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El Consejo de Seguridad 'legitima' la ocupación de Iraq y ratifica la administración colonial de EEUU sobre el país

23 de mayo de 2003. Nota informativa CSCAweb (www.nodo50.org/csca)

El 22 de mayo de 2003 pasará a la Historia como la fecha en que los grandes poderes de la comunidad internacional sancionaron su sumisión a la hegemonía global estadounidense y el retorno de Iraq a la era colonial. EEUU formaliza ante el CS que las relaciones internacionales se rigen por la ley de su fuerza militar en beneficio de su supremacía económica y estratégica como única superpotencia; por la subsidiaridad de las potencias medias a los intereses estadounidenses, por la marginación política e indefensión de los Estados más débiles, y por la exclusión de los pueblos en las decisiones políticas internacionales.

El 22 de mayo de 2003 pasará a la Historia como la fecha en que los grandes poderes de la comunidad internacional sancionaron su sumisión a la hegemonía global estadounidense y el retorno de Iraq a la era colonial. Mediante la aprobación de la resolución 1483, el Consejo de Seguridad (CS) de Naciones Unidas (NNUU) no solo ha legitimado la ocupación militar de Iraq por parte de EEUU -echando por tierra su oposición previa a la invasión ilegal anglo-estadounidense- sino que sus propios miembros han violado los principios fundamentales rectores de un ya finiquitado ordenamiento internacional basado en la defensa de la soberanía e independencia de las naciones, al ratificar la ocupación extranjera de un Estado miembro de NNUU tras una invasión ilegal.

Con ello, EEUU formaliza en el CS que las relaciones internacionales se rigen por la ley de su fuerza militar en beneficio de su supremacía económica y estratégica como única superpotencia; por la subsidiaridad de las potencias medias a los intereses estadounidenses, por la marginación política e indefensión de los Estados más débiles, y por la exclusión de los pueblos en las decisiones políticas internacionales.

El texto de la resolución 1483, cuyo borrador previo fue presentado al CS por EEUU con el apoyo de Gran Bretaña y España hace dos semanas [1] ha sido aprobado previa modificación parcial, por 14 votos a favor, 0 en contra y sin voto por parte de Siria, el único Estado árabe miembro no permanente del CS que, con su ausencia, ha pretendido boicotear el acto de aprobación de una resolución que legitima la ocupación extranjera de un país árabe [2].

De acuerdo con lo difundido sobre el contenido de la resolución (siete hojas que en el momento de redactar esta nota no se han hecho públicas en su totalidad), tres son las cuestiones básicas que establece la resolución: 1) el reconocimiento de la autoridad de EEUU sobre el futuro
político y económico iraquí "hasta que se instale un gobierno representativo y reconocido internacionalmente" en el país [3]; 2) el levantamiento de las sanciones a Iraq y, 3) la ampliación del papel de NNUU en la administración del país. Esta resolución será revisada por el CS tras un año desde su entrada en aplicación, es decir, desde hoy, 22 de mayo de 2003.

Legitimar la ocupación colonial de Iraq

Reconociendo que EEUU (y Gran Bretaña) detentan la autoridad para administrar el futuro de Iraq, el CS legitima no solo la ocupación militar del país y su invasión previa sino que acepta el nuevo marco de control colonial que EEUU ha establecido para Iraq. Con ello, EEUU obtiene el reconocimiento necesario no solo para intervenir en Iraq a su antojo sino, fundamentalmente, para obtener el respaldo legal ante las organizaciones internacionales políticas (las propias NNUU y todos sus organismos dependientes), económicas (Banco Mundial y FMI) , y militares (la OTAN) para solicitar su intervención en caso de que así lo requiera la planificación política, económica y/o militar de la administración del país bajo su control.

