LA HUMANIDAD PODRÍA SUFRIR ATAQUES DE NUEVOS VIRUS PRODUCIDOS EN LABORATORIOS IMPERIALES
Lunes 18 de abril de 2016 por CEPRID
TRIBUNAL DIGNIDAD, SOBERANÍA, PAZ CONTRA LA GUERRA/COMITÉ INDEPENDENCIA Y SOBERANÍA PARA AMÉRICA LATINA (CISPAL)
CEPRID
Los virus han existido siempre, tanto como los mosquitos transmisores que han inoculado enfermedades diversas y provocado la muerte de millones de personas a lo largo de la historia. La ciencia ha permitido encontrar vacunas contra muchos virus, pero muy poco puede hacer si aparecen nuevos virus mutantes, reproducidos en laboratorios especializados en incrementar los arsenales imperiales de la guerra bacteriológica. Los virus de laboratorio son poderosos portadores de muerte porque son resistentes a todo tipo de vacunas y medicinas y, además, en poco tiempo pueden infectar a millones de seres humanos en todo el planeta, como ha ocurrido con el zika, transmitido por el mosquito aedes aegypti que, además, es portador del dengue, dengue hemorrágico y chikungunya.
No es especulación ni un capítulo de ciencia-ficción, afirmar que Estados Unidos gasta millones y millones de dólares al año, en laboratorios secretos que mantiene dentro de su propio territorio, y en muchos países en los cinco continentes, muy a pesar de la vigencia de la prohibición de mantener y producir armas de destrucción masiva como son las que existen para el desarrollo y ejecución de la guerra químico-bacteriológica. Jamás Estados Unidos se ha sometido al Derecho Internacional y siempre ha hecho caso omiso de tratados y convenios que, de alguna manera, podrían afectar sus intereses geopolíticos de dominación mundial y, para ese efecto, las armas químico bacteriológicas se desarrollan con asombrosa rapidez en los biolaboratorios yanquis.
No es nuevo el procedimiento secreto de los “científicos” yanquis en América Latina. Hace 60 años, más 1.500 ciudadanos guatemaltecos fueron inoculados, sin ellos saberlo, de sífilis, gonorrea y otras enfermedades de transmisión sexual como parte de unos experimentos médicos realizados en Guatemala que fueron patrocinados por el gobierno de Estados Unidos. Se conoce que por lo menos 83 personas murieron en aras de ese experimento. Obama sólo pidió disculpas.
En el Ecuador se firmó un “convenio de amistad”, por 20 años, -redactado en inglés-, entre la petrolera estadounidense Maxus y el pueblo originario Waorani ubicado en la Amazonía, y que había permanecido aislado de la “civilización occidental”. La Maxus, con ese convenio, consiguió entrada libre en ese territorio ancestral para explotar campos petroleros.
Hombres, mujeres y ancianos waorani cayeron en las garras de la petrolera. Comenzó un calvario para los waorani a los que engañaron con baratijas, incluso para extraerles sangre, para luego venderla por lo menos a ocho organismos internacionales, para que efectuaran estudios del ADN y otros experimentos que les permita ampliar el negocio de la biopiratería.
La Defensoría del Pueblo de Ecuador denunció la extracción de muestras de ADN del pueblo indígena waorani sin su consentimiento, y su supuesta venta por parte de una entidad estadounidense lo que conlleva a configurar una serie de delitos cometidos en contra de esa nacionalidad que comienza con la extracción e ilegal uso de material genético de los waorani, un pueblo amazónico compuesto por unos 3 000 miembros, según la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie). El Instituto Lingüístico de Verano que patrocinaba este tipo de piratería fue expulsado del Ecuador por el Presidente Jaime Roldó Aguilera, muerto en un accidente de aviación posiblemente provocado por la CIA, según múltiples denuncias.
En Perú, la Unidad Naval de Investigación Médica tiene un laboratorio instalado en Lima, bajo el nombre clase NAMRU-6 del que se dice que es la principal fuente de investigación de enfermedades infecciosas en la región de América Latina para servicio de la Marina de Guerra de los Estados Unidos.
“La Unidad de Investigación Médica Naval Seis (NAMRU-6) es un laboratorio de investigación biomédica de la Marina de Estados Unidos situada en Lima , Perú . Es el único comando militar de Estados Unidos situada en América del Sur. Su misión es identificar enfermedades infecciosas amenazas de importancia para la salud pública y militar y para desarrollar y evaluar las intervenciones y productos para mitigar esos riesgos.
