CEPRID

12 AÑOS DE RESISTENCIA A LAS AGRESIONES DEL IMPERIO Y DEL PODER MEDIÁTICO MUNDIAL

Sábado 19 de febrero de 2011 por CEPRID

COMITÉ INDEPENDENCIA Y SOBERANÍA PARA AMÉRICA LATINA

CEPRID

La historia negra  de los intervencionismos, injerencias y agresiones de Estados Unidos contra nuestra América Latina y el resto del mundo comenzaron en el año de 1775 en numerosos países, con diferentes pretextos y distintas causas. En los últimos tiempos, el imperio ha lanzado una serie de amenazas y repudiables  acciones, incluido un fallido golpe de Estado, en contra del gobernante venezolano Hugo Chávez Frías, sin que en las agresiones no haya intervenido el poder mediático mundial al servicio de los intereses estadounidenses. Sin embargo, el Presidente de Venezuela ha resistido esos ataques durante 12 años del ejercicio del poder, y de vigencia de la Revolución  Bolivariana.

La cronología de las agresiones de diversa naturaleza pueden resumirse en intervenciones militares directas que provocaron guerras, envío de fuerzas intervencionistas, e indirectas como patrocinio de golpes de Estado, defensa de dictaduras, sostén logístico de gobiernos o de movimientos políticos al servicio del poder imperial, actividades del servicio de espionaje y desde 1949 con cruel e infame actividad y operaciones encubiertas de la CIA y, lógicamente, con acciones de corrupción  con  el empleo del dólar y del poder mediático mundial.

La lista de las agresiones imperiales hasta el año 1975 se respalda  en un el informe del propio Congreso de los Estados Unidos sobre Relaciones Internacionales. Esta lista debe completarse con el aporte substancial de historiadores, politólogos y comunicadores sociales que han  estudiado los conflictos desatados por Estados Unidos y los pueblos que han sido víctimas del intervencionismo yanqui.

CRONOLOGÍA INCOMPLETA DE LOS INTERVENCIONISMOS

1775-1776: En Canadá y en el Atlántico durante la guerra de la  independencia de los Estados Unidos sostenida contra el imperio británico.

1798 a 1800: Quasi-guerra. Conflicto naval contra la Francia Revolucionaria. El Mar de las Antillas y las costas del Atlántico son escenarios de las acciones militares de Estados Unidos con las que acabó con el Tratado de Mortefontaine o Convención de 1800.

1801 a 1805: Guerra de los Estados Unidos de América contra Trípoli (1801-1805), más conocida bajo el nombre de guerra beréber. El Rey de Trípoli y sus aliados de Túnez y de Argel declararon la guerra a los Estados Unidos que no querían  pagar el tributo para el paso de sus embarcaciones.

1815: Expedición naval contra la regencia de Argel dirigida por el Comodoro Stephen Decatur, que fuerza al Rey Omar a firmar un tratado que pone fin a los ataques de embarcaciones estadounidenses por parte los beréberes.

1846: Guerra México-Estadounidense. Los Estados Unidos roban y se anexionan la mitad del territorio mexicano. Este territorio arrebatado a México conforman los  Estados de: Texas, California, Nevada, Utah, Arizona, Nuevo México, y una parte de Colorado, Oklahoma y Wyoming.

1831: Agresión a la Argentina.  El 28 de diciembre, enarbolando bandera francesa, la corbeta estadounidense Lexington arribó a Puerto Soledad. Una partida guerrerista  desembarcó y destruyó parte del Puerto, asentamientos poblacionales y  tomó prisioneros a la mayoría de sus habitantes.

1852 a 1853: Argentina. Los marines, soldados de infantería de la marina de guerra de Estados Unidos, se instalaron en Buenos Aires para proteger los intereses estadounidenses que podrían estar en peligro como consecuencia de una revolución desatada por el pueblo argentino.

1853: Nicaragua. Estados Unidos la invade militarmente para proteger a  los ciudadanos e  intereses estadounidenses durante conflictos políticos internos.

1853 y 1854: Invasión a Japón. El comodoro Matthew Perry obliga a Japón a abrirse a Occidente mediante el denominado Convenio de Kanagawa en 1854. La Isla Ryukyu e la Isla  Bonin fueron ocupadas militarmente. El contralmirante Perry utiliza la fuerza de disuasión de su flota naval hacia las autoridades de Naha, en la isla de Okinawa, que le otorga la gestión de una concesión minera en las islas de Bonin, así como facilidades comerciales.

1854: Agresión a Nicaragua en represalia a una “ofensa” hecha al representante estadounidense en Managua. El ataque destruyó a la ciudad de Greytown, hoy San Juan del Norte.

1855: Uruguay. Agresión a la República Oriental del Uruguay.

1859: Ataque a China para “proteger” los intereses estadounidenses en Shangai.

