Edición 1987, licencia
No. 002357 del Ministerio de Gobierno.
Quincena del 22 de julio al 4 de agosto de 1998.
SUMARIO
Resumen VOZ 15 DÍAS
Editorial: Maguncia y la Convención
Nacional
(por Jaime Caycedo Turriago)
Enfoque: Aportes para una visión
de conjunto
(por Alvaro Vásques del Real)
Mirador: El caso Marey
(por Carlos A. Lozano Guillén)
Informe técnico de la crisis hospitalaria:
La mercantilización de la salud
Ante el Gobierno de Pastrana.
Resistencia al ajuste económico, acción
por la paz y por un cambio democrático y social
El encuentro de las FARC con el Presidente electo.
Vital e histórico
Encuentro de Maguncia
Un paso importante hacia la negociación
BREVES
Tercer Congreso de la Mujer Trabajadora del
3 al 6 de agosto.
Empujando el vagón del género
Del 30 de julio al 1 de agosto. Ahora, Subdirectiva
CUT en Bogotá y Cundinamarca
En España.
Crece solidaridad con Colombia
¿Cuánto puede resistir un pueblo
la masa de desplazados?
Recrudece la guera contra la USO y el pueblo
de Barrancabermeja.
El reino de la impunidad
Recomendaciones peligrosas: 14%
Salarios de miedo
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Encuentro de Maguncia
Un paso importante hacia la negociación
Los acuerdos de Mainz abren perspectivas al movimiento
revolucionario y popular. Los resultados desbordaron lo previsto. En octubre
será la Convención Nacional.
El principal hecho político de estos días
es sin duda la realización del encuentro entre una delegación
del más alto nivel del ELN y un grupo representativo de diversas
organizaciones sociales y políticas, dentro de las cuales se destacan
la Iglesia Católica, la Academia, los sectores sindicales, los empresarios,
la izquierda y altas instituciones oficiales, como son la Corte Constitucional,
la Procuraduría y los medios de comunicación.
Este encuentro, realizado en Ma-gun-cia, Alemania, bajo
la advo-cación de la Conferencia Episcopal alemana y con la complacencia
del gobierno germano, logró resultados superiores a los que se habían
previsto.
Tres compromisos
Son tres las áreas que abarcan la declaración
conjunta de las dos partes firmantes, todas ellas de evidente trascendencia
y que están llamadas a jugar un papel significativo en los desarrollos
inmediatos, no sólo del tema de la paz, sino de todo el devenir
político y social.
La primera es lo que podría llamarse la humanización
de la confrontación armada. El núcleo guerrillero se compromete
a suspender las retenciones de menores, personas de edad y mujeres embarazadas.
Al tiempo,ofrece la posibilidad de suspender del todo estas retenciones,
siempre que por alguna otra vía se resuelva el problema de su financiación.
Tienen importancia también los compromisos de suspender la siembra
de minas antiper-sonales, la exigencia de suspender bombardeos oficiales
a poblaciones, agregando las peticiones de superar la impunidad, no prorrogar
la justicia regional y exigir la suspensión de los métodos
de penalización de la protesta social.
La sola enumeración de estos propósitos,
aún en el campo de las relaciones de la guerrilla con un grupo de
representantes sociales destaca la significación de sus proyecciones,
que no es dable minimizar.
En un segundo campo, está la promesa del ELN de
cesar el sabotaje a los oleoductos, mientras se realiza un foro amplio
sobre las propuestas que el grupo armado ha venido haciendo de tiempo atrás,
en cuanto a la preservación de los recursos naturales, a una nueva
política petrolera y a las relaciones con las compañías
transnacionales del petróleo. Esta decisión, así sea
condicionada, avanza seriamente en la solución de uno de los problemas
más controvertidos de los últimos tiempos en el conflicto
armado.
La tercera decisión, seguramente la de más
vasto alcance, es la promoción de una Convención Nacional
para antes del 12 de octubre de este año. La formulación
de esta forma de negociación, presentada desde hace tiempo por el
ELN y estampada en el preacuerdo de Viana, muestra una vía hacia
el diálogo, la negociación y los posibles acuerdos para la
solución política de la confrontación armada.
La declaración de Mainz presupone la participación
de la guerrilla, la Sociedad y el Estado en este proceso. Ahora se constituye
una Comisión Preparatoria con los asistentes al encuentro y un comité
operativo para cumplir tal aspiración. Se hace un llamado a los
demás grupos guerrilleros para su participación y se prevé
un área donde rija un cese del fuego bilateral. Además se
exhorta a que con la celebración de la convención haya un
cese del fuego y de operaciones ofensivas en general.
Un proceso de paz
Además del análisis que deberá hacerse
de los procesos que seguirán luego de estas declaraciones conjuntas,
del significado que podrán tener y de las posibilidades reales que
influyen decisivamente en los esfuerzos que se vienen haciendo hacia la
solución política del conflicto actual, una cosa queda clara,
y es que el ELN ha decidido, más allá de los incidentes y
de las complicaciones que esto pueda tener, tomar el camino de la negociación
y de la paz.
Tal decisión está llamada a tener repercusiones
no sólo en cuanto a este destacamento sino en general en relación
con el futuro de la lucha armada y de sus vías de desarrollo.
Para el movimiento revolucionario y popular se abren
diversas perspectivas. Una de ellas es su participación en este
proceso de debate y de formulación de propuestas para una salida
política. Otra es el esfuerzo de movilización y organización
posibles para hacer prácticas tales propuestas. En este derrotero
está presente el tema exigente y obligatorio de trabajar tanto en
el frente de la unidad de las fuerzas democráticas y de la lucha
social y política popular como en la no menos importante de la unidad
de los distintos grupos armados, tal como se prevé en las propias
conclusiones de Mainz.H
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