Sitiados
Mayed Nassar y Nassar Ibrahim*
17 de abril de 2002
Traducción: CSCAweb (www.nodo50.org/csca)
"Al pueblo israelí,
queremos decirle: con Sharon, nunca estaréis seguros.
Sus 'victorias' son un espejismo. No importa lo que diga: al
final, tendrá que sentarse con el presidente Arafat y
llegar a un acuerdo. No importa el tiempo que pase intentando
encontrar un sustituto para Arafat: no lo encontrará.
La democratización de Palestina y de la sociedad civil
no permitirá que haya una solución similar a la
de Vichy. Sharon buscará en vano un régimen similar
al de las repúblicas petro-bananeras. La 'guerra' de Sharon
terminará, y os llegará entonces el momento de
la verdad"
"Nunca os dejéis
vencer por nada, por pequeño o grande que sea, salvo por
las convicciones propias del honor y el sentido común.
Nunca os dobleguéis ante la fuerza, ni frente al aparentemente
aplastante poderío del enemigo [...]"
Winston Churchill, 29 de octubre de 1941. Del discurso pronunciado
en la Harrow School
La Administración norteamericana ha dado luz verde
a las recientes acciones militares israelíes, que tienen
por objeto acabar con el legítimo movimiento de resistencia
palestino contra la ocupación israelí. En esencia,
EEUU ha dejado clara su postura: en primer lugar, adelante con
la guerra contra el "terrorismo"; en segundo lugar,
que sea corta (hay que recordar que EEUU tiene su propio programa
de acción, que incluye el reconocimiento de un futuro
Estado palestino). Sin embargo, parece que Sharon también
tiene un programa propio: en primer lugar, dar a los palestinos
una lección que nunca olvidarán, asesinando al
mayor número de personas posible y destruyendo todo cuanto
pueda; en segundo lugar, obligando a los palestinos a arrodillarse
y rendirse, haciéndoles olvidar cualquier esperanza que
pudieran albergar de establecer un Estado propio. Sharon tenía
un programa similar cuando invadió Beirut en 1982.
Sharon inició esta campaña criminal, arrastrando
a la sociedad israelí con la promesa de que disfrutarían
de una seguridad total. Les prometió más confiscaciones
de tierras palestinas y la aceleración de la construcción
de los asentamientos israelíes. Según la organización
de derechos humanos B´Tselem, Sharon ha construido
34 nuevos asentamientos en los territorios ocupados en el último
año. Además, pretende mantener los Territorios
Ocupados como mercado abierto a los productos israelíes
y al pueblo palestino como mano de obra barata.
Sharon ha declarado una guerra total, que no constituye sino
la continuación y preservación de la ocupación
israelí. Él mismo ha bautizado la operación
con el nombre de "Muro de defensa". Durante los últimos
18 meses hemos sido testigos de operaciones similares bajo nombres
tan variopintos como "Puerta giratoria", "Noche
íntima", "Viaje multicolor", "Campo
de espinas", etc.
La elección del momento para el inicio de la operación
no tuvo nada que ver con ninguna explosión. Más
importante aún es el hecho de que la operación
diese comienzo justamente un día después de que
los países participantes en la Cumbre Árabe declarasen
abierta y públicamente su compromiso a vivir en paz con
Israel DESPUÉS de que Israel cumpla con todas las resoluciones
de NNUU retirándose hacia las fronteras del 4 de junio
de 1967.
Al contrario: Sharon ha invadido las ciudades y pueblos palestinos,
incluida la ciudad de Ramala, donde el presidente Arafat vive
confinado en su residencia política desde el pasado mes
de diciembre. Sharon lo ha rodeado y ha intentado aislarlo. Ha
destruido su residencia y lo ha recluido en un espacio diminuto
dentro del complejo presidencial, sin agua ni electricidad, impidiendo
que diplomáticos europeos y norteamericanos se reúnan
con Arafat.
Rendirse es morir
La destrucción que Sharon ha causado a la comunidad
palestina va más allá de toda lógica. Cientos
de personas han sido asesinadas, miles han resultado heridas,
y más de 5.000 palestinos han sido detenidos. Nuestras
infraestructuras están casi completamente destruidas.
Pero, aunque tenemos la espalda contra la pared, seguimos
haciendo frente a los tanques, y nuestros corazones están
con aquellos que siguen resistiendo frente a la ocupación.