1859: Agresión a Paraguay. El Congreso estadounidense  autorizó a un escuadrón naval intervenir en Paraguay y  exigir reparación en respuesta a un ataque a un buque militar yanqui en el río Paraná, durante 1855. Las disculpas se formularon después de un gran despliegue de fuerza estadounidense.

1860: Angola. Intervención militar con el fin de proteger a los ciudadanos  y  bienes estadounidenses en el momento de una rebelión indígena en Kissembo contra Portugal.

1865: Panamá. Intervención con el fin de proteger a ciudadanos e intereses estadounidenses durante un incidente ocurrido en la Tajada de Sandía.

1893: Hawái. Intervención  armada con  el fin de proteger las vidas y los bienes de los Estados Unidos. Con esa agresión, Estados Unidos impuso un gobierno provisional títere  que actuaba bajo la autoridad de Sanford D. Dole. La anexión definitiva se produjo en 1898, año de consolidación imperial.

1894: Nicaragua. Intervención en Bluefields con el fin de proteger los intereses de los Estados Unidos en respuesta a una revolución nacional.

1898: Guerra Hispano-estadounidense. Instalación y construcción de una base militar en Cuba, con motivo de la liberación de la tutela española. Los Estados Unidos imponen la posibilidad de inversiones financieras y un derecho de injerencia en los asuntos interiores del país.

1898: Intervención en Puerto Rico, Hawái, Filipinas, Wake, y Guam, países y territorios que terminó anexionándolos.

1900: China. La rebelión de los Boxer  fue el pretexto para la incursión armada.

1915: Tropas estadounidenses ocuparon Haití

1916: Tropas de ocupación intervienen en la República Dominicana.

1917: El presidente estadounidense Woodrow Wilson envió tropas a México encabezadas por el General "Black Jack" Pershing, el mismo que comandaría las fuerzas estadounidenses en la Primera Guerra Mundial, para capturar al líder revolucionario Pancho Villa. Esa  expedición militar terminó en fracaso.

1918:   Participación estadounidense en la Primera Guerra mundial

1926:  Nueva intervención en Nicaragua

1941 a 1945: Participación estadounidense en la Segunda Guerra Mundial, en Europa y en el Pacífico.

1945 y 1946: Envío de tropas y bombardeos en China.

1946: Filipinas se convierte en nuevo botín yanqui como consecuencia de una insurrección popular.

1947: En Grecia,  Estados Unidos y la CIA  se convierten en sostén logístico-militar del régimen dictatorial  colocado por Gran Bretaña.

1950 a 1953: Guerra de Corea, bombardeos en China.

1953: Irán: la CIA organiza un golpe de Estado.

1954: Guatemala. Estados Unidos con la CIA provocan la caída del gobierno de Jacobo Arbenz.

1958: Bombardeos en Indonesia.

1960: Bombardeos en Guatemala.

1961: Cuba. Invasión de Bahía de Cochinos. Se impone el bloqueo genocida que Estados Unidos mantiene hasta hoy.

1958 a 1975: Guerra de Vietnam. Intervención en Laos, Vietnam del Norte y Camboya, invasión de Camboya.

1964: Panamá. Invasión militar en represalia por los sucesos del 9 de enero que el pueblo desató para recuperar la soberanía en la Zona del Canal.

1965: Indonesia,  Ayuda al gobierno en la represión de un complot pro chino.

1965: República Dominicana. Intervención yanqui  apoyada por la OEA, con el pretexto de impedir se extienda la Guerra Civil. Las fuerzas de intervención estadounidense fueron desplazadas de manera desproporcionada. 42,420 tropas estadounidenses invadieron República Dominicana para impedir el triunfo del coronel Caamaño Deno. La intervención  yanqui produjo alrededor de 3.000 muertos.

1967 a 1969: Guatemala es bombardeada.  La CIA interviene para apoyar y asesorar a los escuadrones de la muerte.

1970: Omán. Ayuda logística a Irán para oponerse a una insurrección a petición de este país.

1973: Chile. El militar fascista Augusto Pinochet toma el poder en un Golpe de Estado apoyado por la CIA en contra del presidente socialista Salvador Allende.

1975 a 1999: Timor Oriental. Estados Unidos es el sostén de la junta militar de Indonesia luego de que las fuerzas de la ONU  colaboraron en el mantenimiento de la paz  que consolide su independencia.

1980 a 1990: El Salvador. La ayuda militar y de la CIA se intensifica a favor de los gobiernos militares dictatoriales patrocinados e impuestos por Estados Unidos.

1980 a 1990: Nicaragua. Apoyo militar y de la CIA a los Contras para derrocar al régimen Sandinista de Daniel Ortega.

1983: Líbano. Interviene una fuerza multinacional comandada por Estados Unidos.. 1983. Invasión a la pequeña Isla de Granada. Asesinato de Maurice Bishop.

