Edición 1994, licencia
No. 002357 del Ministerio de Gobierno.
Quincena del 28 de Octubre al 10 de Noviembre de 1998. SUMARIO Economía: El país
en la encrucijada
El informe del
DANE de octubre de 1998
Páginas Editoriales: Enfoque: El
talante Pastranista
Mirador: Juan
Pablo II
Nacionales: Presupuesto Nacional por 45.3 billones aprobado apupitrazo limpio. Para defensa la mayor tajada. (por Alvaro Angarita) Reforma política da el primer paso. Con sabor electoral. Los pasos de
la paz. Entre la convención nacional y el despeje.
Tema Central: Los 21 días que estremecieron al país. La derrota de Pastrana frente a los trabajadores. Hablan los
protagonistas de los trabajadores.
Laboral: Los funerales
de Jorge Ortega García, vicepresidente de CUT. Otro crimen de
Estado.
Ideología: Marxismo
y nacionalismo.
Cultural: Del "fin de
la historia" al siglo XXI de Marc.
Internacional: Venezuela.
Aborta
golpe militar.
Romper el ciclo de la impunidad La detención de Pinochet. Fiesta de los comunistas chilenos. Elecciones
en Euskal Herría. Avance de la izquierda vasca.
Ulitma página: Declaración del PCC. Rechazar la guerra sucia contra los trabajadores. |
Ideología.
MARXISMO Y NACIONALISMO A propósito del artículo publicado en VOZ del 19 de agosto sobre ETA y Herri Batasuna. El debate sobre Marxismo y Nacionalismo no es un simple ejercicio academicista o un simple pasatiempo teórico. Se trata de un tema importante sobre lucha ideológica, que de la manera como se aborde nos permitirá mayor comprensión en la praxis política. Por Alfredo Holguín. Hablar sobre la lucha que adelanta ETA desde
una latitud política tan compleja como la nuestra exige una amplia
responsabilidad, pues el carácter político de esta formación
es de clara orientación nacionalista y separatista que involucra
en su discurso aspectos de carácter social, lo cual encaja con ciertas
plataformas de formaciones marxistas en el país Vasco, aspecto que
puede llevar a ciertas solidaridades que a la postre podrían empantanar
la comprensión ideológica de un fenómeno particular.
Quisiera entonces recoger el aporte de Heinrich Van Treitse donde de manera sencilla formula las tres razones por las cuales Marx no formuló ninguna teoría del nacionalismo: Primera, según él en las sociedades de clase las ideas preponderantes en cualquier época son las de la clase dominante. De esta proposición se sigue que la difusión y la lucha de las ideas depende sobre todo de la distribución del poder económico en la sociedad. Segunda, la interpretación marxista
de la historia como lucha de clases suponía que tras la revolución
burguesa tendría lugar la revolución proletaria y que esta
conllevaría a la creación de una dictadura del proletariado,
sería el primer paso que conduciría a la sociedad comunista.
El nacionalismo no tiene cabida aquí, pues su principal consigna
es la creación de un Estado y no su abolición. Esto desde
luego no puede dar pie para que desde el marxismo se nieguen las conductas
de afirmación nacional frente a poderes imperiales o coloniales.
Diversas expresiones de nacionalismo Cuando citamos el término nacionalismo,
es necesario tener en cuenta que dicha acepción al ser aplicada
a una realidad determinada tiene sus connotaciones particulares. No es
lo mismo decir nacionalismo en Irlanda del Norte que en el País
Vasco, o decir nacional-populismo en nuestra América que evocar
al nacionalsocialismo de Hitler y mucho más complejo aún
si nos referimos al nacionalismo fundamentalista musulmán.
El caso de Irlanda tiene que ver con la combinación de sentimientos nacional patrióticos, que datan de cismas entre protestantes y católicos desde 1594-1603 en disputa por el control del valle de Ulster en el norte de Irlanda. Los puntos de vista del nacionalismo irlandés son diversos frente a la mayoría protestante unionista en la Gran Bretaña. Otro aspecto importante a considerar es el nacional populismo en América Latina que por problemas de espacio sólo hacemos referencia. El nacionalismo vasco En España no sólo existe el nacionalismo vasco, pues como es conocido por todos también existe el nacionalismo catalán, el gallego y otros menos sonados. Pero es necesario advertir que el País Vasco (Vizcaya, Alava, Guipuzcoa y una parte de Navarra, además de un territorio francés) posee diferencias de origen cultural que hace más acentuada la lucha política nacionalista frente al Estado español. El origen de los vascos está lleno de incertezas, pero muchas teorías apuntan a que es un pueblo de origen transcaucásico, que poco o nada tiene que ver con el mundo latino. Por ejemplo, el éuskera es una lengua cuyas estructuras gramaticales son bastante diversas del tronco común del castellano, donde por ejemplo el verbo y el sujeto para nosotros estarían invertidos, etcétera. Pero además diversos acontecimientos históricos han hecho forjar fuertes identidades, sólo basta mencionar que esta fue una de las pocas regiones en la península Ibérica donde el Imperio Romano encontró una fuerte resistencia, o la incapacidad de control sobre ellos por parte de los musulmanes durante ocho siglos de invasión o más recientemente la represión fascista de Franco en sucesos como los de Guernica. De allí que en el País Vasco nos encontramos con múltiples expresiones políticas de carácter nacionalista, pero también con fuerzas políticas de carácter estatal. Las diferencias entre las diversas formaciones
nacionalistas vascas son bastante significativas a la hora de actuar dentro
del país y podríamos decir que el PNV es la expresión
de derecha, fundadora de la democracia cristiana europea y que se rige
en términos generales por el estatuto de Guernica que es como un
punto de encuentro entre la mayoría de los ciudadanos vascos, sean
nacionalistas o no. Tanto el PNV como el Partido Nacionalista Catalán
Convergencia y Unión (CIU) hacen parte de la coalición de
gobierno con el Partido Popular (PP) que llevó a Aznar a la Presidencia
del gobierno español y comparten en buena medida el Acuerdo de Maastricht
para la Unión Europea.
Las prácticas políticas de ETA
que distan mucho de lo que es una formación guerrillera clásica
de liberación nacional se distancian del quehacer de los revolucionarios
marxistas. Si bien es cierto ETA se convirtió en una necesidad de
defensa del pueblo vasco en 1959 y jugó un papel de cierta relevancia
en la lucha contra el franquismo, podríamos decir, sin caer en loas
innecesarias, que a partir de 1978 cuando se vuelve a la República
y a la democracia española, pierde su razón de ser política
frente a un fenómeno como la dictadura y se reduce a clásicas
reivindicaciones.
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