Hay muchos mitos sobre el sector privado en Venezuela, el más conocido es aquel que se refiere a su incuestionable eficiencia. Son parte de esta mitología las siguientes frases: “a diferencia del sector público que es ineficiente y corrupto, el privado es la única garantía de desarrollo” o “el único que podría sacarnos de esta crisis es el sector privado, y si es extranjero, grande y trasnacional mejor todavía” o “la única manera de superar la pobreza es con la inversión privada extranjera”. En Venezuela, el mito más popular de estos tiempos es el que se resume en la siguiente frase, la cual es repetida incansablemente por neoliberales: “la culpa de la actual crisis económica es de la revolución bolivariana que desmanteló al sector privado con expropiaciones y controles”.
El periodista de la agencia Bloomberg, Javier Blas, reveló en su libro «The World for Sale» (El Mundo en Venta), escrito junto a su colega Jack Farchy, la conspiración del ex-gobernador del Banco de Inglaterra (Bank Of England), Mark Carney, con el secretario de Exteriores del Gobierno Británico Alan Duncan, en 2019, para retener el oro de Venezuela en Londres.
Así lo publicó este martes el blog de investigación periodística La Tabla, la cual reseña que Duncan en una conversación telefónica con Carney, le presentó supuestos «argumentos legales» para desconocer al presidente Nicolás Maduro como mandatario de Venezuela y apoderarse de millones de dólares en reservas de oro que tiene la República Bolivariana en el Banco de Inglaterra.
Nos parece muy bien que en condiciones complicadas la ONU eche una mano para paliarlas; en éste caso concreto nos estamos refiriendo al acuerdo firmado con Venezuela Bolivariana en materia alimentaria.
Lo que sucede es que, antes de llegar a estas complicadas situaciones, la ONU debería haber hecho algo que nunca hace en ninguna parte del planeta.
Todo el mundo sabe que en la patria de Bolívar el problema con los alimentos, medicinas y un largo etcétera ha sido provocado por el ilegal y genocida bloqueo del gobierno imperialista yanqui (lo mismo que en Cuba). ¿Por qué la ONU, en lugar de aplicar tiritas, no se dedica a evitar que se abran las heridas? ¿Por qué la ONU permite a Estados Unidos hacer lo que hace contra el pueblo Bolivariano? ¿No debería haber sido sancionado hace rato el gobierno yanqui por sus repetidos ninguneos de las normas de la ONU? Si ésta organización no es capaz de hacerlas cumplir, ¿por qué no le expulsa?
Con Venezuela, la ONU no va a hacer otra cosa que poner una tirita en una herida sangrante y profunda que nunca, nunca debería haber existido.
La UE, con mayoría de derechas, tiene un problema con el golpismo venezolano. Lo apoyan pero la realidad con respecto a personajes como Guaidó es tan evidente que se ven obligados a aceptar que «el encargado» no es nadie. En un delirio inspirado por el deseo de EE.UU y la UE se saquear el petróleo de Venezuela, el golpista de extrema derecha Juan Guaidó ha sido calificado como «líder de la oposición», «presidente de la Asamblea Nacional», «presidente encargado de Venezuela» y «presidente in pectore de Venezuela». En realidad el fracaso de los distintos intentos de hacerse con el poder y la consecuente división de la extrema derecha venezolano y su guerra interna de intereses han dado por amortizado al personaje. La elección de una nueva Asamblea Nacional fue la puntilla definitiva.
Desde el inicio, las dudas sobre la transparencia en la consulta organizada por Juan Guaidó eran tantas, que decidimos investigar y comprobar por nosotros mismos las denuncias.
Así lo informó el Consejo Nacional Electoral de Venezuela (CNE), que ofreció una información preliminar sobre los resultados de las elecciones para la Asamblea Nacional de la patria de Bolívar, celebradas en el día de ayer, 6 de diciembre. Según la información facilitada por la rectora del CNE, Indira Alfonzo, tras computarse los primeros resultados el Gran Polo Patriótico Simón Bolívar, donde está integrado el PSUV, alcanzó la mayor cantidad de votos.
Creo que nada bueno cabe esperar de este recambio. Se aventó el riesgo mayor y nada más. En el 2008 y comienzos del 2009 la progresía europea y latinoamericana sucumbió a la “Obamamanía” y pensó, en un alarde de ingenuidad, que un presidente afroamericano obraría el milagro de transformar la naturaleza del imperio y convertirlo en el demiurgo de la paz eterna ambicionada por Immanuel Kant
«Barack Obama gobernó durante ocho años y no hubo ningún cambio significativo. En Estados Unidos siguieron expulsando latinos, discriminando a los negros, siguió creciendo la pobreza», ha dicho Maduro, aunque matiza que sí hubo «pequeñas reformas».
«En el mundo todo siguió igual. Golpes de Estados en Paraguay, en Honduras, en Brasil, durante el Gobierno de Barack Obama. No se nos olvida, decreto contra Venezuela, amenazando con una invasión. No nos llamemos a engaño», ha recordado Maduro durante su comparecencia dominical para la televisión pública del país.
Nuevamente, a través de los medios internacionales y de vocer@s de la oposición derechista, el pueblo venezolano se entera de este hecho que, ante el silencio de las autoridades...
“Exigimos a las autoridades venezolanas expulsar de inmediato al embajador español, Jesús Silva, quien planificó la fuga de Leopoldo López y revisar las relaciones con ese país. Basta de tanta injerencia para promover impunidad. Justicia para las víctimas del plan La Salida”