En medio de la crisis del virus, Occidente cierra las puertas a China

CHRISTINA LIN

Traducido para el CEPRID (www.nodo50.org/ceprid) por María Valdés

En el Libro de Proverbios (24: 1), está escrito: "Libera a los que se sienten atraídos hacia la muerte y frena a los que tropiezan en la matanza".

Sin embargo, lo contrario parece ser cierto en algunos países occidentales en el contexto de la crisis del coronavirus, que ha matado a miles de personas en China e infectado a muchos otros. Los expertos estadounidenses han celebrado la posibilidad de aumentar los empleos en los EEUU a expensas de China y negando la asistencia médica para debilitar al país, mientras que el virus del racismo contra los chinos étnicos y otros asiáticos se está extendiendo por los EEUU, Reino Unido, Australia, Canadá , rancia y en otras partes.

Aumento del racismo anti-asiático

En los Estados Unidos, por ejemplo, una mujer que llevaba una máscara facial fue agredida en una estación de metro de Nueva York, mientras que en un metro de Los Ángeles, un hombre atacó a una mujer asiática verbalmente y proclamó que los chinos son sucios y enfermos.

Los abusos racistas también se están volviendo cada vez más violentos y preocupantes para la comunidad asiático-estadounidense, ya que un adolescente en Los Ángeles fue golpeado por su etnia asiática y hospitalizado por traumatismo craneal, similar al caso de asalto de un asesor fiscal tailandés en Londres debido a su Aspecto del este asiático: las personas de ascendencia china, taiwanesa, japonesa, coreana y de otro tipo se agrupan en un solo grupo.

También ha habido casos de hoteles que no permiten que los asiáticos se registren, así como el aumento de boicots a las empresas asiáticas. En el área de Carson en Los Ángeles, un volante falso con un sello de la Organización Mundial de la Salud les dijo a los residentes que evitaran los negocios asiático-estadounidenses debido a un brote de coronavirus, mientras que más de 14.000 personas firmaron una petición instando a las escuelas de Alhambra a cerrar debido a su gran población asiática.

Esto fue a pesar del hecho de que en ese momento solo había un caso de Covid-19 en el condado de Los Ángeles, en una población de 10’1 millones, mientras que, en contraste, la gripe estacional en los EEUU ya ha matado a más de 16.000 personas e infectado 29 millones desde el pasado octubre.

Sin embargo, ante el deterioro de las relaciones entre Estados Unidos y China que fortalecen a los halcones en Washington y los medios internacionales que denigran a China como "el hombre enfermo de Asia", se habla de un "peligro amarillo" y enfermedades "hechas en China " esto probablemente continuará avivando tópicos racistas contra los asiáticos en todo el mundo.

Qué contiene China

Además de enfrentar el creciente racismo, los chinos también enfrentan la contención de su país. Temiendo a Covid-19, el mundo ha cortado muchos vínculos con China, ya que más de 30 aerolíneas han suspendido el servicio, mientras que una matriz de reglas y cuarentenas de 78 naciones desde los EEUU hasta Singapur básicamente ha prohibido el acceso a sus territorios a los viajeros chinos.

A medida que el mundo cierra sus puertas a China y aumentan los puentes levadizos, los chinos se sienten cada vez más aislados y abandonados en su momento de crisis. A pesar de las medidas draconianas del Partido Comunista de encerrar a Wuhan, una ciudad de 11 millones de personas, y luego ampliar la cuarentena a 60 millones de personas en la provincia circundante de Hubei, el mundo no está impresionado por estos esfuerzos.

Parece que, a sus ojos, China y su gente siguen siendo los hombres enfermos de Asia y un peligro amarillo, y en lugar de extender una mano amiga o mostrar compasión a otros seres humanos, el mundo se burla y bromea sobre ellos mientras sufren individualmente.

Sorprendentemente, un país poco probable que ha apoyado a China es Japón, una potencia rival histórica. Poco después del brote, Japón proporcionó asistencia médica y elogió a China. Jenny Tao , una ciudadana china que vive en la prefectura de Hokkaido, en el norte de Japón, observó que tal vez después de haber sufrido un trauma colectivo por la crisis del tsunami de 2011, los japoneses "tienen una fuerte empatía por otras personas que sufren desastres".

Como esto está llevando a mejorar los lazos entre los dos países, la crisis se está convirtiendo en una oportunidad para que ambos países cooperen y aborden el verdadero desafío de las pandemias mundiales.

Volviéndose el uno al otro

Mientras tanto, sintiéndose abandonados por la mayor parte del mundo, con muchas personas infectadas en confinamiento solitario incapaces de tocar o abrazar a sus seres queridos, los chinos están recurriendo el uno al otro para recibir apoyo. Después del cierre inmediato en enero, y a pesar de que las autoridades advirtieron que abrir ventanas aumentaría el riesgo de infección, muchos residentes de Wuhan comenzaron a gritar palabras de aliento por la necesidad de conectarse.

También han surgido nuevas canciones para alentar a los residentes que se encuentran en cuarentena, lo que permite vislumbrar cómo era la vida cotidiana antes de la crisis y podría volver a ser en el futuro.

El famoso actor de Hong Kong Jackie Chan junto con otras celebridades chinas también grabaron una canción para honrar a los miles de trabajadores de la salud en la primera línea de la batalla contra Covid-19, muchos de los cuales cayeron mientras que otros soldados han seguido con máscaras deterioradas que se arreglan hasta con cintas debido a la escasez de suministro. Estos son los héroes chinos no reconocidos en esta guerra que los racistas han iniciado.

Y ellos, como los japoneses, saben la verdad aleccionadora de que no se trata de una guerra de China contra el mundo, sino de la humanidad contra el virus. Si China falla, el mundo entero fallaría.