El desmonte de las Convivir
Mucho ruido y pocas nueces
El anuncio del desmonte de 289 asociaciones «Convivir» hecho el 25 de
julio por el presidente de las mismas, Carlos Alberto Díaz, quien
solicitaría a la Superintendencia de Vigilancia y Seguridad Privada la
cancelación de las licencias de estos aparatos en Córdoba, Cundinamarca,
Boyacá y Santander, ha despertado la atención nacional. Una vez
producida la información al respecto,se han escuchado sin embargo
opiniones acerca que el desmonte se haría en su totalidad
simultáneamente al pacto de un acuerdo de paz con la guerrilla.
Los analistas políticos, investigadores sociales y miembros de ONG de
derechos humanos -a diferencia del general Rosso José Serrano que saludó
el hecho dándolo por efectivo, junto al jefe del DAS, Luis Enrique
Montenegro y el Ministro de Defensa Gilberto Echeverri- han opinado con
cautela. No es para menos, las sindica-ciones contra las «Convivir» de
operar con el para--mi---litarismo, utilizar armas largas que le han
sido prohibidas por la Ley y efectuar operaciones delincuenciales y de
guerra sucia, siembran una duda justificada. Además, el control tiene
incómodos a los jefes de estos grupos paraestatales.
Para algunos defensores de derechos humanos y para varios dirigentes
cívicos y de izquierda, con las «Convivir» puede ocurrir lo mismo que
con la tristemente célebre Brigada XX. Se desmonta, pero sus integrantes
van a parar a otras guarniciones militares, donde su misión seguirá
siendo desconocida.
¿ No terminarán muchos de los miembros de las Convivir en los grupos
paramilitares o sirviendo de apoyo a ellos?. La pregunta es válida, en
momentos en que mientras se produce esta declaración formal, las
masacres y asesinatos selectivos continúan en Colombia.Vale la pena
decir también que el número de «Convivir» legítimamente constituídas
disminuyó notablemente en el último semestre, pasando de 414
asociaciones en diciembre de 1.997 a 44 en junio de 1.998.
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