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Palestina


* Majed Nassar es subdirector de los 'Health Work Committees' (Palestina).
Nassar Ibrahim, palestino residente en Cisjordania, es miembro del 'Alternative Information Center', entidad conjunta palestino-israelí fundada en 1984.
El presente texto lleva por título original "Bush's Middle East Doctrine: Ever-changing, never-changing".

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Palestina


La doctrina de Bush respecto a Oriente Medio: siempre cambiante, siempre la misma

Majed Nassar y Nassar Ibrahim*

Julio de 2002. Traducción: Beatriz Morales, CSCAweb (www.nodo50.org)

"La 'lógica' de Bush es clara: hay que acabar con el sufrimiento israelí. Hay que acabar con la causa de este sufrimiento, a saber, el movimiento de resistencia ('terrorismo') palestino. Puesto que la dirección palestina (la Autoridad Palestina) es incapaz de detener el movimiento de resistencia, la dirección tiene que ser cambiado. Este cambio debe producirse por medio de elecciones democráticas, siempre y cuando la recién elegida nueva dirección no tenga nada que ver con el movimiento de resistencia a la ocupación. Para asegurar una nueva dirección 'apropiada', las elecciones se deben celebrar de acuerdo con criterios estadounidenses e israelíes y mientras continúa la ocupación"

Bush habló finalmente [1]. Y el pueblo palestino, a pesar de su experiencia de la política exterior de EEUU durante los últimos quince años, escuchó atentamente, esperando que oír algo nuevo, algo esperanzador. En su ingenuo optimismo pensaban que quizá la Administración estadounidense había modificado ligeramente su política antipalestina. O que quizá, tras todas las visitas, encuentros y aclaraciones, había reconsiderado su política exterior y podía ofrecer algo equilibrado y moralmente justo, equiparado con su aclamado estatuto moral en la arena internacional.

Sin embargo, durante esos cortos doce minutos quedó muy claro que la política y las políticas nos son el resultado de cortesías diplomáticas o de una amable retórica intercambiada educadamente en torno a una mesa de negociación. Las políticas y la política se fundan en la protección de los intereses de los poderosos -que harán, por lo demás, todo lo posible para mantener su poder.

Bush y la Administración estadounidense tuvieron una oportunidad única de recuperar algo del respeto y la credibilidad que habían perdido frente a los millones de personas que sufren a causa de la opresión e injusticia resultantes del doble rasero de la política exterior de EEUU. La simplista visión para resolver el conflicto que Bush entregó a los palestinos no sólo pone en evidencia la mentalidad colonial en la que se basa la política exterior estadounidense, sino también una parcialidad total a favor de Israel.

Su primera premisa es que los israelíes, en tanto que víctimas del terrorismo, tienen derecho a defenderse a sí mismos. Obviamente esto se traduce en la creencia de que el movimiento de resistencia palestino es un movimiento terrorista y que como tal es la raíz del problema. Por supuesto, no se hace mención alguna a que la ocupación ilegal israelí de las tierras palestinas pueda ser la raíz del problema. Según parece, Israel tiene derecho a utilizar como autodefensa todas y cada una de las tácticas necesarias para combatir el terrorismo -asesinato, asedio brutal de una población civil cautiva, restricción arbitraria de movimientos, etc.

Durante el poco tiempo que le llevó a Bush articular su visión, el ejército de ocupación israelí había asesinado a seis palestinos de Gaza, tres de ellos hermanos. Y nada más acabar el discurso, los tanques israelíes invadieron Hebrón y mataron a otros cuatro palestinos. Israel ocupa actualmente casi todos los pueblos y ciudades palestinos de Cisjordania y está imponiendo a dos millones de personas un toque de queda de 24 horas [2].

Un nuevo liderazgo palestino

Bush se enorgullece de su descubrimiento de la fórmula de paz para Oriente Medio: se debe encontrar a un nuevo dirigente palestino para que pueda nacer un Estado palestino. Bush ha decidido, de forma muy conveniente para él, que el presidente Arafat es un obstáculo para la paz. No lo es la ocupación israelí; ni los asentamientos israelíes ilegales en tierra palestina. Según parece, Bush cree que la solución al conflicto se producirá a pesar de la ocupación israelí y de la continua presencia del ejército de ocupación. Y está dispuesto a trabajar con Israel para obligar a los palestinos a aceptar su solución.

La lógica de Bush es clara. Hay que acabar con el sufrimiento israelí. Hay que acabar con la causa de este sufrimiento, a saber, el movimiento de resistencia (terrorismo) palestino. Puesto que la dirección palestina (la Autoridad Palestina) es incapaz de detener el movimiento de resistencia, la dirección tiene que ser cambiado. Este cambio debe producirse por medio de elecciones democráticas, siempre y cuando la recién elegida nueva dirección no tenga nada que ver con el movimiento de resistencia a la ocupación. Para asegurar una nueva dirección apropiada, las elecciones se deben celebrar de acuerdo con criterios estadounidenses e israelíes y mientras continúa la ocupación.