Ello ya es así por lo que respecta a las facetas económica y militar pues, no en vano, EEUU ya ha sondeado con anterioridad a la aprobación de esta resolución, la necesaria intervención del Banco Mundial y el FMI para que facilite los préstamos millonarios (hasta 150 mil millones de dólares requeridos al Banco Mundial) para iniciar la reconstrucción del país [4], así como la de la propia OTAN para asistir en las tareas de la ocupación militar prestando su apoyo con tropas y equipamientos y aliviar con ello el coste propio que supondrá mantener indefinidamente una fuerza de ocupación militar en un país de una gran extensión en población (28 millones de habitantes) y en territorio. La decisión adoptada ayer por del Consejo Atlántico de la Alianza, por la cual la OTAN asistirá a un Estado miembro, Polonia, en las tareas de control militar de la zona asignada a este país por el mando ocupante estadounidense en Iraq, abre la vía para una ya anunciada participación de la OTAN en la ocupación de Iraq [5], tal y como señalaron el secretario de la Alianza George Robertson y el embajador de EEUU en la OTAN, Nicholas Burns tras la reunión de ayer en Bruselas [6].

¿Fin de las sanciones contra Iraq?

Otra de las cuestiones centrales de la resolución es el establecimiento del fin del embargo. La aprobación por parte del CS del levantamiento del régimen de sanciones aplicado contra Iraq desde 1990 es la respuesta a la exigencia previa lanzada por la Administración Bush como medida imprescindible para poder operar directamente en el control económico del país, hasta ahora competencia exclusiva del CS. El levantamiento del embargo, en el contexto de la ocupación militar y administrativa estadounidense sobre Iraq, resulta condición imprescindible para la Administración Bush pues solo así se podrá poner en marcha el proceso de la denominada reconstrucción iraquí que pasa, prioritariamente, por reactivar el sistema de producción de crudo y su comercialización en el mercado internacional fuera de los mecanismos de control que ahora establece el régimen de sanciones, así como por la liberalización de los fondos económicos gestionados hasta ahora por el CS en el marco del programa "petróleo por alimentos" y que ascienden a más de 30 mil millones de dólares[7].

La supresión de las sanciones permitirá a la Administración militar estadounidense gestionar la reactivación de la industria y comercialización del petróleo iraquí cuyos beneficios se ingresarán en un denominado Fondo de Desarrollo para Iraq que, administrado directamente por EEUU, estará supervisado por un Consejo Internacional Asesor en el que intervendrán los organismos económicos internacionales como el Banco Mundial y FMI [8].

Mantenimiento de la 'deuda de guerra'

A pesar de aprobar el levantamiento del embargo, la resolución 1.483 establece el mantenimiento del pago de la "deuda de guerra" al que se condenó a Iraq en el marco de las sanciones impuestas tras la Guerra del Golfo de 1991 y, para ello, se destinará un 5% de los ingresos totales de la comercialización del crudo en el mercado internacional. Dicha cantidad se ingresará en el ya existente Fondo de Compensaciones dependiente de la Comisión de Sanciones del CS de NNUU para pagar la deuda pendiente por parte de Iraq [9].

Las estimaciones del monto que Iraq adeuda por tal concepto (establecido por el CS tras la Guerra de 1991) a Estados, empresas e individuos asciende a más de 31 mil millones de dólares, habiendo pagado ya el Estado iraquí cerca de 17 mil millones de dólares desde 1994 extraídos por el CS de los activos iraquíes congelados en cuentas bancarias internacionales y, desde 1996, con cargo a la cuenta del Programa "petróleo por alimentos", del que el CS ha seguido destinando hasta hoy al pago por "deuda de guerra" -y a pesar de la crisis humanitaria que sufría Iraq como consecuencia del embargo- primero un 30% y después el 25% de los ingresos por venta de petróleo [10]. Paralelamente, la resolución establece que tal levantamiento no será aplicable para la venta de armas a Iraq.

La deuda externa y el 'Club de París'

En lo relacionado con la deuda externa de Iraq -contraída por el Estado iraquí por efecto de pagos y créditos comerciales no solo en la última década de sanciones sino anteriormente- EEUU ha establecido que deberán aprovecharse los mecanismos que ofrecen instancias como el Club de París para que los acreedores de Iraq alcancen acuerdos sobre la resolución de la deuda [11]. El Club de París (1956) reúne a un selecto grupo de gobiernos de los Estados más industrializados del mundo para establecer coordinadamente las soluciones que deben imponerse a los países pobres endeudados a fin de que satisfagan el pago de sus deudas externas (normalmente contraídas con sus propios socios) mediante términos muy restrictivos orientados a reestructurar sus deudas y prolongar indefinidamente su endeudamiento y dependencia. En su sesión del 24 de abril de 2003, el Club de París revisó la cuestión de la deuda de Iraq ante la inminente aprobación de la resolución 1483 del CS y de acuerdo con las indicaciones dadas por el FMI para abordar la financiación de la deuda iraquí [12].

