la calidad del agua es segura. Solo entonces podemos decir que se ha alcanzado el estándar”.

El rigor y la complejidad por detrás de los estándares nacionales chinos se extienden al ámbito de la práctica, como se muestra en las metodologías desarrolladas e implementadas de forma descentralizada sobre el terreno.

Parte 4: Reducción focalizada de la pobreza

No usar una granada para matar una pulga

La reducción focalizada de la pobreza, también conocida como reducción precisa de la pobreza, se introdujo por primera vez durante la visita del presidente Xi a la aldea de Shibadong, en la provincia de Hunan, en noviembre de 2013. “No usen una granada para matar una pulga”, aconsejó Xi al gobierno local respecto a cómo abordar las causas profundas de la pobreza. En vez de ello, hagan como una bordadora frente a un diseño intrincado. Este enfoque se aplicó como estrategia del gobierno en 2015, guiado por cuatro preguntas: ¿Quiénes deben salir de la pobreza?, ¿Quién realiza el trabajo?, ¿Qué medidas hay que tomar para enfrentar la pobreza? y ¿Cómo se pueden hacer evaluaciones para asegurarse de que las personas permanezcan fuera de la pobreza?

Definir la pobreza: ¿A quiénes se saca de ella?

El 28 de agosto de 2018 llegué a Danyang, cuya organización del Partido se consideraba “débil y floja” y cuyo trabajo no se había impulsado lo suficiente, por lo que autoridades de alto nivel me enviaron a fortalecer la construcción de la organización. Al principio, la organización me dio un breve informe sobre lxs aldeanxs, y comencé por ponerme en contacto con la gente para saber qué hogares eran los destinatarios de la reducción de la pobreza. De otra forma, el trabajo no se hubiera realizado correctamente. Para acercarse a la gente, hay que entender bien la naturaleza humana (…) Las personas de la zona eran pobres por muchas razones, incluyendo escasez de agua, el bajo rendimiento de las cosechas, enfermedades, discapacidades y la falta de educación de lxs niñxs. Sus problemas y conflictos se habían transmitido de generación en generación.

Saber quiénes son las personas pobres en un país de 1.400 millones de habitantes es una empresa enorme. Reconociendo las limitaciones de un método estadístico por muestreo, China se inclinó por un sistema de identificación de hogares, lo que significa conocer a cada una de las personas pobres en el país, sus condiciones y sus necesidades. Esto se hizo mediante una combinación de enviar personas a las aldeas, la práctica de la democracia de base y el despliegue de tecnologías digitales. En 2014, 800.000 cuadros del Partido se organizaron para visitar y encuestar a todos los hogares del país, identificando 89,62 millones de personas pobres en 29,48 millones de hogares y 128.000 aldeas. Después, más de dos millones de personas verificaron los datos, eliminando posteriormente los casos identificados incorrectamente y añadiendo otros nuevos.

Aunque los ingresos son el principal factor de decisión, la vivienda, la educación y la salud también se consideran al momento de incluir un “hogar en situación de pobreza”. Los comités de aldea, los gobiernos municipales y lxs propixs aldeanxs se movilizan para evaluar la situación de cada hogar. Por ejemplo, se mantienen reuniones públicas de evaluación democrática para facilitar el debate entre lxs integrantes de la comunidad sobre la situación de cada familia y si debe ser eliminada o añadida al registro de personas pobres (Zhang, 2020). Este proceso sobre el terreno se combinó con la creación de un sistema avanzado de información y gestión, que abarca todas las partes del proceso de reducción de la pobreza en todo el país. Se usan macrodatos para monitorear la situación de cada uno de los casi 100 millones de individuos, facilitar el flujo de información entre los departamentos gubernamentales e identificar causas y tendencias importantes de la pobreza (New China Research, 60). La movilización de la población y la obtención de apoyo público están en el núcleo del esfuerzo para llevar a cabo este trabajo.

Movilización: ¿Quién saca a la gente de la pobreza?

Moverse entre la gente como un pez nada en el mar

Registro de visita, 10 de junio de 2019: Hoy día recibí una llamada de He Guoqiang. Me dijo que la cerradura de una puerta en su apartamento de reasentamiento estaba dañada. Fui a su casa y le ayudé a contactar al equipo de administración de la propiedad y al equipo de reparaciones. Aproveché la oportunidad para enseñarle a ejercer sus derechos como propietario y contactar a la administración de la propiedad y el equipo de reparaciones. He Guoqiang dijo que la próxima vez que tenga un problema así, sabrá cómo resolverlo (New China Research, 77).

No hay organización sin organizadores. A junio de 2021, el PCCH cuenta con más de 95,1 millones de integrantes —27,45 millones de los cuales son mujeres— y 4,9 millones de organizaciones del Partido de nivel primario, lo que incluye comités de aldeanxs, instituciones públicas, organismos y empresas estatales y organizaciones sociales. Si el PCCH fuera un país, sería el 16º más poblado del mundo.

