Edición 1987, licencia
No. 002357 del Ministerio de Gobierno.
Quincena del 22 de julio al 4 de agosto de 1998.
SUMARIO
Resumen VOZ 15 DÍAS
Editorial: Maguncia y la Convención
Nacional
(por Jaime Caycedo Turriago)
Enfoque: Aportes para una visión
de conjunto
(por Alvaro Vásques del Real)
Mirador: El caso Marey
(por Carlos A. Lozano Guillén)
Informe técnico de la crisis hospitalaria:
La mercantilización de la salud
Ante el Gobierno de Pastrana.
Resistencia al ajuste económico, acción
por la paz y por un cambio democrático y social
El encuentro de las FARC con el Presidente electo.
Vital e histórico
Encuentro de Maguncia
Un paso importante hacia la negociación
BREVES
Tercer Congreso de la Mujer Trabajadora del
3 al 6 de agosto.
Empujando el vagón del género
Del 30 de julio al 1 de agosto. Ahora, Subdirectiva
CUT en Bogotá y Cundinamarca
En España.
Crece solidaridad con Colombia
¿Cuánto puede resistir un pueblo
la masa de desplazados?
Recrudece la guera contra la USO y el pueblo
de Barrancabermeja.
El reino de la impunidad
Recomendaciones peligrosas: 14%
Salarios de miedo
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Informe técnico de la crisis hospitalaria
La mercantilización de la $alud
La asignación de los recursos públicos
a salud no tuvo incremento entre 1.980 y 1.990. La autofinanciación
hospitalaria dificulta satisfacer la demanda de salud en los sectores pobres
y es el principal cuello de botella. La seguridad social es un bien irrenunciable
para toda la sociedad.
Es posible que ningún acto legislativo en la historia
del país haya generado un impacto tan importante sobre el sector
de la salud pública como lo previsto en la Ley 100 de 1.993, que
crea el sistema de seguridad social integral. En relación con los
hospitales, los principales cambios introducidos lo fueron a la ley y sus
decretos reglamentarios, especialmente el Decreto 1876 de 1.994.
Se precisó que las instituciones que presten servicios
de salud en el territorio nacional, se denominarán Instituciones
Presta-doras de Servicios de Salud (IPS) y podrán ser tanto privadas
como públicas.
A las IPS que cumplan con los requisitos establecidos
por el gobierno nacional, competen las funciones de prestar servicios de
salud a las personas que lo requieran en el marco de las disposiciones
legales. Sin perjuicio de las competencias del ministerio público
y el gobierno nacional, las IPS privadas se regirán por sus propios
estatutos y estarán bajo la vigilancia y el control de la Dirección
Territorial de Salud correspondiente y de la Superintendencia de Salud.
Las IPS deberán constituírse en empresas sociales del Estado
(ESE), con personería jurídica, autonomía administrativa
y patrimonio propio.
Dado que las demandas sociales relacionadas con la salud
convergen en un gran número de casos a Instituciones Prestadoras
de Servicios de Salud, por lo tanto, la gestión del Sistema de Seguridad
Social en salud debe orientarse a producir cambios profundos en la concepción
de la salud y su atención y ajustarse a nuevas disposiciones legales.
El anterior sistema: énfasis en la oferta
Las características más importantes del
sector hospitalario, en los últimos 25 años han sido prestar
servicios de salud que respondan a las condiciones de salud de la población;
por ello, definir el perfil de la demanda constituye un requisito básico
de cualquier sistema de prestación de servicios.
A lo largo de los últimos 25 años, los
hospitales del Sistema Nacional de Salud tanto públicos (adscritos),
como privados (vinculados) asumieron un papel prota-gónico en el
sector y procuraron dar respuesta mediante un patrón de servicios
cuya definición reflejaba con frecuencia más la propia estructura
de la oferta que los perfiles epide-miológicos de la región
o la localidad.
Lo anterior significa que los hospitales han programado
y prestado sus servicios a la población pobre más sobre la
base de una presunción técnica que sobre la definición
objetiva de un perfil de la demanda, pues éste se establecía,
con base en la estructura de la oferta. Por otra parte,la demanda de urgencias,
en un país donde las lesiones personales y los accidentes constituyen
uno de los problemas prioritarios de salud, copaba la capacidad de respuesta
de los servicios y les impedía programar la oferta.
La programación de los servicios se realizaba
con un criterio territorial, para una población asignada al hospital.
No obstante, la inaccesibilidad de amplios sectores de la población
a los servicios de salud y el funcionamiento deficiente de las redes de
referencia y contrarreferencia, constituyeron una característica
del sistema.
La mayoría de los servicios se ofrecían
a la población, sin que el hospital o el sistema se preocuparan
mucho por recuperar los gastos. Los usuarios atendidos cubrían los
costos del servicio en la medida en que lo definía una clasificación
socioeconómica rudimentaria que aplicaba la institución,
con base en tarifas cuyo monto no se basaba en los servicios de salud de
los Departamentos.