Mientras tanto los diferentes servicios de seguridad palestinos deben ser reestructurados. La función principal de esos servicios sería dominar al pueblo palestino y sus actividades de resistencia, así como en garantizar la seguridad de la población israelí. Lo que Israel ha sido incapaz de conseguir en 35 años de ocupación militar con su ejército superior, su policía secreta y sus métodos de opresión colectiva no se logrará por medio de una nueva Autoridad Palestina y sus reestructurados servicios de seguridad. Su éxito posiblemente se mida por el número de palestinos encarcelados o asesinados mientras resisten a la ocupación israelí. Hace unos años, muchos activistas políticos temieron que los Acuerdos de Oslo produjeran un pequeño gobierno de Vichy, aun cuando se implementaran adecuadamente. Ahora parece que este gobierno de Vichy está siendo establecido.

Dio la casualidad de que Bush mencionó el establecimiento del Estado palestino. Pero más que ser fundado como resultado del movimiento de resistencia, llegaría a cobrar vida por medio de la gracia de EEUU y sólo después de que Bush decida que está satisfecho con el resultado de las elecciones palestinas y con el nuevo (títere) dirigente. ¿Es ésta la democracia que ofrece Bush?, ¿qué ocurre si Arafat es reelegido?

Bush ha estipulado que se deben llevar a cabo tres tareas:

1. La aniquilación del movimiento de resistencia nacional palestino, puesto que ha sido declarado organización terrorista. Esto incluye la supresión de todos los partidos políticos palestinos históricos que se oponen a la política estadounidense, así como la elección de un nuevo dirigente palestino que pueda ofrecer seguridad a Israel.

2. La reestructuración de los servicios de seguridad palestinos, que entonces se utilizarían para oprimir a la población -una situación sorprendentemente similar a la de muchos otros regímenes árabes.

3. La creación de un sistema económico inspirado en la visión estadounidense y bajo un control total del FMI, del Banco Mundial y de otras entidades similares.

Para asegurar el éxito de este proceso, EEUU debe seguir mandando. Esto significa que:

1. Cualquier Estado palestino con posibilidades de ser aprobado por Bush debe ser provisional. Esto permite a EEUU retirar fácilmente su apoyo si los dirigentes elegidos no se ajustan a la política estadounidense.

2. Todo el proceso de las elecciones se llevaría a cabo mientras los palestinos permanecen bajo una completa ocupación israelí. (Quizá esto es lo que Bush quiere decir cuando habla de elecciones libres y democráticas.)

3. El espacio de tiempo de tres años estipulado para el proceso asegura que se pueda controlar suficientemente cualquier resultado.

Por debajo de todo ello está, desde luego, la amenaza de que si los dirigentes palestinos se niegan a seguir estas reglas, se les expulsará del juego. (Recuerda ligeramente al ultimátum de Clinton a Arafat de enero de 2001: si no firmas el acuerdo, Israel entablará la guerra contra vosotros con ayuda de EEUU.)

Una negociación 'abierta'

Hasta aquí todo está claro. Pero cuando Bush intenta articular el objetivo final de su visión, nos encontramos con una ambigüedad que parece indicar el hecho de que no quiere adoptar una postura definitiva. Lo que nos queda es lo siguiente: las negociaciones entre ambas partes determinarán el resultado.

¿Cómo debemos interpretar una conclusión tan ambigua ante un plan de acción que es, por lo demás, totalmente cristalino? Dio la casualidad que Bush mencionó que según las resoluciones 242 y 338 de NNUU debía acabar la ocupación israelí empezada en 1967. Incluso declaró que Israel se tenía que retirar a unas fronteras claras y reconocidas que se determinarían por medio de negociaciones entre ambas partes. Sin embargo, lo que no mencionó fue que en el contexto de una ocupación militar de treinta y cinco años, sólo recientemente había empezado el fenómeno de los atentados suicidas. ¿Qué tiene esto que decir acerca de la "raíz del problema"?

Bush sabe que Israel está confiscando más tierra y construyendo más asentamientos. Ve los esfuerzos que se dedican a continuar la ocupación. Y sin embargo, el leguaje paternalista que emplea cuando habla con Israel sólo puede ser entendido como palabras de apoyo incondicional y de comprensión -el lenguaje de un aliado y de un cómplice. Incluso la petición a Israel de que cumpla y ejecute el Plan Mitchell [3] -patentado por EEUU- se relaciona ahora con el acatamiento palestino de las condiciones de EEUU.

Hace dos meses, cuando se le preguntó por la ejecución del Plan Mitchell y la retirada israelí, Bush contestó muy claramente: Israel debe retirarse ahora, no mañana, ni la semana que viene... sino inmediatamente. Sin embargo, su "nueva visión" no tiene ninguna relación aparente con las demandas previas. En cambio, sin mencionar espacio de tiempo alguno se limita a afirmar que el ejército israelí se tiene que retirar completamente a las posiciones que tenía antes del 28 de septiembre de 2000.