1986: Libia. Bombardeo a varias ciudades y bases militares.

1989: Filipinas. “Ayuda” contra un golpe de Estado.

1989. Invasión  armada a Panamá para capturar al general Manuel Noriega, antiguo agente de la CIA. Produjo miles de muertos.

1991: Guerra del Golfo. Invasión armada.

1990-1991 “Operación Tormenta del Desierto”, en respuesta a una demanda de Kuwait que había sido ocupado por Irak.  Estados Unidos intervino militarmente con el patrocinio de la ONU y de varios países de la OTAN.

1993-1994: Somalia. Intervención militar de Estados Unidos para sostener las operaciones de la ONU.

1994: Haití. Intervención para instalar al Presidente elegido Jean-Bertrand Aristide.

1995: Bosnia- Herzegovina. El imperio destruye Yugoslavia y se convierte en sostén de fuerzas de la ONU / OTAN en el mismo lugar.

1998: Irak. Bombardeo.

1998: Bombardeo de una fábrica de medicinas por sospecha de pertenecer a Osama bin Laden en Sudán y de “campos de entrenamiento terrorista” en Afganistán.

1999: Yugoslavia. El gobierno de Bill Clinton bombardeó a Serbia.

2001-2003: Intervención e invasión militar en Afganistán en respuesta a los atentados del 11 de septiembre de 2001.

2002: Filipinas. Intervención  armada, en el marco de la ’ guerra contra el terrorismo’. Actúa como sostén del impopular gobierno filipino.

2002: Estados Unidos con la  CIA, USAID y otras organizaciones yanquis  financia, ayuda y prepara el golpe militar contra el Presidente de Venezuela Hugo Chávez quien  retornó al poder en menos de 48 horas, gracias al apoyo de su pueblo.

2003: Guerra de Irak.  Invasión a Irak para acabar con las  armas de destrucción masiva que nunca fueron encontradas porque nunca existieron.

2004: Haití. Los Estados Unidos, en una intervención militar y con la ayuda de Francia, Chile y Reino Unido deponen al presidente haitiano Jean-Bertrand Aristide del poder.

OPERACIONES ENCUBIERTAS, GOLPES, CONSEJEROS MILITARES

1903: Colombia, apoyo a una rebelión, apuntando a la separación que posteriormente creará la República de Panamá con vistas a la construcción del Canal de Panamá.

1946 - 1949: Grecia. Apoyo logístico a los coroneles dictatoriales que desataron  la Guerra Civil Griega.

1964: Brasil. Colaboración y apoyo de la CIA para el Golpe de Estado e instalación de la dictadura militar neofascista en América Latina que, posteriormente,  instalaría otras dictaduras fascistas en el Cono Sur de Suramérica.

1970 - 1973: Chile. Apoyo a la oposición contra el  gobierno de Salvador Allende. Documentos desclasificados de la CIA pusieron en evidencia su apoyo a la oposición al gobierno de Allende desde los primeros días de su proclamación como presidente electo.

1973: Uruguay. La CIA apoya el Golpe de Estado efectuado por Juan María Bordaberry. La CIA y otros  servicios de inteligencia estadounidenses apoyaron a los servicios de inteligencia militar y policial uruguayos en el entrenamiento para la aplicación  de la tortura, participación de la Escuela de las Américas y creación  de la Operación Cóndor junto a Chile, Argentina, Paraguay, Bolivia y Brasil.

1975 - 1980. Sudamérica. Colaboración, asesoramiento, planificación y dirección  por parte de la CIA para organizar y ejecutar la Internacional del Crimen llamada Operación Cóndor.

1976: Argentina. Colaboración con el Golpe de Estado e implantación de la dictadura  militar.

1981 - 1988: Nicaragua. Apoyo logístico y financiero a la oposición del régimen Sandinista. Caso llamado Irán-Contras.

1989 - 1989: Paraguay. La CIA organiza y apoya el Golpe de Estado en Paraguay, derrocamiento del gobierno de Alfredo Stroessner por Andrés Rodríguez Pedotti.

2002 - 2002: Venezuela. La Marina de Estados Unidos y la CIA organizaron y ayudaron al golpe de Estado del 11 de abril de 2002 en Venezuela contra Chávez.

2009 - 2009: Honduras. La CIA organiza el Golpe de Estado en Honduras.

2010 - 2010: Ecuador. Si es que acaso hubo un  intento de golpe de Estado, en la sublevación  de la policía del 30 de septiembre, se piensa que la CIA y la DEA organizaron  y/ o apoyaron  el intento del Golpe de Estado en Ecuador contra el régimen de Rafael Correa.

