Nº 5. A campana tañida e repicada… recibimos de nuevo la llamada a Concejo para pensar y debatir sobre aquello que nos concierne.

La necesidad de pertenencia, así como el desarraigo, son problemas comunes a la atomización y a la falta de comunidad de la modernidad. Muchas identidades conformadas «desde abajo», entran en disputa con constructos ideológicos elaborados «desde arriba», gracias al desencanto y descrédito actuales de la forma y la razón de Estado; sin embargo, algunos discursos emergentes, parecen no cuestionarla, y pretenden apuntalarla como una abstracción ideal que siga rigiendo la cohesión de los lazos sociales.

Por quinto año consecutivo, y con las aportaciones de plumas nuevas que le dan vida y continuidad, el último número de la revista Concejo sigue dialogando sobre el territorio, pues echar raíces es también buscar certezas compartidas.

Sin delegar el pensamiento crítico al mercado de las ideas, sin claudicar en servidumbres voluntarias ante los discursos administrados, la revista intenta fomentar espacios de reflexión y encuentro, haciendo un guiño a la tradición castellana del Concejo abierto. Al igual que antaño, las incertidumbres hoy han de ser compartidas y abordadas colectivamente, mediante la discusión, la autocrítica; para que la confrontación de ideas, nos impulse a hacer –unos junto a otros–, a seguir construyendo y ensayando formas de vida autónomas, que valgan la pena ser defendidas.

De difusión gratuita, e inscrita en una lógica que se opone a la circulación mercantil, esta publicación sale a la luz en abril y se presenta el día 23 de ese mismo mes en Villalar de los Comuneros, coincidiendo con la conmemoración de la batalla que puso fin al levantamiento de las Comunidades de Castilla.

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