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Entrevista a ÁNGELA RODRÍGUEZ ‘PAM’ / SECRETARIA DE ESTADO EN FUNCIONES DE IGUALDAD “Creo que se ha ganado la batalla cultural del consentimiento”

Lunes 28 de agosto de 2023

Elena de Sus 26/08/2023 CTXT

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ngela Rodríguez, secretaria de Estado en funciones de Igualad y contra la Violencia de Género. / Ministerio de Igualdad

¿Le ha sorprendido la reacción social a este caso?

Lo que estamos viendo es una muy buena fotografía de cómo España está aprendiendo a leer la violencia machista, la violencia sexual. Hay una mayoría aplastante en este país que no acepta la violencia contra las mujeres, a la que este comportamiento le parece altamente reprobable y machista, algo que hay que salir a señalar. También existe una reacción machista, muy pequeña, que intenta atrincherarse en la idea de que es válido besar a una mujer sin su consentimiento.

No es una imagen fija, se ha ido construyendo con los debates que se han ido dando en nuestro país en los últimos años al respecto del consentimiento. Pero a día de hoy está muy claro dónde reside la mayoría: en el rechazo a la violencia y al machismo.

Es un triunfo tan importante, o casi tan importante, como haber ganado el Mundial. Esto es tan potente que está tapando el Mundial, lo que es una verdadera pena.

Pues sí. Como decíamos en CTXT hace poco, como mujer puedes llegar al máximo éxito profesional y encontrarte igualmente con esto.

Sí, es lo que pasa con todas las mujeres poderosas. Hay espacios de poder que ocupan los hombres, y cuando los empiezan a ocupar las mujeres, se produce una reacción machista que responde así. Ha pasado en el mundo del cine, como vimos con el Me Too en Estados Unidos. También ha pasado en la política, con la violencia política hacia las mujeres. Por supuesto, tenía que pasar en el mundo del deporte cuando las jugadoras de fútbol femenino lo han ganado todo y son las mejores del mundo en este momento. Eso genera desequilibrios en el poder. ¿Quiénes deciden cómo tiene que ser el fútbol? A lo mejor ahora también tienen que decidir las jugadoras de la selección, que son las mejores del mundo.

A pesar de toda la presión social, la reacción de Rubiales y la RFEF ha sido reafirmarse y doblar la apuesta. ¿Hacen falta cambios más estructurales? ¿Cómo podrían lograrse?

La reacción de la Federación en ese comunicado, con esas fotos escandalosas, es un ejemplo más de cómo se están intentando atrincherar en una posición insostenible. ¿Cómo pueden llevarse a cabo cambios más profundos? Hace falta formación contra la violencia sexual en todos los ámbitos, también en el deportivo. Es algo que va a suceder: el Ministerio de Igualdad, a través de la Delegación del Gobierno, ya había previsto dar formación a las 14.000 personas que forman parte de la federación. Pero esto no es suficiente. La formación es una pequeña parte de lo que el Estado ha previsto para luchar contra la violencia sexual. Son medidas que están en la Ley del ‘solo sí es sí’. Nosotras siempre hemos dicho que lo más importante de la ley no eran los cambios en el Código Penal, sino la parte integral de la norma que permitía a la sociedad tener herramientas en un momento en el que era necesaria una conversación más profunda.

¿Un hombre puede besar a una mujer sin su consentimiento? Cada vez más gente piensa que no. Pero hubo un tiempo en el que esto era lo normal, había mujeres que no se atrevían a decir en público que esto les había pasado y que por tanto nunca se atreverían a poner una denuncia. A día de hoy, quienes se atreven a dar el paso, como ha hecho Jenni Hermoso, se pueden encontrar con una reacción muy fuerte que las revictimice. Por lo tanto, el cambio cultural no solamente viene de mano de las leyes, de la formación o de la educación sexual, sino que se trata de tener una conversación como sociedad para aceptar que las relaciones sexuales tienen que ser consensuadas. Por eso siempre hemos dicho que había que hablar de sexo y había que hablar de consentimiento, que esta era la única manera de pasar de la cultura del sometimiento a la cultura del consentimiento.

¿Le sirve esto para algo a una mujer cualquiera que esté sufriendo este tipo de violencias en un entorno laboral o similar? ¿Se puede aprender algo de este caso?

Lo que ha hecho Jenni Hermoso es inspirador, simbólico y valiente, porque lo ha hecho arropada por un montón de jugadoras y con su sindicato. Esto ha provocado que muchas mujeres, no solo en España sino en el mundo, se atrevan a apoyarla también. Si esto hubiera pasado desapercibido, ella sería solamente una campeona del mundo, nada más y nada menos. Pero se ha reconocido como una campeona del mundo que ha sufrido una agresión sexual. Y eso la coloca en el foco, la coloca en una situación de vulnerabilidad.

Algo que el feminismo nos enseña a las mujeres es que a veces tú sola no puedes, pero rodeada de otras compañeras, sí. Creo que esta lección es muy importante para muchísimas mujeres que a veces no tienen la capacidad de dar ese paso ellas solas, el de poner una denuncia, pero sí lo pueden hacer arropadas, también por las instituciones y por las profesionales expertas que hay en los recursos de atención a víctimas.

Me emociona mucho pensar que hay chavalas, adolescentes, niñas, que no solo van a tener referentes femeninos en el fútbol, las campeonas del mundo, que ya es algo extraordinario, sino que también van a tener la prueba de cómo las mujeres, cuando estamos juntas, podemos llegar más lejos.

