Voz nº1994

Colombia debe ratificar respaldo al Tribunal Penal Internacional.Se sugerirá al Secretario General de Naciones Unidas estudiar factibilidad de nombrar un Relator para Colombia. Justicia sin rostro debe ser desmontada y debe aprobarse un nuevo Código Penal Militar, dice la señora Robinson.

Unos instantes le bastaron a la Alta Comisionada para los Derechos Humanos Mary Robinson después de pisar territorio colombiano, para comprender la realidad nacional. A su arribo fue asesinado el vicepresidente de la CUT Jorge Ortega, acababan de registrarse los dolorosos hechos de Machuca y en la sede donde asistiría a un foro humanitario fue recibida una llamada que anunciaba la colocación de una bomba.Escuchó además, varias denuncias sobre amenazas de muerte contra defensores de derechos humanos.
La ex-senadora y expresidente de Irlanda, especializada en derecho europeo y constitucional de los derechos humanos, oradora central en la reunión preparatoria del Consejo de Europa de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer en Beijing y profesora de derecho constitucional y penal del Trinity College de Dublín de 1.969 a 1.975, habla con precisión y conocimiento. Sus respuestas son claras y no deja lugar a dudas entre los periodistas. Esa fue la impresión recibida en la rueda de prensa que ofreció el 22 de octubre al norte de Bogotá.

Puso los puntos sobre las íes. Su principal llamado fue a romper el círculo de impunidad con acciones de la sociedad civil,eliminar la Justicia Regional o Justicia sin rostro, aprobar un nuevo Código Penal Militar, penalizar la desaparición forzada, apoyar a los desplazados, forjar una cultura de derechos humanos inexistente y propiciar un país donde caminen de la mano paz, derechos humanos y desarrollo. Así se pronunció también ante el presidente Andrès Pastrana y ante autoridades como el Fiscal Nacional, el Procurador General y el Defensor del Pueblo.

Ante una pregunta hecha por VOZ acerca de si ya no es hora de que las Naciones Unidas consideren remplazar la limitada figura de la Directora de la Oficina del Alto Comisionado por la de un Relator para Colombia, respondió que sugerirá al Secretario General de las Naciones Unidas Kofi Annan, analizar la situación cuando visite a Colombia próximamente.
Con respecto al juicio al dictador chileno Augusto Pinochet y al argumento de sus defensores de que éste goza de inmunidad parlamentaria dijo que la inmunidad parlamentaria no otorga inmunidad para cometer crímenes.
La alta funcionaria recordó el Tribunal Penal Internacional constituído por primera vez por Naciones Unidas en 1.948, después de los juicios de Nüremberg y Tokio en relación con la segunda guerra mundial y su estatuto aprobado en Roma con 120 votos a favor, siete en contra y 21 abstenciones. Informó que 30 países han firmado ya su ratificación y que es conveniente que Colombia también lo haga. La sede del Tribunal será La Haya pero podrá juzgar casos en otros sitios si se considera pertinente.

Entre los crímenes de competencia de este tribunal están el genocidio, los crímenes de guerra y los crímenes contra la humanidad, tales como la exterminación sistemática o indiscriminada de la población civil, reducción a servidumbre, tortura,violación, embarazo forzado, persecución por razones políticas, raciales, étnicas o religiosas y desaparición forzada. El Tribunal Penal Internacional actuará solamente cuando los tribunales nacionales sean incapaces de hacerlo o se muestren renuentes.

La alta funcionaria instó a los defensores de derechos humanos y de la paz a seguir trabajando por estos objetivos y recordó que en Irlanda del Norte y Suráfrica también se incrementaron los atentados de los enemigos de la paz cuando estaban próximos los acuerdos de paz. Estimó que los crímenes de guerra no pueden ser cobijados por el "derecho de gracia".