El reconocimiento del Estado Palestino desvela la hipocresía
Jueves 24 de marzo de 2011 por CEPRID
Santiago González Vallejo
Mundo Obrero
El avance de la colonización de Israel sobre lo que queda de la Palestina histórica hace inviable un Estado palestino. El sueño de ver una Palestina binacional, laica y democrática de los primeros tiempos de la OLP choca con la fuerza del racismo sionista, que siempre ha optado por la conquista y la exclusión. De ahí, que hagan de las colonias, la esquilmación de los recursos, la judaización de las conquistas, en resumen el anteponer el Estado judío de Israel sobre cualquier otra consideración, lo que hace también irreal que pueda existir un Estado palestino circunscrito a Cisjordania y Gaza.
La OLP en Argel reconoció a Israel en 1988. Israel, posteriormente, reconoció a la OLP, no a Palestina. Por eso, la Conferencia de Madrid y los Acuerdos de Oslo se hicieron con mala fe por parte israelí. Y antes, entre medias y después han continuado los asentamientos y demás atributos del sionismo. Con Gobiernos del Likud laboristas (de la Internacional Socialista, la misma que acogió al partido de Ben Ali, de Túnez, dicho sea de paso), adima o los que sean. Con Bush, Clinton, Bush Junior u Obama. Con la OLP de 1988, tras las elecciones de Arafat, la de Abud Abbas o este periodo de podredumbre. Pero también, con los Felipe González, Aznar o Zapatero, Delors, Santer, Prodi, Barroso,...
Por supuesto, algo de responsabilidad de este ninguneo a la OLP y a la Autoridad Palestina la tienen sus propios dirigentes, principalmente afectos a Al Fatah, pero también el resto de organizaciones por no conseguir estructuras democráticas y que representen a la totalidad del pueblo palestino.
La fijación de un mínimo, por parte palestina, continuamente revisado, de no continuar unas negociaciones de un interminable “Proceso de Paz” si se profundizaba la colonización con nuevas colonias y extensión del Muro en Cisjordania, propicia el desvelar el estado de la situación. Europa, Estados Unidos, Rusia, las Naciones Unidas, el Cuarteto, padrinos de Annapolis, callan. Israel ejecuta las nuevas colonias o la ampliación de las mismas y el desalojo y expulsión de residentes palestinos de Jerusalén y otros lugares. La Autoridad Palestina se ha fijado su propia pared, mientras la espada del sionismo israelí avanza. Y los Obama, AlstonAshton y demás quedan retratados,...
Estos días, las opiniones públicas aunque mayoritariamente aburridas de un conflicto que no tiene fin, asaltadas por la actualidad que agotan los titulares de todos los días, haciendo olvidar el anterior, se debate entre la cantinela de que existen unas negociaciones, gracias a la falacia de los medios de comunicación amigas del estatus quo y de los valores occidentalistas, de que hay un Proceso de Paz, y el conocimiento de que el Israel de siempre (gobernado por cualquier gobierno sionista) sigue haciendo de la conquista y la expulsión sus señas de identidad.
Esta perspectiva ha hecho de los rectores palestinos buscar una tercera vía que compagine el no ’levantarse de la mesa de las negociaciones’, que no existen, seguir manteniendo el espantajo que quiere Israel y lo que representa el Cuarteto, es decir que sí, que no, que no me reúno, ahora se reúne el primer Ministro de Cisjordania Fayyad con algún israelí, pero sin romper la baraja y desvelar que la Autoridad Palestina es una entelequia que controla la policía -cuando así se quiere- de los bantustanes palestinos y una jugada diplomática consistente en pedir el reconocimiento a un Estado palestino, a ser posible, con las fronteras del alto el fuego de 1967, que son diferentes y menores a las que fijaba la partición de la Palestina histórica de 1947.
Ha tenido un pequeño éxito esta táctica. Refuerza simbólicamente a la Autoridad Palestina, señala la ocupación israelí como el problema. Los iniciadores de esta acción han sido las repúblicas latinoamericanas, empezando por Brasil, un actor que ha entrado en la escena internacional, está en el G-20, aspira a estar como miembro permanente en el Consejo de Seguridad de las NNUU y que ha hecho otros movimientos internacionales de autonomía internacional, como el plan Brasileño turco y el seguimiento de la industria nuclear iraní.
Han seguido el reconocimiento, claramente siguiendo una cadencia que tuviera una continuidad informativa, Argentina, Bolivia, Ecuador, Chile -sin mencionar las fronteras-,...
El propósito es superar al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, en el que se teme un veto de Estados Unidos y un plegarse de los demás miembros del Cuarteto, para ir a la Asamblea General de las Naciones Unidas para...aislar a Israel. Ahí, es donde la táctica palestina tiene su mayor problema. En 1988, cuando la OLP el 15 de noviembre de 1988 en su Congreso de Argel reconoció a Israel, 104 Estados reconocieron a Palestina. Israel y la hipocresía de la mayoría de esos 104 gobiernos y el resto que no lo hicieron ha logrado cada vez más ’normalizar’, hacer compatible la ocupación a la que somete a los palestinos con el de incrementar sus relaciones y ser tratado como un Estado ’normal’.
Los mismos Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay nuevos reconocedores de Palestina han firmado con Israel un acuerdo con Israel a través de Mercosur donde se reconoce la aplicación de la legislación ’interna’ de cada Estado a la hora de fijar la procedencia de los productos. Y eso, es en la práctica, nada simbólico, aceptar las colonias.
España ha elevado el rango del diplomático Palestino. Pero su normalización con Israel, en el sentido que dábamos antes, se engrasa con el brazo presupuestario de la Casa Sefarad Israel, el acuerdo de que entre Israel en la OCDE o en el CERN, vendiendo o comprando armas y otros acuerdos militases, obviando los Informes internacionales, de sus propios diplomáticos o modificando las normas de jurisdicción universal para impedir procesos de criminales de lesa humanidad, no reclamando a Israel por los daños de sus donaciones (el aeropuerto de Gaza, por ejemplo) o aceptando que la colonización israelí es un elemento que perturba las ’negociaciones’ pero sin sacar una postura que señale consecuencias en las relaciones, camuflando su cinismo e hipocresía, como hacen todos los demás, en que existen unas negociaciones israelo-palestinas, rechazando que éstas sólo son una coartada para seguir avanzando en la colonización, mientras que una élite palestina camufla su impotencia y bienestar.
De ahí, que sin menospreciar la buena nueva de que hay cancillerías que señalan lo obvio, que debería existir un Estado palestino y que para eso el marcar las fronteras de 1967 le darían una mínima viabilidad, la sociedad civil debe pedir coherencia a sus Gobernantes en campos prácticos, comerciales, militares, científicos, deportivos, impidiendo que no se puede tratar como ’normal’ a un Estado ocupante. La Campaña de Boicot, Desinversiones y Sanciones, siguiendo la lucha que se siguió contra la Sudáfrica racista es adecuada, el no comprar productos israelíes, el aislar económicamente o en otros campos a Israel es el mecanismo adecuado para que se produzca una catarsis en una sociedad como la israelí, que no reconoce al otro, al palestino y a su sufrimiento.
El reconocimiento a un virtual Estado palestino, que sólo esté en Facebook, no preocupa a Israel. Que se le exigiera, en términos prácticos, el respeto al derecho internacional, sería su fin. Y ese, sí que es el objetivo.
CEPRID
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