Isaac Puente. Un hombre de nuestro tiempo

A Emeria y Araceli

Una formación tradicional

Isaac Puente Amestoy nace el 3 de junio de 1896 en la población vizcaína de Las Carreras, en el seno de una familia carlista. Su padre Lucas Puente ejerce de farmacéutico. Isaac estudia el Bachiller en el Colegio de los Padres Jesuitas de Orduña. El primer curso de Medicina lo prepara en Santiago de Compostela y el resto en Valladolid, donde se licencia en 1918 con 22 años.

Al poco de acabar la carrera, ejerce la medicina, durante unos meses, en la población riojana de Cirueña, antes de obtener la plaza de médico titular del partido de Maeztu y sus veinte pueblos adscritos.

En 1919 contrae matrimonio con Luisa García de Andoin, naciendo sus dos hijas en 1920 y 1921, Emeria y Araceli. Ellas serán las depositarias de la memoria de su padre (1).

Sus primeros contactos con el anarquismo

Entre, aproximadamente, 1920 y 1923 conoce por su profesión o casualmente a obreros vitorianos anarquistas. De los encuentros con Daniel Orille y Alfredo Donnay nace, muy probablemente, su interés por el anarquismo y su posterior afiliación a la CNT, así como su asidua colaboración en la publicación libertaria Generación Consciente de Alcoi (2).

Fernández de Mendiola (3), señala tres etapas en la corta vida de Puente, que con 40 años es asesinado. La primera, abarca su formación tradicional de 1896 a 1920; la segunda, de 1920 a 1930 es la de su gran actividad divulgativa, mientras que en la tercera de 1930 a 1936, sobresale su insurreccionalismo y sus escritos sobre la nueva sociedad libertaria y cómo organizarla.

La gran tarea de divulgar el conocimiento

Tras una detenida lectura de los clásicos del anarquismo y de afiliarse al Sindicato de Oficios Varios de la CNT de Maeztu, Puente experimenta una evolución hacia el naturismo libertario el cual, en lógica consecuencia, siendo médico, le encamina a la medicina naturista de la que es su principal difusor en el movimiento libertario. Lo atestigua la ponencia presentada por Isaac Puente, Augusto Moisés Alcrudo y Pedro Vallina al I Congreso de Sindicatos Únicos de Sanidad de CNT, celebrado en Madrid en diciembre de 1931.

Como ya se ha dicho sus colaboraciones más asiduas son en Generación Consciente (1923-1928) y su continuadora Estudios (1928-1937), donde populariza, en ambas, su seudónimo Un Médico Rural. Y no se queda ahí, Puente colabora con diversa frecuencia en casi todas las publicaciones libertarias de la época y no sólo en las de la Península. Sus artículos se publican en las revistas libertarias de lengua castellana de Nueva York, Buenos Aires y Bruselas, entre otros lugares.

Asimismo, cabe señalar sus aportaciones a las revistas profesionales de Araba y de la capital argentina (4).

Queda patente la popularidad del médico anarquista. Su extensa escritura es producto de su capacidad de divulgación en contenidos y en lenguaje.

Naturismo y movimiento naturista

A finales del siglo XIX, se origina una filosofía en reacción frente al desarrollismo –para ellos, industrialismo inmoral–, el cual nos arrebata de la armonía con la naturaleza mediante el artificialismo, origen y causa de la destrucción del planeta y la degeneración de la especie humana. Este es el punto de partida de la filosofía naturista para proponer un retorno a la naturaleza, una vuelta al orden natural mediante la regeneración física y moral del individuo. Regeneración posible mediante las dos vías complementarias e inseparables del naturismo de la época:

  • El vegetarianismo trascendente, asociado indisolublemente a las cualidades morales de bondad, solidaridad, justicia y tolerancia.

  • La desnudez física camino de la moral; la primera es un medio para llegar a la segunda: la ausencia de prejuicios sociales que nos alejan de la fraternidad universal.

