Resistencia iraquí


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Diario de la resistencia iraquí - Agosto de 2003

Resistencia iraquí
Contra la ocupación, soberanía para Iraq


Balance de la resistencia

Agosto ha sido un mes aciago para los ocupantes y las instancias internacionales e internas a ellos asociadas

1 de septiembre de 2003.
Nota Informativa CSCAweb (www.nodo50.org/csca)

Las acciones diarias de la resistencia iraquí les están costando a EEUU y Reino Unido vidas, dinero y desligitimación doméstica y en el propio Iraq, ello asociado, muy particularmente en el caso del gobierno Blair, al escándalo sobre las mentiras y la manipulación de los informes sobre el rearme iraquí. También desde agosto, las tropas británicas son objetivo de ataques mortíferos en el sur del país. Los atentados contra la embajada de Jordania y la sede central de Naciones Unidas en Bagdad, y contra el ayatollah al-Hakim en Nayaf afectan gravemente el proceso de legitimización de la ocupación en los ámbitos regional, internacional e interno. La Administración Bush reclama ahora al Consejo de Seguridad una mayor implicación económica y militar en Iraq sin renunciar a controlar el futuro del país, incrementado con ello el descrédito de Naciones Unidas.

El mes de agosto se cierra para EEUU y el Reino Unido con una situación crítica en Iraq. La razón: el afianzamiento de la resistencia a la ocupación. Las acciones de la resistencia iraquí les están costando a los ocupantes vidas humanas, dinero y desligitimación doméstica y dentro del propio Iraq. En las últimas semanas, coordinados o no sus grupos, las acciones de la resistencia combinan hostigamiento diario a las tropas de ocupación y sabotajes a infraestructuras estratégicas con atentados brutales contra objetivos especialmente significativos.

Las acciones militares contra las tropas de ocupación, si bien han podido disminuir en número (en ningún caso por debajo de una media diaria de una docena [1]), muestran claramente -como así lo reconoce el propio Pentágono- que los grupos de la resistencia iraquí tienen capacidad de adaptarse a las nuevas tácticas de los ocupantes y sostener una estrategia de hostigamiento diario pese a la represión, recurriendo ahora predominantemente a la colocación de explosivos que detonan por control remoto al paso de los convoyes militares o en instalaciones civiles y militares, el último, el sábado 30, sin que causara muertos, contra el cuartel principal de las tropas británicas en Basora.

El Comando Central de EEUU cifraba el 14 de agosto en 60 el número de militares estadounidenses muertos en acciones de combate desde el primero de mayo, fecha del fin formal de la guerra, proclamado por el presidente Bush a bordo del portaviones USS Lincoln; a día 1 de septiembre la cifra de muertos en combate es ya de 65, además de 11 británico y un danés [2]. También desde agosto, las tropas británicas comienzan a ser objetivo de ataques mortíferos en el sur del país, una zona ya fuera del denominado "Triángulo sunnita", en el centro del país. Los heridos, según ha denunciado la asociación estadounidense de familiares de militares enviados al Golfo "Familias de Militares Hablan Claro", son millares, no 827, como indica el Pentágono [3]. La tensión ocasionada por el hostigamiento de la resistencia incrementa la muerte de civiles iraquíes por parte de las tropas de ocupación, pero asimismo el número de muertes por suicidio y accidente entre los soldados, el último de ellos -informaba el Comando Central de EEUU el 31 de agosto- por accidente durante un operativo militar desarrollado el sábado en Abbarah, al norte de Bagdad.

Además, el tiempo de estancia de los militares estadounidense en Iraq se amplia. Según indicó en una entrevista concedida a la agencia Associated Press el 12 de agosto el máximo jefe miliar de las tropas de ocupación en Iraq, el teniente general Ricardo Sánchez, los soldados estadounidenses servirán por un período medio no inferior a un año, con descansos breves en países de la región y quizás un permiso de dos semanas en sus hogares al cabo de entre cinco y diez meses de permanencia en Iraq. En este momento hay 148.000 soldados estadounidenses en Iraq, muchos de los cuales esperaban poder regresar a EEUU en septiembre.

