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¿Qué ciudad queremos?

Juan Pablo Rodríguez Esteban. Publicado en Diario de Valladolid, 9-III-03

Domingo 9 de marzo de 2003

El Ayuntamiento de Valladolid ha aprobado provisionalmente la modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de la ciudad. A pesar de que el Plan vigente data de hace sólo 6 años, de que no se prevé un incremento de la población ni se necesita más suelo para viviendas o industrias, el equipo de gobierno municipal se ha lanzado a una espiral desarrollista que, como en los años 70, pretende duplicar el tamaño de la ciudad, multiplicando a la vez los beneficios de los especuladores que llevan décadas acaparando suelo rústico, y ahora van a poder venderlo como urbanizable. La excusa es «liberalizar» el mercado del suelo, para abaratar el precio de la vivienda. Entre tanto, los barrios tradicionales se van degradando ante la pasividad de las autoridades, que no invierten en su rehabilitación.

En concreto, el nuevo PGOU reclasifica como suelo urbanizable casi 30 millones de metros cuadrados de suelo rústico, superficie que duplica el tamaño hasta ahora previsto de la ciudad. El nuevo suelo urbanizable permitiría edificar hasta 175.000 nuevas viviendas, con capacidad para albergar 300.000 nuevos habitantes, a costa de las ciudades pequeñas y las áreas rurales de Castilla y León. Paralelamente al crecimiento en superficie, la densidad de población prevista disminuye, con lo que se incrementan los costes de urbanización y de mantenimiento de infraestructuras y servicios públicos.

En contraste, el nuevo PGOU no contempla la rehabilitación de los barrios de los años 60 y 70, afectados por problemas de calidad urbana, al tiempo que se fomenta la destrucción del tejido fabril con la recalificación de suelo industrial en residencial (talleres de RENFE, Enertec, Ebro Agrícolas…). La polarización entre el «viejo Valladolid» de barrios envejecidos y empobrecidos y el «nuevo Valladolid» de suburbios aislados e inseguros amenaza con fracturar el tejido social que conocemos, profundizando en la ciudad desestructurada, clasista e insolidaria que se abre paso día a día.

Con el nuevo PGOU, las dimensiones de la ciudad pasarán de 10 a 15 kilómetros de largo, y de 6 a 15 kilómetros de ancho. El desarrollo urbanístico previsto desborda las rondas de circunvalación existentes, lo que producirá un incremento del uso del automóvil, del consumo energético y de la contaminación. Finalmente, la totalidad del suelo rústico con protección agraria del municipio, 20 millones de metros cuadrados de vega, desaparecen con la modificación del PGOU, para lo que la Junta de Castilla y León está procediendo a modificar simultáneamente las Directrices de Ordenación del Territorio de Valladolid y Entorno.

Desde Ecologistas en Acción, junto a otras organizaciones ciudadanas, estamos desarrollando una campaña para desenmascarar esta operación especulativa, proponiendo entre otras alternativas la salida al mercado de alquiler de las alrededor de 20.000 viviendas vacías que hay en la ciudad, reservar en todos los desarrollos urbanísticos pendientes el 50% del suelo residencial para viviendas de protección oficial o mantener el suelo industrial existente. También demandamos la puesta en marcha de programas de rehabilitación urbana de los barrios tradicionales y el establecimiento de una densidad de edificación mínima que evite la dispersión urbana y favorezca las relaciones sociales y la convivencia ciudadana.

Los ecologistas también proponemos evitar que el desarrollo urbano desborde las rondas de circunvalación existentes, una red de tranvías, y poner en marcha un Plan de Movilidad que potencie el transporte público, el uso de la bicicleta y los itinerarios peatonales, así como incrementar la protección del cinturón agrícola de Valladolid, para mantener el regadío tradicional y potenciar su valor productivo, cultural y paisajístico. Todo lo contrario de lo que impulsa el Ayuntamiento de la ciudad, que de forma interesada y antidemocrática ha omitido un debate amplio y profundo sobre la ciudad que queremos, todos los vallisoletanos, hipotecando con esta decisión nuestro desarrollo colectivo durante décadas.


Juan Pablo Rodríguez Esteban es miembro de Ecologistas en Acción de Valladolid