Ante las movilizaciones del 16F

Quince meses después, los sindicatos UGT y CCOO vuelven a convocar a la ciudadanía leonesa a una nueva movilización provincializada, esta vez con manifestaciones simultáneas en las localidades de Villablino, Ponferrada y León. Y lo hacen con los mismos motivos y el mismo análisis de noviembre del 2018: la provincia norteña muestra un presente tan negro como el carbón que en ella se extraía, con unos indicadores sociales y económicos desalentadores, los cuales apuntan a que, al igual que el resto del País Leonés, en las próximas décadas ocurra una debacle social de un grado considerable.

La movilización que se va a producir este domingo 16 de febrero viene marcada por la inanición y la falta de iniciativas para dinamizar nuestro territorio. No es solo una llamada de atención ante el abandono producido durante décadas por parte de las instituciones estatales y autonómicas, sino que supone la exigencia inequívoca de soluciones, y con celeridad. Los datos económicos no son nada halagüeños, con una larga lista de casos de cierres de empresas, como Antibióticos, Everest, Vestas, etc.; la liquidación completa del sector de la minería; y la desatención de un sector primario que agoniza ante unos precios de venta que nunca suben mientras soportan unos costes cada vez mayores. Esta constante pérdida de peso económico tiene su reflejo en la parte social y política. Así, al inicio de la mal llamada “Transición”, la provincia de León aportaba 6 representantes al Congreso de los Diputados, siendo este el órgano de representación más importante del Estado, mientras que en la actualidad solo cuenta con 4 debido a su elevada pérdida de peso demográfico.

Pero esta tendencia tiene una dimensión más global. Los males de la provincia de León no son únicos, sino que muchos son compartidos con su nuestro entorno más cercano, especialmente con el resto de territorios del País Leonés. Sin embargo, no podemos olvidarnos del nefasto devenir que está teniendo el Pueblo Leonés dentro de la Autonomía de Castilla y León. Desde su creación en 1983, nuestra tierra leonesa ha perdido 151.402 habitantes, concentrando casi el 82% de la despoblación de la autonomía durante este periodo, siendo precisamente León (-63.000), Zamora (-52.000) y Salamanca (-33.000) las provincias que más habitantes han perdido en la Comunidad Autónoma, lo que significa que 2 de cada 3 personas que han emigrado, lo hicieron del País Leonés. También destacan los últimos datos del desempleo, donde las ciudades de más de 40.000 habitantes con mayor tasa de paro son, en este orden, Ponferrada, Salamanca, Zamora y León. Asimismo, se ha dado un aumento de la diferencia de renta per cápita entre leoneses y los castellanos de la autonomía. Así, si en 1995 los leoneses ya teníamos 2.300 €/año menos de renta per cápita que los castellanos, en la actualidad dicha diferencia se ha disparado a los 4.000 €, lo que supone que la brecha entre el País Leonés y Castilla en este aspecto ha aumentado en un 72%.

Podríamos alargarnos mucho en este mensaje relatando nuestra decadencia en múltiples aspectos culturales, económicos y sociales, pero en el momento que estamos, toca actuar, movilizarse y exigir un cambio de dinámica. Tenemos que poner en la agenda de la provincia leonesa y del País Leonés en general, unos planes de futuro y dinamización que logren impulsar un desarrollo económico que permita cortar la sangría poblacional y esbozar un futuro para esta tierra. Pero esto, hablando claro, no se va a lograr si no se producen cambios estructurales en nuestro territorio, principalmente combatiendo la falta de soberanía, es decir, logrando un mínimo autogobierno que nos permita marcar nuestras prioridades y diseñar nuestro futuro. Esto, dentro de los actuales mecanismos del Estado español, pasa únicamente por contar con una Comunidad Autónoma diferenciada, donde no haya otros territorios dirigiendo los recursos comunes hacia unas situaciones que poco tienen que ver con nuestras necesidades, como lleva ocurriendo en los 35 años dentro de Castilla y León. Necesitamos la autonomía del País Leonés para intentar manejar nuestros recursos y exigir la tan cacareada solidaridad interterritorial, orientando las inversiones hacia el desarrollo de las provincias de Salamanca, Zamora y León.

Por todo ello, AGORA País Llionés saldrá manifestarse este 16 de febrero, esperando que toda la población leonesa se contagie de un espíritu de lucha que nos pueda llevar al objetivo de la soberanía, base necesaria de un cambio social que permita un futuro para nuestro pueblo.

¡LUCHEMOS POR EL FUTURO DE NUESTRA TIERRA LEONESA!

¡LUCHEMOS POR EL PAÍS LEONÉS!