Todos nosotros, todos los palestinos (hombres, mujeres, jóvenes,
ancianos, enfermos o inválidos) tenemos la mirada puesta
en la libertad y la independencia, en una paz de verdad. Ya no
hay vuelta atrás. Nunca hemos estado tan cerca de nuestra
libertad e independencia como en estos días.
Rendirnos frente a la ocupación israelí equivale
a morir. Resistir frente a la ocupación es sinónimo
de seguir vivos y con dignidad, aún haciendo frente a
la muerte. El pueblo palestino ha dicho claramente NO a la ocupación
israelí, NO a la rendición. Sharon nunca conseguirá
que el pueblo palestino se someta.
Seguimos viviendo bajo toque de queda, en nuestros hogares
y puestos de trabajo, entre nuestros familiares y amigos, rodeados
por el Ejército más poderoso de la región.
Somos testigos de la humillación, la mutilación,
y el asesinato de nuestros amigos y familiares. Y tenemos tanto
miedo de las bombas como lo pueden tener nuestros hijos. Poco
a poco, pero con firmeza, nuestro miedo se está convirtiendo
en un espíritu de resistencia inquebrantable.
Un general enloquecido ha conducido a su pueblo a una de las
situaciones de mayor inseguridad que jamás haya vivido
su país. La economía israelí no atravesaba
por un periodo tan nefasto desde 1953. Muchos israelíes
están abandonando el país. Cada vez son más
los soldados que se niegan a servir en el Ejército. Solamente
durante el pasado año, más de 11.000 soldados han
abandonado el Ejército. La industria turística
atraviesa por un periodo catastrófico. La agricultura
y otros sectores de la industria están sufriendo pérdidas
inmensas. Todas las ganancias de Israel en los últimos
50 años están en la cuerda floja por causa del
reinado del terror de Ariel Sharon. Aún cuando tuvo la
oportunidad de firmar la paz con los países árabes,
no quiso hacerlo. La opinión pública israelí
comienza ya a preguntarse hacia dónde les conduce todo
esto. ¿Hacia dónde lleva Sharon a la sociedad israelí?
Con la arrogancia propia de su poder, Sharon se ha ganado
la antipatía de todo el mundo excepto la Administración
norteamericana -quizás hasta Micronesia ha variado su
postura. Él solito se ha encargado de sacar a la luz el
carácter de Israel como Estado colonial y expansionista.
Al intentar aislar a Arafat, lo ha convertido en la figura más
popular de todo el mundo árabe. Hoy por hoy, la imagen
de Arafat se exhibe públicamente desde Marruecos hasta
Bahrein, en un ejemplo de popularidad que tiene como único
paralelismo la figura de Gamal Abdel Nasser.
Pese a haberse visto confinado en su residencia completamente
destrozada, Arafat se ha confirmado en su calidad de líder
indiscutible del pueblo palestino: "Quieren detenerme. Quieren
darme caza. Me quieren muerto. Pero yo les digo que solamente
me tendrán como mártir".
Sharon se equivocó al pensar que podría obligar
a Arafat a arrodillarse. Sharon se equivocó también
al pensar que podía encontrar un sustituto para Arafat.
No debemos olvidar que Arafat ha sido elegido por la mayoría
del pueblo palestino residente en Gaza y Cisjordania, y quienquiera
que sea el elegido para sucederle, el procedimiento para su elección
habrá de ser el mismo. Palestina no es Pakistán.
Sharon se equivocó al pensar que podía obligar
a los palestinos a rendirse. Se equivocó al pensar que
podría aplastar el levantamiento, acabar con el legítimo
movimiento de resistencia, ya fuera en diez días o cien.
Sharon se equivocó al pensar que el pueblo palestino no
permanecería unido frente a su agresión. Se equivocó
al pensar que el pueblo palestino no sacrificaría todo
lo que tiene, incluso sus vidas, para librarse de la ocupación
israelí. Sharon se equivocó que podría arrasar
el campamento de Jenín en una guerra relámpago.
Sharon se equivocó al pensar que no perdería ningún
soldado y que no se perderían más vidas israelíes
mientras durase la ocupación. Se equivocó al pensar
que los intereses de los colonos israelíes están
por encima de los intereses de los ciudadanos que residen en
el interior de Israel. Más del 62% de los israelíes
se muestran en la actualidad a favor del desmantelamiento de
los asentamientos. En una situación que roza los límites
de la locura, ni siquiera el Likud puede explicar por qué
razón hay un puñado de miles de colonos viviendo
en la Franja de Gaza, una de las zonas más densamente
pobladas del mundo. Una zona en la que los colonos deben "protegerse"
mediante la presencia de tropas y tanques israelíes de
un millón de palestinos en cuyas tierras los colonos han
construido voluntariamente sus asentamientos.