La fase focalizada de la reducción de la pobreza requiere construir relaciones de confianza entre el Partido y la gente en el campo, así como fortalecer la organización del Partido a nivel de base. Lxs secretarixs del Partido están encargados de supervisar la tarea de reducción de la pobreza en los cinco niveles de gobierno, desde la provincia hasta la aldea, pasando por la ciudad, el condado y el municipio. En particular, se enviaron tres millones de cuadros cuidadosamente seleccionados a las aldeas pobres, formando 255.000 equipos que residen allí (Consejo de Estado, 2021: 35). Viviendo en condiciones humildes durante, por lo general, entre uno y tres años seguidos cada vez, los equipos trabajaron junto con lxs campesinxs pobres, funcionarixs locales y voluntarixs hasta que cada hogar salga de la pobreza. En este proceso, muchos cuadros no pudieron volver a casa a visitar a sus familias por largos períodos de tiempo, algunos enfermaron en las duras condiciones de las zonas rurales y más de 1.800 miembros del Partido y funcionarixs perdieron la vida en la lucha contra la pobreza (Ibíd.: 48). Los primeros equipos fueron despachados en 2013, y ya para 2015 todas las aldeas tenían un equipo residente, y cada hogar pobre tenía un cuadro asignado para ayudar en el proceso de ser sacados y, lo que es más importante, salir ellxs mismxs, de la pobreza (Ibíd.: 35). A finales de 2020 se alcanzó el objetivo de eliminar la pobreza extrema.

Liu Yuanxu, un hombre de 47 años con una hija en el último año de secundaria es uno de los secretarios del Partido que fueron enviados en 2018 a Danyang, un poblado de 2.855 personas en la provincia suroccidental de Guizhou. Liu describe su llegada a Danyang, sin hablar el dialecto local y donde 137 de los 805 hogares fueron establecidos como pobres. Él era uno de los 52 cuadros asignados a esta aldea, cada uno con responsabilidades diferentes. Nos contó de su trabajo cotidiano:

Yo era responsable de cinco hogares pobres, pero ahora son cuatro, ya que una persona murió. En ese entonces visitaba a todas las familias en una bicicleta eléctrica y me ocupaba de todo para ellas. Me mantenía en contacto con los jóvenes por WeChat y con los mayores por teléfono. Podían llamarme por cualquier cosa. Iba a todos los grupos de aldeanos para investigar quién era amable y quién difícil. He resuelto problemas con tragos y conversaciones con lxs aldeanxs que ahora tienen una muy buena relación conmigo. Ahora el gobierno lleva un registro de los hogares pobres, los hogares marginales y los hogares clave. Las herramientas digitales ayudan a que el gobierno sepa cuándo las personas se enferman o si los que pueden trabajar tienen empleo. También visitamos a los aldeanos cada mes para entender mejor la realidad de su situación.

Al contrario de modelos que dependen mucho de organizaciones no gubernamentales y de la ayuda internacional, el programa de reducción de la pobreza de China extrae su fuerza de movilizar a su ciudadanía. Los cuadros como Liu son un puente esencial entre la aplicación de la política gubernamental y la comprensión de las condiciones y demandas concretas de la gente. Los más de diez millones de cuadros y funcionarixs que se han movilizado al campo han sido esenciales para construir apoyo público y confianza en el Partido y el gobierno.

En 2020, la Universidad de Harvard publicó un estudio, Understanding CCP Resilience: Surveying Chinese Public Opinion Through Time (‘Comprender la resiliencia del PCCH: encuestas de opinión pública china a lo largo del tiempo’), para el que encuestaron a 31.000 residentes urbanos y rurales entre 2003 y 2016 acerca de su apoyo al PCCH (Cunningham et. Al, 2020). Durante este período, la satisfacción de la ciudadanía china con su gobierno aumentó de forma generalizada del 86,1% al 93,1%. El mayor aumento se vio en las zonas rurales a nivel de municipio, donde la aprobación pasó del 43,6% al 70,2%, especialmente entre lxs residentes de menores ingresos y lxs de las zonas más pobres del interior. Este creciente apoyo surge del aumento del acceso y la calidad de la atención de salud, de la educación y de los servicios sociales, así como de la mayor capacidad de respuesta y eficacia de lxs funcionarixs de los gobiernos locales. Aunque el estudio terminó en 2016, antes de que termine la campaña, tanto el programa de reducción de la pobreza como la respuesta eficaz del gobierno a la COVID-19 han seguido generando apoyo público.[6]

Poco después de que Wuhan terminara el confinamiento por la COVID-19, el profesor de la Universidad de York, Cary Woo dirigió una encuesta entre 19.816 personas en 31 provincias y regiones administrativas. El estudio, publicado en el Washington Post, reveló que el 49% de quienes respondieron confiaban más en el gobierno tras su respuesta a la pandemia y que la confianza en general aumentó hasta el 98% a nivel nacional y 91% a nivel de municipio. Eliminar la pobreza y contener la pandemia pueden verse como dos grandes victorias de China y su pueblo en 2020.

