El reparto de poder en el
futuro de Iraq tras la guerra divide de nuevo a los opositores
iraquíes
16 de diciembre de 2002
Nota informativa, CSCAweb. (www.nodo50.org/csca)
Respaldando unánimemente
la invasión y ocupación de Iraq por EEUU, los grupos
de oposición iraquíes mantienen su enfrentamiento
por el reparto del poder en un Iraq posiblemente dividido en
estados confesionales y étnicos y bajo la tutela estadounidense.
La inauguración de la conferencia de los grupos de
oposición iraquíes del 14 y 15 de diciembre en
Londres [1] ha estado marcada, nuevamente, por la discrepancia
en su participación en la guerra y la postguerra de Iraq.
Después de meses de preparación por parte de la
Administración estadounidense para que pudiera tener lugar
este encuentro, y habida cuenta de los enfrentamientos que han
caracterizado a las relaciones de los diversos grupos en el exilio,
los propios delegados señalaban al comienzo del encuentro
que no éste hubiera podido llevarse a cabo sin la presión
de EEUU [2]. Como señalaba The Washington Post,
en su edición del 15 de diciembre, "tras años
de feudos y alianzas rotas, los grupos del exilio siguen divididos.
Les ha llevado meses acordar la conferencia de varios cientos
de miembros de la oposición que comienza hoy, un proceso
marcado por los desacuerdos sobre qué hotel debería
albergar la reunión, qué declaración de
principios emitiría y quién compondría el
comité".
La organización de la conferencia, que ha estado supervisada
directamente por la Administración Bush y por el ministerio
de Asuntos Exteriores británico, ha contado con la presencia
formal en Londres desde hace varios días del emisario
de Washington, Zalmay Jalilzad, afgano de nacimiento y académico
especializado en asuntos políticos y militares de Oriente
Medio en Washington, quien declaraba ante los delegados iraquíes
"estoy aquí para asegurarme de que Uds. no fracasan"
[3]. Hasta el lunes, día 16, no se da por clausurada
la reunión que pretende nombrar a un comité de
50 miembros como único representante de la "oposición
unificada de Iraq".
Fractura interna
Ante el objetivo formal de que la conferencia sirva para crear
un frente unificado de opositores al gobierno de Iraq y la planificación
de un gobierno de transición, ha vuelto a ponerse de manifiesto
la fractura interna entre los principales frentes, que son, además,
quienes reciben el más fuerte apoyo financiero y político
de las distintas instancias oficiales de Washington el Congreso
Nacional Iraquí, por un lado, y el denominado "Grupo
de los Cuatro", integrado por las dos formaciones kurdo-iraquíes,
PDK y UPK, el Consejo Supremo de la Revolución Islámica
de Iraq (CSRII) y el Acuerdo Nacional Iraquí (ANI) [4].
Sin cuestionarse en ningún momento la guerra y la ocupación
de Iraq por EEUU, en sus intervenciones en la conferencia, buena
parte de los 330 delegados han solicitado a EEUU que deje el
futuro político de Iraq en manos de los iraquíes
[5]. Dos han sido los puntos centrales de las discusiones
que han vuelto a poner en evidencia los enfrentamientos internos
y las disputas por el reparto del poder para en el futuro de
Iraq. El primero, el cómo y cuándo debe establecerse
un gobierno de transición para Iraq, ha estado marcada
por la discusión acerca de las previsiones de la Administración
Bush de imponer, tras la invasión y ocupación de
Iraq, un gobierno militar estadounidense o un gobierno de transición
bajo supervisión del mando militar estadounidense, y en
este último caso, quién y cuando debería
formar parte de este gobierno de transición.
El frente del CNI, dirigido por Ahmad Chalabi, ha mantenido
la presión para que se forme un "equipo de transición"antes
de que se produzca la invasión de EEUU sobre el país
y de que se derroque al gobierno que dirige Sadam Husein. Una
vez que este hecho se haya producido, el CNI propone que dicho
equipo se traslade a Bagdad para constituirse como gobierno de
transición hasta que llegue el momento de constituir una
asamblea nacional y elecciones parlamentarias.
A diferencia del CNI el Grupo de los Cuatro mantiene que el
mencionado "equipo de transición" deberá
formarse una vez que el gobierno actual haya sido derrocado tras
la invasión y ocupación de EEUU y sus "aliados".
Esta diferencia se basa fundamentalmente -como ha resaltado el
representante del CNI, Chalabi- en los beneficios que puede suponer
para el Grupo de los Cuatro la utilización por parte del
ejército de EEUU del apoyo armado de grupos adeptos a
los partidos Kurdo-iraquíes y al CSRII asentados en Iraq
para obtener mejores posiciones cuando se produzca el vacío
de poder tras la caída del gobierno de Sadam Husein. Tratando
de presionar activamente entre los delegados de la conferencia,
el CNI ha argumentado que la formación previa de un equipo
de transición "evitaría un movimiento de EEUU
para imponer un gobierno de transición propio [de EEUU]"
[6].