Las acciones de Sharon de las últimas semanas no solamente
le han costado a Israel las simpatías de las que gozaba
en el mundo y han alimentado una campaña a escala global
contra la ocupación israelí. Como era de prever,
Israel prefiere situar en el mismo plano a las campañas
anti-israelíes y contra la ocupación y el antisemitismo.
Otro error. No se puede engañar a la gente todo el tiempo.
Se han celebrado protestas contra la ocupación israelí
en todas partes, desde Nueva Zelanda a Canadá, desde Brasil
hasta China. Toda Europa se ha manifestado contra la ocupación
israelí. Cincuenta mil personas en Roma, y cifras similares
en París, Londres, Berlín, Madrid, Atenas, Copenhague,
Estocolmo, Bruselas, Ámsterdam, Estambul, y Oslo. En el
transcurso de la manifestación de Oslo, las ambulancias
noruegas llegaron a rodear la Embajada israelí en protesta
por las atrocidades cometidas contra los equipos médicos
palestinos. En EEUU ha habido manifestaciones similares, en las
ciudades de Nueva York, San Francisco, Los Ángeles, y
muchas más.
Las masas árabes se manifiestan en las principales
ciudades del mundo árabe. En Bahrein, más de 50.000
personas acudieron a los funerales de un joven asesinado por
la policía. Un millón de personas se manifestaron
en Yemen. Cientos de miles se han manifestado en Egipto, donde
los estudiantes de Alejandría han sufrido ya las primera
pérdidas, al ser asesinado un estudiante por los disparos
de la policía. Los familiares del personal de la Embajada
de Israel ya han abandonado Egipto, pese a que la versión
oficial insiste en que están de vacaciones fuera del país.
La policía jordana sigue intentando reprimir las manifestaciones
con chorros de agua y pegando porrazos. La manifestación
prevista para el viernes 13 de abril en Jordania tuvo que ser
suspendida debido a que se habían recibido amenazas serias
en contra de su celebración. Gentes procedentes de Aqaba,
al sur del país, o de Irbid, al norte, tenían previsto
acudir a la manifestación delante de la Embajada israelí.
Manifestaciones parecidas se celebraron en Damasco, Sudán,
Argelia, Irán, Iraq, Marruecos, o Beirut.
Desafiando la petición norteamericana de retirarse
inmediatamente de las ciudades cisjordanas, el gobierno israelí
prosigue con la invasión, los ataques, los asesinatos,
la destrucción. En la actualidad, se está perpetrando
una masacre de proporciones aún desconocidas. Helicópteros
Apache, F-16, bulldozers y tanques han bombardeado y atacado
la ciudad de Nablus, y muy especialmente el casco viejo, hasta
dejarla irreconocible. Algunos cálculos extraoficiales
hablan de 65 personas asesinadas y cientos de heridos. Todavía
se desconoce el número de personas que yacen bajo los
escombros.
Jenín, el nuevo Sabra y Chatila
Lo ocurrido en el campamento de refugiados de Jenín
constituye un crimen de guerra por el que, algún día,
Sharon y Mofaz tendrán que rendir cuentas ante un tribunal
internacional. El movimiento de resistencia palestino dentro
del campamento ha luchado hasta el final. El invencible ejército
de Sharon ha sufrido pérdidas considerables; Sharon ha
destruido el campamento por completo. El campamento ha resistido
con todas sus fuerzas, enviando a Sharon y el mundo el mensaje
de que prefieren morir antes que vivir bajo la ocupación
israelí. No sabemos cuántas personas han muerto,
ni a cuántos ha ejecutado el Ejército israelí.
Muchos yacen enterrados después de que los bulldozers
israelíes hayan "limpiado las calles". Los bulldozers
del Ejército israelí han destruido todos los hogares,
vallas, pedazos de tierra que haya hecho falta destruir para
enterrar sus crímenes, para que nadie sepa cuántos
palestinos yacen enterrados bajo los escombros.
Sharon ha repetido la masacre de Sabra y Chatila en el campamento
de refugiados de Jenín. Por lo que respecta al ministro
de Asuntos Exteriores, Simón Peres, también tendrá
que rendir cuentas junto con Sharon y enfrentarse a las acusaciones
por crímenes de guerra, una vez que le haya sido retirado
el Premio Nobel de la Paz. El Comité encargado de los
premios Nobel ya está examinando esta posibilidad.
