El asesinato de Betty Cmacho de Rangel
Un atentado más contra la democracia
El domingo 26 de julio al medio día fue abatida en Villavicencio por las
balas de un sicario la ex-parlamentaria liberal Betty Camacho de Rangel.
Acostumbrada al tránsito permanente de sus simpatizantes, mantenía las
puertas de su casa abiertas, circunstancia que posibilitó el ingreso sin
problemas del asesino. Se encontraba atendiendo a dos mujeres cuando
dispararon sobre ella. Betty falleció en la Clínica La Grama a las 12:
30 de la tarde. La escolta que poseía le había sido retirada.
Para quienes conocieron la estatura política de esta dirigente liberal,
abogada, ex-alcaldesa de Villavicencio, quien al momento de su muerte
formaba parte de los 110 parlamentarios citados por la Corte Suprema de
Justicia a causa de la preclusión por la Cámara del juicio al presidente
Samper, su asesinato deja escasas hipótesis. Una de ellas, quizá la de
más peso es la de que se quiso castigar en ella el haber estado siempre
del lado de la defensa de los derechos humanos, la solución política del
conflicto armado, la apertura democrática, de la condena al
paramilitarismo y de la defensa, en varias ocasiones encabezando
protestas cívicas, de los intereses de la población más necesitada de su
región.
En la pasada campaña electoral había defendido la candidatura de Horacio
Serpa Uribe, pero en los primeros peldaños de su carrera política estuvo
junto al inolvidable caudillo de la izquierda Jaime Pardo Leal como
liberal-UP, saliendo elegida al Congreso junto con Pedro Nel Jiménez
Obando. Con Pardo Leal recorrió los municipios del Meta acompañándolo en
innumerables manifestaciones políticas. Su belleza, su porte llanero y
su actitud decidida de defensa de sus principios no parecía tener
enemigos, pero éstos existían y amparados en la impunidad, en un
Departamento lacerado por la guerra sucia le arrebataron la vida.
Recordamos a Betty Camacho peleando por agua potable para la capítal del
Meta y sus municipios, defendiendo el derecho a la vida y levantándose
con decisión en su curul para oponerse a la extradición de nacionales y
a la injerencia norteamericana en los asuntos internos de Colombia, la
recordamos por encima del trapo rojo, construyendo caminos de
democracia, tan esquiva en el Departamento que vio apagar su valiosa
existencia.
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