Ocupación, 'reconstrucción' y sabotajes

Además del goteo humano, el coste del operativo militar en Iraq está siendo mayor del previsto: el Pentágono gasta al mes en Iraq 3,9 mil millones de dólares, sin incluir el gasto por reposición de vehículos y equipamiento dañados o destruidos, y por consumo de munición en los combates mantenidos con la resistencia. El pasado 11 de agosto Dov Zakheim, máximo responsable presupuestario del Departamento de Defensa, informaba que la combinación de todos los costes ocasionados por la intervención y ocupación de Iraq entre enero y septiembre arrojará un volumen total de gastos de 58 mil millones de dólares, el equivale al presupuestado por el Congreso de EEUU para el desarrollo de la "Guerra contra el terrorismo" en todo el mundo y para la totalidad del año 2003 [4].

El 17 de agosto, el administrador civil de la ocupación Paul Bremer reconocía que las acciones de sabotaje de la resistencia están poniendo en peligro la reconstrucción de Iraq, una afirmación que si bien puede pretender justificar la impericia o negligencia de la Autoridad Provisional de la Coalición (nombre que recibe la administración de ocupación) para normalizar la situación en el país, en claro contraste con lo que sucedió al término de la Guerra del Golfo de 1991, sí resulta cierta al menos para un aspecto concreto: la producción y exportación de crudo, esencial en el proyecto estadounidense y británico. Pocos días antes, el viernes 15, un atentado había interrumpido el flujo de petróleo por el oleoducto del norte del país, el Kirkuk-Ceyhan (en la costa mediterránea de Turquía), apenas 48 horas después de su reapertura. La previsión era que a través de este oleoducto, el mayor de Iraq, pudieran bombearse 350.000 barriles diarios. Tras la ocupación y hasta el momento, todo el crudo iraquí está exportándose por el sur del país. Iraq produce hoy poco más de la tercera parte del petróleo que bombeaba antes de la invasión (un millón de barriles al día frente a los 2,8 de comienzos de año), y su comercialización se ve dificultada por los continuos actos de sabotaje de la resistencia.

El resultado directo de las acciones de la resistencia ha sido que en las últimas semanas la Administración Bush ha tenido que retornar al Consejo de Seguridad (CS) para pedir dinero y más soldados, si bien sin renunciar al control exclusivo de las finanzas del país y al mando militar. Un ejemplo de ello es la celebración de la denominada Conferencia de Donantes para Iraq, que se reunirá los próximos 23 y 24 de octubre casi con seguridad en Madrid, convocada formalmente por Naciones Unidas (NNUU), pero impulsada por EEUU ante la crítica situación que vive Iraq bajo su gestión. El dinero obtenido (inicialmente se pretenden recaudar cinco mil millones de dólares) será gestionado por la administración de ocupación bajo supervisión del Banco Mundial [5]. Bremer ha estimado entre 50 y 100 mil millones de dólares y tres años el dinero y el tiempo que costará reconstruir Iraq tras estos 13 años de guerra y sanciones [6].

Socavar la legitimidad de la ocupación

En agosto tres atentados contra objetivos de distinta significación han afectado aún más la pretensión de EEUU y Reino Unido (y países asociados a la ocupación) de estabilizar su presencia en Iraq y atar los cabos de su control futuro sobre el país. Se trata de los ataques contra la embajada jordana y la sede principal de NNUU en Bagdad, el hotel Canal, (respectivamente el 7 y el 19 de agosto) y el atentado mortal contra el ayatollah Mohammad Baqer al-Hakim en la ciudad de Nayaf (el 29). Estos tres atentados han tenido por objeto erosionar el proceso de legitimización de la ocupación en sus tres fuentes posibles: el regional o árabe, el internacional y el interno o iraquí, respectivamente.