Según las cifras del Center for Strategic and International Studies la deuda externa acumulada de Iraq (excluida la denominada "deuda de guerra") supera los 231 mil millones de dólares [13].

El programa "petróleo por alimentos"

Si bien la resolución establece una prolongación de seis meses del programa "petróleo por alimentos", el mismo texto obliga al secretario de NNUU, Kofi Annan, a transferir inmediatamente mil millones de dólares a un fondo controlado por la Administración militar estadounidense [14]. Con ello, el CS responde ante la exigencia de EEUU de librar parte de los fondos de dicho programa para la reconstrucción del país y ponerlos bajo la administración de su Oficina para la Asistencia y la Reconstrucción de Iraq.

El resto de los fondos se destinarán, según aprueba la resolución, a satisfacer el pago de los contratos firmados por terceros países con Iraq en el marco de dicho programa "petróleo por alimentos" y relativos exclusivamente a bienes humanitarios [15] y en el periodo de extensión de seis meses que acuerda la resolución. Entre los países a quienes beneficia este punto, destaca Rusia, con más de 4 mil millones de dólares en contratos pendientes de este tipo.

Los contratos relacionados con otros sectores asociados a las infraestructuras civiles (particularmente construcción y gaseoductos) que Rusia y Francia habían cerrado con el gobierno iraquí (hasta marzo de 2003 alcanzaban los mil quinientos millones de dólares para Rusia y, los 300 millones de dólares para Francia [16]) dejarán de ser operativos habiendo decretado EEUU que serán las empresas estadounidenses las que gozarán de los contratos relacionados con la reconstrucción de Iraq y algunas de los países que apoyaron la invasión y ocupación las que podrán optar a subcontratas de la Oficina para la Reconstrucción y la Asistencia de Iraq y de las propias empresas estadounidenses.

El papel de NNUU: una concesión menor

Las enmiendas presentadas al borrador original conceden, entre otras, el mandato al Secretario General de NNUU para que designe a un "alto representante especial" cuyas funciones serán la supervisión de las labores de asistencia humanitaria y reconstrucción de Iraq y su participación en el establecimiento de un nuevo gobierno y nuevas instituciones iraquíes. Igualmente, el alto representante de NNUU coordinará, junto a los administradores de facto de Iraq -es decir, EEUU- la reconstrucción de una capacidad administrativa, judicial y de policía civil en el país, además de "promover el retorno de los refugiados" [sic] y los derechos humanos [17]. La Administración Bush, a través de su secretario de Estado Powell ya ha recomendado a Kofi Annan que la designación recaiga en el brasileño Sergio Vieira de Mello, alto comisionado de NNUU para los Derechos Humanos y supervisor de la transición en Timor Oriental [18].

Con ello, el CS da por satisfechas sus reclamaciones de ampliar la limitada intervención de NNUU en el futuro de Iraq cuyo papel se sigue designando en el texto aprobado como vital. La extensión formal del papel de NNUU representa la menor de las concesiones que la Administración Bush se ha permitido hacer en el contexto de las negociaciones que durante los últimos diez días se han mantenido entre los representantes oficiales de Washington y los de los países miembros del CS. De hecho, lo que realmente ha permitido la aprobación de este texto, y con él la legitimación de la ocupación de Iraq, han sido los limitados beneficios económicos que EEUU ha ofrecido a los gobiernos de Francia, Alemania y Rusia a cambio de su voto favorable.