Hay otra lección, para mí la más importante de todo esto: que no es una guerra de sexos, como ha hecho creer Rubiales. Es el feminismo señalando que la violencia está mal. Y el feminismo no es contra los hombres. También hay hombres que están sosteniendo este paso adelante, como Pau Gasol o Borja Iglesias. La ruptura de ese “pacto de caballeros” es importantísima.

¿Ustedes esperaban que en algún momento se fuera a explicar la Ley del ‘solo sí es sí’ en programas como El Chiringuito?

Nadie imaginó que la Ley de Libertad Sexual se iba a entender en España gracias al deporte, desde luego. Pero también es cierto que la violencia sexual tiene que ver muchísimo con el poder. Es una herramienta que se utiliza con frecuencia en los espacios en los que hay poder. A nadie se le escapa que en el deporte hay muchos hombres que tienen mucho poder y que muchas veces han abusado de él, de eso es de lo que están hablando las jugadoras de fútbol. No sorprende que las mujeres que viven en entornos donde los hombres abusan de su poder necesiten hablar en términos de consentimiento. Y no solo está pasando en el deporte.

Me llama mucho la atención, y se ha hablado muy poco de ello, que ante las imágenes falsas que se han publicado de Laura Escanes o de Rosalía, [en referencia a un caso reciente en el que usuarios malintencionados publicaron imágenes manipuladas] mujeres con muchos seguidores en redes sociales, ambas dijeron que no había ningún problema en hacerse fotos desnudas, que el problema fundamental es que esas imágenes no eran consentidas. Creo que la batalla cultural del consentimiento se ha ganado.

Quizás no lo vimos venir, pero es una buenísima noticia para este país.

¿Sienten reivindicado de alguna forma su trabajo en el Ministerio con este tipo de respuestas de la sociedad?

Nosotras siempre hemos estado muy orgullosas del trabajo que hicimos con la Ley de Libertad Sexual. No hay mayor motivo de orgullo que ver que estas medidas van a ser útiles a las mujeres. Lo vimos con el caso de Dani Alves. Tanto los puntos violeta como el proceso judicial fueron útiles y efectivos. Los protocolos contra la violencia sexual, también en el ámbito deportivo, permiten a un sindicato reaccionar ante una cosa así… Las políticas públicas feministas sirven. Los debates en Twitter se mueren en un día, pero lo que queda en el BOE permanece y protege los derechos de las mujeres. Esto es lo que hemos defendido y se está haciendo realidad.

En la asamblea de la RFEF, Rubiales afirmó que iba a denunciar a Irene Montero, entre otras personas, por calificar sus actos de “violencia sexual”.

Respeto absolutamente, como todas las personas que hemos hecho declaraciones a este respecto, la presunción de inocencia. Si el acto, que millones de personas han visto en vídeo, del beso no consentido a Jenni Hermoso constituye un delito de agresión sexual es algo que tiene que determinar un juez. Ahora bien, decir que es violencia sexual es una cosa muy diferente. Tenemos que acostumbrarnos a que cuando hay un acto sexual no consentido se pueda hablar de violencia sexual. La violencia va más allá de lo que dice el Código Penal.

Lo importante es que con esto empieza un Me Too en España.

¿Pero no ha habido ya un Me Too con el tema de La Manada?

Pienso que el ‘Yo sí te creo’ fue una cosa bastante anónima y eso posibilitó que cogiera tanto vuelo y tuviera tanto poder. Pero es importante también que referentes de nuestra sociedad como una campeona del mundo de fútbol puedan dar un paso adelante y hablar con tanta valentía. Puede ser una referencia para todas esas mujeres que a día de hoy desgraciadamente no se atreven a denunciar. Y para visibilizar que la violencia le puede suceder a cualquiera. Así que sí, al final va a ser el Me Too español.

¿Cómo valoran el tratamiento que se ha hecho en los medios de comunicación de este tema?

Me parece que hay que empezar a diferenciar y no tratar a los medios de comunicación como una masa homogénea. Las portadas de los diarios deportivos que decían, por ejemplo, que Jenni dejaba caer a Rubiales, con esa mirada tan despreciable hacia las mujeres, que no merecemos ni siquiera ser tratadas por nuestro nombre completo, y como si la víctima fuese la responsable de lo que le sucede a quien ha cometido ese acto machista, necesitan un enfoque diferente.

Pienso que es cuestión de aprendizaje, como hemos visto con otros asuntos.

Cuando en España había atentados terroristas, evolucionó mucho la manera de tratarlos comunicativamente. También ha evolucionado la manera de hablar de los asesinatos de mujeres. Creo que con la violencia sexual tenemos que mejorar.

La Ley de Libertad Sexual prevé asuntos en esta materia. Y afortunadamente, tenemos muy buenas periodistas feministas en este país, muy buenas columnistas, muy buenas tertulianas, que ojalá puedan tener más espacio en los medios. Y ojalá logremos un enfoque centrado en las víctimas, esto es fundamental. Las víctimas necesitan verdad y justicia, pero también reparación. La base de la reparación son las garantías de no repetición, que no volvamos a hacer sentir a una víctima que es víctima. Cuando los medios hacen a la víctima responsable de la agresión sexual, están revictimizando.

También en estos medios hay que cambiar las estructuras para que puedan tener un enfoque feminista. Quizás haga falta un Me Too también en los medios de comunicación…

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