NAMRU-6 consta de 143,182 pies cuadrados (13,302.0 m2) de laboratorios y oficinas en Lima; 5000 pies cuadrados de espacio de laboratorio en Iquitos, Perú y 2000 pies cuadrados de espacio de laboratorio en Puerto Maldonado, Perú. La instalación incluye Lima Bioseguridad Nivel instalaciones 3 (BSL-3), mientras que los otros dos laboratorios son solo nivel de bioseguridad 2 nominal. La instalación de Lima también contiene un vivero para la investigación animal que es Asociación para la Evaluación y Acreditación de Laboratorio Animal Care International (AAALAC) certificada”, según un texto de wilpipedia.
Ninguna duda cabe de la peligrosidad de esos laboratorios, no sólo para los pueblos de los países en donde están instalados, sino para toda la humanidad. Es una criticable política de los gobiernos de Estados Unidos de ocultar los constantes accidentes que ocurren en sus biolaboratorios, en apariencia dedicados a la investigación de enfermedades infecciosas.
“Literalmente, cientos de incidentes relacionados con virus, bacterias y toxinas, que constituyen importantes riesgos para las personas y la agricultura fueron notificados a los reguladores federales de EEUU desde 2008 hasta 2014.
Más de la mitad de los más de 1.100 incidentes fueron lo suficientemente graves como que los trabajadores del laboratorio se vieran obligados a pasar revisiones médicas o incluso tratamiento.
Y en cinco de los incidentes, los reguladores confirmaron que los trabajadores de los laboratorios llegaron a infectarse o enfermar, aunque todos acabaron recuperándose.
En otros dos incidentes, varios animales fueron inadvertidamente infectados con enfermedades contagiosas que habrían planteado una seria amenaza para la industria ganadera si se hubieran propagado.
Sin embargo, y a pesar de que un informe al respecto ha sido filtrado al periódico USA Today, los nombres de los laboratorios que han cometido dichos errores o han sufrido accidentes se mantienen en secreto debido a las leyes federales norteamericanas sobre bioterrorismo.
Los incidentes han sido objeto de escrutinio por parte del Congreso de EEUU a raíz de una serie de errores de alto perfil acaecidos en algunos de los más prestigiosos laboratorios gubernamentales.
Se han producido accidentes que involucran ántrax, la gripe aviar y el virus de la viruela. Por ejemplo, los investigadores de los CDC (Centros de Control de Enfermedades de EEUU) descubrieron que un científico de laboratorio había actuado de forma descuidada, al contaminar una muestra de gripe aviar leve con una cepa más mortífera del mismo virus, enviando inadvertidamente dichas muestras contaminadas a otros laboratorios para que trabajaran con ellas.
Otros científicos e investigadores de los CDC podrían haber expuesto a decenas de miembros del personal al ántrax debido a errores cometidos en los laboratorios. Los Institutos Nacionales de Salud, advertían que virus mortales de viruela que llevaban mucho tiempo olvidados y extraviados, fueron hallados en una cámara frigorífica, en la cual no deberían estar.
Más de 200 incidentes son reportados cada año, como informa USA Today, citando los informes reportados por los CDC, “este tipo de accidentes ocurren regularmente en los más de 1.000 laboratorios operados por las 324 organizaciones gubernamentales, universidades y organizaciones privadas por todos los EEUU”.
“Más de 200 incidentes de pérdida o liberación de agentes de armas biológicas se reportan cada año en los laboratorios de EE.UU. Resumiendo: hay más de cuatro por semana” afirma Richard Ebright, experto en seguridad biotecnológica en la Universidad de Rutgers, en Nueva Jersey, que testificó ante el Congreso de EEUU en una audiencia centrada en los errores de laboratorio de los Centros de Control de Enfermedades.