Y todo esto ocurre mientras Colin Powell visita la región,
Palestina incluida. Powell ha encontrado las palabras apropiadas
para exonerar a Israel, afirmando que Israel tiene derecho a
defenderse. Solamente después de que la prensa le bombardeara
a preguntas sobre lo ocurrido en Jenín dijo que sentía
lo que estaba ocurriendo en el campamento. Y aún con todo,
no le pareció lo suficientemente importante como para
ir allí y verlo con sus propios ojos.
En el campamento de refugiados de Jenín sólo
se escucha el silencio. Allí vivían cerca de 15.000
refugiados. El movimiento de resistencia del campamento de Jenín
guarda silencio. El campamento está totalmente destrozado.
A nuestros ojos, los habitantes del campamento son héroes.
El heroísmo demostrado por el movimiento de resistencia
dentro del campamento de Jenín, enfrentados a lo imposible
contra una potencia militar aplastante, permanecerá para
siempre grabado en nuestros corazones.
A pesar de todo el dolor, de toda la furia y la rabia de las
que somos presa todos los días, sabemos que estamos comprometidos
con una lucha que en última instancia conducirá
a la paz para ambos pueblos. La nuestra es una causa justa. Es
una causa que defienden muchas personas a lo largo y ancho del
planeta, personas que se mantienen firmes contra la injusticia
y defienden una paz con justicia.
No estamos solos.
Sabemos reconocer a nuestros amigos en esos millones que protestan
contra la ocupación israelí. Podemos verles a través
de las pantallas de nuestros televisores con pancartas, manifestándose
juntos, recogiendo firmas, escribiendo cartas, recolectando fondos,
enarbolando la bandera palestina, siendo incluso detenidos y
golpeados por apoyar la causa palestina. Son amigos que nos escriben
y nos visitan solidariamente.
Al pueblo israelí, queremos decirle: cuanto más
reprima vuestro gobierno al pueblo palestino, más resistiremos
frente a vosotros. No intentéis esconderos detrás
de vuestra ignorancia, no intentéis negar nuestra existencia.
Escuchad lo que nosotros y el resto del mundo tenemos que deciros.
Sharon y Peres os están conduciendo, a vosotros y a toda
la región, hacia una catástrofe. Que vuestro poderío
militar no os engañe. EEUU perdió su guerra en
Vietnam, aún con la supremacía militar de la que
gozaba. Ya no os quedan argumentos morales para justificaros.
Vuestro gobierno está de hecho poniendo en riesgo vuestra
seguridad por su apetito expansionista y colonial. Levantaos
y unios a los movimientos progresistas israelíes que exigen
el fin de la ocupación, causa de vuestra falta de seguridad
y de todo el derramamiento de sangre. Sharon solamente ha traído
más destrucción e inseguridad a nuestras comunidades.
Sharon quería aislar a Arafat. En lugar de ello, se
ha aislado a sí mismo y os ha aislado a vosotros. Sharon
aún tiene que hacer frente a un juicio en Bélgica
por su responsabilidad en las masacres de Sabra y Chatila en
1982. Cuando los detalles de la masacre de Jenín se conozcan,
le será imposible fingir que es inocente.
Con Sharon, nunca estaréis seguros. Sus "victorias"
son un espejismo. No importa lo que diga: al final, tendrá
que sentarse con el Presidente Arafat y llegar a un acuerdo.
No importa el tiempo que pase intentando encontrar un sustituto
para Arafat: no lo encontrará. La democratización
de Palestina y de la sociedad civil no permitirá que haya
una solución similar a la de Vichy [1].
Sharon buscará en vano un régimen similar al de
las repúblicas petro-bananeras.
La "guerra" de Sharon terminará, y os llegará
entonces el momento de la verdad. Nosotros seguiremos aquí,
desafiando a vuestros tanques y aviones. Seguiremos firmes, y
resistiremos hasta que el último de vuestros soldados
abandone los Territorios Ocupados. Nunca renunciaremos a nuestro
derecho a defender la libertad y la independencia.
La "guerra" de Sharon concluirá, y la sociedad
israelí se encontrará con que el origen del problema
y la causa de este derramamiento de sangre fue y sigue siendo
la ocupación israelí.
Aquí estamos: en nuestros pueblos, campamentos de refugiados,
y ciudades. Con nuestros familiares y amigos. No podrán
silenciar nuestro grito por la libertad.
Nota CSCAweb:
1. Régimen colaboracionista
impuesto en Francia por los nazis durante la II Guerra Mundial.

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