Ante la huida consentida del ‘emérito’

El Estado español vive una crisis sanitaria, económica, territorial, política e institucional. Desde que en 2008 estalló la burbuja financiera mundial el proyecto estatal de las clases dominantes está tocado, siendo el descrédito de la Monarquía uno de los síntomas más visibles para un número creciente de capas de la población.

Los defensores del Régimen del 78 lo saben muy bien pero, en lugar de avanzar hacia un proceso constituyente, perseveran en sus intentos de lavado de cara de la jefatura del Estado, pretendiendo así perpetuar la anacrónica Monarquía, ahora bajo una apariencia de novedad y modernidad tras el nombramiento de un nuevo Borbón, Felipe VI. Así, las oligarquías y los partidos del Régimen, y no solo los del bipartidismo, utilizaron su maquinaria propagandística para ensalzar la figura del nuevo monarca, ‘el preparado’, como si se tratase de una especie de ser superior por encima del bien y del mal que velaba por el bienestar general, y no un individuo cuya elección ha sido a dedo y respondiendo meramente a la consanguinidad.

Toda esta estrategia ha saltado recientemente por los aires gracias a investigaciones de la fiscalía suiza, lo que ha permitido conocer gran parte de los entramados corruptos de Juan Carlos, el ‘rey emérito’, muchos de los cuales han acabado salpicando a su hijo y heredero. Pocas dudas caben de que bajo el capitalismo español no les veremos rendir cuentas en un juicio, ni se recuperarán los impuestos impagados derivados de los ingresos procedentes de los presuntos delitos que ahora se le atribuyen. Por lo tanto, a lo que se enfrentan los diferentes pueblos trabajadores del Estado español ya no es solo a una institución anacrónica, sino a una familia corrupta que goza de privilegios judiciales, por una lectura de la Constitución contraria a cualquier principio del Derecho que implique que ‘somos iguales ante la ley’.

Frente a esto, el conjunto de leonesas y leoneses no podemos seguir aceptando este vasallaje, por lo que en AGORA País Llionés rechazamos su pretendida legitimidad y por ende proclamamos bien alto nuestro rechazo a su Monarquía, a sus corruptelas, a sus lavados de imagen y a sus chanchullos.

Porque queremos un País Llionés libre y democrático, organizado económica, territorial y políticamente desde y para el Pueblo, por ello, ante su corrupción y privilegios, apostamos por nuestros valores comunitarios y de solidaridad, representados hoy en día en nuestras instituciones de base comunal y concejil.

¡PUXA LA REPÚBLICA SOCIALISTA, FEMINISTA, ECOLOXISTA Y LLIONESA!