Hablamos del mismo organismo, el CDC, que actualmente está ocultando datos, con la colaboración de los grandes medios de comunicación, sobre informes científicos fraudulentos relativos al efecto tóxico de las vacunas sobre los niños. Y aunque eso parezca que solo sucede en los lejanos EEUU, en realidad está sucediendo en todo el mundo occidental. ¿En manos de quién está la salud de los ciudadanos?
fuente: http://www.naturalnews.com/046612_government_labs_infectious_disease_secrecy.html# el robot pescador etiqueta_00000
Sobre otro accidente, el Pentágono confirmó que militares estadounidenses enviaron por error muestras de bacteria viva de ántrax, un bacilo que puede ser mortal, a laboratorios de nueve Estados dentro del país y a una base militar estadounidense en Corea del Sur, informó el Pentágono.
Esas muestras, que en principio debían contener ántrax muerto o inactivo, fueron enviadas entre marzo de 2014 y marzo de 2015 a laboratorios en Maryland, Texas, Wisconsin, Delaware, Nueva Jersey, Tennessee, Nueva York, California y Virginia, además de a Corea del Sur.
En Corea del Sur, hasta 22 militares pudieron haber sido expuestos al bacilo que provoca la enfermedad del carbón (ántrax).
En tanto, en Estados Unidos cuatro empleados de empresas diferentes "que trabajaron con el bacilo activo" recibieron un tratamiento preventivo por precaución.
La República Socialista de Cuba ha sido blanco de experimentos de agresiones bacteriológicas de Estados Unidos. Marieta Cabrera en la Revista Bohemia informaba que en el año 1983, el científico cubano Gustavo Kourí asistía como invitado a un congreso de medicina tropical realizado en Calgary, Canadá, donde ofrecería datos sobre la epidemia de dengue hemorrágico ocurrida en Cuba en 1981, la cual ocasionó 158 fallecidos, de ellos 101 niños.
Entre los participantes en la cita estaba también la doctora en Ciencias, Guadalupe Guzmán. Ella contó que en una ocasión en que ambos presentaron sus trabajos acerca del dengue, el profesor Kourí leyó una declaración en la que denunciaba públicamente que ese virus había sido introducido en Cuba, de forma deliberada, por Estados Unidos.
“Era un escrito breve, pero de mucha fuerza”, relató la investigadora, y agregó: “Se hizo un gran silencio; todos quedaron impactados. Después hubo aplausos, y algunos se levantaron de sus asientos y se fueron”.
Unos años después de esa revelación, en 1995, científicos cubanos mostraron evidencias sobre la similitud de la cepa circulante en 1981 en Cuba, con la primera de dengue 2 aislada en el mundo, conocida como de referencia o prototipo. En agosto de 2014 –tres décadas después de la declaración del profesor Kourí–, la revista Archives of Virology, órgano oficial de la sección de Virología de la Unión Internacional de Sociedades Microbiológicas, incluyó en sus páginas el artículo titulado Primera epidemia de dengue hemorrágico en las Américas, 1981: nuevos conocimientos sobre el agente causal. Su autora principal es la doctora en Ciencias Rosmari Rodríguez Roche, investigadora del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kouri (IPK), galardonada por ese resultado con el Gran Premio en el Concurso Anual de Salud 2015.
El estudio ofrece evidencias científicas irrefutables que corroboran la acusación hecha por Cuba. La doctora Rosmari Rodríguez señala: “En la década de los años 90, el IPK, en colaboración con instituciones afines de otros países, realizó estudios para caracterizar la cepa causante de la epidemia de dengue hemorrágico de 1981. Esas investigaciones permitieron obtener la secuencia de unos 300 pares de bases, de los casi 11 mil que tiene el genoma viral completo, con la utilización de metodologías de secuenciación manual y herramientas bioinformáticas muy simples, las cuales eran las que estaban disponibles entonces.
“Sin embargo, este pequeño fragmento resultó suficientemente informativo para demostrar que la cepa causante de la epidemia de 1981 tenía gran similitud con la de laboratorio Nueva Guinea C, aislada en 1944 (primera vez que se aisló el dengue 2 en el mundo)”, explica la doctora Rosmari Rodríguez. Recuerda la científica que este hallazgo fue muy controvertido tanto por la semejanza de la cepa cubana con aquellas antiguas del sudeste asiático, como por los limitados datos de secuencia disponibles. Quienes lo impugnaron atribuían el resultado a una contaminación ocurrida en el laboratorio durante el procesamiento de las muestras.
