Origen, razones y funcionamiento de la Oficina Alternativa de Información
Bastantes miembros del grupo cobrábamos el Ingreso Mínimo de Inserción(IMI) y/o las Ayudas de Emergencia Social (AES). Ambas son ayudas públicas contra la pobreza en el ámbito de la Comunidad Autónoma Vasca. Cada un@ se había dirigido a su respectiva trabajadora social en la confianza de que ésta la informaría y le facilitaría una ayuda pública que le sacase del pozo de la falta de recursos económicos.
A much@s nos costó reconocer que estábamos cobrando el IMI. Todo eso en un grupo con inequívocas inquietudes sociales y entre gente que no sólo se conoce de hace mucho sino que llevamos lustros participando en movimientos sociales combativos. Como tant@s en la Margen Izquierda del Nervión, cuyas estadisticas de paro la trabajadora social conoce igual que cualquiera, cada un@ recibió una información y una atención (humana y economica) diferente, que se convertía en desinformación, ocultación de datos, requisitos, baremos, ayudas a las que optar, etcétera.
La puesta en común de las experiencias nos llevó su tiempo. El acceso a la legislación y las normativas por las que regía desde 1989 el sistema público vasco de asistencia social no resulto sencillo ni para gente informada. Las restrictivas disposiciones legales nos pusieron en guardia, en su momento pasamos por alto que nadie de las oficinas centrales nos diera listados o dossieres ordenados. Como los que todas las administraciones públicas proporcionan a los periodistas, por ejemplo.
Del ámbito municipal donde se entremezclan políticos, cargos enchufados, secretarios, trepas y jefecillos no sacamos casi nada. Que los responsables políticos de Bienestar Social limitasen su actividad a firmar las ayudas concedidas nos sorprendió escasamente. Lo mismo nos ocurrió con las valoraciones de su propia gestión, verbigracia siempre maravillosa. Razonábamos que much@s barakaldeses/as sin ingresos no solicitaban ayudas sociales porque ignoraban su existencia. Lo achacábamos al interés del neoliberalismo rampante y sus agentes (PSOE,PNV…) en perpetuar mano de obra barata.
Un poco más nos chocó que los partidos de oposición (IUy HB) ignorasen incluso los criterios con que se negaban ó concedían las ayudas sociales. Ni sindicatos, ni abogados supieron decirnos más que vaguedades. ¿Dónde debía entonces buscar información fiable sobre las ayudas sociales un@ ciudadan@ sin ingresos?. Todo empujaba a las Unidades de Trabajo Social (UTS). En este punto nos surgían algunas dudas de sentido común. ¿Cualquier UTS y, por lo tanto, cualquier asistenta?. Suponiendo que quisiera facilitarnos esa información, ¿serviría al publico general?.
Una oficina alternativa para áquell@s que decidiesen dirigirse a los servicios de Bienestar Social era imprescindible. Una oficina que proporcionase información neutra a l@s solicitantes potenciales de ayudas públicas (naturaleza de las ayudas, cuantías, requisitos, documentación, dónde dirigirse…).Quién mejor que las propias personas afectadas, nosotr@s mism@s para llevarla. (Además en Gasteiz ya había habido una experiencia similar a la que nosotr@s queríamos poner en práctica, la oficina de información de la Asamblea de Parad@s de Gasteiz) .Antes debíamos determinar con claridad quién y con qué criterios negaba o concedía las ayudas. Asimismo cuáles eran los cauces de reclamación, pensando que no podían ser muy diferentes de los de otras áreas de la administración. Ingenu@s de nosotr@s
Dedicamos meses a recopilar información nadando entre mensajes contradictorios. Conseguimos unas cuantas estadisticas y algunas opiniones cualificadas. Pronto comprobamos que la escala jerárquica que va desde la Unidad de Trabajo Social en cada barrio hasta el Ayuntamiento o la Diputación es como una ciénaga, donde nunca sabes si pisas firme. Los departamentos públicos de Bienestar Social operaban ante la ciudadanía al margen del procedimiento administrativo ordinario.
Tras una activa campaña de propaganda. la oficina de información se abrió en Noviembre de 1997. Lleva funcionando más de cinco años, todos los lunes laborales por la mañana. En ese tiempo se han dirigido a ella alrededor de un millar de personas. Una parte de esas visitas eran para informarse sobre las ayudas públicas relacionadas con subsidios de desempleo, minusvalias, pensiones, etcétera. El resto sí buscaba información sobre el IMI (hoy mal llamada Renta Básica), AES y similares. Se la proporcionamos de palabra y por escrito con una guía prática que está siendo muy útil. Así, l@s afectad@s por la pobreza tienen una base previa a su relación con la trabajadora social.
El grupo además de informar, se pone a disposición de estas personas, por si consideran oportuno pasar a la denuncia pública. Hasta la fecha ha demostrado que toda la sensibilidad que falta habitualmente a los que deciden, les llega en cuanto se ven en la picota y con gente dispuesta a llegar a donde haga falta en la revindicación de lo que necesitan. Hemos tenido varios casos especialmente duros para poner en práctica la denuncia. No te dejes arrastrar por la verguenza al verte en la necesidad de pedir una ayuda social. Es un error pensar que otr@s lo necesitan más. Con los mínimos para una vida digna no se juega.
-
Primero; detrás de tu situación – que no es única- hay muchos responsables.
-
Segundo; estás ejerciendo un derecho.
-
Tercero; no te hacen ningun favor.
En un sentido contrario, combatimos la tentación de responsabilizar a otr@s muy parecid@s a ti, de que falten ayudas que necesitas. Ningun rico accede a estas ayudas y nadie se enriquece con ellas. Es muy fácil que entre la falta de ingresos, las dilaciones a que te somete la trabajadora social y el papeleo desmesurado te desesperes. Nosotr@s invitamos a mantener la cabeza fría, a no abandonarse. Proponemos una actitud correcta y digna ante las trabajadoras sociales y ante quien haga falta. Con ese talante eres dueñ@ de ti mism@ y no les pones en bandeja que zanjen tu situación tachándote de desiquilibrad@, brut@, marginad@…
La oficina ha servido recíprocamente al grupo para adquirir otra información. Las personas nos describen su relación con el sistema público de asistencia social. Las que eran certezas morales sobre el desamparo en que personas aisladas quedan ante las arbitrariedades de la Administración se confirmaron plenamente. Hemos comprobado que el sistema público vasco de asistencia social no sólo deja en la estacada económica casi siempre, sino que degrada la autoestima de las personas y provoca injustificados sentimientos de culpa. En resumidas cuentas, para mucha gente en lugar de tabla de salvación resulta un factor más de exclusión.
ALGUNAS RAZONES PARA LA APERTURA DE UNA OFICINA ALTERNATIVA DE INFORMACIÓN | |||||||||||||
MOTIVOS |
OBJETIVOS |
||||||||||||
|