Edición 1988, licencia
No. 002357 del Ministerio de Gobierno.
Quincena del 5 al 18 de agosto de 1998.
SUMARIO Resumen VOZ 15 DÍAS
Enfoque: El cuatrienio perdido
Economía:
Programa económico de Pastrana. ¿Otra frustración?
Hechos y cifras
Diálogo sin concesiones al fascismo
Los desplazados despiden el gobierno de la gente. Éxodo en la propia capital. En memoria del legendario dirigente agrario Isauro Yosa.
Asamblea Permanente de la Sociedad Civil por la Paz
Los trabajadores frente a las perspectivas de paz
El desempantanamiento del equipo directivo de Fecode
Los trabajadores ante el cambio de gobierno El desmonte de las Convivir El Observador Un criterio neoliberal de desarrollo Dice Parlamento Europeo Sesión Tercer Congreso de la Mujer Trabajadora El asesinato de Betty Camacho de Rangel Comunicado del Partido Comunista Se pronuncian las FARC-EP |
Los desplazados despiden el gobierno de la gente La desvergüenza de Samper *¿Fue sincero el desagravio ofrecido por el Presidente saliente de los colombianos a los familiares de 49 víctimas inocentes por los excesos de integrantes de las Fuerzas Militares, en momentos de recrudecimiento del fenómeno del desplazamiento gracias a las hordas fascistas del paramilitarismo, encargado de hacerle el trabajo sucio a la extrema derecha militarista que no quiere repetir las “metidas de pata” de Los Uvos, El Nilo, Ocaña o Villatina? Éxodo de 10.000 labriegos sobre Barrancabermeja y paro de 50.000 campesinos al oriente. Por Pabloé Don José Matías Avella-neda, de 53 años, esposa, tres hijos aún por
levantar y cuatro nietos que esta violencia infame le ha ido endosando
sin oportunidad de ripostar siquiera, sintió que la cabeza le hervía
cuando el viernes 31 de julio escuchó en directo, a través de la radio,
la voz del presidente Ernesto Samper Pizano, protagonizando uno de los
últimos actos de su propia despedida: La impunidad reina Sí. Apenas justo con las viudas y los huérfanos de Los Uvos y la
hacienda El Nilo en el Cauca, la familia Andrade Alvarez en cercanías de
Ocaña, y los menores de Villatina, víctimas todos ellos de horrendas
masacres perpetradas por unidades del Ejército y la Policía, algunas
veces con participación de genocidas civiles. Emergencia en Barrancabermeja y Arauaca Lastimosamente, es probable que muchos de los oficiales sobre los cuales pesan órdenes de captura, sean hoy los comandantes de bandas paramilitares, responsables de que miles de hombres como Don José Matías Ave-lla-neda hayan sido desalojados de sus tierras y despojados de sus pertenencias. El panorama no puede ser peor. Nada más en Barrancabermeja alrededor de 10.000 labriegos del sur de Bolívar se hacinan en las sedes universitarias de la UIS, la Universidad de La Paz y la Universidad Cooperativa; los colegios Diego Hernández de Gallego, el Sena, el Industrial, el CAS; también en la Defensoría del Pueblo, además de improvisados albergues que ya no dan más. El calendario escolar está a punto de fracasar. La población infantil padece todo tipo de enfermedades endémicas, la comida y los medicamentos escasean, se producen incluso los primeros saqueos al deprimido comercio del puerto petrolero por física necesidad. En Arauca, entre tanto, desde el pasado 30 de julio alrededor de 50.000 campesinos, comerciantes, colonos e indígenas u’wa y gua-hibos, protagonizaban uno de los éxodos más impresionantes de los últimos años sobre Ciudad de Arauca, Saravena, Tame, Arauquita, Fortul y Cubará. El paro es indefinido. Líderes del movimiento cívico acusaron a la administración Samper de incumplir los acuerdos pactados, agravados por los atentados del paramilitarismo y la crisis económica que padece el departamento de Arauca. Exigen negociaciones, pero con el gobierno de Andrés Pastrana que asume el 7 de agosto. Mientras tanto, en Bogotá, por acuerdos el fin de semana fue desalojada la sede del Seminario Monfortiano que por espacio de cinco días permaneció en manos de un grupo de desplazados, al tiempo que medio centenar de campesinos fueron atropellados por la fuerza pública cuando intentaron tomarse la Catedral Primada, contigua al Capitolio Nacional. Y allá, en la parte trasera de la sede de la Embajada de Estados Unidos sobre la calle 26 de Bogotá, continuaba el puñado de labriegos del Sur de Bolívar expuesto a las inclemencias del tiempo y la ausencia de abrigo y alimentos con tal de llamar la atención de la comunidad internacional acerca de la responsabilidad de ese país en el desangre nacional. "Otros países también están patrocinando el parami-litarismo porque quieren sacarnos de las regiones a nosotros", aseguró Don José Matías con voz trémula y mirar melancólico. |