“La Nueva Guinea C del 44 es la cepa prototipo de dengue 2, y existe en casi todas las instituciones donde se trabaja en la temática de dengue. Teniendo en cuenta que los sistemas de amplificación y secuenciación del genoma son muy sensibles, ellos alegaron que debió ocurrir la amplificación de un virus no deseado como consecuencia de la inadecuada manipulación de los aislamientos virales”, detalla la experta.
“Además, como los virus mutan –acumulan cambios en su genoma año tras año durante el proceso de replicación en humanos y mosquitos, con una frecuencia conocida–, estudiosos de la evolución dijeron que si el virus circulante en Cuba en 1981 se parecía tanto al aislado en 1944, es decir, tenía muy pocas mutaciones, se trataba entonces de una contaminación con la cepa de laboratorio.
“Plantearon que durante la circulación de esta cepa en la naturaleza, por un período de casi 40 años, debía esperarse que se acumulara un número importante de mutaciones. Por tanto la de 1981 debía tener diferencias notables con respecto a la de 1944”.
Para demostrar que no se trataba de una contaminación de laboratorio era preciso secuenciar el genoma completo de cepas virales colectadas en diferentes momentos de la epidemia. Y eso fue lo que hizo Rosmari Rodríguez, quien se había preparado para la ocasión durante años. Así se demostró científicamente que el dengue introducido en Cuba, provenía de laboratorios para la guerra bacteriológica que mantiene Estados Unidos en su propio país y en muchos países del, mundo.
Cuba también ha sido víctima de la introducción del virus que provoca la fiebre porcina, la gripe aviar y también se atacaron las plantaciones de tabaco introduciendo el virus que causa el moho del tabaco.
El experto en temas bacteriológicos y biolaboratorios Henry Kamens, en un estudio con una nota introductoria de Gordon Duff, Editor de Veteranos Hoy, sostiene que existe un biolaboratorio de Estados Unidos, que desarrolla armas bioquímicas. Está situado en un pueblo llamado Aleexeevka, cercano a Tbilisi, capital de la ex república soviética de Georgia en el que las condiciones de experimentos con virus, empora día a día.
Ese laboratorio bioquímico fue construido en el 2011ª un costo superior a los cien millones de dólares. Fue inaugurado en una ceremonia a la que asistieron el presidente de Georgia Mikhail Saakashvili y el Embajador de Estados Unidos.
Kamens afirma que en la actualidad la gente se está enfermando con gripe porcina y Zika en todo el mundo, con Ébola que en cualquier momento puede desencadenar otro brote. Estas enfermedades como el dengue se producen de forma natural, pero los virus agresivos que se producen por miles de millones en biolaboratorios, son diferentes para ser utilizados junto con el cultivo habitual de las enfermedades, los virus mutantes que son recursos bacterianos para ocasionar brotes como ántrax o la viruela, y cargas de gas venenoso.
Al referirse al laboratorio bioquímico instalado en Georgia dice que se trata de una instalación de la guerra bioquímica camuflada bajo el genérico de "investigación médica". Afirma que el de Tbilisi, es casi exactamente lo mismo que una planta de producción de guerra bioquímica de plena ejecución. Todo lo que se requiere es el uso de una parte de un centro de investigación para este fin, tal vez unos pocos laboratorios secretos y subterránea o instalaciones de una dependencia de producción que son fáciles de ocultar. La forma de distinguir una de la otra es mediante el examen de los planes, los protocolos de seguridad y el presupuesto. Las instalaciones y los especialistas que trabajan en este biolaboratorio indican con claridad que el objetivo no es un organismo de investigación, sino de fabricación ilegal al tener instalaciones y talleres subterráneos, propios para el desarrollo de armas químico-bacteriológicas.
Lo que tenemos en Tbilisi. Sostiene Kamens, es un laboratorio bioquímico y alberga una red de laboratorios secretos y áreas cerradas y está protegido por un sistema de alta seguridad dirigido por la policía secreta de Estados Unidos y Georgia que trabaja juntos. Este laboratorio de investigaciones bioquímicas para la guerra bacteriológica, tiene un presupuesto anual superior a los 30 millones de dólares.
“Entonces tenemos su historia, el perfil de los empleados enfermos y los brotes ocurridos sobre "enfermedades investigadas", como las bacterias que las causan y que en realidad son " armas bacteriológicas" diseminadas en toda la región, dice Krames.
