Por: Soc. Fausto Giraldo/ Ibarra
Silencio absoluto mantiene Rafael Correa ante las declaraciones formuladas por el abogado de los hermanos Roberto y William Isaías en el sentido de que éstos aportaron con recursos económicos para su primera campaña presidencial. Según Camilo Samán, abogado del grupo Isaías, Rafael Correa en persona fue a solicitarles apoyo económico, como resultado de lo cual habría obtenido significativos descuentos en los spots publicitarios emitidos en Gama TV y TC televisión, medios de comunicación incautados por el Estado, que en ese entonces fueron, junto con el Filanbanco, propiedad del grupo Isaías.
Son declaraciones sumamente graves porque comprometen la idoneidad ética con la que se ha presentado el Presidente de la República durante todo este tiempo, más cuando ha pretendido convencer al pueblo de que sus posiciones políticas corresponden a la izquierda y que su lucha está contra la oligarquía y la banca corrupta dueña de los medios de comunicación.
En su discurso, Rafael Correa habla recurrentemente en contra de la oligarquía (aunque ahora menos), a los que califica como pelucones; sin embargo, en el transcurso de estos años los sectores industriales y banqueros, los pelucones a los que refiere el gobierno han obtenido grandes utilidades económicas, que según el Banco Central, el año pasado reportaron para la banca una de las mayores ganancias de los últimos años.
Por ello, la oligarquía ecuatoriana en general está contenta con estos resultados y por supuesto con la gestión del Presidente, no tienen mayores contradicciones entre ellos, pero además confirma que la línea económica del gobierno es semejante a la de otros gobiernos burgueses, pues consolida el capitalismo y los privilegios de unos pocos, pues tiene como regla que unos pocos acumulan grandes riquezas, mientras la mayoría de los trabajadores y el pueblo se empobrecen.
En la reciente consulta, el apoyo político de la derecha tradicional y el populismo fue claro. No solo los alcaldes y prefectos del PRIAN, del social cristianismo, del PRE y de Madera de Guerrero se enfilaron a favor del Sí; lo apoyaron también las cúpulas de esos partidos declarando la libertad a sus electores, como lo hizo el PRE, o con su inactividad como en el caso del PSC, Nebot y del PRIAN.
Si de tiempo en tiempo el gobierno arremete en contra de Álvaro Noboa demandando el pago de impuestos, no es más que una medida política para aparentar una supuesta actitud anti oligárquica y ganar el apoyo popular, pero los hechos muestran cada vez más compromisos con poderosos grupos oligárquicos.
De comprobarse la denuncia, el grupo Isaías no sería el único en apoyar económicamente a Correa, lo hizo también el grupo Eljuri, que por cierto ha tenido en el gabinete a algunos de sus representantes. Esto más la presencia de viejos políticos de la partidocracia en puestos claves del gobierno es otra prueba de sus vínculos con las clases dominantes y de la derechización del gobierno.
El pueblo exige una explicación, el silencio gubernamental no hace más que corroborar que dineros de la oligarquía financiaron desde un inicio al gobierno de Correa.