El actual sistema: contribución y “subsidio”
Con la Constitución de 1.991 se define sustancialmente
todo lo que tiene que ver con los derechos del individuo. En relación
con la seguridad social se considera que es un bien irrenunciable para
toda la sociedad y que la salud es un servicio público que debe
ser garantizado por el Estado.
El Sistema de Seguridad Social debe garantizar la atención
a la población asegurada afiliada al régimen contributivo
y a la población más pobre “subsidiada”.Existe una población
“vinculada” incapaz de cotizar para el sistema y excluída del SISBEN,
que constituye una franja muy importante de personas sin protección,
configurándose como una de las más vulnerables durante el
período de transición.
Para los hospitales públicos esta situación
constituye una de las mayores preocupaciones, puesto que la ley los obliga
a atender a la población vinculada sin que hasta la fecha se haya
definido el mecanismo de financiación de los servicios prestados.
Para los hospitales y demás instituciones prestadoras
de servicios de salud, el perfil epidemiológico de la población
territorial pierde importancia como criterio de planificación, frente
al perfil epide-miológico de los afiliados a cada Empresa Promotora
de Salud (EPS). Hay que anotar que la asignación de los recursos
públicos a salud no tuvo incremento entre 1.980 y 1.990, afirmándose
que el conjunto de recursos públicos y privados para el sector representaba
alrededor del siete por ciento del PIB.
Las IPS frente al cambio
La posibilidad de que los hospitales públicos se
financien mediante la venta de servicios es el principal inconveniente
para convertir los subsidios de oferta a subsidios de demanda. Si se reorientan
los recursos que hoy se les transfieren a los hospitales del Estado en
forma de presupuestos históricos, éstos alcanzarían
para financiar el seguro de salud de más del 50 por ciento de los
pobres de Colombia.
Según lo establecido en la Ley 100 de 1.993, el
papel del Estado es el de comprar seguros de salud para la población
pobre y regular los mercados del aseguramiento y de la prestación
de servicios de salud.
Autofinanciación de los hospitales
La autofinanciación de los hospitales públicos
es el principal cuello de botella de la transformación de subsidios
de oferta a demanda y, con ello,de la transición hacia el nuevo
esquema de salud previsto por la Ley 100.La primera razón es que
la red pública es la más grande del país y la que
tiene la mayor presencia en las regiones más pobres, por lo que
el cierre de algunas instituciones no es viable.
La segunda razón es la magnitud de recursos que
consume y, por lo tanto, el potencial de transformación de subsidios
que contiene. Cerca de los seis millones de seguros subsidiados que reportó
el Ministerio de Salud, 4,7 hasta 1.996 con los recursos de ese año,
han sido financiados con cargo a las participaciones municipales de destinación
específica al aseguramiento y con recursos del fondo de solidaridad
y garantía.
En este nuevo esquema de seguridad social en salud se
requiere que los hospitales desarrollen unas capacidades administrativas
que en la actualidad son muy incipientes.Ya se realizó un estudio
exploratorio sobre las determinantes de la autofinanciación para
lo cual se tomaron cuatro instituciones públicas de diferentes niveles
de complejidad, desarrollo empresarial y ubicación geográ-fica,encontrando
fallas que van desde las deficiencias en infraestructura, manejo de costos,facturación,
iliquidez hasta la ausencia de capacidad competitiva.
Problemas del régimen de transición
Uno de los problemas que ha presentado el nuevo sistema
de seguridad social en salud ha sido el período denominado régimen
de transición durante los años 95 y 96, el cual exigió
aplazar la puesta en vigencia del régimen subsidiado y se mantuvo
el monopolio del sector en las secretarías departamentales y distritales
de salud, a las que se les permitió cumplir funciones de EPS transitorias
para la captación de recursos del Fosyga por cerca de 100.000 millones
y de los municipios por 38.000 millones.
De otra parte, el régimen subsi-diado ha logrado
recaudar recursos financieros suficientes para cubrir a los pobres del
país, sin embargo la errática política del Ministerio
de Salud en los dos primeros años no logró ponerlo en marcha.
Asimismo en el año de 1.995 el régimen contributivo aportó
la suma de 198.936 millones a la cuenta de solidaridad, equivalente al
uno por ciento de los ingresos de los cotizantes.
Para ese mismo período el gobierno nacional de
acuerdo con lo previsto en el artículo 221, literal C de la ley
100 de 1.993, debió aportar a la cuenta de solidaridad cerca de
238.000 millones para el régimen subsidiado pero sólo liquidó
47.000 millones. A su turno los municipios debieron destinar el 25 por
ciento de sus participaciones municipales a salud por un valor cercano
a los 257.000 millones en 1.995, pero debido a diversos factores, entre
ellos, la falta de orientación y control dejaron de invertir en
el sector cerca del 50 por ciento de lo exigido por ley.
Si bien es cierto que los problemas en la implementación
del sistema en materia del régimen subsidiado son importantes, no
lo son menos los problemas por los que están atravesando las instituciones
hospitalarias, que no permiten que sean competitivas y autónomas
administrativa y financieramente.
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