Expresa que tiene la historia y desarrollo de los servicios de seguridad turcos y ucranianos, los que confirman la existencia de laboratorios secretos escondidos bajo servicios de ADM "cash and carry", pero en realidad sirven a los terroristas del Estado Islámico, al Frente Al-Nusra y al gobierno turco para cometer agresiones contra Siria e Irak. Se han producido ataques con gas venenoso en Siria; se ha desatado la gripe H1N1 en Rusia, Ucrania y Georgia, con virus que, con seguridad, provienen del Centro de Investigación Biológica manejado por la empresa Bechtel, la misma que mantiene estrechas relaciones con el gobierno estadounidense. Recuérdese que el ex director de Bechtel fue George Schultz, que dirigió el Departamento de Estado de Estados Unidos. Es la misma empresa que vendió gas venenoso a Turquía para que atacara a los kurdos.
Algunas cosas se explican mejor por la apertura de nuevos expedientes. El hecho es que existen los laboratorios bioquímicos que han sido ocultados intensamente durante varios años, como se señalan en las publicaciones en línea: Nueva Oriental de Outlook (NEO) y Veteranos Hoy (VERMONT). Cada vez que la Embajada de Estados Unidos, como es su costumbre, niega estas realidades, así mismo lo hace el gobierno de Georgia, pero por cada negativa surgen otras revelaciones que arrojan aún más dudas sobre lo que este laboratorio está haciendo y por qué.
Jeffrey Silverman, el Jefe de la Oficina Veterans Today en Tbilisi, que obtuvo una carpeta de documentos de la empresa Bechtel, olvidada pro uno de sus empleados en un burdel, revela los verdaderos objetivos de los laboratorio instalado en Alexeevka que no son otros que el producir microorganismo para la guerra bacteriológica. Concedió una entrevista a la prensa georgiana en la que informó que en este laboratorio financiado por Estados Unidos, habían sido envenenados y hospitalizados varios trabajadores. Esto ha sido confirmado por otros, entre ellos el ex ministro del Interior de Georgia, Valeri Khaburdzania. En otra entrevista también se confirmó a la prensa que uno de los agentes biológicos presentes en el laboratorio, es la cepa de la gripe H1N1, y al menos tres personas han muerto por esta causa en Georgia y que por los menos existen 9.000 infectados, según cifras oficiales, esa cantidad sigue creciendo. El periodista Jeffrey Silverman fue secuestrado y torturado por empleados de la Embajada de Estados Unidos y de la unidad de contrainteligencia de Georgia.
El H1N1 es un virus nuevo sobre el que la mayoría de la gente tenía poca o ninguna inmunidad a ella, dándole potencial pandémico. Sabemos por la historia que las pandemias de influenza que pueden matar a millones de personas, ya que no existe una vacuna eficaz para las nuevas cepas pandémicas . De acuerdo con el Centro Nacional para el Control de Enfermedades (CNDC) acerca de la propagación del virus en Georgia, aún no ha alcanzado el nivel de una epidemia, pero si ha habido un significativo número de muertos. También se han reportado casos de contagio en Armenia.
Amiran Gamkrelidze, jefe de la CNDC, suele negar la verosimilitud de la denuncia, pero dijo: "Durante los últimos tres años, el número de personas infectadas por el virus ha aumentado, [pero] dentro de límites razonables." Sin embargo, también añadió que el número de personas infectadas ha aumentado en cantidades de 250 a 332 por cada 10.000 habitantes. Informó que más personas y, en especial los niños, están siendo hospitalizados.
Además de las tres muertes por H1N1, otras personas han muerto de H3N2, otro agente viral presente en el laboratorio. Pero de acuerdo con Gamkrelidze, no hay nada para preocuparse, no hay necesidad de entrar en pánico y "ahora que es enero, todo el mundo tiene la gripe y tenemos que cuidar de nosotros mismos y obtener a pesar de esta situación con un mínimo de pérdidas." ¿En serio?
Es preocupante el incremento de laboratorios para la producción de virus para la guerra bacteriológica. En Rusia se considera que deberíamos prepararnos para un apocalipsis inminente en la zona europea, en donde supuestamente se producirá -como resultado de los trabajos del Ejército de los Estados Unidos empeñado en la contratación con 17 empresas, incluyendo grandes corporaciones, a fin de gastar $ 900 millones de dólares en apoyo logístico y de servicio para producir armas biológicas y químicas a ser usados en sus proyectos de guerra .