En primer lugar, el atentado contra la embajada jordana en Bagdad supone una advertencia a los gobiernos árabes sobre la aceptación del cambio de régimen en Iraq y de las nuevas instituciones designadas por el administrador Bremer, en concreto el Consejo Gubernativo, integrado por 25 miembros designados por la Autoridad Provisional de la Coalición el pasado 13 de julio [7]. EEUU ha procurado sin éxito que la Liga Árabe reconociera al Consejo en su reunión de principios de agosto -lográndolo en cambio pocos días después en el CS (ver más abajo).

La estabilización de Iraq y la aceptación oficial árabe de la nueva situación regional es la base inexcusable para que EEUU pueda reactivar y llevar a término la negociación palestino-israelí (con su ya malogrado intento de "Hoja de ruta" [8]) y, más ampliamente, árabe-israelí, con la vista puesta en la definitiva normalización (inserción) política y económica de Israel en la región y el arranque del proyecto de Área de Libre Comercio EEUU-Oriente Medio [9]. El atentado contra la embajada en Bagdad de Jordania (el país más sumiso y comprometido con la lógica intervencionista de Washington) fue una clara advertencia de la resistencia a los regímenes árabes de dar por buena una situación que resta aún por ser estable o definitiva.

El atentado contra la sede de NNUU en Bagdad

En segundo lugar, el atentado contra la sede de NNUU (en el que murieron 23 personas, entre ellos el representante de NNUU en Iraq Sergio Vieira de Melo -quizás el objetivo directo del ataque), fue la contundente respuesta de la resistencia a un hecho incuestionable: el organismo internacional (o los países claves del CS antes opuestos a la guerra: Francia, Rusia, China y Alemania) se ha convertido en un instrumento más de la ocupación, de igual manera que lo pueden llegar a ser las ONG extranjeras que pugnan por instaurar un espacio entre los ocupantes y la denominada "sociedad civil" iraquí a costa del desmantelamiento del propio Estado iraquí y de sus servicios públicos.

La Administración Bush ha asociado a posteriori, tras la invasión, a NNUU en su acción ilegal, reclamando al organismo internacional la legitimación de la guerra y de la ocupación, finalmente formalizada en la resolución 1438 del CS de 22 de mayo [10]. Posteriormente, el CS (con la abstención de Siria) dio "la bienvenida al establecimiento del ampliamente representativo Consejo Gubernativo de Iraq [...], como un importante paso hacia la formación por el pueblo de Iraq de un gobierno internacionalmente reconocido y representativo de los diversos componentes de Iraq" (resolución 1500 del 14 de agosto) [11]. Tras el atentado, Denis Halliday, ex coordinador del programa de NNUU para Iraq, ha advertido de las graves consecuencias que esta "colaboración" entre EEUU y el organismo internacional en "legitimar la ocupación de Iraq" han de tener para el futuro de NNUU, al que ha calificado de actuar como "brazo de la Administración Bush, [como] una división de su Departamento de Estado" [12]. El perfil de un buen número de las víctimas del atentado (militares de diversas nacionalidades -el capitán de navío español Manuel José Martín-Oar- y miembros de organismos financieros internacionales) confirman que el hotel Canal se había convertido, al menos parcialmente, en una dependencia más de la Autoridad Provisional de la Coalición.

Por la lógica y las razones antes comentadas, la Administración Bush ha logrado asimismo la implicación de NNUU en aspectos auxiliares de la ocupación, en concreto la asistencia humanitaria a la población, mientras la administración de ocupación centra su preocupación en el control de los recursos energéticos del país y destina los fondos restantes del programa "Petróleo por alimentos" o los haberes iraquíes en el exterior para cubrir los créditos de las empresas estadounidenses contratadas por el Pentágono para la recuperación de la industria petrolífera [13]. Así, la resolución de reconocimiento del Consejo Gubernativo incluía además un mandato de un año para la denominada Misión de Asistencia para Iraq de NNUU (en inglés, UNAMI) que, integrada por 300 miembros, debía participar en tareas humanitarias, políticas y de reconstrucción del país. La convocatoria en Madrid de la Conferencia de Donantes es otro ejemplo de la voluntad de la Administración Bush de trasladar a la "comunidad internacional" el problema de la recuperación de los servicios básicos en el país, un factor de crispación y desencanto de sectores de la población que pudieran estar dispuestos a colaborar con los ocupantes en un principio. Por el contrario, EEUU rechazó incluir en esa resolución la propuesta de Francia de que todo el operativo internacional en Iraq (incluido el militar) recibiera un mandado expreso del CS de NNUU [14].

