La Guerra de Mr. Obama
Domingo 8 de agosto de 2010 por CEPRID
Carlos Pereyra Mele
Fondo para la Cultura Estratégica
El mayor teórico clásico de la guerra Carl Philipp Gottlieb von Clausewitz pensaba que la guerra moderna es un "acto político", y esta manifestación ponía en juego lo que él consideraba el único elemento racional de la guerra. En su concepción, los otros dos elementos de la guerra son: a) el odio, la enemistad y la violencia primitiva, y b) el juego del azar y las probabilidades. "El primero de estos tres aspectos -escribió- interesa especialmente al pueblo; el segundo, al comandante en jefe y a su ejército, y el tercero, solamente al gobierno. Las pasiones que deben prender en la guerra tienen que existir ya en los pueblos afectados por ella; el alcance que lograrán el juego del talento y del valor en el dominio de las probabilidades del azar dependerá del carácter del comandante en jefe y del ejército; los objetivos políticos, sin embargo, incumbirán solamente al gobierno."
Esta descripción de la “guerra moderna”, vigente y todo un clásico para cualquiera que se dedica al estudio de la Geoestrategia y la Geopolítica o cursante de estado mayor de cualquier ejercito del mundo.
¿Nos lleva a preguntarnos? están siendo considerados esos conceptos por la nueva administración demócrata que dirige el Presidente Barak Obama, a la luz de los resultados que se conocen día a día de la “Guerra de Obama o Guerra de Afganistán”. Cada presidente de EE.UU. desde Franklin Delano Roosevelt para aquí a tenido “su guerra”, salvo la II Guerra Mundial (donde salio victoriosa sobre el fascismo europeo y el imperialismo japonés), los resultados de las otras intervenciones pueden exhibir escasa victorias: Corea, China, Cuba, Laos, Vietnam, Camboya, Líbano, Irak, Afganistán (fueron derrotas o empate que es lo mismo que una derrota) o apoyando a golpes o movimientos terroristas en: Irán, Pakistán, Nicaragua, Republica Dominicana, Chile, Grecia y por doquier, solo puede exhibir éxito totales en la invasión de Granada y Panamá.
Hace pocos días conocíamos del despido del general David McChrystal, luego de unas “declaraciones” donde ponía en duda la capacidad y los objetivos militares de USA en la persona de su comandante en jefe para ganar en el conflicto Afgano, que recordemos, cumplirá 10 años, guerra iniciada para desplazar al Talibán, luego del 11S, grupo este, que nuevamente se ha reorganizado y sus fuerzas campean por todo el país y que ha llevado a la concreción de actos que lo podríamos considerar cómicos sino fuera por la tragedia que allí se esta desarrollando, cuando las fuerzas de la OTAN pagan “peaje” para no ser atacadas, recientemente se descubrió por una investigación del Senado de USA que las empresas que brindan “servicios logísticos” con tropas mercenarias como es el caso de la firma Xe Services (ex Blacwater), paga “peaje” a los talibanes para que no las ataquen (lo cual significa que el propio gobiernos estadounidense “subvenciona”a los Talibanes indirectamente), a ello debemos destacar el descomunal desarrollo de la producción de Heroína que denuncian las agencia de lucha contra las drogas, pues Afganistán se transformo en el país proveedor del 92% de la producción mundial de ese estupefaciente basado en la amapola y que esta producción se disparo geométricamente bajo la ocupación de USA y la OTAN.
Hoy nuevas informaciones “clasificadas”, difundidas por el sitio Wikileaks y publicados en los diarios The Guardian (Reino Unido) y The New York Times (EE.UU.), y la revista Der Spiegel (Alemania), que revelan cómo las tropas mataron a cientos de civiles en incidentes que nunca fueron informados o cómo los ataques de los talibanes minaron a las fuerzas de la OTAN y dieron espacio a la insurgencia en los países vecinos de Pakistán o de Irán. También “The Guardian” indicó que estos archivos revelan cómo «una unidad secreta de fuerzas especiales traza a los líderes talibanes para matarlos o capturarlos sin juicio». El diario británico también se refirió a las cifras de civiles afganos muertos y apunta que los registros filtrados indican 144 incidentes de ese tipo. «Algunas de estas bajas se deben a los ataques aéreos que suscitaron protestas del Gobierno afgano en el pasado, pero un gran número de incidentes hasta ahora desconocidos parece ser el resultado de soldados que abren fuego contra conductores desarmados o motociclistas, a causa de su determinación a protegerse de terroristas suicidas», apuntó. La prensa informaba de que la tasa de suicidios de militares estadounidenses es de un suicido por día fundamentalmente entre los veteranos de los conflictos de Irak y Afganistán.
Volviendo a von Clausewitz, este concebía la guerra como una empresa política de alto vuelo, sin desconocer la sangre y la brutalidad que implica. Por eso, consideraba que todos los recursos de una nación deben ponerse al servicio de la guerra cuando se decide su ejecución. Y pensaba que la guerra, una vez iniciada, no debe detenerse hasta desarmar y abatir al enemigo. Su definición de la guerra es: "Constituye un acto de fuerza que se lleva a cabo para obligar al adversario a acatar nuestra voluntad". ¿Es este el objetivo de la administración Obama? o ¿la guerra sigue siendo un gran negocio y es allí donde está la respuesta a la pregunta?, ya que una parte considerable de las contribuciones fiscales de EE.UU., van a parar a las arcas insaciables del llamado “complejo militar-industrial”, que hoy representa el 50% del gasto en materia de defensa global, es decir a alimentar esa maquinaria bélica que termina siendo un objetivo en sí misma.
A la luz de los resultados y las informaciones que surgen a pesar de la censura y la colaboración de los grandes medios para apoyar estas aventuras, se hace cada día más evidente que el objetivo para EE.UU.: No es ganar guerras sino el medio de un gran negocio.-