El escritor y periodista venezolano Carlos Brandt (1875-1964), con su obra The Vital Problem (El Problema Vital) (1924), es reconocido por todos como el filósofo del naturismo (5).

Durante las décadas de los veinte y treinta del pasado siglo, se produce el máximo esplendor del naturismo cómo filosofía y cómo movimiento, ocupando el espacio social que hoy ocupa el ecologismo.

De la confluencia de la filosofía naturista con otras corrientes sociales o religiosas, se configuran las diferentes tendencias dentro del movimiento naturista (6). Una de ellas el naturismo libertario (7).

Naturismo libertario

En el movimiento libertario existe un respeto generalizado hacia el naturismo y una difusión más allá de sus seguidores, constatada por la presencia de libros afines en todas las bibliotecas libertarias.

La confluencia entre anarquismo y naturismo se ve enriquecida por las diferentes interpretaciones de la misma, teniendo todas en común que el naturismo es parte fundamental de su visión del anarquismo y no una práctica individual añadida.

Entre 1924 y 1925, el médico rural desarrolla su concepción del naturismo libertario en la segunda entrega (1924) de un total de cinco del artículo «Generación Consciente», publicado en la revista homónima. El anarquismo y el naturismo –escribe–, son dos especialismos ideológicos compatibles por su común finalidad de suprimir el dolor humano y por su cercanía filosófica al atribuirlo, ambos, al apartarse de la naturaleza. Asimismo, son complementarios en cuanto uno atiende al ser social y el otro al ser vivo.

El naturismo libertario en general y en concreto en Puente, va más allá de la regeneración biológica y unos pocos buenos deseos acordados en la inaugural Asamblea Naturista de València de 1922 (8).

La regeneración física para el médico rural, consiste en el poder de la voluntad consciente del individuo para imponerse sobre el bajo fondo bestial formado, principalmente, de pasiones y de instintos. Adquiriendo con ello hábitos de autodepuración y autodominio para la alimentación vegetariana, el contacto directo con los elementos naturales (sol, aire, agua, tierra) y el ejercicio moderado –no el naciente de competición–.

La regeneración moral no es consecuencia automática de la anterior, a pesar de que los sentimientos tienen su origen en nuestro organismo, lo es de la acción autodepurativa del individuo sobre las pasiones mediante la voluntad.

El especialismo

Antes hemos usado la palabra especialismo. Conviene saber que entendía Puente por ello, ya que constituye la principal perspectiva de su pensamiento. El especialismo consiste en tomar una ideología cómo fin en si misma y no cómo una vía hacía la perfección humana, por otra parte, un objetivo siempre a alcanzar.

En palabras del médico rural en «Generación Conciente» (1924):

«El especialismo engendra criterios estrechos, herméticos, fanáticos y sectarios; es la desorientación en la ciencia y en las ideas; desde el interior de la galería mental del especialismo, vese el mundo por un agujero; no se abarca más que un trozo del extenso panorama, y los juicios así formados no pueden menos de adolecer de esta limitación.» (9)

Puente es vegetariano pero no obliga a serlo a su familia, además si alguien se empecina con lo del vegetarianismo se considera sobrio: ¿para qué comer más de lo necesario?

Un médico moderno

De la Teoría Microbiana de la Enfermedad de Pasteur (monomorfismo), aprendida en la facultad de medicina, va evolucionando hacía la medicina naturista más cercana a las posiciones de Bechamp (pleomorfismo), es decir, de encontrar el origen de la mayoría de enfermedades en la invasión de microbios desde el exterior del organismo a encontrarlo en las variaciones internas de dicho organismo causantes de las mutaciones de los microbios ya existentes dentro del mismo (10). Puente sitúa la pugna entre la medicina oficial –la alopática– y la naturista en sí lo más importante es el microbio o el organismo, distanciándose de Bechamp en cuanto a aceptar la existencia de microbios patógenos exteriores al cuerpo.