Frente unido para la reducción de la pobreza

Ge Wen es de la ciudad oriental de Suzhou, donde es subdirectora de ventas de una empresa de turismo y cultura. El gobierno promovió la colaboración entre la parte oriental e industrializada del país con las regiones occidentales menos desarrolladas para apoyar un desarrollo uniforme en todo el país. Como parte de este esfuerzo, la empresa de Ge se emparejó con una aldea remota en la provincia de Guizhou para desarrollar un resort de ecoturismo y estimular la industria turística en la región. La empresa invirtió 130 millones de yuanes en la construcción de infraestructura y en la renovación de las viviendas que lxs aldeanxs alquilan por un período de 20 años. De los 107 hogares de la aldea, solo 20 familias —todas con el apellido Zhang y de la minoría étnica Dong— seguían viviendo allí cuando el proyecto comenzó. Al final del contrato de alquiler, las casas y servicios circundantes se devolverán a lxs aldeanxs, algunxs de lxs cuáles han sido contratadxs como trabajadorxs en el complejo turístico. Ge Wen es una de lxs ocho empleadxs asignados por la empresa para trasladarse a Suzhou para llevar a cabo este proyecto. La tarea no está exenta de desafíos. Además de las escasas visitas a casa en el período de tres años, también tuvo que enfrentarse a las diferencias culturales, lingüísticas y climáticas. “No estoy acostumbrada a la humedad de aquí”, nos dijo. En lo alto de las montañas de Guizhou puede llover durante meses seguidos. La ubicación también es remota: cuando Ge y su equipo estaban construyendo el resort, la carretera asfaltada hasta el lugar tuvo que ser excavada manualmente porque no se podían traer las grúas. Esto hace honor al dicho local: “Guizhou, donde el cielo no está claro durante tres días y la tierra plana no se extiende por tres li (‘1,5 kilómetros’)”.

Además de cultivar el apoyo del Partido y de la opinión pública, la campaña de reducción de la pobreza movilizó a amplios sectores de la sociedad a participar en un frente unido. “Debemos movilizar las energías de todo nuestro Partido, de todo nuestro país y de toda nuestra sociedad y seguir aplicando las medidas de reducción de pobreza focalizada”, dijo el presidente Xi en su discurso en el 19º Congreso Nacional. “Prestaremos especial atención a ayudar a la gente a aumentar la confianza en su propia capacidad para salir de la pobreza”.

El objetivo de alcanzar la prosperidad común con la expectativa de que quienes se enriquezcan —especialmente en las zonas industrializadas de la costa Este— levantarán al resto es un elemento central de este enfoque y uno que yace en el corazón de la frase de Deng —malinterpretada a menudo— “dejar que unos pocos se enriquezcan primero”. La campaña de reducción de la pobreza siguió este principio y utilizó una estrategia de movilización de masas que recuerda la época de Mao para establecer la cooperación entre este y oeste. De 2015 a 2020, nueve unidades de nivel provincial del este del país que representan a 343 condados invirtieron 100.500 millones de yuanes en asistencia social y gubernamental para las regiones occidentales, movilizaron a más de 22.000 empresas locales para que invirtieran 1,1 billones de yuanes adicionales e intercambiaron 131.000 funcionarios y personal técnico (Consejo de Estado, 2021: 56).

En 2013, la ciudad de Tongren en la provincia suroccidental de Guizhou, donde He Ying se reubicó y donde está la aldea de Liu Yuanxue, se emparejó con Suzhou, el centro económico de la provincia costera oriental de Jiangsu. La colaboración incluyó intercambios económicos, de infraestructura, educativos y técnicos. Desde abril de 2017 hasta 2020, Suzhou proporcionó 1.710 millones de yuanes en ayuda financiera y 240 millones de yuanes en asistencia social para ejecutar 1.240 proyectos. Además, 285 empresas del este desarrollaron proyectos en Tongren, invirtiendo 26.410 millones de yuanes y generando empleo para 44.400 personas en el programa de reducción de la pobreza. En el proceso se crearon 19 parques industriales y agrícolas y los proyectos focalizados impulsaron el turismo local en un 30%. Para profundizar el intercambio político y educativo, 5.345 cuadros del Partido, funcionarios públicos y personal técnico fueron trasladados de Suzhou a Tongren, incluido el vicealcalde de Tongren, Zha Yingdong, quien se mudó de Jiangsu a Guizhou para dirigir el trabajo de reducción de la pobreza.[7]

Más allá de la cooperación Este-Oeste, las empresas públicas y privadas, las instituciones educativas, el ejército y la sociedad civil también hicieron contribuciones significativas. Los departamentos centrales invirtieron 42.760 millones de yuanes que ayudaron a atraer 106.640 millones de yuanes de capital y a capacitar a 3,69 millones de técnicxs y funcionarixs de base (Consejo de Estado, 2021: 57). Mientras tanto, 94 empresas de propiedad pública invirtieron más de 13.500 millones de yuanes en 246 condados, implementando casi 10.000 proyectos de asistencia. De las 2.301 organizaciones nacionales del país, 686 establecieron proyectos formales de reducción de la pobreza, recaudando fondos benéficos y ofreciendo servicios voluntarios.[8] A través de la Campaña ‘Diez mil empresas ayudan a diez mil aldeas’, 127.000 empresas privadas apoyaron a 139.100 aldeas pobres, lo que benefició a 18 millones de personas (Consejo de Estado, 2021: 57). El ejército ayudó a 924.000 personas en 4.100 aldeas pobres y contribuyó a la construcción de escuelas, hospitales y proyectos industriales especiales. El Ministerio de Educación organizó a 44 universidades en la campaña, llevando a cabo proyectos de investigación y despachando equipos de expertos y de capacitación en agricultura, salud, planificación rural y educación, entre otras áreas.