GOLPES DE ESTADO Y AGRESIONES A VENEZUELA

El Vicepresidente y Ministro de Defensa venezolano Ramón Carrizález declaraba : “El 17 de mayo de 2009 un avión de guerra estadounidense despegó de Curazao, violó nuestro espacio aéreo y una zona de exclusión de vuelo como lo es la Base Aérea de la Orchilla; nosotros tenemos los registros de las conversaciones de la torre de control con el avión donde se le preguntó si tenían autorización para sobrevolar la zona y pidiéndole los motivos de su incursión.”

El Presidente de Venezuela Hugo Chávez Frías denunció también el ingreso en territorio venezolano de un avión P-3 por espacio de 15 minutos, el cual fue escoltado fuera del espacio aéreo venezolano por aviones F-16 de la Fuerza Aérea Venezolana. Ese mismo avión, en horas de la tarde volvió a incursionar en el espacio aéreo de Venezuela por un tiempo de 19 minutos, siendo nuevamente escoltado fuera del espacio aéreo venezolano por aviones F-16 de la  Fuerza Aérea de Venezuela.

Estas denuncias son  parte de una constante amenaza de agresiones que suelen terminar en golpes de Estado en los países latinoamericanos, y que son  permanentes y periódicos para Venezuela y que el presidente Hugo Chávez Frías los soporta, resiste y derrota desde hace 12 años.

El intervencionismo yanqui quedó de manifiesto en la apropiación  de bases militares de Colombia con la intencionalidad de agredir a Venezuela. Estados Unidos, con el apoyo de Uribe trataba de  crear las condiciones “para justificar una agresión contra nuestro pueblo basándose en falsos positivos o simulaciones de hechos punibles,” denunciaba Chávez.

Modesto Emilio Guerrero, en su ensayo “Memoria de golpes de Estado en América Latina durante el Siglo XX”, cita a  Cursio Malaparte, autor del “La Técnica del Golpe de Estado”,  y dice que el golpe de Estado no es otra cosa que un “recurso de poder cuando se corre el peligro de perder el poder.”

El mencionado autor informa que para 1968, el 62% de América Latina, África, Medio Oriente y Asia Sudoccidental estaban gobernadas por dictaduras militares.  Sostiene que si se hace un pronunciamiento entre 25 países, desde el año 1902 hasta el Golpe en Venezuela contra el Presidente Constitucional Hugo Chávez Frías, “resultarán 327 golpes de Estado, contando los que se estabilizaron como dictaduras por meses o años y aquellos que duraron pocos días, como fue  el caso de los repetidos golpes de Estado en Bolivia.” En su lista de golpes de Estado en el Siglo XX, indica que el primero es Bolivia, con 56; Guatemala con 36; Perú con 31; Panamá con 24; Ecuador con 23; Cuba con 17; Haití con 16 hasta 1995; República Dominicana con 16; Venezuela con 12; Brasil con 10; Chile con 9; Colombia y Argentina con 8 y Uruguay con 5.  En las islas caribeñas se dieron poco más de 10 golpes de Estado. Países como Paraguay, Nicaragua o República Dominicana son ejemplo de las dictaduras militares al servicio de los intereses estadounidenses que usurparon el poder político y que  se extendieron en el control de los países por décadas, siempre con el apoyo de la Casa Blanca.

De conformidad con Guerrero, “casi el 30% de los casos, los golpes y las dictaduras resultaron de la intervención directa de tropas de los Estados Unidos, por lo menos desde el fin de la Guerra Hispano-Norteamericana. Si registramos solo el Caribe y Centroamérica, hasta Panamá, la proporción se acercaría al 70%.”

Atilio Borón en su ensayo titulado “Invisibilizando golpes de Estado: Lo que la teoría hegemónica en la ciencia política no quiere ver”, denunció el pasado 5 de enero la pretendida tesis adelantada en un Informe por parte de la Corporación Latinobarómetro de Santiago de Chile en la cual, en referencia a Honduras señala: “En el año 2009, América Latina sufre por primera vez un golpe de Estado después de 31 años desde que se inaugurara la democracia en lo que ha sido llamado la ‘tercera ola de la democracia”.

Borón afirma: “no solo es un notable error historiográfico sino un síntoma de algo mucho más profundo, revelador de la insanables limitaciones de la concepción teórica y metodológica hegemónica en las ciencias sociales de nuestros días de inspiración anglosajona.” Borón recuerda, también, los sucesos golpistas en El Salvador en 1979, Bolivia en los años 1978, 1979 y 1980, Paraguay en 1989, Haití en los años 1988,1990, 1991 y 2004. A estos golpes de Estado podríamos sumar también aquellos promovidos por Estados Unidos en la segunda mitad del Siglo XX cuando se produjeron los golpes de Estado en Cuba por Fulgencio Batista en 1952; el derrocamiento de Jacobo Arbenz en Guatemala en 1954; la invasión armada promovida contra la Revolución Cubana en Playa Girón en 1961; el golpe de Estado contra Velazco Ibarra en Ecuador en 1961 y contra Arosemena Monroy en 1963; el perpetrado en Brasil contra el presidente Joao Goulart en 1964; la invasión a República Dominicana el 28 de abril de 1965; el envío a Guatemala y Bolivia de asesores militares Boinas Verdes durante los años 1966 y 1967; los golpes de Estado en Uruguay y Chile en 1973; la Dictadura Militar en Argentina a partir de 1976; la intervención en el conflicto en El Salvador en 1980; el estímulo desde Honduras de la Guerra Sucia contra la Revolución Sandinista a partir de 1980; la invasión de Granada en 1983; la invasión de Panamá en 1989; la intervención con el proceso electoral en Nicaragua en las elecciones de 1990; el Plan Colombia a partir del año 2000; el Golpe de Estado en Venezuela en 2002 y el Golpe de Estado en Honduras  en 2009.