El médico rural se transforma en moderno cuando considera que la medicina naturista es la moderna, la que rompe esquemas consolidados por intereses corporativos y la desidia y obediencia ciega en quienes los aceptan. La medicina moderna no es ni preventiva ni curativa, niega las condiciones de existencia a la enfermedad y ayuda al organismo a recuperar el equilibrio óptimo cuando lo necesita, ahora bien, no se olvida de la herencia genética como merma ni las condiciones míseras de vida que son en si el problema y no los microbios parásitos (11). Sobre ello, junto a varios artículos, escribe Puente dos libros: Los microbios y la infección (1931), y La higiene, la salud y los microbios (1935).

Medicalismo y sanitarismo

Sin embargo, las principales aportaciones del médico moderno y las más actuales son sus críticas a la sanidad pública y su concepción de enfermedad social.

Denomina medicalismo a la sanidad pública al estar dominada por la fobia antimicrobiana y la panacea de la vacunación, sin tener en ninguna consideración las condiciones de vida, la ignorancia ni el alcoholismo (12) –verdadera lacra de la clase obrera–, además de convertir al médico en el único camino a la salud. La modernidad de Puente radica en que la situación actual es casi idéntica, especialmente con la actual pandemia de la COVID-19.

Contrapone al medicalismo el sanitarismo. El sanitarismo, prioriza lo no considerado por el primero lo cual supone reducir el papel del médico al aumentar la cultura sanitaria en lugar de complicar la parafernalia terapéutica.

Puente también introduce un nuevo concepto al hablar de enfermedades sociales aplicado a las enfermedades infecciosas, especialmente la peste blanca, verdadera plaga, entonces y años después, entre las clases populares. La temida tuberculosis es la peste blanca, nacida del hambre y la insalubridad de las condiciones de vida las cuales, a su vez, imposibilitan otro desenlace que no sea el mortal (13).

La fobia antimicrobiana de la sanidad pública tiene, una vez más, su rentabilidad política: mientras los trabajadores se ciegan con huir del contagio y rechazan a sus compañeros infectados, no se preocupan del origen de la enfermedad.

La falsa ruta de la medicina

La falsa ruta de la medicina empieza en la universidad, donde, parafraseando a Puente, «la enseñanza que se expende en las facultades» no debe extrañar que sea la medicina alopática pues contribuye a ocultar las causas sociales de la enfermedad e impulsa el negocio médico-farmacéutico.

La visión mercantilista de la medicina oficial, ayuda a creer que los conocimientos adquiridos con dinero y estudio son una propiedad dispuesta para sacarle beneficio, todo lo contrario a una enseñanza basada en los valores éticos de la profesión. El eslabón más débil de esta falsa ruta son los estudiantes en los que Puente, no obstante, tiene confianza.

El médico rural cuestiona, también, las medidas de policía sanitaria principalmente promulgadas durante la II República (1931-1939), es decir, medidas de vacunación obligatoria, de hospitalización forzosa o de certificados médicos prematrimoniales, entre otras semejantes. Las cuestiona por atentar contra la libertad individual y la integridad del propio organismo.

Para acabar el apartado, una lección en mayúsculas de ética médica en palabras del propio médico rural en «Responsabilidad social del médico» (1926):

«Cada médico debiera ser un núcleo de difusión del culto a las salud. Cada cual debiera procurar reparar en la medida de sus fuerzas las injusticias en que se cimenta la sociedad.

Ser menos esquinosos con la miseria, más desprendido con el ignorante y el inculto. Ejemplarizar. Divulgar. Que sirva la prensa de portavoz. Desenmascarar al alcohol, la carne y el tabaco como francamente nocivos a la salud. Tener el valor de la sinceridad, denunciando el mal donde dondequiera que se encuentre. Ser conscientes de la misión social que nos incumbe.» (14)

Eugenesia y Neomaltusianismo

Ya hemos visto que la base ideológica de Puente es el naturismo libertario y su perspectiva el rechazo del especialismo. A continuación, vamos a desarrollar otros aspectos en los que se encuentra involucrado desde su naturismo libertario. Dichos aspectos constituyen movimientos con identidad propia, cuestión en la que no vamos a entrar.