Una colaboración de este tipo fue el experimento de Hebian, que llevó a expertxs y estudiantes universitarixs a la aldea de Hebian en la provincia de Yunnan, una comunidad formada predominantemente por personas de la etnia Yao. Liderado por Li Xiaoyun, profesor de la Universidad Agrícola de China, el equipo ayudó a investigar, recaudar fondos, desarrollar proyectos educativos, agrícolas y turísticos para aumentar y diversificar los ingresos de la comunidad. En nuestra entrevista con Li, comentó la movilización masiva que se produjo:

Es muy difícil para las personas fuera de China entender la campaña de reducción de la pobreza de los últimos ocho años, y en particular cómo se organizó y sobre todo la notable movilización. La pregunta más difícil que me hizo mi amigo fue: “¿Cómo consiguió el gobierno convencer a todo el mundo de que aportara recursos y fuera a las zonas pobres?” Esto es lo que siempre intentamos articular en nuestra sencilla declaración. Esta es la institución política especial de China. La sociedad china es muy diferente de las sociedades occidentales porque se basa en lo colectivo y no en lo individual. Esto se refleja en la forma de organizar la sociedad. El gobierno trabaja con organizaciones sociales, las redes políticas y sociales se funden en un todo, en una fuerza dirigente, organizada vertical y horizontalmente, que permite que todo el mundo se una a esta campaña social.

En resumen, el programa de reducción de la pobreza tocó prácticamente todos los rincones de la sociedad. La victoria contra la extrema pobreza, entonces, no puede considerarse como un programa singular bajo un mandato particular del Partido y del gobierno. Por el contrario, debe verse como una movilización masiva de múltiples sectores de la sociedad china, que utilizó metodologías diversas y descentralizadas a una amplitud y escala sin precedentes en la historia de la humanidad.

Metodología: ¿Cómo redujo China la pobreza?

Industria

La señora Liu es una de las que más gana en la plataforma de videos cortos Yishizhifu que ayuda a campesinxs pobres a generar ingresos extra. Ella es una campesina y madre que ha ganado más de 200.000 créditos (equivalentes a alrededor de 20.000 yuanes) por los videos que hace y publica en internet, que pueden cambiarse por bienes a través de la plataforma. Los videos no solo han servido para complementar sus ingresos proporcionándole productos y electrodomésticos que ahorran tiempo como una olla arrocera y un horno microondas, sino también le han proporcionado un espacio para mostrar su cultura. Liu, una de las primeras tamborileras de su comunidad e integrante de la minoría étnica Dong, utiliza la plataforma para publicar videos de música, artesanías, moda y tambores dong. En uno de los videos, protagoniza un drama televisivo de producción local. “Lo filmamos nosotrxs mismxs”, nos dijo, “Si les contara cómo lo hicimos, les emocionaría el proceso”. Mientras señalaba la pantalla, dijo: “Esta soy yo, este es mi hermano menor, mi cuñada y mi vecino”. Juntos escribieron un guión sobre la historia de un muchacho joven y pobre que no encontraba esposa y tenía que recurrir a métodos creativos para atraer a una pretendiente.

La introducción del comercio electrónico en las áreas rurales fue una parte fundamental del programa de reducción de la pobreza. Entre 2016 y 2020, los negocios en línea en los condados pobres aumentaron de 1,32 millones a 3,11 millones, lo que ayudó a aumentar los ingresos de los hogares rurales a la par que conectó el campo con los mercados en línea (Consejo de Estado, 2021: 38). Una de esas plataformas es Yishizhifu, lanzada en Tongren en junio de 2020, que capacita a campesinxs para producir videos cortos, mediante la creación de más de 20 estudios de filmación en comunidades pobres en la ciudad y las aldeas circundantes. Lxs usuarixs pueden subir sus videos a la aplicación móvil y recibir puntos por las visualizaciones, que después pueden canjearse por productos disponibles en la plataforma. Por cada minuto de video visto se conceden y distribuyen diez créditos: seis para quien produce el video, uno para quien lo mira, dos para el estudio y uno para la plataforma Yishizhifu. Por este medio se consiguen bienes como ropa, electrodomésticos, productos agrícolas, equipo agrícola e incluso automóviles, a través de asociaciones con empresas públicas y privadas. Las empresas donan bienes a la plataforma para recibir créditos fiscales, descargar exceso de stock o utilizar la plataforma como una fuente de publicidad gratuita. En este ejemplo y otros muchos, el desarrollo industrial, facilitado por el comercio electrónico y el acceso a internet, es un medio para conectar al campo con la ciudad, generar empleo e ingresos adicionales y fomentar la confianza cultural entre los sectores campesinos y empobrecidos.

La estrategia focalizada de reducción de la pobreza desarrolló cinco métodos principales para sacar a las personas—o más bien para ayudarlas a salir—de la pobreza: industria, reubicación, compensación ecológica, educación y asistencia socialista. El primero de los cinco métodos principales es el desarrollo de la producción local. Con ese objetivo en mente, los sectores público y privado participaron para facilitar el acceso de las personas pobres a financiamiento (préstamos, subvenciones y microcrédito), capacitación técnica, equipamiento y mercados. A través del programa focalizado de reducción de la pobreza, las políticas industriales de alivio de la pobreza impactaron al 98% de los hogares pobres y establecieron 300.000 bases industriales para la producción agrícola, así como la cría y el procesamiento de animales en cada uno de los 832 condados pobres. Más de 22 millones de personas pobres consiguieron empleo en estas bases y otros 13 millones en emprendimientos rurales. Los talleres de reducción de la pobreza (centros de producción de pequeña escala organizados en tierras ociosas o en los hogares de las personas) ayudaron a casi triplicar el ingreso per cápita de los hogares pobres entre 2015 y 2019, llegando a 9.808 yuanes anuales.[9] Esto, a su vez, ayudó a desarrollar nuevos modelos de reducción de la pobreza vinculados al turismo y la economía verde.