La hipocresía de Francia, Alemania y Rusia

En efecto, a fin de obtener el respaldo de los países del CS más negativamente afectados por esta resolución -pues les excluye de un reparto del botín de guerra iraquí al legitimar la ocupación de Iraq y la determinación de EEUU de recomponer el país en función de sus exclusivos intereses políticos, económicos y militares- la Administración Bush emprendió desde hace dos semanas ante Francia, Rusia y Alemania el mecanismo de la presión política y económica para obtener de ellos un voto favorable a la resolución.

Cínicamente presentadas ante la opinión pública internacional como discusiones para determinar el papel de NNUU en el futuro de la administración de Iraq, las negociaciones y presiones -siempre bilaterales entre los tres gobiernos francés, ruso y alemán, y EEUU- han demostrado que, lejos de ser prioritario el papel meramente formal que ocupe NNUU en el futuro iraquí, lo verdaderamente trascendental ha sido la defensa de los intereses económicos de cada uno de estos tres países (que a su vez representan, esencialmente, los de las empresas estatales o privatizadas que mantenían vínculos comerciales con Iraq antes de la invasión), así como lo relativo al pago de la deuda externa que el Estado de Iraq tiene contraída con terceros Estados y que recae, mayoritariamente, en estos tres países. Por ello, como si de una transacción comercial se tratara, a cambio de que EEUU haya concedido la garantía de mantener parte de los contratos que estos países tenían comprometidos con el derrocado gobierno de Iraq, y remitiendo la resolución a la intervención del Club de París para garantizar el pago de la deuda externa, Francia, Alemania y Rusia se han dado por satisfechos -a sabiendas de que poco más podrían obtener de una Administración que está determinada a hacerles pagar cara su falta de alineamiento en la invasión de Iraq- y han votado favorablemente la resolución.

Vale la pena reflexionar ahora sobre el sentido coyuntural que tuvo hace tan solo tres meses la hipócrita defensa de los gobiernos de Chirac, Schroeder y Putin de la legalidad internacional que ellos mismos han pervertido y profanado junto a EEUU y sus aliados en detrimento del Estado y el pueblo de Iraq y de la verdadera comunidad internacional.


Notas:

1. Véase en CSCAweb: EEUU persigue la 'legitimación' del Consejo de Seguridad a su administración colonial de Iraq mientras Israel ultima su intervención directa en este país
2. The Washington Post, 22 de mayo de 2003.
3. Ibíd.
4. Véase en CSCAweb:
Reunión en Nasiriya: el primer acto de la pantomima democratizadora de Iraq
5. Véase en CSCAweb:
'Legitimar' la guerra contra Iraq: EEUU, el Consejo de Seguridad y la OTAN
6. La Vanguardia, edición electrónica, 22 de mayo de 2003.
7. Véase en CSCAweb:
La indecencia de la "ayuda humanitaria"
8. La Vanguardia, edición electrónica, 22 de mayo de 2003.
9. Ibíd.
10.
www.unog.ch/uncc/claims
11. The New York Times, 22 de mayo de 2003.
12.
www.clubdeparis.org...
13. Según el Center for Strategic and International Studies (CSIS), el total de la deuda de Iraq incluye 127.000 millones de dólares de los cuales 47.000 millones se acumulan en concepto de intereses (basados en las cifras del Banco Mundial de 2001). La estimación del CSIS sobre la deuda de guerra de Iraq asciende a otros 199.000 millones de dólares y a 57.000 millones en contratos pendientes firmados entre el Estado iraquí y compañías extranjeras y gobiernos. La carga financiera global de Iraq, según los datos del CSIS alcanza a los 383.000 millones de dólares. Sobre las recomendaciones de los asesores económicos de la Administración Bush al respecto de cómo gestionar la deuda externa de Iraq, véase: Nile Gardiner y Marc Miles: "Executive Memorandum", n. 871, Heritage Foundation, April, 2003.
www.heritage.org
14. The Washington Post, 22 de mayo de 2003.
15. The New York Yimes, 22 de mayo de 2003.
16.- The New York Times, 7 de abril de 2003. Véase en CSCAweb: http://lilith.nodo50.org/csca/agenda2003/con_iraq/nota_9-05-03.html.
17. La Vanguardia, edición electrónica, 22 de mayo de 2003.
18. The Washington Post, 22 de mayo de 2003.



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