A Puente, desde las filas del anarquismo, frente a una burguesía y una Iglesia acérrimamente natalistas, la eugenesia le conduce a reivindicar: una buena gestación, un buen parto, una buena educación y una alimentación adecuada. Las condiciones básicas para procrear (15).

El estadístico y sociólogo italiano Alfredo Nicéforo (1876-1960), crea el término «la raza de los pobres», a partir del resultado negativo para los obreros de los estudios comparativos entre la descendencia de los adinerados y la de ellos. El anarquismo ibérico se impregna de la eugenesia y la idea de la raza de los pobres. Puente forma parte de los primeros en escribir sobre la maternidad consciente o el derecho de toda mujer a decidir si quiere o no quiere ser madre y la paternidad consciente; bases, ambas, de una generación consciente. Al médico rural le preocupa el aumento desatinado de bocas por pura satisfacción de los instintos, pues ve en él una posible causa de la escasez de alimentos, agravada por el empobrecimiento del suelo agrícola por los cultivos intensivos y las enfermedades producto de las carencias alimentarias de los productos agrícolas por el uso de abonos químicos. Por ello, apoya el neomaltusianismo y sus campañas de difusión de métodos anticonceptivos favorecedores de la eugenesia (16).

La nueva moral sexual

La nueva moral sexual, en estrecha relación con lo anterior, irrumpe en un ambiente popular donde los chancros venéreos son muestra de hombría, de iniciación sexual en burdeles para los muchachos y donde la mayoría de muchachas desconocen su fisiología sexual y reproductiva. El movimiento libertario habitualmente crítico con la institución familiar burguesa y partidario del amor libre, encuentra en Puente un difusor de los nuevos valores en auge. En «A modo de programa» (1931) (17), el médico rural valora el camino recorrido desde, por ejemplo, «Moral sexual» (1924) (18) y enumera las características de la nueva moral sexual:

  • Educación e iniciación sexual de la infancia y juventud fuera del ámbito religioso.

  • Abolición de la prostitución como iniciadora de la juventud, por el carácter rayano en la esclavitud a que somete a la mujer y por ser, asimismo, el principal foco de contagio venéreo.

  • Lucha contra las enfermedades venéreas mediante la difusión libre y pública de sus medios de prevención.

  • Libertad sexual de la mujer mediante su independencia económica y el derecho a su propio cuerpo: maternidad consciente y paternidad responsable.

  • Control de natalidad mediante la legalización y libre difusión de los medios anticonceptivos.

  • Desintoxicación religiosa del sexo: ni la virginidad ni la castidad son virtudes. La sexualidad es un placer sano y una necesidad orgánica.

  • Despegarse de la religión, fomentar la educación y aceptar el goce de la sexualidad diferenciado de la procreación, todo ello dentro del marco de la generación consciente (19).

La Liga Mundial para la Reforma Sexual sobre Bases Científicas

El profesor Efigenio Amezúa señala que a pesar del breve recorrido en el tiempo, se funda en 1921 y se disuelve en 1935, la Liga Mundial para la Reforma Sexual sobre Bases Científicas (la Liga), deja una importante impronta:

«Existe la convicción de un paralelismo entre lo que fue la Reforma Protestante en Europa y lo que se pretendió con esta Reforma Sexual.» (20)

Poco antes de celebrarse su V Congreso en la ciudad checa de Bruno, en noviembre de 1932, Puente es invitado a formar parte de la sección española de la Liga, al frente de la cual está la muy apreciada i crítica socialista Hildegart Rodríguez (1914-1933) (21).

Puente no acepta la invitación mediante una «Carta Abierta» (1932) publicada en Estudios. En ella de forma contundente critica su carácter reformista en relación al matrimonio y el aborto y. sobre todo, su asepsia científica (22).

La etapa insurreccionalista

La Junta del Colegio Oficial de Médicos de Álava acuerda por unanimidad, nombrar a su vicepresidente, Isaac Puente, su representante en la Diputación Foral. Se toma la decisión el 19 de febrero de 1930, el 25 toma posesión del cargo y el 1 de mayo siguiente presenta su dimisión, primero rechazada, para después ser aprobada el día 8.