Reubicación

Atule’er es una aldea en las montañas de la provincia de Sichuan cuyos orígenes se remontan a la Dinastía Yuan (1271-1368), cuando se consideró estratégico cultivar en las montañas en tiempos de guerra. A una altitud de 1.400 metros, hasta hace poco solo se podía acceder a la aldea a través de 800 metros de “escaleras al cielo” de ratán, mal construidas y que colgaban del borde del acantilado. Los desplazamientos a las escuelas, los mercados locales, los servicios de salud y el transporte público demoraban horas y eran peligrosos. Uno de los residentes, Mou’se, dijo: “me tomó medio día bajar el acantilado para comprar un paquete de sal”. Hace cuatro años, el gobierno gastó un millón de yuanes para reemplazar la escalera con una estructura de acero más segura. Mou’se y otras 83 familias en Atule’er se reubicaron en mayo de 2020 durante la campaña contra la pobreza.

Para las familias que viven en zonas extremadamente remotas o expuestas a desastres naturales frecuentes, es casi imposible romper el ciclo de la pobreza sin trasladarse a entornos más habitables. Un total de 9,6 millones de personas, alrededor del 10% de la gente que salió de la pobreza, se trasladaron de áreas rurales a comunidades urbanas recién construidas. Se construyeron nuevas viviendas, 6.100 guarderías, escuelas primarias y secundarias, 12.000 hospitales y centros comunitarios de salud, 3.400 centros de atención a la tercera edad y 40.000 centros y locales culturales fueron construidos o ampliados.

El principal reto de la transición del campo a la ciudad es encontrar empleo para las familias reubicadas. Para ello, el gobierno desarrolló programas de formación y capacitación y nuevas industrias. Como resultado, 73,7% de todas las personas reubicadas que pueden trabajar han encontrado empleo y el 94,1% de las familias reubicadas con miembros que pueden trabajar han encontrado empleo.

Compensación ecológica

Un pequeño botón verde en la aplicación móvil de Alipay, Ant Forest (‘Hormiga del bosque’), lleva a lxs usuarixs a una pantalla con una plántula animada en el centro. A cambio de caminar o utilizar un sistema de bicicletas compartidas en lugar de transporte privado, lxs usuarixs reciben créditos verdes que pueden canjearse por plantar árboles en una aplicación interactiva para celulares. Lanzada en 2016 por la empresa conocida entonces como Ant Financial Service Group, vinculada a la gigante de internet Alibaba, la plataforma de pagos en línea anima a sus 550 millones de usuarios a reducir su huella de carbono.

A pesar de su diseño similar al de un juego, los árboles no son virtuales. Hasta marzo de 2020, se habían plantado 122 millones de árboles a través de Ant Forest, cubriendo 112.000 hectáreas concentradas sobre todo en las regiones áridas de Mongolia interior, Gansu, Qinghai y Shanxi. Como resultado, se crearon 400.000 empleos uniendo la conservación del ambiente a la reducción de la pobreza a través de los dos modelos de bienestar público: áreas protegidas y bosques ecológico-económicos. En 2019, Ant Forest ganó el máximo galardón del Programa de Naciones Unidas para el Medioambiente, Campeones de la Tierra.

La restauración y conservación ecológica, especialmente en zonas designadas como pobres, han sido uno de los métodos clave para hacer frente a la pobreza, principalmente mediante la creación de empleos en el sector ecológico. Desde 2013, se han restaurado 4,97 millones de hectáreas de tierras agrícolas en regiones pobres, ahora convertidas en bosques o pastos. En el proceso, 1,1 millones de personas pobres han obtenido empleo como guardabosques, mientras que se han formado 23.000 cooperativas de reducción de la pobreza y equipos de forestación (creación de nuevos bosques) (Consejo de Estado, 2021: 40). Esto es parte de los esfuerzos continuos de China por “ecologizarse” durante las dos últimas décadas. De acuerdo con la Organización para la Agricultura y la Alimentación de la ONU (FAO), China es líder mundial en reforestación y representó el 25% del crecimiento total de superficie foliar entre 1990 y 2020. Los esfuerzos por “ecologizar” han sido emprendidos no solo por el gobierno, sino también a través de iniciativas del sector privado como Alipay.

