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El primer mes del caluroso verano madrileño, ha estado agitado en los medios de comunicación por el «Caso Marey» de profundas repercusiones en el Estado español y en especial en el País Vasco.

Tiene que ver con el juzgamiento de José Barrionuevo, ex ministro del Interior del PSOE en el gobierno de Felipe González, de otros altos ex- funcionarios y policías integrantes del GAL, el grupo especial de exterminio creado para ejecutar extrajudicialmente a los combatientes de ETA, la organización insurgente separatista vasca.

El GAL fue creado en 1983 para actuar en el sur de Francia y en el norte de España, a lo largo de todo el territorio Vasco, adelantando la guerra sucia contra los etarras. Fue inspiración del gobierno de Felipe González del PSOE y por ello el ministro del Interior de la época ha tenido que responder en los estrados judiciales e inclusive Felipe González fue llamado a declarar ante el juez de conocimiento.

El escándalo se desató tras el secuestro y las torturas practicadas a Segundo Marey, supuesto militante de ETA, que a la hora de la verdad resultó no serlo. El caso provocó la ira de los vascos y de los españoles y el juicio al ex ministro y otros de sus colaboradores que tendrán que responder con varios años de cárcel. Según algunos analistas, el partido de Gobierno (PP) del presidente Aznar está utilizando el «Caso Marey» para neutralizar al PSOE en la perspectiva de las próximas elecciones. Afirman también, que la grave denuncia de los GAL como instrumentos de la guerra sucia contra ETA, fue una de las causas, junto a la corrupción en las alturas del gobierno, de la derrota del PSOE en las últimas elecciones.

Contrasta el efecto de esta práctica terrorista de Estado en España, con la impunidad con que suelen cubrirse los actos similares en Colombia donde los militares y altos funcionarios comprometidos en hechos de guerra sucia al contrario son condecorados con todos los honores.

Madrid, España, julio de 1998