Como resultado del atentado contra el hotel Canal, NNUU ha reducido en un 90% su personal en Iraq y ONG internacionales como Oxfan han abandonado completamente el país [15].

El atentado contra el ayatollah al-Hakim

En tercer lugar, el brutal atentado con dos coches-bomba contra el ayatalloh al-Hakim del viernes 29 de agosto (que ha podido causar la muerte a entre 80 y 110 personas) tiene como objetivo demostrar la vulnerabilidad extrema de quienes pretenden establecer una interlocución formal con el ocupante que le permita a éste avanzar en el establecimiento de instituciones iraquíes que faciliten el tránsito no hacia una independencia y democratización reales de Iraq, sino a una segunda fase de tutela neocolonial, ya libre de la carga de la ocupación directa del país, como ocurriera en 1932 con el fin del Mandato británico. En este sentido, el atentado no lo ha sido solo contra el líder -por lo demás no exclusivo- de la comunidad mayoritaria del país, ni pretende provocar -como se ha procurado presentar- un enfrentamiento entre sunníes y shiíes (si bien va a tensar la relación entre estas comunidades), sino que lo ha sido contra todos aquéllos que han optado por colaborar con el ocupante, entrando a formar parte del Consejo Gubernativo, desde las formaciones kurdo-iraquíes UPK y PDK hasta los comunistas del PCI. Como ha señalado The Washington Post : "El ayatollah [al-Hakim] era visto en Washington como una voz pragmática y moderada que estaba trabajando en la sombra para facilitar el establecimiento de un gobierno provisional" [16].

La aparente imposibilidad de los ocupantes de proteger a sus interlocutores es un efecto añadido del atentado, en un momento en el que EEUU pretende ampliar y diversificar la participación militar de terceros países (ahí está ya el contingente "Plus Ultra" hispano-centroamericano) y, por otra parte, reconstruir los aparatos de seguridad iraquíes a fin de aliviar su actual presencia masiva en el país. Algún miembro del Consejo Gubernativo ya ha anunciado su salida del mismo en protesta por la desprotección que demuestra el atentado contra al-Hakim [17].

Pero el atentado es particularmente grave para EEUU y el Reino Unido: al-Hakim era el más importante interlocutor de las autoridades de ocupación en Iraq por ser la figura clave en el control de la mayoría shií. Ciertamente, pese a la vinculación de al-Hakim y de su organización -el Consejo Supremo de la Revolución Islámica en Iraq (CSRII)- con Irán, EEUU comprendió muy tempranamente que la invasión y la ocupación de Iraq debían contar con su aquiescencia e implicación, a fin de asegurarse el sometimiento de la comunidad shií del país, clave para el control del mismo. El CSRII, reticente al principio, finalmente participó en las reuniones preparatorias de la invasión de Iraq llevadas a cabo en EEUU en el verano de 2002 [18]. Antes y tras la invasión la Administración Bush dio preeminencia al CSRII frente a otras formaciones confesionales shiíes y opositoras no shiíes, otorgándole el estatuto de principal fuerza opositora iraquí en detrimento del CNI de Ahmad Chalabi y de las organizaciones kurdas de Talabani y Barzani, concretamente en el encuentro opositor de diciembre pasado de Londres.