Educación

Cuando el Tíbet fue formalmente incorporado a la RPC en 1951, la educación estaba controlada por los monasterios con la excepción de unas pocas escuelas privadas. Las escuelas estaban reservadas para monjes y funcionarios, lo que resultaba en una matrícula de solo 2% de lxs niñxs en edad escolar. Desde 1951 hasta 2021, se han gastado más de 100.000 millones de yuanes para desarrollar un sistema educativo moderno que en 2021 ha alcanzado el 99,5% de la matriculación en primaria, 99,51% en secundaria y 39,18% para la educación superior. En 2012, Tíbet fue la primera de las regiones del país en ofrecer un programa de educación gratuita de 15 años de duración, desde el preescolar hasta el fin de la escuela secundaria, que incluye matrícula, alojamiento, libros de texto, comidas, transporte y otros gastos. La política se amplió para incluir a estudiantes universitarixs de hogares y familias rurales registrados como pobres. Desde 2016 hasta 2020, 46.700 estudiantes empobrecidxs se beneficiaron de esta política.

La educación ha sido fundamental para romper el ciclo de la pobreza intergeneracional. Para cumplir con la garantía de educación del programa focalizado de reducción de la pobreza, se hicieron grandes esfuerzos a partir de 2013 para asegurar que las 200.000 personas de familias pobres que abandonaron la escuela tengan suficiente apoyo para regresar. Para 2020, 99,8% de las escuelas primarias y secundarias de China cumplían con los requisitos educativos básicos, con un 95,3% de las escuelas conectadas a internet y equipadas con aulas multimedia. Los grandes programas financiados por el gobierno han ofrecido asistencia educativa a 640 millones de personas y mejorado la nutrición en las escuelas, llegando a 40 millones de estudiantes cada año (Consejo de Estado, 2021: 41-42).

También se priorizó formar a educadorxs de calidad: se reclutó a 950.000 profesorxs a través del Programa de Puestos Especiales para enseñar en zonas empobrecidas hasta su graduación. El Programa Nacional de Capacitación añadió 17 millones de maestrxs rurales a las regiones centrales y occidentales menos desarrolladas, 190.000 de ellxs enviados específicamente a zonas pobres remotas y de minorías étnicas. En línea con la tradición socialista, estos esfuerzos aseguran que lxs jóvenes reciban conocimiento de primera mano de la vida en el campo, a la vez que cultivan la próxima generación de educadorxs.

Estos avances en educación se reflejan no solo en las aldeas, sino en todo el país. En el séptimo Censo Nacional de 2020, el promedio de años de educación aumentó de 9,08 a 9,91 años, mientras que el número de personas con educación de tercer nivel casi se duplicó entre 2010 y 2020, de 8.930 a 15.467 por cada 100.000 personas. El perfil de quienes acceden a educación de tercer nivel también ha cambiado. De acuerdo con la Encuesta a estudiantes universitarios chinos de la Universidad Tsinghua, entre 2011 y 2018, más del 70% de lxs estudiantes de primer año de las universidades chinas eran lxs primerxs de sus familias en acceder a la universidad, y casi el 70% de lxs estudiantes procedían de zonas rurales. En el Global Gender Gap Report 2020 (‘Informe Mundial sobre Brecha de Género’) del Foro Económico Mundial, China se ubicó en primer lugar en matrícula femenina en tercer nivel, así como en la proporción de trabajadoras profesionales y técnicas. Las reformas educativas de la última década abordaron los factores multidimensionales de la pobreza, la brecha urbana-rural y de género.

Asistencia social

La última de las cinco metodologías clave para reducir la pobreza se centró en proporcionar asistencia social. La primera red de protección social de China se remonta al Sistema de Garantía de Vida Mínima Urbana (dibao) de Shanghai en 1993, que se extendió a todas las áreas urbanas en 1999 y a China rural en 2007 (Yang, 2018). Con este programa, cualquier hogar cuyo ingreso per cápita fuera menor que la línea local de pobreza tenía derecho a solicitar asistencia social. Este se considera el mayor programa de transferencias monetarias del mundo (Golan, 2017). Dibao se complementó con otros programas para educación, atención sanitaria, vivienda, discapacidades y asistencia temporal, mientras que se estableció un sistema de pensiones para las personas de las áreas rurales en 2009 y de las áreas urbanas en 2011.

La asignación de subsistencia en el área rural pasó de 2.068 a 5.962 yuanes por año entre 2012 y 2020 (Consejo de Estado, 2021: 42), 9.36 millones de personas han sido atendidas con estos fondos o con fondos de alivio de la extrema pobreza y 60,98 millones de personas reciben una pensión básica. Estos programas cubren virtualmente a todas las personas residentes desempleadas, urbanas y rurales (Consejo de Estado, 2021: 44).

Sin embargo, el sistema social de China está bajo gran presión. Con una sociedad envejecida y que enfrenta un descenso de la natalidad a 1,3 niñxs por mujer de acuerdo con el último censo, China registró su primer déficit de seguridad social el año pasado. Se prevé que el número de personas ancianas (más de 60 años) alcance los 300 millones en 2025 y la población china empiece a disminuir en 2050. Actualmente, China está haciendo reformas al sistema de pensiones de los trabajadorxs urbanos para hacer frente al déficit de las pensiones, que podría llegar a 8 billones de yuanes en la próxima década.