Más omisiones

Bush no hizo mención alguna a los planes de Israel de construir "muros de apartheid" [4]. Obviamente no tiene idea de la magnitud del sufrimiento que causarán estos muros. Probablemente ni siquiera se dé cuenta de que estos muros se van a construir en territorio ocupado, violando claramente todas las convenciones internacionales. Bush ni siquiera reconoce los asesinatos y la destrucción gratuita de las infraestructuras palestinas o los toques de queda de 24 horas impuestos a cada niño, mujer u hombre palestino. Parece que todo está justificado como el derecho de Israel a autodefenderse. (Y Dios prohíbe que se pueda llamar a los palestinos víctimas del terrorismo.)

Cuando Bush respondió a la iniciativa árabe presentada en la Cumbre [de la Liga de Estados Árabes] de Beirut, apeló a todos los países árabes para que normalizaran sus relaciones con Israel incluso antes de que éste se retirara de los territorios. Pero no se quedó ahí. Los dirigentes árabes, declaró, tenían que luchar contra el terrorismo (según lo definía la Administración estadounidense). Para parafrasear a Bush: "Aquellos que no están con nosotros, están contra nosotros. Y aquellos que están contra nosotros se han alineado con el 'Eje del Mal' y muy pronto sufrirán la ira de EEUU". En vez de aprovechar la oportunidad de desafiar a EEUU, los dirigentes árabes volvieron a su antigua sumisión y accedieron más o menos a acatar los dictados de EEUU.

En tanto que guardián mundial de las normas morales, Bush no ve la necesidad de dirigirse a la Unión Europea o a otros países. Aparentemente está satisfecho con el papel europeo de rehacer los destrozos de la ocupación y de pagar cuantos costes sean necesarios tras la destrucción causada por la ocupación.

Y así, Bush habló finalmente. Desgraciadamente, todo lo entendía mal:

1. La causa palestina y el conflicto palestino-israelí son más complejos de lo que la simplista visión de Bush puede captar. La ciega sumisión palestina a las demandas de EEUU y de Israel no es una solución.

2. La lógica de poder y la ocupación militar israelí no han sido capaces de acabar con el movimiento de resistencia palestino durante los últimos treinta y cinco años. La cultura palestina se ha convertido en una cultura de resistencia a causa de la ocupación. Esta cultura incluye una conciencia de injusticia, una experiencia de humillación, una visión de un futuro mejor y una firme determinación de lograr la libertad y la independencia. Se rechazarán tajantemente mandatos injustos y soluciones impuestas, especialmente si no consideran aspectos básicos de derechos humanos.

3. La memoria colectiva de la comunidad mundial es más profunda y más compleja de lo que Bush puede comprender. No se puede engañar a todo el mundo todo el tiempo.

4. Los hechos siguen siendo simplemente: sólo la ocupación israelí es la raíz del conflicto palestino-israelí.

Si Bush realmente comprende "la profunda ira y desesperación" del pueblo palestino, entonces también debe comprender que la ocupación tiene que acabar antes de que se pueda conseguir cualquier otra cosa.

Si Bush cree sinceramente que los "intereses del pueblo palestino permanecen como rehenes de un acuerdo de paz global que parece que no llega nunca mientras que vuestras vidas empeoran cada año", entonces debe comprender que la ocupación tiene que acabar antes de que se pueda conseguir cualquier otra cosa.

Si Bush cree sinceramente que "merecemos la democracia y el imperio de la ley, [...] una sociedad abierta y una economía próspera ", entonces debe comprender que la ocupación tiene que acabar antes de que se pueda conseguir cualquier otra cosa.

Si Bush cree que "merecemos una vida de esperanza para nuestros hijos", entonces debe comprender que la ocupación tiene que acabar antes de que se pueda conseguir cualquier otra cosa.

Sólo cuando termine la ocupación podrá "florecer la libertad en la pedregosa tierra de Cisjordania y Gaza". Sólo cuando termine la ocupación la libertad podrá "inspirar a millones de hombres y mujeres de todo el planeta que están igualmente cansados de pobreza y opresión, que tienen derecho igualmente a los beneficios del gobierno democrático".

O acaba de una vez por todas la ocupación o las puertas de la Historia seguirán abiertas a que continúe el conflicto, con o sin EEUU.


Notas de CSCAweb:

1. El discurso completo del presidente Bush del 25 de mayo puede leerse traducido en CSCAweb: Discurso íntegro de George W. Bush sobre Oriente Medio
2. Véase en CSCAweb:
Dos millones de palestinos bajo toque de queda
3. El texto y una valoración del Informe Mitchell puede leerse en CSCAweb:
www.nodo50.org/csca/na/na45/na45-informe_mitchell.pdf
4. Véase en CSCAweb:
Israel formaliza su política de 'apartheid' y cantonalización de la población y los Territorios palestinos con el inicio de la construcción de un muro en torno a Cisjordania



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