A su retorno de su exilio de 22 años en Irán, crítico moderado con los estadounidenses y británicos, al-Hakim condenó las acciones de la resistencia y pidió a su comunidad "tolerancia" y "paciencia" con los ocupantes, tal y como EEUU y Reino Unido precisaban: la imagen de que la resistencia es solo sunnita y baasista es esencial para los fines propagandísticos de los ocupantes, si bien, como ya hemos comentado, en agosto las acciones de la resistencia afectan ya también a las tropas británicas en Basora, una ciudad que, como otras de mayoría shií del sur del país, no pudo ser tomada al asalto en las primeras semanas de la invasión por su resistencia. Finalmente, al parecer por intervención directa del fallecido representante de NNUU en Iraq Sergio Vieira de Melo [19], el administrador Bremer logró que el CSRII entrará en el Consejo Gubernativo, donde está representado por el hermano menor de al-Hakim, Abdel Aziz [20].

¿Una o varias resistencias?

Una miríada de grupos se reivindican de la resistencia, esencialmente asociados al baasismo y el anterior régimen, al nacionalismo árabe (en concreto, la llamada "oposición patriótica" [21]) y al islamismo [22]. Sin embargo, las características de las acciones diarias, a veces auténticos operativos militares en sentido estricto, el armamento y el número de combatientes parecen indicar que el grueso de la resistencia estaría sustentado por militantes del partido Ba'az, asociados o no a los aparatos militares y de seguridad del depuesto gobierno, no necesariamente vinculados a los máximos responsables del anterior régimen o a la familia de Sadam Husein, como la muerte de dos de sus hijos ha demostrado. Esta es la opinión predominante en el Pentágono, y significativo es que en los últimos operativos desarrollados contra la resistencia iraquí el objetivo hayan sido cuadros medios del partido Ba'az, no altos cargos [23]. Además de las informaciones sobre la posible traición de mandos militares de la Guardia Republicana, las consideraciones sobre la relativamente rápida caída de Bagdad confirmarían que contingentes de combatientes civiles y militares iraquíes se habrían replegado y disuelto (apenas hubo rendiciones masivas, como ha recordado recientemente el vicesecretario de Defensa Wolfowitz) ante la imposibilidad de contener el avance estadounidense en un enfrentamiento convencional en el que se habría empleado por parte de los invasores incluso napalm para desalojar los accesos a la ciudad sobre el Tigris [24].

Las características de los atentados de Bagdad contra la sede de NNUU y Nayaf parecen coincidir y se especula (tras la detención de algún ciudadano saudí) sobre una improbable colaboración entre sectores baasistas y combatientes islamistas extranjeros [25], cuya animadversión mutua durante décadas era, por lo demás, manifiesta. Pese a las especulaciones, no cabe imaginar que la red al-Qaeda u otros grupos islamistas sin presencia en Iraq previa a la invasión (el área del grupo al-Ansar está limitada a una zona del Kurdistán) hayan podido en pocos meses lograr el grado de operatividad que muestra la resistencia iraquí. Escasa credibilidad se otorga a las reivindicaciones por al menos dos grupos de la autoría del atentado contra el hotel Canal.

En cualquier caso, coordinados o no, llevados a cabo por un mismo sector de la resistencia o por varios, lo cierto es que, junto con el ataque a la embajada de Jordania, los tres atentados de agosto convergen admirablemente en la lógica de desbaratar las fuentes internas y externas que le podrían permitir a EEUU y a sus aliados legitimar y perpetuar su ocupación de Iraq: no se trata de crear el caos en el país, sino de hacer a los ocupantes inmanejable su continuidad en Iraq.


Notas:

1. Se desconoce en realidad la media diaria de ataques, que puede ser muy superior a la estimada. El Pentágono no informa sistemáticamente de los enfrentamientos con la resistencia iraquí, y las acciones que no comportan muertos entre los militares estadounidenses solo se conocen si testigos iraquíes o militares sobre el terreno dan cuenta de ellas a los medios de comunicación.
2. Según fuentes oficiales desde el inicio de la invasión de Iraq han muerto un total de 282 militares estadounidenses (144 de ellos desde el primero de mayo) y 49 británicos (Associated Press, 30 de agosto de 2003).
3. El Pentágono informa exclusivamente si hay bajas mortales entre sus tropas. De igual manera no informa de los fallecimientos de heridos una vez evacuados fuera de Iraq.
4. Associated Press, 11 de agosto de 2003.
5. Sobre la Conferencia de Donantes véase en CSCAweb:
EEUU intensifica la presión interna e internacional para afianzar su ocupación en Iraq
6. Associated Press, 17 de agosto de 2003. Véase en CSCAweb:
Diario de la resistencia iraquí - Agosto de 2003
7. Sobre el Consejo Gubernativo véase en CSCAweb:
EEUU intensifica la presión interna e internacional para afianzar su ocupación en Iraq
8. Sobre el previsible fracaso de la tregua palestina y la "Hoja de ruta", véase en CSCAweb:
Alto el fuego palestino: una tregua sin futuro
9. Véase en CSCAweb:
Bremer describe ante el 'Foro de Davos' reunido en Jordania el proyecto estadounidense de liberalización capitalista de la economía iraquí
10. Sobre la resolución 1483 véase en CSCAweb:
El Consejo de Seguridad 'legitima' la ocupación de Iraq y ratifica la administración colonial de EEUU sobre el país
11. "Security Council welcomes Iraqi Governing Council, sets up new UN misión", nota informativa de NNUU de 14 de agosto.
12. Entrevista con Neil MacKay en The Sunday Herald del 24 de agosto. Halliday dimitió de su cargo en 1998 en protesta por la prolongación de las sanciones a Iraq.
13. Véase la referencia en nota 5.
14. Associated Press, 14 de agosto de 2003.
15. The Observer, 31 de agosto de 2003.
16. The Washington Post, 30 de agosto de 2003.
17. Mohammed Bahr al-Uloum, teólogo también shií (Reuters, 31 de agoto de 2003).
18. Sobre el CSRII y su implicación en la invasión de Iraq, véase en CSCAweb:
La oposición iraquí en el exilio | La Administración Bush recibe a los dirigentes opositores iraquíes mientras fija en seis meses el plazo para la invasión de Iraq, que obligará a estacionar en el país 75.000 soldados durante un década | El reparto de poder en el futuro de Iraq tras la guerra divide de nuevo a los opositores iraquíes | EEUU y Gran Bretaña vuelven a convocar en Londres a una enfrentada oposición iraquí para diseñar el futuro de Iraq tras la guerra y ocupación del país
19. The Guardian, 30 de agosto de 2003.
20. Cosa que no han hecho lo seguidores del ayatollah Moqtada al-Sadr, sobre quienes caen también sospechas de estar tras el atentado contra al-Hakim.
21. La "oposición patriótica" incluye a grupos y personalidades del exilio iraquí contrarios a la intervención de EEUU contra Iraq. Algunos de estos sectores se han posicionado a favor de la resistencia armada y están procurando regresar a su país clandestinamente. Véase en CSCAweb:
La resistencia armada iraquí contra la ocupación cobra auge en el movimiento 'Resistencia y Liberación' | Documento político de la oposición patriótica iraquí tras su encuentro con la dirección iraquí el pasado noviembre | Entrevista con Abd al-Jabbar al-Kubaysi: La oposición patriota iraquí lista para regresar y defender el país de la agresión de EEUU
22. Véase en CSCAweb:
La resistencia armada iraquí contra la ocupación cobra auge en el movimiento 'Resistencia y Liberación'
23. El Pentágono iniciaba el 11 de agosto su sexta operación contra la resistencia iraquí desde el fin de la guerra, denominada Ivy Lightning ("Hidra luminosa"). El Comando Central de EEUU dio por concluida la anterior operación antiguerrillera (denominada Soda Mountain) el 18 de julio. News Release CJTF-7 Coalition Press Information Center, Nota Informativa 03-08-27.
24. The Observer, 31 de agosto de 2003.
25. Véase en CSCAweb:
David Pestieau entrevista a Mohamed Hassan: Las nuevas fuerzas de resistencia en Oriente Medio | Andrew Buncombe: EEUU admite que utilizó napalm durante la invasión de Iraq



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