Reconociendo que las enfermedades y la mala salud son factores clave entre las causas de la pobreza rural, mejorar la atención sanitaria en el campo ha sido clave para el programa focalizado de erradicación de la pobreza. Para mejorar la atención de salud en las áreas pobres, se emparejaron 1.007 hospitales de primera línea con 1.172 hospitales de nivel de condado que enviaron 118.000 trabajadorxs de la salud a desarrollar 53.000 proyectos en todo el país. Estas personas trataron a 55 millones de pacientes externos y realizaron 1,9 millones de cirugías. Mientras tanto, 60 mil estudiantes de Medicina han recibido formación gratuita a cambio de trabajar en instituciones médicas rurales al graduarse (Consejo de Estado, 2021: 44).

Evaluación: ¿cómo se mide la reducción de la pobreza?

¿Se puede calificar como pobres a los hogares con familiares directos que son cuadros de la aldea?, preguntaron lxs estudiantes en una sesión de evaluación cruzada con lxs funcionarixs locales del distrito étnico Pingbian. Estudiantes y profesores de la Universidad del Suroeste de Chongqing viajaron 300 km hasta la Sichuan rural. Habían sido capacitadxs y asignadxs por el gobierno para evaluar los éxitos y las carencias de los esfuerzos locales para reducir la pobreza. Solo la noche anterior avisan a lxs funcionarixs locales las aldeas que van a inspeccionar. En estos controles aleatorios, lxs estudiantes visitan los hogares y registran las respuestas a sus cuestionarios en una aplicación centralizada, revisan estados de cuenta y certificados de evaluación de las viviendas, inspeccionan las condiciones de las mismas y verifican si se han cumplido los indicadores.

Llevar a cabo un programa de esta envergadura requiere un sofisticado sistema de controles y equilibrios a todos los niveles y en todas las regiones. Desde 2016 se lleva a cabo anualmente una evaluación a nivel nacional, dirigida por la Oficina de Alivio de la Pobreza del Consejo de Estado, el Departamento de Organización Central y las unidades miembros del Grupo Directivo del Consejo de Estado para la Reducción de la Pobreza y el Desarrollo.[10] Su tarea consiste en evaluar la eficacia de la reducción de la pobreza en un área dada, lo que incluye la confirmación de la información de cada hogar, si las medidas tomadas fueron adecuadas, y el uso correcto de los fondos, entre otros factores. Esta evaluación se lleva a cabo de tres formas principales: evaluación cruzada interprovincial, evaluación por parte de terceros y monitoreo social.

Evaluación cruzada interprovincial: en China central y occidental, 22 provincias firmaron el acuerdo para evaluar mutuamente, de forma cruzada, su trabajo, avances y la credibilidad de los resultados que informaron. Cada provincia envía docenas de cuadros del Partido para que realicen evaluaciones sobre el terreno para verificar si los hogares se han añadido o eliminado correctamente de la lista de registro de la pobreza, si se les proporcionó asistencia adecuada, qué problemas se han encontrado y las lecciones aprendidas.

Evaluación por terceros: el Grupo Directivo de Reducción la Pobreza y Desarrollo confió a instituciones científicas importantes y a organizaciones sociales la verificación de que un condado está en realidad libre de pobreza una vez que así lo declaran las autoridades locales. Estos equipos llevaron a cabo encuestas y verificaciones sobre el terreno para evaluar la fiabilidad de los datos. Las agencias de evaluación de terceros se determinaron en un proceso de licitación pública.[11] En el transcurso del programa, un total de 22 agencias encuestaron a 531 condados, más de 3.200 aldeas y 116.000 hogares sobre el terreno.[12]

Monitoreo social: además de los procesos de evaluación oficial y evaluación por terceros, el trabajo de reducción de la pobreza también se evaluó a través de controles aleatorios realizados por cuadros del Partido. Por ejemplo, visitaron hogares pobres para ver si la situación de las familias había sido reportada adecuadamente, por ejemplo, verificando las fuentes de ingreso.[13]

Resultados de la evaluación: los procesos de evaluación sistemática revelaron problemas en el programa de reducción de la pobreza, como el incumplimiento de las metas anuales de reducción de la pobreza, mal manejo de fondos, falsificación de datos, poca exactitud a la hora de añadir o eliminar a las familias del registro de pobreza y otras violaciones disciplinarias.[14] Entre estos problemas está la corrupción, que el Partido, bajo el liderazgo del presidente Xi ha enfrentado y criticado abiertamente. En 2018, la Comisión Central de Inspección Disciplinaria (CCID), el principal organismo disciplinario de China estableció una campaña para luchar contra la corrupción en el programa de reducción de la pobreza. Desde que asumió la presidencia en 2013, Xi ha hecho de la lucha contra la corrupción una alta prioridad, atacando no solo a las “pulgas” sino también a los “tigres”. Desde 2012 hasta la primera mitad de 2020, más de 3,2 millones de funcionarixs fueron sancionados por delitos relacionados con la corrupción. Entre enero y noviembre de 2020 el gobierno descubrió que un tercio de los 161.500 casos de corrupción procesados, incluidos 18 funcionarixs de alto nivel, estaban vinculados con la reducción de la pobreza. En el proceso de construcción del socialismo, el combate de la corrupción forma parte del trabajo continuo de la lucha de clases que hace rendir cuentas a quienes se aprovechan ilegalmente de las arcas públicas. No es de extrañar que la campaña anticorrupción haya gozado de amplio apoyo popular, lo que ha generado confianza en que tanto el gobierno como el Partido permanecen fieles a su mandato de servir al pueblo.

