Por: Ramiro Vinueza Puente
Las grandes manifestaciones y las acampadas en más 50 ciudades de España que duran más de dos semanas se suman a las grandes movilizaciones que los pueblos del mundo realizan contra el sistema capitalista que ha descargado su crisis sobre millones de trabajadores, provocando pobreza y desocupación, que sólo en España afecta a cerca de 5 millones, de los cuales la juventud es uno de los sectores más afectados.
Este es un acontecimiento importante porque se produce en un país considerado por varios de los líderes de la derecha y la socialdemocracia ecuatoriana como prototipo de democracia, bienestar y libertad, que hoy, la juventud, los trabajadores y los pueblos de España se encargan de desmentirla, pues estas grandes manifestaciones populares cuestionan el sistema político, rechazan la descarga de la crisis que sobre ellos han realizado la oligarquía y el gobierno del mal llamado Partido Socialista Obrero Español PSOE, que han recortado los salarios y las prestaciones sociales, empobreciendo significativamente a la población creando un ambiente de descontento e indignación.
Pero si la crisis económica es una de las causas de estas movilizaciones lo es también un sistema político excluyente, elitista, de poca o ninguna participación social, con dos partidos, el PSOE y el Partido Popular PP, que se han alternado en el poder por más de 30 años; a los cuales les separa sus nombres pero los une un solo objetivo: la defensa del sistema capitalista, sometido a España a los designios del imperialismo norteamericano, a su estrategia intervencionista y guerrerista, a las recetas del FMI y del Banco Mundial provocando un gran deterioro de las condiciones de vida de los pobladores y la pérdida de derechos democráticos y sociales.
En correspondencia con esta situación quienes tuvieron la iniciativa de estas movilizaciones lo hicieron con consignas como "Democracia Real, Ya": "No somos mercancía de políticos y banqueros". La juventud sumada masivamente denunciaron también su situación con consignas como “sin casa, sin curro, sin pensión”….y “Sin miedo” que expresan la indignación acumulada que estalló en estas grandes manifestaciones en rechazo al gobierno del PSOE y en búsqueda de alternativas a su situación.
Este movimiento, inicialmente minimizado por el poder político, ahora es objeto de una ofensiva que intenta restarle aliento hablando de sus debilidades, de la heterogeneidad, ciertas en buena medida, pero con grandes perspectivas de desarrollarse. Pretenden al igual que aquí deslegitimar al movimiento tergiversando las causas reales de la lucha, usando las muletillas de la manipulación y de la “conspiración” de la “violencia”, cuando es precisamente en contra de esto que se han levantado los pueblos de España que buscan respuestas distintas y cambios.
Estas manifestaciones realizadas en el marco de un proceso electoral constituyen también un rechazo a la demagogia del bipartidismo que por décadas logro engañar a la mayoría del pueblo, ahora esa retorica sobre el voto como expresión máxima de la democracia también fue golpeada, en las concentraciones de la mayoría de las ciudades españolas se repetían la frase “No les votes que no nos representan”. Los resultados electorales muestran un significativo deterioro de la institucionalidad, del PSOE y el PP, la desconfianza en el “voto”, en definitiva, en el sistema político español.
Así lo expresan los resultados electorales que según el análisis de José Daniel Fierro (Rebelión) señala que “… Una de cada tres personas con derecho a voto no lo ha hecho (11,7 millones); lo votos nulos y los votos en blanco han experimentado un aumento y un nivel nunca alcanzado desde 1979 (973.518 votos), en la práctica este número de votos equivaldría a ser la cuarta fuerza política a nivel estatal… Pero más clarificador es aún comparar el número de votantes con los totales de la población. De este modo podemos decir que de cada 100 ciudadanos más de la mitad (54) no se han decantado por ningún partido político: unos (27) porque no han podido votar; otros (25) porque no han querido y 2 haciéndolo en blanco o nulo. Sólo 18 han votado por el PP, 13 por el PSOE, 3 por IU, 2 por CIU y ERC, etc. Como vemos esta "abrumadora mayoría" del PP con la que nos tratan de confundir no llega ni al 20% de la población (24% tomando únicamente a quienes tienen derecho a voto)”. Es decir sólo el 31% de la población española apoya al PP-PSOE.
Un hecho destacable son los resultados electorales del partido de izquierda Bildu, que logró recientemente su legalización alcanza una victoria importante se convierte en la primera fuerza en número de cargos electos.
No cabe duda que la movilización popular y los resultados de este proceso electoral muestran una situación nueva donde el silencio y la sumisión hoy gritan y se toman calles y plazas desafiando a un poder corrupto, cuestionando al poder político, abriendo la perspectiva de que ese movimiento se extienda y sincronice se unifique y organice, debata y establezca plataformas de acción democrática, de recuperación de derechos cercenados y la creación de nuevas opciones organizativas y políticas.