Iniciativa ante el Ayuntamiento de Barakaldo. En el trascurso de la misma se instalarán una decena de vallas de carreras de atletismo. Con el ánimo de evidenciar la falta de recursos para atender a las personas sin hogar de la localidad; y los impedimentos y obstáculos que han de sortear las personas sin techo para acceder a unos mínimos servicios sociales.

Hay que tener en cuenta que el equipo de gobierno vuelve a recortar el acceso al albergue para personas sin hogar. En concreto, a partir de este mes de abril se retoman los criterios de acceso a este recurso; es decir, solo se permiten 7 días de estancia. Pasado este periodo de tiempo se debe abandonar este servicio social para volver a malvivir durante 3 meses en la calle si se quiere volver a optar a este espacio asistencial.

Estos recortes en el acceso a los servicios municipales, se aplican, también, al derecho al padrón. Lo cual constituye una vulneración de facto de la actual legislación y jurisprudencia en cuanto a los derechos que asisten a las personas sin hogar. En la medida, que el acceso al empadronamiento es un derecho al cual no se puede privar a ninguna persona. Padrón, a través del cual, se garantiza la puerta de entrada a los recursos asistenciales que se derivan del mismo.

Por otro lado, cabe recordar que hace dos meses se inauguró este albergue municipal, junto al Polideportivo de Lasesarre. El primer día -9 de febrero- ya estaban cubiertas las 28 plazas. Existiendo, además, “lista de espera”. Desde el primer momento estas instalaciones se encontraban saturadas. Sin embargo, y en plena ola de frío y nieve, el gobierno local no aplicó ninguna medida paliativa para hacer frente a esta situación. Y ahora, ante la llegada de la primavera, se opta por expulsar a decenas de personas de la localidad a vivir en la calle.

Esto ocurre en un contexto de aumento de las personas sin techo: el último recuento del Gobierno Vasco señala que hay 7 personas sin hogar más que hace 3 años, siendo 16 las personas sin hogar. Aunque la realidad evidencia que son muchas más las que malviven en las calles de Barakaldo.

Para finalizar. Cabe denunciar que el consistorio fabril deja a la intemperie a las personas y familias en situación de máxima vulnerabilidad. Cuando las 2 viviendas municipales de la calle Murrieta, y que sirvieron de albergue provisional para 26 personas sin techo, se encuentran en la actualidad vacías. Sería de justicia que volvieran a habilitarse para dar respuesta a las necesidades de las personas sin hogar del municipio.