En estos sucesos, indica Borón, se ha recurrido a utilizar paliativos a hechos sangrientos y extra legales que representan el derrocamiento de gobiernos  instaurados con la legitimidad reconocida por sus pueblos. Así, el nuevo discurso incorpora nuevas frases para justificar la teoría del Golpe tales como: “revolución libertadora”, “proceso de reorganización nacional”, “gobierno de reconciliación nacional”, “gobierno de salvación nacional”, “solución ante un vacío de poder”, “gobierno de transición”, “gobierno interino”, etc.

Tiene razón el gobierno de la República Bolivariana de Venezuela cuando denuncia su preocupación por las amenazas, cada vez más abiertas, de las políticas estadounidenses y colombianas hacia su país. Baste recordar el ensayo escrito por Wayne Madsen y Richard Benet el 19 de abril de 2002 bajo el título “US returns to bad old ways in Venezuela”. Allí señalan que bajo la cubierta del desarrollo de un ejercicio naval COMPTUEX y JTFEX la Marina de Guerra de Estados Unidos proveyó a los militares venezolanos que produjeron el golpe contra el presidente Hugo Chávez apoyo en la interferencia de comunicaciones y señales de inteligencia. A través del US Navy Signal Intelligence, los buques estadounidenses estuvieron pendientes de las comunicaciones desde y hacia Cuba, Libia, Irán e Iraq a través de sus misiones diplomáticas en Caracas. Indican que los planes de la Fuerza Armada de Estados Unidos en apoyo al Golpe se comunicaron al presidente Bush durante su visita a Perú y El Salvador en marzo de 2002.

La Agencia de Seguridad Nacional apoyó el Golpe utilizando personal del Comando Sur adscrito al Joint Inter Agency Task Force-East en Cayo Hueso, Florida, a través de lingüistas especialistas en español y operadores en intercepciones de señales. También hubo la participación de personal de comunicaciones e inteligencia desde la Estación Naval de Sabana Seca en Puerto Rico y del Centro Regional Operacional de Seguridad en Medina, Texas. Desde la porción Este de Colombia, personal contratado por la CIA y las Fuerzas Armadas de Estados Unidos utilizados en las operaciones anti narcóticos, proveyó apoyo logístico a lo largo de la frontera con Venezuela desde el aeropuerto Marandúa,  mientras que aviones de patrullaje desde la FOL localizada en Manta, Ecuador, proveían apoyo de inteligencia a las operaciones.

Buques de Guerra de la Marina de Estados Unidos desarrollando sus ejercicios en el polígono externo que se operaba desde la Estación Naval de Roosevelt Roads del AFWTF se mantuvieron en alerta ante la posibilidad de evacuación de ciudadanos americanos en Venezuela. Los buques incluían al Portaviones USS Washington, los destructores USS Barry, USS Loboon, USS Mahan y al  USS Arthur W. Radford. En algunos de estos se mantenían a bordo unidades para proveer señales adicionales de inteligencia a las unidades de operaciones especiales y de inteligencia desplegadas en tierra en apoyo a los golpistas venezolanos desde territorio colombiano.

Por su parte, la CIA proveyó personal del grupo de operaciones especiales bajo el mando del Teniente Coronel asignado desde el Comando de Operaciones Especiales desde el Fuerte Bragg en Carolina del Norte. Estos permanecían en Venezuela desde el 2001 y pertenecen al US Special Operations Intelligence Support Activity. Se indica que hicieron contacto con altos mandos de las Fuerzas Armadas de Venezuela, incluyendo al General Lucas Rincón, Vice Ministro de Seguridad, al General Luis Camacho Kairuz; con empresarios y líderes sindicales de la Confederación de Trabajadores de Venezuela, entre otros. Se agrega que las conversaciones con líderes de la CTV comenzaron desde el verano de 2001 en las refinerías de Maracaibo.  Una de las personas reclutadas por la CIA fue el Presidente de FEDECAMARAS.