Para Fernández de Mendiola esta experiencia de apenas dos meses es decisiva para, sin abandonar su tarea divulgativa, pasar a la acción revolucionaria. Por ejemplo, forma parte como miembro de la FAI del Comité Revolucionario organizador de la insurrección general convocada para el 8 de diciembre de 1933. Tras su fracaso, Puente es detenido en Zaragoza a donde se había desplazado para los fines revolucionarios. Es su cuarta detención en dos años, las autoridades republicanas y el comandante de puesto de la Guardia Civil de Maeztu le convierten, a sus ojos, en el «instigador» de cualquier acción relacionada con la CNT alavesa. La última y quinta detención el 29 de julio de 1936, es el preludio de su asesinato el siguiente 1 de septiembre, tras la visita a Vitoria y Maeztu, el 24 de agosto, del general Millán Astray, «novio de la muerte» y embajador franquista de tan infausta dama.

A los temas habituales de sus escritos incorpora otros más directos contra la política de la II República y la descripción de la sociedad anarquista y como llegar a ella, al comunismo libertario (23).

La encuesta del grupo «Los Iconoclastas»

En 1934 el grupo «Los Iconoclastas» realiza, desde los EEUU, una encuesta de tres preguntas a varios miembros reconocidos del ámbito libertario. Uno de ellos’ Puente.

A continuación recogemos algunos fragmentos de sus respuestas. A «La situación revolucionaria actual», responde:

«La situación revolucionaria actual, depende, tanto de la crisis económica [maquinismo], del despertar de la conciencia revolucionaria del pueblo, y de la evolución mental del proletariado.»

A «La situación en España», dice:

«Tal sea por vivirla, por lo que me parece, la situación actual en España, la más revolucionaria de Europa.»

A «La misión del anarquismo en la reconstrucción nacional», afirma:

«La misión de los anarquistas se puede concretar a mi criterio, en estos tres apartados:

1º Señalar la Institución del ESTADO, como la causa fundamental de todos los males que sufre la humanidad. Sostén del capitalismo hoy, y enemigo siempre de la libertad individual.

2º Ofrecer un sistema viable para la organización económica de la Sociedad, sin la intromisión del Poder. Tal, el comunismo libertario, y

3º Velar por todos los medios, para que el autoritarismo no resurja una vez destruido, combatiéndole en germen, allí donde aparezca.» (24)

El comunismo libertario

Sí Puente ya es conocido, con su folleto El Comunismo Libertario (1932), reditado varias veces e incluso traducido a otros idiomas, se convierte, sin duda, en uno de los principales teóricos anarquistas de los años de la II República.

Pretender describir el folleto, el debate que genera en el movimiento y el valor de la aportación que realiza al conjunto de propuestas de cómo organizar la futura sociedad; excede con creces al presente artículo.

Sin embargo, estoy de acuerdo con Fernández de Mendiola y otros autores, cuando atribuyen el mérito y éxito del folleto de Puente a tres aspectos: la originalidad de su planteamiento, la gran sencillez expositiva y el proponer un comunismo libertario capaz de ser aplicado en la situación del país de la época (25).

La gran difusión del folleto y los artículos que el mismo genera, ofrecen la base teórica necesaria para el proceso de colectivizaciones realizadas tras el golpe de estado franquista, tal como había servido antes para el Comité Revolucionario de la frustrada insurrección revolucionaria de diciembre de 1933. Paradójicamente, la derecha lleva acabo lo que la izquierda y sectores de la CNT temieron promover.

El folleto es la inspiración del dictamen sobre «Concepto Confederal del Comunismo Libertario», aprobado por el Congreso Confederal de la CNT, celebrado en Zaragoza en mayo de 1936. En la apertura del Congreso, el simbólico 1 de mayo, el camarada Prieto dice:

«Deseamos que este Congreso sea el último que la CNT realiza dentro del sistema capitalista.» (26)

Para ellos no es retórica.