Todos estos proyectos se localizan en las fronteras de Rusia, Ucrania y Georgia, como tantas bases militares y sistemas de misiles instalados, a pesar de la existencia de vastas zonas del planeta donde el Occidente puede hacer lo que le gusta. Esto no es una coincidencia, puesto que se podría estar viendo las consecuencias de los proyectos bélicos imperiales. Del mismo modo, las enfermedades relacionadas con los agentes biológicos usados en armas químicas, tales como gas sarín, no surgen por usos de la población general, o por ser liberado a la población por casualidad. El gas no se expande sólo por accidente, dada la seguridad que rodea a los "centros de investigación", sino por la actuación de manos criminales que se sabe ya en donde están.
Los datos sobre ensayos con virus fueron obtenidos por la Revista Veterans Today a partir del año 2011 y luego revelados por Russia Today en 2012 y 2013. Jeffrey Silverman ha sido responsable de la mayor parte de las revelaciones, que están respaldadas por documentos oficiales de la empresa Bechtel.
Silverman también fue atacado por un "periodista" estadounidense que trabajó para Saakashvili, que como ese presidente, tiene conexiones Bechtel, que, además mantiene un laboratorio de Richard E. Lugar en Tbilisi por lo que ese laboratorio podría ser es el posible origen del patógeno viral que ahora está matando a la gente en el Cáucaso del Sur, Ucrania y la Federación rusa.
Kamens afirma que existen vínculos entre esta instalación y los servicios de inteligencia de Georgia, y que estos servicios trabajan directamente con los grupos estadounidenses que respaldan al régimen de Kiev y que, como se ha probado, han dotado de moderno armamento de todo tipo a los terroristas de Al-Nusra e ISIS, con la justificación pueril de que armaron a esos grupos “accidentalmente”.
Richard E. Lugar tiene estrechos vínculos con el Hospital Militar de Estados Unidos Walter Red que no es sólo una institución médica, sino que además tiene un famoso perfil de investigaciones militares y que desarrolla proyectos de armas biológicas en Fort Dix de la Universidad de Maryland. En esas investigaciones, Estados Unidos ya pagó 300 millones de dólares correspondientes al presupuesto de programas militares del Pentágono. En ese laboratorio también opera la empresa Bechtel.
“También sospechamos, dice Silverman, que lo que ocurre en Georgia ahora es parte de un patrón regional, establecido a través de los intentos de Estados Unidos para realizar ataques químicos e inculpar a Siria de Bashar al Assad. Lo que está sucediendo ahora es consistente con otras operaciones de la CIA que se remonta a por lo menos la década de 1950, en la que ejecutó la Operación Paperclip, con la que EE.UU. importó científicos nazis y japoneses para desarrollar enfermedades con cultivos de laboratorio y otros patógenos que fueron lanzados posteriormente en Rusia y Cuba.
Creemos que, después de haber llevado a cabo su "investigación preliminar" por el tratamiento de la población de Georgia como conejillos de indias, sin su conocimiento, los EE.UU. está a punto de usar el laboratorio de Tibilisi para montar un producto químico letal o la liberación biológica, que cubre una amplia zona, que será de tal importancia que proporcionará a los EE.UU. suficiente excusa para salir de Siria y Turquía. Las consecuencias pueden ser graves, así, para la salud, las relaciones internacionales, el comercio, y muchas otras cosas. Pero los EE.UU. sólo se preocupan por ser atrapado, no es lo que hace a la gente, y eso no va a cambiar a menos que lo hagamos, declara Silverman.
Estados Unidos desarrolla diversos proyectos en biolaboratorios desperdigados por todo el mundo para potencias los virus existentes o crear otros en base a mutaciones genéticas o para obtener nuevos. Ya se demostró que Estados Unidos “sembró” el mosquito aedes aegypti que, además, es portador del dengue, dengue hemorrágico, chikungunya y el actual zika.
VIRUS DEL ZIKA ¿ES UN MOSQUITO MODIFICADO GENÉTICAMENTE EL CAUSANTE DE LA EPIDEMIA?