El Golpe también fue apoyado por el Special Operations Phycological Warfare, proveniente del Fuerte Bragg, los cuales manejaron los anuncios en TV a nombre de políticos y empresarios venezolanos como también en la radio, indicando que Chávez había precipitado la crisis al ordenar disparar contra los que protestaban en Caracas. Técnicos en guerra electrónica bloquearon las comunicaciones de los teléfonos celulares y frecuencias de radio entre Caracas y las ciudades del interior en coordinación con el Batallón de Inteligencia “General de Brigada Andrés Ibarra”, del alto mando de las Fuerzas Armadas de Venezuela.

Por su parte el embajador de Venezuela Jorge Valero ante el Consejo Permanente de la OEA, en marzo del 2004 denunció la intervención extranjera contra la democracia venezolana.

Decía: “Todo Estado tiene derecho a elegir, sin injerencias externas, su sistema político, económico y social, y a organizarse en la forma que más le convenga, y tiene el deber de no intervenir en los asuntos de otro Estado. Con sujeción a lo arriba dispuesto, los Estados Americanos cooperarán ampliamente entre sí y con independencia de la naturaleza de los sistemas políticos, económicos y sociales”.

Agregaba que el Gobierno Bolivariano denuncia que el National Endowment for Democracy (NED) ha sido utilizado -y sigue siendo utilizado- por el Gobierno de los Estados Unidos, para apoyar actividades antidemocráticas de grupos de la oposición en Venezuela. Que de manera sistemática están avocados a crear un clima de inestabilidad política y propician el quebrantamiento de la institucionalidad democrática en el país. Acciones dirigidas a alcanzar un fin último: el derrocamiento del Presidente Constitucional de Venezuela, Hugo Chávez Frías.

Señalaba que la revolución Bolivariana tiene carácter pacífico y democrático, pero es adversada irracionalmente por sectores minoritarios que, aliados con intereses internacionales, temen perder sus inmorales privilegios.

Valero afirmaba que Venezuela necesita una oposición democrática, civilizada y sensible al drama social. Desafortunadamente, ha estado influida por sectores antidemocráticos. Por eso intentó derrocar al Gobierno mediante un golpe de Estado, el 11 y 12 de abril del 2002, y lanzó un sabotaje petrolero que causó pérdidas a la nación por más de 10 mil millones de dólares.

El Golpe amalgamó a la élite empresarial, agrupada en Fedecámaras; a los viejos y nuevos partidos asociados al ancient regime, y a los principales medios de comunicación. Su propósito era restaurar seculares privilegios. Fue posible, porque esos sectores contaron con la anuencia de importantes factores en Estados Unidos. De manera especial, de personalidades del Departamento de Estado y del National Endowment for Democracy (NED).

EL IMPERIO MEDIÁTICO AGREDE A CHÁVEZ

Las grandes agencias internacionales y transnacionales de prensa, las poderosas empresas nacionales de comunicación  social: prensa escrita, radiodifusión  y televisión han sido creadas, sostenidas y financiadas por el poder económico mundial y por los enormes capitales nacionales en manos de las oligarquías criollas, para defender sus propios intereses y  los intereses estadounidenses y para ponerse al servicio del capital transnacional. Por tanto, si surgen gobiernos como los del presidente Hugo Chávez que, de algún a manera,  alteren los charcos de sus intereses, deben ser eliminados o derrocados. Al fin, para esos son dueños de la opinión  pública y de la sacrosanta libertad de expresión y prensa que equivale a decir libertad de empresa.

Esas empresas se especializaron en desinformar, manipular, tergiversar, alienar, desnacionalizar y deshumanizar a los pueblos para defender sus privilegios de clase, y para proteger los intereses de las “democracias” al estilo estadounidense que desde siempre estuvieron al servicio   de las necesidades geopolíticas y procesos de neocolonización  imperial.

Los gobiernos que resulten molestos o  peligrosos para los fines de Washington y para los intereses de las oligarquías criollas se convierten en enemigos del sistema de clases privilegiadas y, lógicamente, en enemigos de Estados Unidos. En consecuencia, a esos gobiernos hay que liquidarlos, derrocarlos, denigrarlos. La “gran prensa” internacional y nacional recurre al insulto, la calumnia, la agresión cotidiana a los Jefes de Gobierno democráticos y progresistas que defienden la soberanía e independencia de sus patrias y que tratan de defender y servir a sus pueblos. En 12 años, al presidente Chávez que lidera la Revolución Bolivariana le han  insultado,  vejado, humillado mediante la difusión de los  más  groseros epítetos, los calificativos más burdos, las caricaturas más crueles, las infamias más ácidas, todo en nombre de la libertad de expresión y en defensa de la institucionalidad, los derechos humanos y libertades, lógicamente de propiedad de los grupos dominantes, porque los pueblos no tienen derechos a tener derechos o libertades.