A modo de conclusión

Puente, nadador y alpinista, nos lega en su obra Alpinismo (1925), su visión de la vida desde las altas cumbres:

«También los obstáculos que la vida coloca a nuestro paso semejan montañas de penosísima ascensión. En más de un momento, estamos dispuestos a abandonar la empresa, por superior a nuestras fuerzas. Pero dominamos nuestro abatimiento, salvamos el obstáculo y, al par que la satisfacción del triunfo, cosechamos el optimismo de ver la vida cuesta abajo.

Vencer a la montaña, salvar sus asperezas, trasponer la cumbre es, por ende, una gimnasia de la voluntad y una alegoría de la vida.» (27)

El capítulo final del cual se extrae el texto, se titula «El Alpinismo debe ser un medio, nunca un fin».

Josep Maria Roselló

pensamentsocialnaturista.wordpress.com

NOTAS:

(1) Información facilitada al autor por José Ignacio Orejas, desde Bilbao, mediante carta de fecha 2 de diciembre de 2002.

(2) Mikel Peciña (1980): «Isaac Puente (1896-1936) Un médico anarquista», en Muga, nº 5, abril, Bilbao, pp. 80-93.

(3) Francisco Fernández de Mendiola (2007): Isaac Puente. El médico anarquista, Editorial Txalaparta, Tafalla (Nafarroa), pp. 45-47. La obra que cuenta con la imprescindible colaboración del historiador Antonio Rivera y del médico José Vicente Martí Boscà, reproduce, también, una selección de artículos de Puente divididos en bloques temáticos, pp. 147-226.

(4) Fernández de Mendiola, op. cit., pp. 232-248. Tal como indica el autor, todos los artículos relacionados se encuentran para su consulta en la Fundación Sancho el Sabio (Vitoria-Gasteiz).

(5) Roselló (2013): «Carlos Brandt: el filósofo del vegetarianismo», en Vegetus, nº 21, junio, Alcoi (Alacant), pp. 30-33.

(6) Roselló (2003): La vuelta a la naturaleza. El pensamiento naturista hispano (1890-2000): naturismo libertario, trofología, vegetarianismo naturista, vegetarianismo social y librecultura, Virus Editorial, Barcelona, pp. 145-171.

(7) Roselló (2005): El naturismo libertario en la Península Ibérica (1890-1939), Ediciones E Z, Bilbao.

(8) Roselló (2003), op. cit., pp. 45-47.

(9) Un Médico Rural (1924): «Generación Consciente», en Generación Consciente, nº 15, octubre, Alcoi (Alacant), pp. 129-132. Cita p. 130.

(10) Roselló (2021): «La Teoría Microbiana de la Enfermedad y las vacunas», en Al Tajo, nº 27, marzo, Aranjuez, pp. 10-14.

(11) El médico rural nos detalla peseta a peseta las condiciones de vida del obrero en Un Médico Rural (1928): «El derecho a la vida», en ¡Despertad!, nº XVIII, septiembre, Vigo (Pontevedra), p. 1.

(12) Sobre el alcoholismo, lacra de la clase obrera, Puente escribe (1928): «La importancia del alcohol», en ¡Despertad!, nº XXXI, diciembre, Vigo (Pontevedra), p. 1.

(13) Puente lo desarrolla, entre otros, en 1930: «La plaga social de la Tuberculosis», en Estudios, nº 73, febrero, València, pp. 1-3, y en 1935: «El tratamiento de la Tuberculosis por el Oro», en Tiempos Nuevos, nº 8, diciembre, Barcelona, pp. 270-271.

(14) Un Médico Rural (1926): «Responsabilidad social del Médico», en Generación Consciente, nº 35, julio, València, pp. 129-130. Cita p. 130.Ver también en Puente (1930): «El médico ante la misión social de la Medicina», en Estudios, nº 83, diciembre, València, p. 4-7.

