En defensa de los pendones leoneses
El Partido Popular, gracias a su mayoritaria representación política en las Cortes autonómicas, acaba de rechazar la tramitación del reconocimiento como Bien de Interés Cultural (BIC) de los pendones concejiles leoneses. El encargado de defender, en la Comisión de Cultura, la injustificable postura del PP, fue precisamente el leonés Emilio Redondo, alcalde de Sahagún. Mientras tanto, el propio PP ha defendido a capa y espada la solicitud de la tauromaquia (que ellos llaman «fiesta nacional») como BIC.
Si el PP rechaza el reconocimiento de los pendones concejiles (ya por segunda vez) o de la lucha leonesa, es porque tiene alergia a la evocación de los pueblos y sus manifestaciones culturales ancestrales, ya que su postura política se corresponde con la visión histórica del nacionalismo centralista español que, para afirmar su «nación española», necesita negar los pueblos del Estado Español.
No es la primera vez que en el País Llionés sufrimos estas prácticas colonizadoras, que para nada son un mero capricho, como el cambio de denominación de la raza canina Mastín Leonés por Mastín Español o los cambios de colores en las bandas municipales, ahora disfrazados de rojo y gualda.
Al margen de esta base españolista de los de la «una y no cincuenta y una» y de la «unidad de destino en lo universal» (aunque curiosamente pretendan disfrazarse de «no nacionalistas»), el Partido Popular es el soporte político que está detrás de las marcas fraudulentas «Tierras de Sabor» y «Queso Castellano», el mismo que durante todos estos años en el gobierno de la Junta de Castilla y León se ha caracterizado por ningunear, despreciar y silenciar todo lo leonés, intentando asimilarlo a lo castellano, y cuyo último y vergonzoso episodio lo acabamos de tener con la negación de subvención a la Casa de León en Madrid.
Además, el PP se viene caracterizando por ser la correa de transmisión de las privatizaciones, recortes laborales y sociales, y una actuación decisiva en el desmantelamiento del medio rural leonés con la supresión de servicios indispensables para la población, e incluso sus propios y seculares Concejos. La verdadera imagen del Partido Popular de Castilla y León, durante estas últimas décadas, es la de caciques como Isabel Carrasco, Julián Lanzarote, León de la Riva o Tomás Villanueva.
Por todo ello, desde AGORA País Llionés, queremos denunciar públicamente esta situación y mostrar nuestro rechazo a dicho partido nacionalista español, y a sus numerosas prácticas y decisiones antileonesas.