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Las víctimas de violencia de género ya piden más órdenes de protección frente a exparejas que contra maridos y novios

Domingo 5 de mayo de 2024

Más de la mitad de mujeres que en 2023 solicitaron una orden de protección de su maltratador lo hicieron respecto a su expareja. La tendencia ha virado: antes las que superaban el 50% eran las órdenes de protección sobre novios y maridos.

MADRID0 4/05/2024 SERGIO SANGIAO Público

En 2023 se han solicitado 22.807 órdenes de protección para víctimas de violencia de género respecto a su exmarido o expareja en los Juzgados de Violencia sobre la Mujer (JVM). Es el dato más alto desde 2006, año en el que el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) comenzó a recopilar esta información. Las estadísticas muestran un giro: las mujeres cada vez solicitan más órdenes de protección respecto a exparejas. Antes, en cambio, lo hacían más sobre sus parejas.

Las expertas apuntan a distintas hipótesis sobre esta nueva tendencia. Entre otras, la posibilidad de que hoy en día las mujeres sean más conscientes de la importancia de denunciar a sus maltratadores incluso cuando ya han roto la relación.

Los datos son los que recopila el Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género del CGPJ en sus informes anuales de violencia sobre la mujer. No permiten explorar más allá los posibles motivos de este cambio, ya que no se publican datos desglosados, por ejemplo, por edad. Pero la tendencia es clara.

Las órdenes de protección respecto a exparejas son ya más de la mitad de las solicitadas en los JVM. En 2023 han representado la mayor tasa histórica dentro del total de órdenes: un 53,69% —un 11,08% contra exmaridos y un 42,61% contra exnovios y exparejas—.

Lucía Avilés, magistrada del Juzgado de lo Penal número 2 de Mataró (Barcelona), explica a Público que sin datos más detallados es complicado saber qué está pasando de la forma más exacta posible. "Pero deben estar uniéndose varias causas. Una de ellas es que antes muchos casos de violencia de género se saldaban con separarse de la pareja o divorciarse del marido y nada más".

"Es posible que ahora se estén denunciando situaciones de violencia de género que hace unos años no se estaban denunciando. Ha aumentado la conciencia de que estos hechos, incluso después de haberte separado, no pueden quedar impunes", apostilla la jueza experta en violencia de género.

Las órdenes de protección son una medida judicial que se toma para defender a las víctimas cuando hay indicios de delitos de violencia de género. Se tienen que solicitar ante los JVM; o ante los juzgados de guardia, cuando los primeros no están operativos. La mayoría de ellas —el año pasado, el 94,26%— las solicitan directamente las propias víctimas, aunque también pueden hacerlo otras personas, la propia Justicia, la Administración o el Ministerio Fiscal.

Avilés explica que las mujeres suelen solicitar las órdenes primero ante la Policía. "Bien porque van a comisaría a denunciar a su pareja o expareja o porque han llamado a la Policía y se ha personado en el domicilio, por ejemplo. En esa primera situación la Policía ya les explica las vías de protección que tienen y ellas manifiestan si quieren la orden de protección o no". De todos modos, aunque no la soliciten, se puede pedir luego directamente ante el juez. De hecho, es necesario reiterar la solicitud ante la Justicia.

Después es el propio magistrado el que dictamina si concede la orden de protección o no. En caso de que sí, a cada orden se le asocian unas medidas de protección determinadas. Las más habituales son la orden de alejamiento del agresor respecto a la víctima y la prohibición de comunicarse con ella. Existen más. Por ejemplo, en el caso de que haya hijos en común se imponen medidas como la suspensión del régimen de visitas al agresor o también se puede establecer una pensión alimenticia provisional para los hijos.

El año pasado se aprobaron el 68,69% de las órdenes de protección solicitadas en los JVM. Un valor muy similar al de los últimos ejercicios. Eso sí, la probabilidad de que a una mujer le aprueben una orden de protección o no varía según ante qué juzgado la solicite. En algunos se rechazan hasta el 70% de las solicitudes, tal y como explicaba una investigación de elDiario.es.

En 2023, además, ha aumentado el total de órdenes de protección que se han pedido. Han sido 42.478 en los JVM, la cifra más alta de la serie histórica. Aún habría que sumar 8.328 más que se han solicitado directamente en los juzgados de guardia —en el caso de estas no existe desglose respecto al tipo de relación de la víctima con el agresor—.

En total, el número de órdenes solicitadas no ha parado de crecer después de 2020. Ese último descenso en el año de la covid habría sucedido previsiblemente por la propia pandemia. Avilés explica que ese aumento no significa que hoy en día haya más casos de violencia machista: "Hay una tendencia a que haya más denuncias, pero no es necesariamente porque haya más violencia de género, sino que se debe a que las cifras ocultas están emergiendo y mujeres que antes no denunciaban, ahora sí lo hacen".

"No es nada fácil denunciar"

Violeta Assiego, jurista especializada en derechos humanos, género e infancias, explica a Público que otro posible motivo de que ahora la mayoría de órdenes de protección se pidan respecto a exmaridos o exnovios es que cuando aún se está en en una relación "no es nada fácil denunciar". "Sobre todo si tienes hijos. No son situaciones fáciles. Deberíamos analizar si puede estar pasando que las mujeres sienten que no tienen el apoyo necesario como para dar ese paso al seguir en la relación con su maltratador".

Assiego también destaca que las separaciones y los divorcios en muchas ocasiones son muy conflictivos. "En gran parte de las separaciones hay un alto grado de conflictividad. No nos paramos a analizar en qué consiste y muchas veces ese alto grado tiene que ver con interferencias claras en la autonomía de las mujeres. Por ejemplo, con el incumplimiento del pago de las pensiones de alimentos, que no es otra cosa que violencia económica".

"Nos estamos encontrando también con incumplimientos de regímenes de visitas y con situaciones en la que sigue existiendo una violencia psicológica muy grande hacia las mujeres. Todo eso son casos de violencia machista por parte de la expareja. Por eso es normal que las mujeres estén pidiendo protección frente a esas exparejas que no asumen la ruptura", explica Assiego, quien también fue directora general de Derechos de la Infancia y de la Adolescencia en el Gobierno de Pedro Sánchez.

Además, Assiego reclama la necesidad de que el CGPJ abra las bases de datos para poder consultar los microdatos de estos casos de violencia de género y poder analizar qué es lo que está causando exactamente este cambio de tendencia. "Hay factores cruciales, como la edad o si las parejas tienen hijos en común, que no sabemos y no podemos analizar. Se podría investigar mucho más si se nos permitiera acceder a la información en más detalle".

Lucía Avilés apunta precisamente a una hipótesis relacionada con la edad. "Hay un impacto generacional. Ahora las mujeres más jóvenes tienen más conciencia feminista y la sociedad está evolucionando hacia a un modelo de familia donde ya no vale el ’aquí se aguanta para siempre’. Las mujeres están tomando conciencia de que esto ya no es así", detalla.

"La sensación de ’aguantar, aguantar y aguantar’ es antigua. Ahora las mujeres toman decisiones de separaciones y divorcios en situaciones que antes no se tomaban. Están tomando la iniciativa para acabar con ciertos nichos de impunidad. No hay que soportar tanto y muchas veces lo que se está aguantando son situaciones de violencia. En lugar de aguantar o romper pero solo divorciarse, ahora se está poniendo negro sobre blanco: ’esto es violencia y lo voy a denunciar’".

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