(15) La eugenesia la formula el británico Francis Galton (1822-1911), con un amplio beneplácito por parte de los gobiernos. La idea principal estriba en sustituir la selección natural por la selección social, debido a la llamada degeneración galopante de la especie humana. Para ello, clasifican a la población en aptos y no aptos. A los primeros se les promueve la reproducción y a los segundos se les restringe o prohíbe. La eugenesia ha sido la excusa para esterilizaciones masivas de pobres o genocidios, aunque en el Estado español socialistas y anarquistas le dieron otro cariz muy diferente. Actualmente, se vuelve a hablar de ella en relación al debate alrededor del transhumanismo.

Se pueden consultar, entre otros artículos, Puente (1926): «Fundamentos biológicos de las clases sociales», en Generación Consciente, nº 33, mayo, València, pp. 66-67; (1928): «Eugenia y Naturismo», en Eugenia, nº 73/74, marzo/abril, Barcelona, pp. 65-68; (1929): «La raza de los pobres», en Estudios, nº 73, febrero, València, pp. 1-3 y Un Médico Rural (1930): «Espejuelos», en Estudios, nº 79, marzo, València, pp. 3-4.

(16) El neomaltusianismo. El también británico Thomas R. Malthus (1766-1834), determina a su juicio el desajuste entre el crecimiento de la población y el de los recursos para mantenerla. Sus seguidores del siglo XX impulsan los métodos anticonceptivos diferenciando entre placer sexual y procreación. Los mismos a quienes complacía la eugenesia, persiguieron con penas de prisión la difusión de tales métodos.

Se pueden consultar, entre otros artículos, Puente (1935): «El método anticoncepcional de Ogino», en Estudios, nº 144, agosto, València, pp. 14-16 y Un Médico Rural (1931): «El Self-Control», en Estudios, nº 91, marzo, València, pp. 4-5.

(17) Un Médico Rural (1931): «A modo de programa», en Estudios, nº 94, junio, València, pp. 1-3.

(18) Un Médico Rural (1924): «Moral sexual», en Generación Consciente, nº 13, agosto, Alcoi (Alacant), pp. 71-72.

(19) Ver para mayor ampliación sobre la materia, la tesis doctoral de Helena Andrés (2020): Maternidad consciente y voluntaria, Servicio Editorial de la Universidad del País Vasco. Bilbao.

(20) Efigenio Amezúa en Ángeles LLorca (1995): La Liga Mundial para la Reforma Sexual sobre Bases Científicas (1928-1935), en Revista de Sexología, nº 69, monográfico, Instituto de Sexología, Madrid, p. 1.

(21) Ver Congreso do Centenario de Hildegart Rodríguez Carballeira. Ateneo Ferrolán, 5 a 7 de decembro de 2014, Ferrol (A Coruña).

(22) Para la Liga como tal ver Ángeles Llorca y para su relación con Puente ver Roselló (2003) op. cit. pp. 193-195. Isaac Puente (1932): «Carta Abierta a la Liga Española para la Reforma Sexual sobre Bases Científicas», en Estudios, nº 107, julio, València, pp.21-22 y su floja respuesta en Víctor Margueritte (1932): «La reforma sexual», en Estudios, nº 108, agosto, València, p. 28.

(23) El artículo «Isaac Puente politikoa», forma parte del dossier «Isaac Puente hacía la libertad» publicado en 1996 en el nº 21 de la revista libertaria vitoriana Resiste, pp. 4-13.

(24) Los resultados de la encuesta hecha desde Steubenville (Ohio), se publican en Tiempos Nuevos, nº 7, 5 de noviembre de 1934, Barcelona. La cita es de las pp. 249-250.

(25) Fernández de Mendiola, op. cit., p. 81.

(26) La edición de las Actas del Congreso citadas corresponde a la de Zero de 1978. Cita p. 10.

(27) Isaac Puente (1925): Alpinismo, Imprenta Viuda e Hijos de Sar, Vitoria (Reedición en 2010 por la Asociación Isaac Puente de Vitoria. Cita pp. 30-31) / Editorial Piedra Papel Libros (Reedición de 2019).

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