A la “gran  prensa” no le importa mentir y engañar, manipular hechos o tergiversar realidades o  coyunturas.  Así, un solo número encabezó la primera página de El  Nacional de Caracas, una mañana reciente: 1734. Es el número de violaciones de los derechos de la propiedad privada atribuidas al gobierno del presidente Hugo Chávez desde 2005, contabilizados por un grupo que promueve las libertades económicas y personales en Venezuela.  De esos ataques, Chávez se defiende recurriendo a la emisión de  leyes con las que pretende  acallar a sus acerbos críticos.

¿Cómo defenderse de las agresiones de la “gran prensa” y de la violenta oposición financiada por Estados Unidos?  Mediante leyes que defiendan a su pueblo y a la dignidad nacional de su patria como aquella que prohíbe la utilización de fondos extranjeros para organizar cursos de capacitación en liderazgo y política comunitaria. Algunos de esos fondos provienen de la National Endowment for Democracy (NED), una organización que recibe aportes del Congreso estadounidense, y años atrás recibió financiación de la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID por sus siglas en inglés) y, naturalmente, de la CIA en forma directa o a través de terceros.

"Cómo es que vamos nosotros a permitir que partidos políticos, ONG, personalidades de la contrarrevolución sigan siendo financiados con millones y millones de dólares del imperio yanqui", dijo Chávez en un discurso en noviembre, un mes antes que sus aliados en la Asamblea Nacional promulgaran la nueva legislación.

La "ley de defensa de la soberanía política y autodeterminación nacional" faculta al gobierno a multar a ciertos grupos por una suma equivalente al doble de lo que reciben del extranjero.  Naturalmente que el Departamento de Estado estadounidense ha condenado la ley y The Associated Press en entrevistas a los dirigentes de la oposición dijo que ellos seguirán solicitando el financiamiento extranjero y combatirán cualquier penalización en los tribunales.

Los dirigentes de la oposición y Estados Unidos, en ocasiones, no han tenido más remedio que replegarse ante las denuncias de Chávez.  Varios políticos de oposición han huido del país debido a acusaciones de haber cometido delitos que afirman son falsas, y la televisora RCTV, opuesta al gobierno, se vio obligada a salir del aire.

La realidad es que Hugo Chávez en el año 12 de su mandato es el líder del gobierno bolivariano que ha puesto a Venezuela en nuevos planes de desarrollo socio-económico, y en el fortalecimiento del Partido Unido de la Revolución Socialista (PSUV) que resulta victorioso en la lucha interna contra los elementos reaccionarios que aún se niegan a perder sus privilegios de antaño. Chávez ha logrado destruir los numerosos planes en su contra, incluido el magnicidio, las amenazas militares desde bases emplazadas en Colombia, las mentiras propagadas por los medios privados de comunicación masiva, las maniobras de la contrarrevolución interna y externa.

EL SER HUMANO EN EL CENTRO DE LAS PREOCUPACIONES

Es indiscutible, por muchos esfuerzos que hace la contrarrevolución para revertir el proceso, el apoyo mayoritario del pueblo a la Revolución Bolivariana y a su líder, un político que habla el lenguaje de los pobres -claro, franco, sin doble rasero- y se entiende muy bien con sus seguidores.

“Chávez posee un carisma personal que le ha convertido en estos 12 años en uno de los mas importantes líderes de América Latina y uno de los grandes paradigmas de la integración regional basada en la preocupación por el ser humano, en primer lugar, y sobre sólidas bases de colaboración, más allá de las asimetrías económicas existente entre los países” sostiene Prensa Latina.

En la última década, fueron destinadas a la inversión social más de 300 mil millones de dólares, alrededor del 60% de los ingresos fiscales recibidos, según informó el ministro de Planificación y Finanzas, Jorge Giordiani.

En el 2010, la pobreza llegó a un 26,6%, muy por debajo del 70% en 1999, y la pobreza extrema a un 7,1%, 33% menos que en ese mismo año. El desempleo está por debajo del 7%, mientras que en 1999 ascendía a un 15 por ciento. Venezuela también fue reconocida el pasado año por la UNESCO como el quinto país a nivel mundial en promedio de matrícula universitaria, solo superada por Cuba. Respecto a la alimentación del pueblo, el Ministro de esa cartera, Carlos Osorio, mencionó que en el 2010 el gobierno situó más de dos millones de toneladas de productos a bajos precios, en 18 mil 88 puntos de venta en el territorio nacional. La desnutrición se redujo de un 7,7% a un 3,2 por ciento en los últimos 11 años. El presidente venezolano, Hugo Chávez, rechazó  la injerencia de Estados Unidos y sus intentos de desestabilizar el país estimulando la contrarrevolución interna. Fustigó recientes críticas del Departamento de Estado a leyes discutidas en la Asamblea Nacional, entre ellas una Habilitante para enfrentar con prontitud la emergencia que provocaron aquí las lluvias "Es el imperio, sus amenazas y agresiones permanentes, de las cuales tenemos que protegernos". “Tienen toda una operación contra nosotros, tratando de aislarnos, pero fracasaron y fracasarán", sentenció el presidente Chávez.

