NO AL ENCARECIMIENTO DE LA VIDA

¡El pueblo trabajador leonés dice no!

La subida de precios es vertiginosa y no parece que vaya a solucionarse a corto plazo. La situación en la que se encuentra la economía mundial es un callejón sin salida de crisis perpetua, cada día está mas débil pero a la par es mas peligrosa, donde siempre ganan los mismos y sufrimos las de siempre.

Actualmente vivimos «records históricos» en las subidas de precios de alimentos, combustibles o luz. El coronavirus y la guerra lo que han hecho ha sido acelerar los efectos de la crisis en la que estábamos inmersas, que suba el gas por ejemplo no es solo culpa de Putin y su ataque imperialista, sino de la guerra por recursos y geopolítica de las diferentes facciones capitalistas: Rusia, Europa, OTAN, EEUU. La guerra en Ucrania o la crisis económica agravada por el coronavirus, son una consecuencia mas del funcionamiento del sistema capitalista en el que los beneficios están por encima de la vida misma del pueblo.

Para hacernos una pequeña idea, los beneficios de empresas como Iberdrola en un año como 2021 donde se caracterizó por una «paralización económica» ascendieron a 3900 millones de euros o 2499 de Repsol. ¿Crisis para quien?

En estos momentos, los ricos quieren seguir obteniendo su tasa de beneficios cada vez mayor y siempre a costa nuestro; ya sea a través de la precarización del mercado laboral por medio de ERTEs, abaratamiento del despido, flexibilidad de la contratación, de la destrucción de ahorros, de la subida de precios de bienes necesarios como alimentos, luz y gas, o de la privatización y recorte de servicios públicos como la sanidad y educación, muestra de ello son la última reforma educativa que abre las puertas de la universidad pública a empresas o el cierre de consultorios médicos y especialidades en ambulatorios.

No importa quien esté en el gobierno, ahora mismo con el PSOE y PODEMOS estamos comprobando que sus reformas van encaminandas a mantener los beneficios del sector privado intactos, blanqueando la dictadura económica que sufrimos, mostrando su incapacidad y falta de voluntad para intervenir la economía en favor de los intereses del pueblo trabajador.

En definitiva, las crisis capitalistas son el momento idóneo para que el poder económico siga revalidando su dominación, ayudado siempre por el estado y sus instituciones a través de ayudas económicas, reformas y represión a la protesta.

Mientras, el debate público orquestado por los medios de comunicación se situa en si el estado recauda mucho por medio de impuestos, de si es necesario hacer esa supuesta «transición energética» y que se traduzca en un expolio total a territorios como el leonés o si es positivo para el mercado inmobiliario el limitar timidamente durante unos meses los precios máximos del alquiler. Debemos confrontar toda esta hipocresía, ya que no se pone nunca en el centro las cuestiones estructurales del capitalismo.

Esta subida de precios lo único que hace es acelerar el proceso de empobrecimiento total, donde trabajar ni siquiera ya no nos asegura poder hacer frente al coste de llenar el depósito de gasolina para ir a trabajar, pagar la factura de la luz, o llenar el carro de la compra. Este encarecimiento de la vida para cada vez mayor parte del pueblo es inasumible.

Por eso el pueblo trabajador: desempleados/as, jubiladas/os, trabajadores/as, jovenes…debemos organizarnos y movilizarnos ante esta barbarie. Esta tarea es compleja por la normalización de la represión, de la supuesta paz social, de la situación sanitaria producida por la pandemia y por la negación sistemática de nuestros derechos civiles y políticos, pero es mas necesaria que nunca recuperarla.

En un territorio como el País Leonés es aún mas grave debido a la posición periférica, falta de poder político soberano, expolio de recursos, despoblación, envejecimiento o falta de cohesión territorial. Por ello, el pueblo trabajador leonés debemos aunar la lucha por la soberanía del País Leonés y la lucha contra el capital y sus representantes, para forjar un poder político e instituciones populares que estén al servicio de los intereses del pueblo, y poner nuestro granito de arena en la lucha internacional por la transformación social, por la paz entre pueblos y la superación del capital.