En RT se sostiene que los críticos de Oxitec, la empresa británica que modificó genéticamente al mosquito aedeses aegypti, hacen énfasis en que la zona en la que fueron liberados en 2012 ese tipo de mosquitos es la misma donde se inició la propagación del virus. Josue Decavele en Reuters afirmaba que la dramática propagación del virus del Zika que mantiene en vilo a todo el mundo, especialmente a las mujeres, debido a los posibles daños que ocasiona en el feto durante el embarazo, podría haber sido causada por la presencia -en Brasil- de mosquitos modificados genéticamente (MMG).
Mientras expertos internacionales en salud han sido convocados a Ginebra para discutir el estallido y las posibles curas del virus zika, surgen preguntas sobre si los MMG estarían detrás de una epidemia que en Colombia ya ha contagiado a 20.000 personas.
A mediados de 2012, la compañía de biotecnología británica Oxitec liberó insectos modificados con el objetivo de reducir la población general del mosquito que propaga el dengue, el virus zika y el chikungunya en el noreste de Brasil.
En aquel momento surgieron preocupaciones sobre la liberación de estos mosquitos modificados genéticamente sin haber realizado más estudios sobre posibles efectos secundarios.
"Es un enfoque muy experimental que aún no ha tenido éxito y puede causar más daño que bien", advirtió en 2012 la doctora Helen Wallace, directora del instituto GeneWatch, en declaraciones a ’The Guardian’.
Los primeros casos de Zika en humanos fueron documentados en Brasil el pasado mes de mayo, estimando que a día de hoy 1,5 millones de personas estarían infectadas.
Los críticos de Oxitec recuerdan que la zona en la que fueron liberados los MMG es la misma donde se inició la propagación del virus. Un bloguero de Reddit incluso publicó un par de mapas en los que se ve claramente esta coincidencia.
Silvia Ribeiro, Investigadora del Grupo ETC escribía en La Jornada de México sobre el negocio del zika y los mosquitos transgénicos. La investigadora sostiene que loos datos en los que se basa la declaración de emergencia internacional por el virus zika son sorprendentes. No por los riesgos que la expansión que este virus implicaría, sino por la falta de evidencias para motivar tan grandilocuente declaración por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ante una enfermedad leve, con muy escasos indicios de conexión con dolencias más serias y sin pruebas científicas de ello. Para suplir estas ausencias, agrega que como el vector de la enfermedad –el mosquito Aedes aegypti– es también vector de dengue y chikungunya, se está atacando las tres.
Este contexto alarmista, enfocado en aspectos singulares –el ataque al vector, aislado de sus causas– favorece enfoques estrechos, erróneos e incluso peligrosos. Por ejemplo, la empresa Oxitec, que ha hecho controvertidos experimentos con mosquitos transgénicos, los promueve ahora como solución (en realidad como negocio) ante la expansión de zika, obviamente sin mencionar los riesgos que conlleva y que los mosquitos transgénicos podrían incluso empeorar la situación.
Oxitec ya realizó experimentos de liberación de mosquitos transgénicos en Islas Caymán, Malasia, Panamá y Brasil. Intentó hacerlo en Europa, que no lo permitió por razones de bioseguridad y estudios de impacto deficientes. Encontró regulaciones flexibles en Brasil, donde ha hecho experimentos en el noreste, aunque no pudo conseguir la autorización de Anvisa, autoridad sanitaria de ese país. Su técnica es producir Aedes aegypti transgénicos manipulados con un gen letal condicional, que no se expresa si se aplica el antibiótico tetraciclina, lo cual hacen durante la cría. Luego los liberan para cruzarse con mosquitos silvestres, que si no encuentran el antibiótico, producirían descendencia estéril.
Oxitec reporta una reducción de 80-90 por ciento de la población de mosquitos en las zonas de experimento. Pero según documentados informes de Edward Hammond, Red del Tercer Mundo y de GeneWatch, la realidad es muy distinta.
En un informe de 2015, GeneWatch explica que la disminución de mosquitos no está probada, porque los mosquitos silvestres se pueden haber sencillamente trasladado a zonas aledañas. Los resultados de Islas Caymán sugieren que la técnica es muy ineficaz, ya que usaron 2.8 millones de mosquitos por semana para combatir una población silvestre de 20 mil mosquitos y de todas maneras, aunque informaron una baja en la zona de liberación, hubo un aumento de la población de mosquitos en zonas vecinas. Pero además, aunque provisoriamente bajara la cantidad de mosquitos, no existe evidencia, en ninguna parte del mundo, de que los mosquitos transgénicos hayan reducido la incidencia de dengue ni otras enfermedades.