Notas

[1] “Xi declara una ‘victoria completa’ en la erradicación de la pobreza absoluta en China”, Xinhua, 26 de febrero de 2021, http://www.xinhuanet.com/english/2021-02/26/c_139767705.htm

[2] Red de miembros del Partido Comunista 共产党员网, ‘Dang zai 1949 nian zhi 1976 nian de lishi xing juda chengjiu’ 党在1949年至1976年的历史性巨大成就 (‘Los grandes logros históricos del Partido entre 1949 y 1976’), 28 de julio de 2016, http://fuwu.12371.cn/2016/07/28/ARTI1469667222557643.shtml.

[3] Phoenix News 凤凰网, ‘1949-1976年:毛泽东时代最有价值的历史遗产, (‘1949-1976: La herencia más valiosa de la era Mao Zedong’), 28 de diciembre de 2009, http://news.ifeng.com/history/zhiqing/comments/200912/1228_6852_1490175_1.shtml

[4] Las “Tres Regiones” se refieren a la Región Autónoma del Tíbet, a las zonas tibetanas de las provincias de Qinghai, Sichuan, Gansu y Yunnan, así como a las de Hetian, Aksu, Kashi y Kizilsu en el sur de la Región Autónoma de Xinjiang. Las “tres prefecturas” se refieren a la prefectura de Liangshan en Sichuan, la de Nujiang en Yunnan y la de Linxia en Gansu.

[5] CCTV中国中央电视台,中国现行扶贫标准低于世界标准?国家乡村振兴局这样回应 (‘¿Es el estándar actual de China para el alivio de la pobreza inferior al estándar mundial? A response from the National Revitalisation Bureau’), 6 de abril de 2021, https://news.cctv.com/2021/04/06/ARTIKemhGKDmE36ukw0ypKPO210406.shtml

[6] Para saber más sobre cómo ha gestionado China la pandemia, lea el estudio del Instituto Tricontinental de Investigación Social, China y el coronashock: https://thetricontinental.org/es/estudios-2-coronavirus/

[7] Universidad de Jiangsu江苏大学, ‘ 我校校友查颖冬获评全国脱贫攻坚先进个人 (‘El exalumno Zha Yingdong fue premiado como Individuo Nacional Avanzado en la lucha contra la pobreza’), 28 de febrero de 2021, https://mp.weixin.qq.com/s/wYjpAkhsQdzNx9NVa_XKDw.

[8] Exposición de la Red de Alivio de la Pobreza 脱贫攻坚网络展, ‘Shehui dongyuan’ 社会动员 (‘Movilización social’), consultado el 3 de mayo de 2021, http://fpzg.cpad.gov.cn/429463/430986/431007/index.html

[9] El Consejo de Estado de la República Popular China中华人民共和国国务院, ‘Guowuyuan xinwenban jiu chanye fupin jinzhan chengxiao juxing fabuhui’ 国务院新闻办就产业扶贫进展成效举行发布会 (‘La Oficina de Información del Consejo de Estado celebró una conferencia de prensa sobre el progreso y los logros de la reducción de la pobreza industrial’), 16 de diciembre de 2020, http://www.gov.cn/xinwen/2020-12/16/content_5569989.htm.

[10] 中共中央办公厅 国务院办公厅印发《省级党委和政府扶贫开发工作成效考核办法》(‘Oficina general del Comité Central del PCCH y la oficina general del Consejo de Estado emitieron “medidas para evaluar la eficacia de la reducción de la pobreza y el desarrollo del comité del Partido y el gobierno provinciales”’), Xinhua 新华社, 16 de febrero de 2016, http://www.gov.cn/xinwen/2016-02/16/content_5041672.htm.

[11] Zhang Ge张歌 y Wu Zhenguo伍振国, 国务院扶贫办:脱贫攻坚要实行最严格的考核评估制度 经得起历史检验 (‘Oficina de lucha contra la pobreza del Consejo de Estado: que se aplique el más estricto sistema de valoración y evaluación en la batalla contra la pobreza para resistir la prueba de la historia’), Diario del Pueblo人民日报, 7 de marzo de 2017, http://rmfp.people.com.cn/n1/2017/0307/c406725-29129889.html.

[12] ‘ 2020年国家精准扶贫工作成效第三方评估启动 (‘Se puso en marcha una evaluación por parte de terceros sobre la eficacia de la mitigación de la pobreza con objetivos nacionales en 2020’), Foro de la Ciencia 科学大讲坛, 1 de diciembre de 2020, https://www.sohu.com/a/435632363_120873446.

[13] 陕西省委书记暗访脱贫攻坚工作 背后有何深意?(‘El secretario del Comité Provincial del Partido de Shaanxi investigó la lucha contra la pobreza en secreto. ¿Cuál es el significado detrás de esto?’), Diario del Pueblo 人民日报/CCTV 中央电视台, 20 de abril de 2017, http://news.cctv.com/2017/04/20/ARTI1WIPSScfr4SZwCTnRNix170420.shtml

[14] 解读省级扶贫成效考核办法四大看点 (‘Explicación de los cuatro aspectos más destacados de las medidas a nivel de provincia para evaluar la eficacia del alivio de la pobreza’), Xinhua 新华网, 17 de febrero de 2016, http://www.cpad.gov.cn/art/2016/2/17/art_624_45014.html.


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