Prensa Latina informaba que el presidente venezolano, Hugo Chávez, rechazó la injerencia de Estados Unidos y sus intentos de desestabilizar el país estimulando la contrarrevolución interna. "Es el imperio, sus amenazas y agresiones permanentes, de las cuales tenemos que protegernos".

El poder mediático de los grandes capitales siempre le marcaron la pauta a los gobiernos de la IV República, a quienes chantajeaban con colocarlo a la descalificación pública si no respondían a determinados intereses particulares y grupales.

Entendemos que debe existir un espacio para la discusión y la crítica sana en favor del país; pero de allí a generar un estado de alarma y zozobra constante no existente, ya trasciende las fronteras de la tolerancia.

No es posible que los medios de la oligarquía se alegren y traten de sacarle provecho político a los eventos naturales o internacionales que puedan afectar al país, un ejemplo muy claro fue la aptitud festiva que mostraba Federico Ravell, director de “Globoterror”, por un temblor que acababa de suceder donde, a través de su opinión y bien temprano, intentaban cundir de pánico a la colectividad. Adicionalmente a este hecho, podemos apreciar cómo quieren hacer ver, infructuosamente, que la crisis económica mundial y su posible efecto negativo sobre la economía local es culpa de Chávez.

A pesar de este accionar, fuera del marco legal y moral, de los medios de comunicación de la oligarquía, se los escucha decir y manifestar que en Venezuela se atenta contra la libertad de expresión, cuando en realidad, más bien se puede indicar que se atenta contra la verdad y la salud mental de los venezolanos. Estos medios representan intereses económicos y políticos de las clases dominantes, por tal motivo, es necesario que se desprendan de su escudo “comunicacional” y se lancen al ruedo político, por supuesto, sin las concesiones que el estado venezolano les otorgó para que informaran veraz y oportunamente a la colectividad, agregaba Prensa Latina.

Sin rubor, los medios de las oligarquías y del imperio han tratado de vincular al presidente Chávez con las FARC y con la  ETA española. El poder mediático mundial y el imperio han tratado de establecer conexiones entre Chávez y el narcotráfico internacional o con el "tránsito" de drogas por el territorio venezolano. Con cinismo, los violadores de los derechos humanos a escala internacional han tratado de inculpar al Presidente venezolano en esa práctica repudiable. Sin vergüenza, los opositores promueven reuniones a nivel internacional para desprestigiar a la Revolución   Bolivariana y al Socialismo del Siglo XXI. No es nada raro que los “opositores” y los delegados del imperio mantengan cónclaves con representantes del Mossad, la CIA y agentes de las derechas falangistas de España. El imperio mediático se propone: Universalizar, mundializar la campaña contra Venezuela, promover y ampliar recursos de todo tipo, incorporar a gobiernos, recabar recursos económicos, uso concertado de medios de comunicación internacionales y venezolanos y financiamiento de toda clase de operaciones para propagandizar en contra de Chávez e incluso pretenden la introducción de paramilitares a Venezuela e incorporación y entrenamiento de paramilitares autóctonos venezolanos y planes de magnicidio para acabar con la vida del presidente Chávez, tal como consta en la Agenda internacional contra Chávez.

La oposición con  apoyo del poder mediático se propuso elaborar "Documentos Tipo" e "Informaciones" ya redactadas a usar en las campañas. Elaboró un Manual de Frases para declaraciones en la prensa, orden de ubicación y despliegues según las situaciones a crear, combinación de "denuncias" con documentos, con citas "históricas" a usar combinadas de arriba abajo y de abajo hacia arriba en declaraciones a la prensa, radio y demás. No es de extrañar las coincidencias en la presentación de "argumentación y documental" , con sus denuncias de hechos inventados pero presentados como reales, con datos, redacción de documentos y hasta fotos exactamente iguales, aunque atribuidas a distintos "dirigentes" de los golpistas y sus respectivos partidos "locales" en diferentes ciudades. Lo mismo exactamente, con un guión, aparecido en prensa de varios sitios.

La campaña contra Chávez, desatada desde hace 12 años,  ha sido orquestada desde los principales grupos de poder mediático y económico de  Venezuela y del mundo. El objetivo es desprestigiar a Chávez, a la Revolución  Bolivariana y al Socialismo Siglo XXI e incitar a la rebelión  a los venezolanos o propiciar nuevos golpes de Estado, pero los pueblos despiertan y avanzan en la construcción de sociedades más justas y humanistas, liberadas del poder imperial.

Correo electrónico: tribunalpazecuador@yahoo.com


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