Por el contrario, una de las preocupaciones sobre los impactos de los mosquitos transgénicos, particularmente en zonas endémicas, es que la disminución temporal, pueda bajar la resistencia cruzada a varios serotipos del dengue que existe en esas poblaciones, favoreciendo el avance de formas más agresivas como dengue hemorrágico. Además, el desplazamiento de Aedes aegypti puede favorecer la expansión de trasmisores rivales, en el caso del dengue, del Aedes albopictus, que es más difícil de erradicar.
GeneWatch nombra también que Oxitec no ha presentado pruebas de que la proteína que expresan los mosquitos transgénicos, llamada tTA, no tenga efectos alergénicos o tóxicos en animales o humanos, pese a que ya se ha observado toxicidad y neurotoxicidad en ratones.
Desde 2015 Oxitec pasó a ser propiedad de Intrexon, empresa de biología sintética estadunidense, por lo que podría estar considerando el uso de tecnologías de biología sintética con mosquitos, más riesgosas, como el uso de conductores genéticos (gene drives) que podrían modificar toda una población de mosquitos en una o dos generaciones. Las consecuencias de modificar toda una especie tendría implicaciones imprevisibles, incluyendo impactos potenciales serios en el ecosistema y mutaciones en los agentes de las enfermedades. Ya existen experimentos confinados de modificación de insectos con esta técnica en universidades de Estados Unidos, lo que motivó una alerta de científicos sobre los altos riesgos de esta tecnología, incluso su potencial uso como arma biológica. (The Independent, 2/8/15) Sin embargo, en términos de la emergencia por el zika, aumentan la propaganda y presiones para usar esta tecnología.
Son remiendos técnicos estrechos, concebidos más como negocio que para enfrentar realmente los problemas. Además de los impactos que conllevan, desvían la consideración de las causas y atrasan su atención real.
Según datos oficiales al 2/2/16, se han confirmado 404 casos de microcefalia en Brasil. Solamente 17 tenían el virus zika. Es apenas 4.2 por ciento de los casos confirmados y sólo muestra que el virus estaba presente, no que fuera causante de microcefalia, anomalía que tiene un amplio espectro de causas posibles, como exposición durante el embarazo a tóxicos, desnutrición y otras infecciones, todos factores de alta incidencia entre la población pobre del noreste, donde están 98 por ciento de los casos referidos.
La Asociación Brasileña de Salud Colectiva publicó una excelente nota técnica y carta abierta al pueblo, notando que el aumento de microcefalia se puede deber al uso de insecticidas y larvicidas que se colocan en el agua potable (¡!), cuya concentración aumentó en el noreste en el periodo en cuestión, debido al racionamiento de agua por sequías inesperadamente más intensas que lo normal. Exigen una consideración amplia de las causas de microcefalia, en una estrategia decidida con la gente, desde sus condiciones, que al contrario de esos enfoques técnicos de alto riesgo, es la única forma efectiva de enfrentar las epidemias.
Como se ve, en el caso del Zika, la empresa Oxitec del Reino Unido, ha modificado genéticamente al mosquito aedes aegypti portador del virus. Ahora vuelan por miles de miles de millones por todo el mundo para inocular el virusa del sika, del dengue, dengue hemorrágico y chikungunya, en unos casos para satisfacer las exigencias del inmoral e indecente negocio que les permite incrementar sus ganancias en miles de millones de dólares, sin que les importe las vidas humanas, y en otros, como la empresa Bechtel con biolaboratorios en Georgia y en otras partes del mundo, incluidos los Estados Unidos, que obtiene fabulosas ganancias para incrementar el arsenal de la guerra químico-bacteriológica que ya ha sido ilegal e ilegítimamente utilizado en Medio Oriente o para lograr nuevos productos químico-bacteriológicos para ser usados contra Rusia y sus aliados.
Nadie puede olvidarse, ni por un instante, que Estados Unidos es el peor enemigo de la humanidad, porque los seres humanos nada importan al imperio, si de por medio está la satisfacción de sus objeticos de dominación mundial.
Correo electrónico: tribunalpazecuador@yahoo.com
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