Ante la extendida información de la dependencia financiera
de los principales grupos opositores en el exilio de EEUU y sus
vinculaciones con la CIA, el Pentágono y el Departamento
de Estado, tanto el Grupo de los Cuatro como el CNI han dedicado
buena parte de sus intervenciones a señalar su "oposición"
a la injerencia de EEUU en el futuro de Iraq. Así, Chalabi
señalaba que el establecimiento de una autoridad iraquí
"tan pronto como empiece la invasión no debe dejar
ningún vacío en la soberanía. No quiero
ningún gobierno extranjero, sea quien sea quien lo nombre"
[7]. Este mismo discurso era mantenido por su adversario
político, Hamid Bayati, representante en Londres del CSRII,
quien declaraba: "no a un gobierno militar estadounidense".
EEUU remodela sus planes
A pesar de ello, y frente a las disquisiciones y los enfrentamientos
internos sobre el futuro gobierno de transición iraquí,
el representante oficial de EEUU en la conferencia Zalmay Jalilzad,
señalaba que "estamos discutiendo si debe haber alguna
clase de papel legitimador iraquí, y no lo excluiríamos,
pero mantenemos aún la opinión de que es demasiado
pronto para discutir sobre un gobierno provisional" [8].
Ante la realidad de la división y la ausencia de una interlocución
unitaria de la oposición, los planes de EEUU para el futuro
inmediato de Iraq tras la guerra han debido ser remodelados pasando
a considerar exclusivamente la participación de ciertas
figuras políticas del exilio en la primera fase de la
ocupación militar tras la guerra y dotándolas de
un mero papel asistencial y legitimador de la invasión
y ocupación estadounidense.
El segundo punto de enfrentamiento tiene que ver con el futuro
de Iraq y el reparto de poder. Mientras el Grupo de los Cuatro
ha mantenido su posición de dividir Iraq en una federación
de estados con carácter étnico, el CNI, cuyos miembros
son suníes, se ha opuesto a una solución de este
tipo por considerar que fortalecerá tanto a los partidos
kurdos como al CSRII en detrimento de su propio grupo. Las previsiones
de que el Grupo de los Cuatro sean finalmente beneficiados por
su voluntad de hacer de Iraq una "federación de estados",
desplazando, con ello al CNI, cobran consistencia a medida que
los planes de división territorial, administrativa y política
de Iraq de EEUU se perfilan como la salida más probable
tras la guerra. En este sentido, es indicativa la buena acogida
que ha tenido en Washington el apoyo dado por el gobierno de
Irán al Grupo de los Cuatro, y muy particularmente al
CSRII, pues en la estrategia de la partición iraquí,
convergen tanto los intereses de Washington como los de Irán,
quien, de paso, y a expensas de Iraq, podría abrir con
esta maniobra, una vía de reinserción ante EEUU
que le exonere de su "satanización" como integrante
del "Eje del Mal". La activación del papel iraní
en las últimas semanas, y la creciente influencia del
Grupo de los Cuatro ante EEUU, dio lugar a un encuentro la pasada
semana en Teherán de los principales dirigentes del CNI,
Chalabi, del CSRII, Al Hakim, y el dirigente kurdo, Masud Barzani
[9].
El Grupo de los Cuatro es el más firme promotor de
una división de Iraq fundada en principios confesionales
(chiíes/suníes) y étnicos (kurdos/árabes)
que favorecerían, frente a la quiebra de la consolidada
unidad nacional y territorial del Estado de Iraq, el diseño
de tres mini-Estados (kurdo, al norte, chií, al sur y
suní en el centro del país) en los que los dos
primeros resultarían, bajo el control de EEUU, ampliamente
beneficiados por los recursos energéticos de los yacimientos
de petróleo ubicados en el norte y sur de Iraq, en detrimento
del tercero, de minoría suní y con menos recursos.
Notas:
1. Véase
en CSCAweb: EEUU
y Gran Bretaña vuelven a convocar en Londres a una enfrentada
oposición iraquí para diseñar el futuro
de Iraq tras la guerra y ocupación del país
2. The Washington Post, 15 de diciembre de 2002
3. Ibíd.
4. Véase en CSCAweb: La oposición iraquí
en el exilio
5. The New York Times, 15 de diciembre de 2002.
6. Ibíd.
7. The Washington Post, 15 de diciembre de 2002.
8. Ibíd.
9. The New York Times, 15 de diciembre de 2002.
|